Partida Rol por web

-Jajaja no me llames señor...No teneis porque temerme ni sentir miedo.Me Llamo Kazgoroth y he venido en vuestra ayuda.Sé lo que pasa,y se a donde os dirigis.He venido para unirme a vosotros y asi poder derrotar a los orcos y liberar la ciudad de Mathel.Como me voy con vosotros no voy a poder dispones de ejercito para ir a la ciudad ya que se tendran que quedar aqui para vigilar mi ciudad.Antes de nada tendremos que buscar a mas aventureros ya que somos pocos y no tenemos ninguna oportunidad,¿no os parece?-Aunque sigue inspirando miedo,parece que el tono se le torna humano,agradable y un poco simpatico.

Otro aliado inesperado. Parece ser que, como comentó Puk, los Dioses están disponiendo nuestro camino. Pienso en los extraños de anoche. Si los Dioses realmente están trazando los pasos de nuestros pies, entonces algunos de ellos debieron trazar el camino de aquellos dos hombres para intemponerse en el mío. Extraño devenir de los acontecimientos.

Si Kazgoroth es un aliado, ¿a quién debo servir? La duda me asalta, y hace que me pierda en mis pensamientos más tiempo del deseado. El mago que tengo frente a mí me mira fijamente, o al menos eso creo. Tras las sombras de su capucha no puedo ver su cara, pero algo en mi interior me dice que en su semblante se dibuja una medio sonrisa afectuosa.

- Kazgoroth, es todo un placer -` vuelvo a inclinar levemente la cabeza a modo de saludo - Mi nombre es Eidos, servidor de la magia como ya sabeis, y este es Puk, de los Elfos - señalo al Elfo situado junto a la cama

Tras una breve pausa para que Puk vuelva a saludar, continúo

- Me alegra saber que podemos contar con vos para un propósito común. Sin embargo, como ya sabreis, somos nuevos aquí, y no estamos del todo al corriente de los acontecimientos sucedidos en los últimos tiempos. Sabemos que Mathel fue tomada por los orcos, y que estos están en pie de guerra, pero ¿por qué? los orcos no se movilizan y toman una ciudad sin causa alguna, algún caudillo debe estar liderándolos, o peor, algún caballero o hechicero oscuro. ¿sabe algo al respecto? Por último, algo que dijo antes me está dando vueltas en mi cabeza, ¿vamos a liberar la ciudad? si es así, necesito un porqué. Una causa o un motivo. Se que puede no parecer honesto, pero no acostumbro a arriesgar mi vida sin una buena razón. -

Se que mis palabras no son las de un caballero meritorio, pero es que realmente no lo soy. Soy un mago guerrero, y además, un mercenario. Salvo mi venganza personal, no soy muy amigo de las causas perdidas.

Por último, me armo de valor y le pregunto con total franqueza.

- Y finalmente, sin ánimo de ofenderle, no le conocemos en absoluto. Queda claro que es un hechicer, y muy poderoso por lo que veo. Me gustaría saber algo más de vos si no os importa. Contadme, alcalde, ¿quién sois en realidad? -

Me sorprende la actitud de los dos magos creo que en todo esto hay algo oscuro, sigo escuchando y me mantego atento a la comversacion. Quiero saber si deverdad hay algo oscuro.

Soy quien soy y no soy nada mas-Hago una brebe pausa para cambiar de tema.-Vaya...Asique no te parece suficiente razón liberar a unos pobres ciudadanos,niños,mujeres...Que se encuentran a saber en que estado de salud...Bueno si eso no te sirve,¿te sirve un puesto en mi ejercito cuando esto acabe de General?Llevaras a mi ejercito en busca de mas tierras y de derrotar a mis enemigos,¿qué te parece eso?.

Hago una reflexion sobre sus palabras y digo:Me parece bien liberar la ciudad cuenta con mi ayuda

El mago me oculta algo. Eso está claro. Aún con todo, me ofrece un puesto a su servicio. Como general nada menos. La oferta es tentadora. La ambición de poder nubla mis sentidos. Las ansias de conquista que se dibujan en mi mente hacen brotar una leve sonrisa ensoñadora de mis labios.

Ser el líder de un ejército invasor. Buscar desde la posición de poder a los asesinos de mi familia. Aplastarlos cuando los encuentre. La idea me entusiasma sobremanera. Además, Kazgoroth puede que me ayude en esa labor si ahora yo le ayudo a él.

- Me gusta la oferta. le digo - Os acompañaré a Mathel, y una vez liberada la ciudad del yugo de los orcos, seré vuestro general. termino esta frase inclinando de nuevo la cabeza

Al acabar de hablar, pienso en el otro razonamiento que me dió el alcalde. Salvar mujeres, niños, ciudadanos... en definitiva, salvar inocentes. ¿es válido este razonamiento? me prpegunto a mi mismo. Entre esos inocentes puede que exista alguien que, como me ocurrió a mi, vaya a perder a su familia a manos de los invasores. Por otro lado, ¿realmente son todos inocentes? y aún más importante, ¿realmente me importan sus vidas?

