Partida Rol por web

-¡Por las calzas de la Virgen! ¿Qué cojones es eso? -preguntó su inmenso compañero miran al horizontes tras Hakan y Thomas.

Éstos se volvieron sin bajar la guardia y vieron el firmamento nocturno teñido con un fulgor brillante. Había columnas de humo ascendiendo, recortadas contra el fulgor. Parecían provenir de la zona donde estaría situado el Coliseo.

Prestó atención a la explicación del Vástago. ¿Era un Malkavian o hacía sólo un rato que había perdido la razón?

Qué le importaba a ella, de todas formas, el destino del Príncipe. Debía aprovechar que los combates se habían detenido y que todos parecían centrados en el infeliz. Posó sus ojos y su pensamiento en Nicolae y comenzó a retroceder por la calleja llamándolo en silencio.

Atraido por la Presencia de Rosalía, Nicolae abandonó con prontitud las inmediaciones del Coliseo y de adentró en el callejón tras ella.

-¿Qué ha sucedido? ¿Qué haces aquí? No es seguro que te vean.

¿Que qué ha sucedido? Eso mismo iba a preguntarle yo.

Lo tomó por la manga y tiró de él para alejarse juntos de allí.

-Vámonos -imploró-. Busquemos a Håkan y a la Assamita, necesito marcharme de Roma cuanto antes.

-¿Irte? ¿No lo has escuchado? ¡El Príncipe ha muerto! ¡Es nuestra oportunidad! -le dijo Nicolae con mira fervorosa.

-¿Nuestra oportunidad para qué? Quien haya organizado su asesinato ya tendrá todo previsto para ocupar su lugar, y como siempre, nada cambiará en realidad -volvió a tirarle de la manga-. Vámonos de aquí. ¿Dónde está Chiara? La Casa Bona ya no es lugar seguro.

-Chiara está en el refugio subterráneo -dijo poco convencido siguiendo a Rosalía cuando ella tiraba de su ropa-. Pero antes vamos a pensar en esto. Ésta es la oportunidad que llevamos tanto tiempo aguardando. Es la oportunidad de tomar el poder y cambiar las cosas. 

Se detuvo y suspiró.

-Está bien -se resignó-. ¿Qué quieres hacer? ¿Qué aliados tenemos? ¿Qué rivales? Si vamos a hacer algo, tenemos que hacerlo ya, o será tarde. Muchos habrán visto la misma oportunidad que tú.

Hablaba deprisa, como si aquello fuera un asunto que quisiera despachar pronto. Por supuesto deseaba recuperar su estatus en Roma, liberarse de la acusación de diablerie y vivir apaciblemente allí, pero ni creía verdaderamente en poder conseguirlo, ni era lo más urgente en su intento de recuperar memoria, vida y tranquilidad eternas. Sin embargo, quizás pudiera dejar a Nicolae, a Chiara y a los demás trabajando en Roma mientras Håkan y ella partían a Bizancio para zanjar de una vez por todas el asunto de la maldita Corona.

-Hay tantas formas en las que podríamos sacar partido de esto. Podríamos difamar al Príncipe o ser los adalides en la captura de su asesino y acusarle de lo que te han acusado a ti. Pero es algo que llevará tiempo. Quizás debas quedarte en Roma -le dijo Nicolae con mirar ambicioso.

-No -respondió tajante-. Voy a limpiar mi nombre, pero lo haré sin mentiras. Quedaos aquí Chiara y tú y luchad por el Principado si es lo que ambicionáis. Mis deseos ahora mismo no son tan altos, pero sí más urgentes. Sólo te pido un último favor: saca a Miguel de las mazmorras, si es que aún no lo has heho. Te deseo suerte. Despídeme de Chiara  -concluyó antes de separarse de él.

Se alejó por la calleja con paso apresurado  el fino ceño fruncido. Quizás Nicolae había pasado demasiado tiempo entre los Vástagos de Roma y había acabado pensando como ellos, o quizás es que la desmemoria la hacía pecar de ilusa, pero tenía claro que no urdiría oscuros planes para recuperar su posición. Demostraría su inocencia regresando con Cayo Marco.

Lo único que necesitaba era encontrar a Håkan y a Fátima y marchar a Constantinopla.

-Como desees -dijo Nicolae con una reverencia un tanto exagerada. Parecía que compartí la intención de Rosalía, pero la respetaría.

La castellana se alejó por la calleja, dejando atrás a Nicolae y la batalla del Coliseo, cuyos fuegos comenzaban a verse ahogados por el auxilio de las gentes en defensa de su insigne monumento. Deaumbuló un tanto por la calles desiertas hasta que se encontró totalmente sola, junto a un villa abandonada de la que la fresquera subterránea podría servirle de refugio si se deba la necesidad.

Hakan frunció el ceño al observar aquel fulgor distante. Fuego... Y probablemente cerca del Coliseo que, si no recordaba mal, era donde se encontraba el Elíseo de Roma, habitualmente frecuentado por vástagos de naturaleza mucho más social que la suya. Thomas y Rosalía. 

Y como también sabía por experiencia propia de la facilidad de la Toreador para generar o meterse en problemas de manera fortuita, aquello le hizo sospechar. Y temer. Lanzó a Daister una alarmada y significativa mirada. Lo que tuvieran que resolver bien podía esperar. 

-Vamos -gruñó, lanzándose a la carrera en esa dirección-, ¡vamos, joder!

Thomas y Hakan se lanzaron a la carrera en dirección al Coliseo. De camino hacia allí se toparon con una marea de personas que huía del lugar del incendio, por lo que se desviaron para continuar por las callejuelas, más estrechas pero menos transitadas. 

Antes de que pudiera decidir si entrar en el improvisado refugio, Rosalía unos pasos acercarse por la calle a la carrera. Provenían de la dirección opuesta al Coliseo.

Haciendo el menor ruido posible ingresó en el jardín que rodeaba la villa y se agazapó entre la maleza, atenta a través del follaje a quien apareciera por la calle. Podía ser un simple mortal con prisa, pero también podía ser alguien buscándola.

Oculta entre la maleza observó a Hakan y Thomas acercándose a la carrera.

Por supuesto, no cabía esperar otra cosa de Francesco el Santo...

Suspiró resignada y abandonó su escondrijo.

-¿Huyes de algo o me buscabas? -preguntó a Håkan ignorando deliberadamente al Ventrue.

Hakan frunció el ceño al ver salir a Rosalía de su escondite. Entreabrió los labios, desviando la vista hacia el lugar del incendio. Sin duda ella sabía lo que ocurría.

-Te buscaba, por supuesto... -se acercó hasta ella y estrechó su brazo afectuosamente, tras lo que bajó la voz para hablar en la mayor intimidad dentro de lo posible-, ¿estás bien? ¿Qué ha ocurrido?