Partida Rol por web

Jaime también se quedó observando los extraños pictogramas. Sabía que nunca los había visto pero, al igual que Thea, percibía una extraña sensación de familiaridad. Sólo la voz de Keitaro le devolvió a lo que estaban haciendo. Por un momento sólo habían existido esos símbolos.

- Más que imágenes parecen representaciones simbólicas de algo -le corrigió divertido.

Desde luego su compañero tenía una imaginación desbordante o bien asociaba conceptos realmente rápido… porque era verdad que había 10 de esos dibujos y los guerreros legendarios eran la única cosa que conocían de ese mundo suficientemente importante como para formar parte de un templo y que fueran exactamente 10. Igual al haberse transformado había desarrollado un vínculo más fuerte con ese mundo y las cosas simplemente venían hacia él. Hmph… eso podía tener sentido si entraban en contacto con la memoria de aquellos… ¿digimon? ¿digimones? ¿digimons? ¿Cómo se haría el plural de eso?

- ¿Del final…?

Había vuelto a distraerse pensando en otras cosas y hasta ese momento no se había fijado en aquella especie de bulto cubierto.

(Al destapar la manta contemplais a un insecto digimon de color rojo, con forma de mariquita, una especie de protuberancias negras, y unos grandes ojos verdes)-¡Pero bueno que descortersía es esta, era la hora de mi meditación!, ¿quienes son ustedes que quieren?, espera, ¿humanos que narices?...¿estoy en el mundo humano?, no, estoy en el templo, sigo en el digimon, luego no me he teletransportado ni nada, pero sino...(el nuevo digimon, de nombre Tentomon siguió divagando por lo bajo un rato, mientras los demas esperaban hablar con él).

(Desde debajo de la manta una voz femenina y acaramelada comenzó a hablar)-Hola, Gatomon y niños humanos, vi vuestra llegada en las hojas, habéis tardado incluso menos de lo esperado, aunque con algún percancito de más me parece, bueno, ¿os gusta nuestro mundo humanos?, agitado, colorido, y a la par tan bello, en tiempos de calma por supuesto, que siempre puede darse peor las situaciones y creanme que las hay de muchas formas...

Dejo a Gatomon en el suelo con delicadeza al verlo ya mas tranquilo. Sin duda no sabía como dirigirme ante esa presencia. Con timidez me presento: Hola, buenas tardes. Me llamo Keitaro, y si, poco a poco me voy acostumbrando a vuestro mundo. La verdad que es muy diferente al mío, y todo me resulta extraño. Todavía no entiendo bien por que me transformé hace un momento ni en quién.

Respondo lentamente mientras pienso a cada palabra que digo.

Jaime se ajustó las gafas, observando con curiosidad y asombrado de que aquella cosa hablase. Ya habían visto unas cuantas cosas asombrosas… pero todavía no había aceptado la asombrosidad como norma. Que pareciera hablar con familiaridad a Gatomon y la forma en que se dirigió a ellos, al menos, no parecía indicar que volvieran a estar en problemas. Eso ya era bastante.

El estudiante frunció ligeramente los labios, algo disgustado por la forma en que Keitaro se había olvidado del resto de ellos, seguramente por culpa de la emoción del momento.

- Y nosotros somos Jaime y Thea -añadió con un ligero movimiento de su mano para incluir a la chica en sus palabras- Entonces, ¿nos esperabas?

-¿"Esto" es el ermitaño?- pregunto Ezio con el ceño fruncido. Dando un suspiro de decepcion, se dirigio al muro mas cercano para apoyarse en el, cruzarse de brazos y cerrar los ojos.

-Y bien, gran ermitaño, ¿que debemos hacer?- le pregunto con desgana, ya que no esperaba una gran respuesta de Tentomon.

-Bromeas!? este no puede ser el sujeto que sabe mas de esto, parece que no sabe ni donde se quedo dormido... su sistema esta muy defectuoso ya le vendria bien una purga o un formateo...

seguia sin entender porque criaturas tan pequeñas tenian titulos tan ostentosos, seria que en este mundo no se ocupaba de mucho para portar un titulo? o aqui esos titulos significaban menos que en su mundo?

-Sólo desconocida de vuestros nombres, y ahora ya tengo ese dato...(la sabana se movió un poco como si su cabeza se girara)...en respuesta a tu pregunta jóven, no es que te transformarás exactamente, eso sería un cambio, pero sin embargo fue una fusión, unir dos elementos para mi no es lo mismo, pero el cambio para un humano es muy relativo...te combinaste con Arbormon, el guerrero legendario de la madera, su espiritu se unió a tu cuerpo formando a un combatiente...¿recuerdas lo que paso en primera persona, pero sin sentirte tu, no es cierto?.

-¿Vienen a hablar con el ermitaño?, diculpen, pero en un momento esta...(el tentomon se aproxima a una de las paredes del templo que parecía tener una marca de garra...el color de los ojos de tentomon cambió hacia un rojo escarlata)...lamentó el inciso...¿de que hablabamos?...