Hace tiempo que perdí mi obligatoriedad por el bien o el mal, y rijo mi vida por fines concretos. Tal vez sea hora de plantear la ética de los medios que me llevan a esos fines... o tal vez deba seguir como hasta ahora

En el devenir de mis pensamientos, se vislumbra ante mi la imagen de los dos extraños de anoche. Si voy a ayudar al alcalde debería prevenirle de que antes estoy planeando robarle...

-En fin...Dispongamonos ya...En marcha,tenemos que recoger antes a otros que nos ayuden en nuestra mision nosotros solos no podemos.Seguidme se donde encontrarlos.

-Señor alcade hantes de partir me gustaria conseguir algo de dinero haciendo algun trabajillo para la comunidad, para poder terminar de equiparme tengo la impresion que tardaremos en volver y nunca se sabe lo que puede ocurrir y me gustaria estar bien preparado si a usted no le importa claro esta.

Mientras digo esto piensoque asi tendremos tiempo para ver que hacemos con los dos tipos que conocio Edios en la taberna, ya que no le dijo nada sobre ellos y puesto que el alcalde quiere partir ya.

Dudas se ciernen sobre mi a Edios parece gustarle el plan del acalde que fin le lleva ha ceptar un puesto en el ejercito del alcalde, pense que esto hera una pequeña ciudad y por que le ofrece un puesto tan alto sin conocerlo o esque si lo conoce... creo que alguien miente por alguna razon que desconozco.....
Despues de divagar un poco me centro en las coversaciones y en la respuesta del alcalde.

Escucho la plática de Puk mientras descendemos las escaleras de la posada y salimos a la calle. Tiene razón, necesita dinero. Y yo necesito justificar el mío. Los extraños de anoche dijeron que aparecerían, y no creo que sea conveniente que me vean en compañía del hombre al que pretenden robar.

- Kazgoroth, Puk está en lo cierto, necesita dinero. Tal vez podamos separarnos y nos encontramos al atardecer en el lugar que mencionó dónde encontraremos más aliados para nuestra, como lo diría... nuestra cruzada. Por cierto, ¿qué lugar es ese?

-Esta bien, ir a hacer lo que tengais que hacer yo os espero en el ayuntamiento.Por cierto no tardeis mucho,cada segundo que nos retrasemos nuestro enemigo se hace mas fuerte...Desaparezco ante vuestros ojos.

Edios ¿que opinion tienes sobre el alcalde?, yo me pensaria muy mucho enfadarlo creo que nos aplastaria como hormigas, y ahora ¿que vanos hacer con esos dos tipos?.
Observo su aspecto al escuchar mi pregunta y observo sus movimientos quiero saber si respomde com sinceridad o hay algo mas

Contemplo cómo el alcalde desaparece ante mis ojos. En mi cabeza se arremolinan las opciones que se abren ante mi. No muchas. Me giro y me dirijo a Puk.

- Bien, deberíamos ir a la taberna a ver si allí encontramos algo que hacer hoy, para sacar algo de dinero Y ya de paso puede que encuentre a los dos indivíduos de ayer Pienso para mis adentros

Mientras caminamos, decido contarle a Puk uno de mis planes, referente a la conversación que mantuve anoche con los extraños.

- Puk, has conocido al alcalde, ¿que te parece? no dejo que conteste y continúo - Voy a contarte algo sobre los dos hombres con los que me viste hablando anoche. Estoy confiando mucho en tí en esto y no quiero que me defraudes. No quiero que el alcalde sepa nada, al menos de momento, ¿de acuerdo?

Bien. Esos hombres me pidieron que les ayudara a entrar en casa del alcalde. Me pagaron por ello, y fueron ellos los que alquilaron la habitación de la posada. Desconozco porqué desean entrar en su casa, pues el robo no parece ser el motivo, ya que dijeron que podía quedarme con todo lo que quisiese.

No me dieron muy buena espina, pero acepté el trabajo. Hoy debemos vernos para concretar el plan.

Te cuento ésto para que estés completamente al corriente de la situación, pues estás metido del todo en ella, y puede que en muy breve tengamos que tomar una decisión muy difícil que tal vez acarree una solución violenta.

Dejo unos minutos, para finalmente concluir

- Espero poder contar contigo, amigo

Rapidamemte corto la trayectoria de Edios y me pongo de lante mirando le a la cara.

