Partida Rol por web

La otra que reacciona ante esos guardias es Katty, quien saca su revolver y abre fuego, consiguiendo darle entre los ojos a uno de esos chinos sin el mayor problema.

Quien estalla en una furia que hasta a ustedes asusta es el Franskenstein, quien toma con una mano a el pie de uno de esos chinos y lo levanta sin ningun esfuerzo, usandolo como garrote para golpear a los otros. lo cual lanza al suelo a unos 5 a la vez.

Chia consigue hacer su movimiento con una gracia increible, aunque sea violento el resultado. En tanto, mina, a quien el saber que pronto podría estar con su hijo le ha dado una puntería admirable, le da en pleno pecho a uno de los guardias, enviandolo con sus antepasados. el movimeinto de Chia como la furia de Frankenstein han dejado a a un buen numero de guardias en el suelo algo aturdidos, no obstante, uno de ellos, con una espada china en la mano, la hace girar una cuantas veces como para asustar y despues lanza un corte al pecho de Chia, pero su intento solo fue pirotecnia, pues falla y el arma escapa de su mano, quedando a merced de la mujer demonio.

En tanto, como si fuera impulsado por una fuerza sobre natural, otro de esos chinos salta por los aires en contra de Mina y Katty, lanzando un puñetazo a la cara de la primera y una patada el vientre de la segunda.

chia esta acostumbrada a peleas contra muchos enemigos a la vez, y se percata de los movimientos de sus adversarios y aliados, asi que golpea el cuello del hombre que tiene delante, aplastandole la nuez y matandolo al instante, pero aprobecha el mobimiento y no suelta el cuello del hombre muerto, pues aprovecando la fuerza de su golpe para hacer un giro rapido y lanzar al hombre en direccion al que atacaba a las dos mujeres, y sin mirar si habia coseguido proteger a la mujeres sigue su avance para matar al resto de guardias.

Me quedé un poco sorprendida ante todo aquello y sobretodo fuera de lugar, ya que parecía que todo el mundo sabía pelear como si fuera lo más normal del mundo y yo ni siquiera estaba acostumbrada a tener que levantar demasiado una pierna.

Cuando quise darme cuenta, tenía un puño casi en la cara, pero por suerte, tuve el suficiente tiempo para apartarme a duras pena y notar como el aire que seguía a la trayectoria de su brazo movía mi pelo.

No es que estuviera dispuesta a esperar que me dieran un segundo golpe, así que que aunque no tuviera ni idea de pelear, pensaba devolvérselo. No, seguía sin ser partidaria de la violencia, pero ni iba a dejar que me golpearan ni iba a dejar que se quedaran con mi niño.

Tan sólo tenía el arma en la mano, así que en vez de usarla para disparar, la usé para golpearle con ella, que seguro que dolía más que los nudillos de una dama.

Mina logra reaccionar al golpe de ese chino, pero Katty recibe la patada en su estomago, por lo que cae al suelo sin aliento. No obstante, la reacción de la señorita Murray causa el efecto esperado y le da con todo al chino en la nuca, cayendo este inconciente. En ese momento, otro chino - el que lanzó Chia - pasa sobre las cabezas de las dos mujeres y va a parar contra una gran estatua de Buda.

En tanto, Frankenstein seguía masacrando chinos, como si se tratara de un animal indómito que solo quería destrosar todo lo que se pusiera al alcance de sus manos. Al cabo de un rato, solo quedaban 5 guardias muy asustados y que lanzaron sus armas al suelo y levantaron las manos. Frankenstein ni siquiera los miró y solo empujó las grandes puertas, haciendolas trizas.

De entre el polvo que se levanto, sale un pequeño con cara de no entender nada pero que de pronto fija su mirada en Mina y dice:

- ¿Mami? ¿Eres tú?.

Satisfecha por el golpe que había asestado a aquel hombre y sin demasiadas ganas de acercarme a Frankenstein que parecía estar dando rienda suelta a su ira me quedé unos instantes parada, pero al ver al pequeño y escuchar sus palabras incluso las lágrimas acudieron a mis ojos, para acto seguido echarme a correr a abrazarlo.

- Quincy!! - Dije con toda la alegría que podía sentir una madre al encontrar a su hijo sano y salvo. - Sí, soy mamá mi pequeño..!! Soy mamá..!!

No podía decir nada más pero corrí hasta él para estrecharlo entre mis brazos, dando gracias incluso a dios por haberlo encontrado sano y salvo.

a chia no le gustaba correr riesgos, asi que hecho una de las estatuas de buda sobre los 5 guardias restantes, casi al mismo tiempo escucha los gritos de alegria de Mina y se gira , a ver lo que pasa, al veral pequeño se da cuanta que es el hijo de mina y que por fin lo han encontrado, Chia sonrie satisfecha "asi debe ser, todos los niños debende tener una buena infancia con su madre, ahoa solo queda sacarlos de aqui"

El momento del encuentro entre madre e hijo fue sobrecojedor, pero no les quedaba mucho tiempo, pues de pronto todo comienza a llenarse de humo. Seguramente las explosiones de los juegos artificiales habían generado incendios que terminarían consumiendo todo el edificio. Tenían que salir rápidamente de ahí, por lo que Frankenstein derribó otra puerta que los llevaba a un pasillo no tan adornado como el que encontraban pero que los llevaba afuera de la fábrica. Salen corriendo pero pronto se dan cuanta que están rodeados de chinos que les apuntan con sus rifles.