Miré al Tentomon, parpadeé un momento los ojos, y volvía mirarlo.

¿Ere' tú, Mariquita?

No... no debía ser él. Al menos no lo creía... Si lo fuera, me hubiera saludado. En cualquier caso, cuando el Tentomon desvió la mirada hacia la marca de garra, yo... instintivamente, también la desvié.

—Bonita marca — dije tras un segundo de reflexión —. ¿Quién la habrá podío hacer?

Sentía curiosidad... pero más que curiosidad por saber de quién era la marca de la garra, sentía curiosidad de saber por qué le había cogido tan desprevenido a aquel Digimon. ¿Acaso él era nuevo en el templo también? ¿O quizás la garra había sido hecha recientemente?

Recuerdo ser yo mismo, pero no me senti en mi cuerpo, sino en otro. Pero me encontraba aunque extraño, muy comodo con ese cuerpo. Pude luchar realmente bien. Es tal como lo explicas. Respondo a las explicaciones de aquel ser.

Entonces lo que iba a ocurrirles era que iban a combinarse con aquellos guerreros de los que tanto hablaban. Una especie de… aleación entre sus cuerpos y tal vez también espíritus. Desde el punto de vista puramente científico ya sonaba interesante pero vivir una cosa tan extraña tenía que estar a otro nivel.

- Nuestra amiga está herida -comentó refiriéndose a Gatomon- ¿Puedes ayudarla o indicarnos cómo hacerlo nosotros?

Una vez estuviera bien podrían preocuparse por cuál era el siguiente paso.

Al oir el cambio de tono en el habla de Impmon, notó que algo extraño sucedía. En vez de decir algo, permaneció en silencio, dejando que Impmon se encargase de la situación, ya que realmente no sabia si podían confiar en aquel digimon.

Seguía apoyado en la pared, esta vez, mirando de reojo a Tentomon.

Creo que recordar que me parece los digimons comiendo se recuperan bastante bien. Me empieza a mirar los bolsillos, pero no encuentro nada de comida. Pues creo que no llevo nada de comida.

Parecía recordar algo así durante el camino en alguna conversación

-Mucho tiempo atrás yo dejé esa marca, como si este fuera mi punto de unión entre el pasado y el ahora...usando a un caparazón digital puedo comunicarme con ustedes...creó que todos tenemos prisa...asi que, ¿de que hablabamos?...(dijó el "tentomon" con un cierto tono suspicaz y frío).

-No te preocupes, Keitaro, ella se pondrá bien, tan sólo dejame a mi...(la sabana se mueve hasta Gatomon y se levanta un poco para que esta quede dentro de la misma)...tardaré unos instantes, ¿algo más que pueda hacer por vosotros, mientras tanto?.

hay humanos en el digimundo, eso no te dice nada?, segun se algun loco de este mundo quiere hacer algo con el nuestro y nos mandaron a llamar para usar esto aparatos desesperantes y luchar contra alguien que ni conocemos, podrias darnos un resumen solo de lo importante? que podemos hacer o no hacer o quien es el enemigo y que debemos evitar que logre o sus metas?

movia algo desesperado los dedos de las manos como si estubiera tecleando aunque lo hacia contra sus propias manos, le parecia desesperante que el tentomon compatiera el cuerpo con esa otra voz, y mas aun si este podia interrumpir la conversacion

Por cierto, los malos ya saben que estamos aqui y atacaron hace poco asi que no dudo que regresen en cosa de minutos

Me alegraba no tener que preocuparme mas por Gatomon, aunque sus heridas tampoco parecían ser graves.

Sabes quien era ese Skullsatamon? Por que nos atacó, sino le hicimos nada? Le pregunto para conocer si sería algún rival a que debieramos enfrentarnos en un futuro. Todavía tenía que recabar mas información de nuestra misión en este mundo. Si lo podía resolver rápido, antes volvería a mi casa junto a mi hermana.

Jaime observó la forma en la que aquella sábana se movía y pasaba sobre Gatomon recogiéndola debajo de ella. Estaba claro que iban a ver muchas cosas raras allí.

- Imagino que, como en todas partes, hay dos caras de la historia -comentó al escuchar las preguntas de Keitaro.

Una representada por Gatomon y el resto de sus digimon aliados y otra de la que saldría el tétrico Skullsatamon… y con la que seguramente deberían enfrentarse.

- Si tienes alguna pista de qué es lo que debemos hacer a continuación te estaríamos muy agradecidos.

Thea se quedó escuchando la conversación para adentrarse a su verdadera intención. No le interesaba gatomon ni lo que pudiera pasarle, no le agradaba demasiado. Ella estaba interesada en esa nueva forma que había adquirido su compañero y pensar para qué serviría ello.

-Disculpe. No quiero parecer arrogante, aunque... Quisiera saber qué es lo que nos involucra a nosotros en toda esta historia. Si Keitaro logró tranformarse, entonces ¿Jaime y yo podremos?