Partida Rol por web

El primer día toca a su fin, y no ha habido movimientos extraños, para vuestro regocijo. La noche se tornaba fría (aunque era primavera, todavía las noches podían alcanzar los 5-10º), con lo que las hogueras se dispusieron en el centro y los carromatos se ponían haciendo una muralla alrededor.

Podeis ver que la noche de luna llena ilumina bastante, estais en un claro al lado de un bosque, el cual se le llama "El bosque de las hadas", debido a numerosas leyendas sobre hadas que a veces ayudaban a los viajeros perdidos.

Sin embargo, todos notais que Argus no ha dicho ni una palabra, incluso se mantiene distante. Algunos guardias dicen que los invocadores son creidos que se creen mejores que los demás, otros dicen que renuncian a su personalidad y emociones para poder ser lo que son.

Elrick estuvo observando a Argus, con interés, notando sus cambios a través del viaje, decidió mantenerse cerca para poder mirar que le estaba pasando, y ver si lo podía ayudar en algo. Después del primer día, lo pacífico del camino lo hizo relajarse. El bosque de las hadas aun cubría mucho trecho, y no quería verse enfrascado en seguir un hada, al menos no en ese momento.

Con la puesta de sol, el grupo decidió hacer un alto en el camino para pasar la noche. Eligieron un claro con buena visibilidad, cercano al inicio del llamado "Bosque de las Hadas". Eso hizo que la brujita se preguntara si llegarían a ver fatas durante el viaje. Por lo que había podido leer sobre ellas, sabía que eran criaturas que iban desde la benevolencia absoluta hasta la maldad más retorcida, pasando por todo el espectro que había entre medias, lo cual incluía criaturas caprichosas, iracundas, volubles y engreídas entre otras "perlas". Ojalá la buena suerte les durase hasta haber atravesado el bosque y sólo se cruzaran con hadas madrinas de esas que te tratan como si fueras su nietecito favorito.

Con el campamento montado, llegó la hora de cenar. Ester se aseguró de que Argus cenaba en condiciones, ya que aún seguía en ese estado de abatimiento silencioso en el que se había sumido desde que les encargaron la misión. Y ya que la mismísima Jana le había pedido que cuidara de él, pues eso haría sin titubear. No obstante, ella no tenía motivos para quedarse calladita, ¡antes todo lo contrario! ¡Que estaba de misión para ayudar a su ídolo de toda la vida! La emoción casi no la dejaba ni tragar la cena. Claro, que no todo era ilusión y vigilar a Argus, había otras cosas de las que preocuparse aquella noche.

 -¿Haremos guardias? Ya sabéis, eso de que uno se queda despierto para vigilar mientras los otros duermen. Hemos tenido un viaje tranquilo, pero no me fío de que la noche vaya a ser igual. Yo me ofrezco a hacer una guardia, la primera o la última si puede ser. Si me despierto en mitad de la noche, me cuesta demasiado volver a dormirme.

El dia fue bastante tranquilo los sueños de mis compañeros me parecian muy interesantes ,  algunos un poco mas tranquilos pero igual me agrado escucharlo .... Al caer la noche y con el campamento armado ester sugiere la vigilancia y bastante calmado le digo

-Pido el primer turno.... Estamos en un bosque "místico" no creo que nada malo pueda suceder pero nunca viene de mas ser precavido .... Por cierto ester sabes algo sobre alquimia?

El viaje fue bastante tranquilo, aunque yo no prestaba mucha atención (podría haber pasado un dragón y no darme cuenta sinceramente). Llegó la noche y acampamos en la ladera del Bosque de las Hadas... que irónico sinceramente. Ester comienza a preguntar lo de las guardias, algo que personalmente recomiendo siempre... Tengo experiencias de no hacer guardias y acabar mal.

- Si no es molestia, prefiero hacer la última guardia... Suelo despertarme siempre antes del amanecer, así que creo que será mejor.

No había terminado de decir eso cuando vuelvo a mi silencio normal desde que comenzó todo esto. Me puse a mirar las estrellas ya que no había nubes y se veían estupendamente... Me daba algo de paz...

Al caer la noche el grupo acampa cerca del bosque de las hadas, se empieza a ver el tema de las guardias, Karma dice creo que primero debemos decidir si la señorita Éster hará guardia, en el caso que si realice guardia ella debería ir primero, después Daniel ya que pidió ir primero, yo pido la tercera guardia o segunda si es que la señorita Éster no participara en las guardias

La verdad es que yo prefiero descansar, pues comprenderan que lo mejor para un arcanista es que su sueño no se vea turbado, pero si existe necesidad de que tome un turno, pues prefiero el penúltimo y ta desde allí podría permanecer despierto, si es que las guardias son cortas, claro está. - digo restándole importancia al asunto.

 -¿Alquimia? Pues sé lo básico de la teoría y alguna mixtura he hecho, pero cosas muy sencillas. No es una rama a la que haya pensado dedicarme, ¿por qué lo preguntas?

Varios de sus compañeros empezaron a ofrecerse voluntarios para las diferntes guardias, cosa que alegró bastante a Ester. Eso de pasar la noche en vela nunca le había gustado demasiado.

