Partida Rol por web

Caigo al suelo, resoplando y hecho autentico cisco. Tengo la boca seca, y los ojos enrojecidos: Intento llorar, pero no tengo fuerza para ello.

Entrecortadamente, entre toses, aspavientos y cosas por el estilo, Bishop intenta transmitir este mensaje:

"Roman.... no lo ha conseguido. Me salvó. Ese tiro iba para mi"

Lo que aqui son dos frases, en realidad son palabras entrecortadas, exhabruptos y expresiones casi sacadas del borde de la locura: El pobrecillo Bishop ha sido llevado a su límite, tanto físico como mental

Sin mirar atrás corrí sin parar, escuché un disparo pero no era un héroe y no pensaba pararme a ver que había pasado, giré un poco la cabeza y seguí hasta que finalmente nos detuvimos en un bosque.

Agotado como estaba, me incline, apoyando mis manos en mis rodillas.

Una vez reunidos, Bishop nos desveló que aquel disparo alcanzó a Roman.

-Jo...joder. El era el único que podría saber algo de lo que está pasando aquí..¿Por que vosotros al igual que yo ni idea verdad?

Miré a nuestro alrededor para ver si nos seguían o veía algo en esa oscuridad.

Katie,  es la única que tras  correr no se siente agotada, cosa que no se puede decir de los caballeros, tanto Alphonse, como Owen, y en especial Jhon se encuentran re cansados. Jhon  en especial parece sentirse sin aliento,  respira y transpira como si fuera tener un ataque de pánico.  Basicamente se detiene en uno de los árboles y vomita sintiendose muy mal. Para los demás es evidente que si no le hechan  una mano se caera al suelo.

Todos miran hacia atrás con el fin de ver si alguien los ha seguido, lo cual dadas las circunstancias es altamente  posible.

Alphonse entonces mira hacia el norte (dirección contraria)  y entre los árboles parece distinguir algo.

A pesar de la oscuridad del lugar, ves algo  relativamente cerca. Una especie de cabaña de guardabosques, por lo que puedes ver desde ahí esta semi destruida y abandonada.

"Una bomba. Quiero una bomba y destrozar esta isla... Una puñetera bomba..."

Si, no estoy en mis cabales. Necesitaré unos minutos de aliento para siquiera poder pensar. Para siquiera poder decir que lo mejor que podemos hacer es buscar un barco y salir de este antro de perversiones.

Mierda, Roman, no me había fijado con todo este jaleo, es cierto, no está aquí. - Pensé mientras continuaba recuperando el aliento. - Parecía un buen hombre, dar así su vida por alguien a quien acaba de conocer...

- No Alphonse, por desgracia me temo que no se absolutamente nada de este sitio, y ahora me arrepiento por supuesto. - ¿Porque no investigué un poco sobre este sitio antes de venir? No es propio de mi, me dejé llevar por la confianza y las ganas de ver a Arthur.

- Debemos movernos, apenas nos hemos alejado unos minutos, y claramente no a muy buen ritmo. Elijamos una dirección, la que sea y avancemos, aunque sea andando mientras recuperamos el aliento, pero no debemos pararnos.

Pienso durante unos instantes en el camino que hemos recorrido desde que hemos llegado a la isla, intento hacer memoria sobre la forma de la isla, la carretera, el camino que nos trajo hasta el pueblo y más o menos la dirección en la que hemos corrido.

Katie observó con aspecto preocupado a sus compañeros de fatigas. Aunque sus mejillas ardían y respiraba con la dificultad de quien no está acostumbrado al ejercicio físico, era obvio que los demás estaban mucho peor que ella.

¿Cómo íbamos a saber algo de esto?, la mujer intentó controlar su respiración y su pánico. Esta... esta situación es de locos. Tenemos que seguir moviéndonos. Ese grupo de locos podría intentar alcanzarnos de nuevo, y... el profesor. El profesor, ¿cómo demonios nos ha invitado a venir a este lugar horrible? ¿Acaso no se dio cuenta de las cosas extrañas que sucedían aquí? Por dios, nosotros no llevamos ni un día y ya nos hemos topado con esto. Es surrealista.

Ahora que los pensamientos comenzaban a aclararse tras la carrera, miss Jenkins notó que la ira contra el profesor Hopkins la alcanzaba de lleno. ¿Qué pretendía habiéndolos traído a este lugar infernal? La mujer esperó a que los demás avanzaran en una dirección para seguirles.

Al ver como John iba a peor apoyado en un árbol me acerqué a el intentnado que se incorporase apoyado en este.

-¿Estás bien? Venga vamos, ánimo.-Luego miré a todos-Me ha parecido ver entre unos árboles más allá una cabaña o algo, no parece estar en buen estado pero parece ser un buen lugar para protegernos por el momento y pensar que hacer, al menos más que estar aquí al raso.