Edios desde que nos conocimos yo esido sincero contigo me pareces un buen hombre pero creo que hay algo oscuro en tu interior no pretendo que me lo cuentes solo te digo que sea lo que sea no nuble tu juicio, yo sali de mi casa en busca de aventura, cuando mentere que la ciudad de Mathel habia sido capturada pense que esta era la oportunidad que estava buscando para salir de la monotonia y raudo sali en su ayuda.
Respecto si puedes confiar en mi a los hechoa me remito pude haber dicho algo pero no lo hicce...

Respecto al alcalde no estoy muy seguro creo que hay algo mas oscuro detras de todo esto y estoy dispuesto averiguarlo amigo yo no me fio mucho de el pero de momento prefiero temerlo como aliado que como enemigo no cres.. es mi sincera opinion.[/B]
En cuanto alos dos tipos hay que decidir que hacer igual se les puede sacar algo mas de informacion,y puesto que han pagado la habitacion estas en deuda con ellos no creo que te regalen una noche en una posada por nada no cres..[/B]

Edios tras los ultimos acontecimientos creo que seria veneficioso tener un buen amigo cubriendote las espaldas no cres amigo.[/B]

Miro a Puk de hito en hito, mesándome la barbilla con los dedos índice y pulgar de mi mano derecha. Es normal que tenga dudas sobre mí. Mi carácter reservado es desconcertante para la mayoría. Sin embargo, está de acuerdo en que debemos estar juntos en esto.

- Así es, amigo, es muy recomendable tener alguien guardando tus pasos. Más aún en los caminos que intuyo nos quedan por recorrer. hago una breve pausa y reanudo mi marcha hacia la taberna.

- Busquemos algo que hacer en la taberna.

Entrais en la taberna.Veis a los dos hombres de la otra noche en la barra,no se han percatado de vuestra presencia.No hay mucha gente a estas horas en la taberna.

Me quedo un poco mas retrasado que Edios para que no sospechen que voy con el.

Entro en la taberna con paso firme, dejando atras a Puk para evitar sospechas innecesarias. A estas horas de la mañana, los parroquianos siquiera han comenzado su periplo en la barra, y el lugar se encuentra prácticamente vacío. La situación es por tanto favorable a mis intereses. Me acerco decididamente a los hombres con los que hice un trato la pasada noche, sintiendo el escrutinio de Puk sobre mis espaldas.

En fin pienso para mis adentros debo acostumbrarme a que sus almendrados ojos me vigilen si quiero contar con su inestimable protección

Una vez me situo tras ellos, cruzo mis manos dentro de las mangas de mi túninca, aguardo unos momentos mientras pongo en orden mis pensamientos, y le hablo en tono serio

- Buenos días, señores. Creo que tenemos una cita ineludible a día de hoy.

Espero a que mis palabras hagan efecto en su persona, y cuando se vuelven hacia mí, les incido

- Me recuerdan, ¿no es cierto? Soy Eidos. Ayer concertamos un acuerdo de servicios para el día de hoy. Pues bien, aquí estoy, esperando instrucciones.

De nuevo miento deliveradamente. No espero instrucciones. Lo que deseo es conocer el motivo que impulsa a estos hombres a irrumpir en la casa del alcalde. Incluso más, lo que quiero es saber quiénes son estos hombres en realidad. Pero para todo ello debo esperar. Debo ganarme su confianza.

Pero, ¿a qué precio?

Me mantengo a una distancia precavida y vijilante.

Vaya,vaya vaya...Si es nuestro amigo Eidos el chivato que habla con el alcalde y se trae a su amiguita...No nos esperabamos esto de ti...Confiamos en ti y ahora...Nos vienes con estas...¿Que haremos con vosotros?Te miran con cara de enfadados y molestos.No sabes por qué pero lo saben todo.

Me lo temía. De algún modo u otro, por mi mente se había pasado esta posibilidad. Era una de las opciones estudiadas que menos salidas tenía. Los extraños sabían que había hablado con el alcalde, y que Puk estaba de mi lado.

No es de extrañar pensé al fin y al cabo ellos habían alquilado la posada para mí, y el posadero podía haberles puesto al corriente. O puede que la razón sea incluso más peligrosa.

Noto cómo una gota de sudor frío recorre mi el hueco de mi columna. Mis músculos se tensan de manera refleja, y mi mano derecha busca la empuñadura de la espada que llevo en el cinto. Mi otra mano se dirige al mismo tiempo hacia el pequeño saquillo dónde he guardado los pergaminos mágicos. No se que va a ocurrir, pero si hay que emplear la fuerza para salir de esta situación, emplearé todo lo que tengo a mi disposición.

Sólo espero que Puk tenga tiempo para cargar su arco y dispara a uno de ellos si la situación se complica.

El rictus de mi semblante se torna firme al hablarles

- Bien, ¿qué quereis?