 -Si va a haber gente disponible para todas las guardias, la verdad es que yo prefiero dormir toda la noche. Ahora, si van a faltar voluntarios, entonces contad conmigo.

Si podía librarse de hacer las guardias, lo haría, que la verdad era que Volgar tenía razón y los usuarios de magia necesitaban dormir bien. Pero todo eso quedó relegado a un segundo plano cuando a oídos de la bruja llegó la voz de Argus. ¿Qué de qué? ¿Había roto su voto de silencio así de repente?

Ester se giró tan rápido por la sorpresa de oír hablar de nuevo a su amigo que se dio un tirón en los músculos cervicales, cayendo al suelo acto seguido, presa de un agudo y horrible dolor.

 -¡Aaaaaay, mi cuello! ¿Alguien me echa una mano?

Porque la situación era bastante humillante... Menos mal que había gente que sabía usar la magia curativa en el grupo, que si no...

Con gusto te echaría una mano Ester, pero no sé si mis garras sean lo mejor para darte un buen masaje, aunque conozco un truco o dos que podrían ayudarte con ese percance.

Si gustas vamos al carromato e iniciamos con el masaje y si al cabo de unos minutos no te sientes mejor ya le dejo el pase libre a Argus y su magia curativa. - digo mientras entiendo mis manos hacia la joven duquesa para que pueda observarlas con tranquilidad.

 -Mientras no me desgarres la piel o me lo dejes peor de como está, me vale.

Con cuidado de no mover el cuello, Ester se levantó y se acercó a Volgar.

 -Au, au, au, au... Esto duele un montón. ¿Qué vas a usar con el masaje? ¿Un ungüento analgésico o algo similar?

La bruja tomó de la mano al dracónido parair con él a su carromato. Pero antes se giró como pudo para mirar a Argus.

 -Ten preparado un conjuro curativo por si esto no funciona. Y prepárate tú de paso, que tengo mucho que hablar contigo.

Que al fin y al cabo ese tirón era parcialmente por su culpa. ¡Como compensación qué menos que darle las explicaciones que le debía!

Con la anuencia de Ester la conduzco hacia el carromato y la ayudo a subir al mismo para luego cerrar la puerta tras de nosotros para evitar que los demás puedan incomodar a Ester con sus miradas curiosas.

Una vez en la privacidad del carruaje, ayudo a Ester a ponerse cómoda y con sumo cuidado coloco mis manos sobre el cuello de la duquesa, asegurándome que mis garras se mantengan lejos de su nívea piel.

Lentamente las yemas de mis dedos empiezan a ejercer presión sobre la zona afectada ayudando a descontracturar los músculos de la joven humana al tiempo que intento hacer que se relaje para que la tensión abandone su cuerpo y un estado de relajación absoluta vaya adueñándose de la zona.

Tranquila Ester, sólo relájate y permite que mis manos hagan lo suyo, siente como mis dedos ejercen la presión adecuada sobre ti, cierra los ojos e intenta disfrutar de esta experiencia. - digo con voz baja mientras mi masaje estimula los músculos de Ester logrando que estos se relajen casi sin dificultad.

Eso es, sólo déjate llevar y disfruta de esta experiencia mientras mis manos hacen su magia. - añado con una sonrisa y dejo que Ester disfrute la experiencia.

De forma lenta y constante me aseguro que mis masajes se conviertan en toda una experiencia de lo más agradable e inolvidable para la joven duquesa de tal manera que se lleve consigo un grato recuerdo de este tiempo juntos, un recuerdo que la acompañe toda la vida.

Junto a Volgar, la bruja se dirigió al carromato para recibir el masaje que, ojalá, le restableciera la movilidad en el cuello. Tras entrar y sentarse en un sitio en el que estaba cómoda, Ester se apartó la melena y retiró un poco la camisa que llevaba, lo justo para dejar el cuello y los hombros a la vista sin mostrar nada más.

 -Ve con cuidado, de verdad que me duele un montón.

Aparte del dolor, la verdad era que se sentía un tanto estúpida por haberse lesionado de aquella manera tan tonta. Pero también sentía curiosidad. Volgar era el primer dracónido que conocía, después de todo, y no podía evitar preguntarse bastantes cosas acerca de aquella raza. La primera de todas, ¿tendría las manos frías o calientes? Sinceramente, esperaba que lo segundo. Lo último que quería era ponerse más tensa por culpa de unos dedos gélidos.

Las guardias se decidieron al azar, ya que no se ponían de acuerdo muchos. Volgar y Ester regresaron después de que le hicieran el masaje a la última, siendo sinceramente bastante agradable. Los turnos de guardia quedaron así:

1- Elrick y Sabek
2- Daniel y Karma
3- Argus y Ester
4- Volgar y Sato

Al ser guardias de 2 horas cada una, no habría problema por los desvelos.

Elrick se quedó de los primeros con su espadón desenvainado, mientras miraba atentamente la fogata y los alrededores. Estaba preparado para gritar y avisar al resto si había una emboscada, y esperaba que su compañero de guardia, Sabek, estuviera preparado para hacer lo mismo. No entabló palabra, solo se concentró en lo que tenía que hacer.