Mientras tanto contesté a alas palabras de la señorita.

-Dudo que Arthur nos metiese en esto a sabiendas, además, como dijo el pobre de Roman, se lo llevaron esos encapuchados.

Al inicio del viaje te habias ubicado espacialmente en la isla con mucha exactitud, lo que puedes concluir ahora tras los últimos eventos que estan en algún extremo al oeste de la isla, y ahora corren hacia el nor- oeste. Sin embargo la forma de la isla puede ser confusa en estos momentos. La población estaba  en la punta sur oeste de la isla. No conoces el mapa de la isla, lo que hace que de ahora en adelante el asunto sea un poco confuso y más por las presencia de los árboles y la oscuridad de la noche.

Ciertamente a pesar de la oscuridad a unos 50 metros de donde estan se nota  la presencia de una edificación semidestruida, una típica cabaña de guardabosques, desgraciadamente la oscuridad no ayuda a ver muy bien.

¿Una cabaña perdida en medio del bosque? ... no se si es muy buena idea... aunque tampoco tenemos muchas opciones.

- Todos estamos nerviosos y obviamente no tenemos idea de lo que ha ocurrido... aunque tampoco es que tenga especial interés por saberlo ahora mismo. Claramente tenemos preocupaciones más importantes.

- La cabaña no inspira tampoco especial confianza, pero no tenemos muchas opciones. Supongo que lleva razón Alphonse, podríamos acercarnos.

Me encuentro bastante confuso ahora mismo, todo lo que ha pasado es difícil de asimilar, a pesar de lo que he dicho al igual que a la señorita Katie, empiezan a surgirme mil preguntas en la cabeza.

- Y yo que me consideraba un hombre de mundo... habrase visto.

"Yo... yo... ¡Yo digo de entrar! Por fin veremos una casa, que no parece sacada de un mismo molde, como la del viejo profesor, o como la de... la de el hombre momia"

Parco en palabras, avanzo casi arrastrandome. Ya que estamos por el bosque, busco y rebusco, hasta encontrar algún palo que me sirva de bastón... ¡Me lo he ganado!
 

Aunque no muy convencidos, y ayudándose unos a otros  se acercan a la cabaña en el bosque, básicamente para encontrarse con un edificio abandonado parcialmente consumido por el fuego, es decir que parte de la cabaña se encuentra quemada.  La poca claridad de la noche muestra el interior de la cabaña. Ausente de puerta y sin  ventanales yace el edificio  olvidado por Dios.

En el interior se ven claramente dos sillas útiles para sentarse, una mesilla llena de polvo, un librero y una cama  rota. En el lugar hay varias cosas caídas en el suelo, la oscuridad no permite ver muy bien.

El resto de la casa esta llena de escombros de madera carbonizada, y quien sabe que más.

- Voy a revisar el perímetro. 

Algo meditabundo aún, dándole vueltas a todo lo que nos está pasando doy una vuelta por el contorno de toda la cabaña, examinando sus alrededores. Si no encuentro nada de interés entraré dentro de la cabaña y revisaré también por si veo algo que me llame la atención.

Katie siguió a sus compañeros a regañadientes, murmurando cosas para sus adentros. La mujer parecía estar increíblemente nerviosa, y el hecho de estar caminando por un bosque a oscuras dirigiéndose a una casa en ruinas no ayudaba a calmar sus nervios.

Pues yo creo que el profesor sabía algo. Estaba tan nervioso, tan inquieto... la oyeron decir, más como si se lo dijese a sí misma que al grupo. Una vez llegaron, Katie disimuló una expresión de disgusto. Después de los acontecimientos, el panorama no podía ser más aterrador. Aquella casa le ponía los pelos de punta solo de verla. Aún así, se internó en ella y se dispuso a curiosear un poco, a ver si encontraba algo de utilidad o que les diera respuestas.

Al llegar a la cabaña, limpié un poco las dos sillas que había y ofreciendo si alguien quería sentarse, me senté en una intentando descansar de aquel agotamiento y aproveché para pensar un poco en lo que acababa de suceder.

-Puede que tengas razón Katie, pero...-me froté el pelo frustrado por todo aquello, confuso.

No sabes que esta pasando. Lo que ocurre solo lo podrias asociar a algo satanico (y eso por tus conocimientos en  literatura de terror) pero no tienes idea ni claridad de nada.

Mientras  sales y caminas por el perimetro no ves mucho de importancia. La cabaña tiene algunos trastos al rededor quemados,  lo único que permanece intacto es una escalera tradicional de madera que reposa en una esquina y que parece no estar dañada. De resto no ves nada más.