La entrada había resultado demasiado fácil quizás, pero al ver como nos tenían rodeados, estaba segura de que la salida sería bastante más complicada. De todas formas, como un acto instintivo pegué a mi hijo a mis piernas, como queriendo protegerlo de todo aquello que él no se había buscado, acariciando de forma tierna su pelo como queriéndole transmitir todo lo que le quería, toda la calma que tan sólo puede proporcionarte una madre incluso en la peor de las situaciones.

- Tienes que ser valiente, pues en la valentía se forjan los corazones fuertes.. - Le susurré mientras esperaba a ver qué era lo que sucedía. - Tu padre estará muy orgulloso de ti..

Su padre después de nuestro último encuentro, se había ganado casi mi total repugnacia pero eso no quitaba para que fuera su padre y no sería yo la que le hablara mal de él, a mí al menos, aún me quedaba la poca decencia que él ya había perdido.

Chia se mordio rapidamente en un dedo haciendo que algo de sangre saliera de este, y se coloco detras de Mina y de su hijo "cuando diga que corrais, corred sin mirar atras, esto os protejera de los ataques durante bastante tiempo" aparentemete Chia habia posado en el hombro de Mina la mano  y luego en el del pequeño, pero ambos notaron como el dedo de chia se movia dibujando un extraño simbolo en su cuello. atraves de su sangre demoniaca Chia habia transmitido gran parte de su chi a mina y su hijo, el simbolo dibujado con sangre en su cuello lo controlaria para que cualquier tipo de ataque fuera desviado, esto dejaria el chi de Chia muy bajo, dejandola solo con sus capacidades fisicas para sobrevivir, al menos hasta reponerse.

Chia hace lo algo en las espaldas de Mina y del pequeño Quince que no ven. No obstante, tanto Mina como el pequeño siente inmediatamente el contacto de la sangre, que les produce un escalofrío en la espalda. No es tanto por el poder que les transfiere Chia, sino por el aroma que recuerda a otra sangre que Mina probó hace algún tiempo.
No obstante, todas estas sensaciones pasan a un segundo plano cuando de entre la multitud de chinos aparece Fah-Lo-Sue, quien trea consigo a alguien que no esperaban ver. Se trata del señor péndragon, quien viene con un cañon de pistola en la sien para que no hiera ningún movimiento estúpido. la mujer china los mira con satisfacción y dice:

- Me alegra verla nuevamente, señorita Murray. No espereba menos de usted que un intento de rescate. Pero me ha sorprendido trayendonos un demonio de la tierra de mis ancestros. Supongo que tu eres Chia, el Dragón Negro. Tuve el placer de conocer a tu hermano, quien parece ser menos encantador que tú.
"Bien, creo que llegó el momento de que se rindan, sino su querido señor Pendragon sufrira las consecuencias".

Ante esto ultimo, Katty contiene a duras penas una exclamación de terror, lo cual es captado po Fah, quien se acerca a Pendragon, le pasa un dedo por labios y dice con claras intenciones de molestar a la chica:

- O quiza me lo deje como mascota privada... un hombre apuesto puede ser muy entretenido.

Aquella sangre.. Noté como por unos instantes mi mente se alejaba de aquel lugar, como volvía a sentir una especie de fascinación y de terror como ya había sentido en otra ocasión y desde luego, que recordarlo erizó toda mi piel, sin duda, recordando aquel contacto.. Por suerte o por desgracia, las palabras de aquella mujer me sacaron de mi estado y levanté la cabeza para mirarla mientras hablaba.

- Esto no pinta nada bien.. - Instintivamente agarré a mi hijo, queriendo protegerlo a toda costa de cualquier cosa, pero también me preocupaba Pendragon, quien se había mostrado dispuesto a ayudarme en todo momento e incluso me había salvado de recibir un buen guantazo de parte de mi ex.

- Sólo me querías a mí.. ellos no tienen ninguna culpa. Deja que se vayan y se lleven a mi pequeño y quédate conmigo que es lo que estabas buscando ¿ no?

Sí, definitivamente sería capaz de cambiarme por  todos ellos, sin duda, dar la vida por mi hijo era algo que toda madre haría, por mucho que Jonathan se pensara que no quería a mi hijo. Por otro lado, sabía que Pendragon no moriría y sobre Chia... sería lo suficientemente fuerte para lo que la pusieran delante.

tras haber hecho las marcas que protejerian tanto a Mina como a su hijo,chia y los demas fueron sorprendidos por Fah-Lo-Sue, parecia que habian capturado a pendragon, pero la verdad es que esto no preocupaba a chia,  como habia dicho ella estaba alli para que Mina y su hijo se fueran de alli juntos, y de paso aprobechar para complir el trabajo encomendado por el emperador, si pendragon moria no le suponia trastorno ninguno, aunque Chia sabia que Pendragon podria ser de gran ayuda para su cometido. 

Chia se adelanto- Desde Luego, mira que eres torpe, dejarte capturar para que te usen de rehen, no te da verguenza?- pregunto a Pendragon tranquilamente, como si estubieran simplemente charlando e  ignorando a Fah-Lo-Sue  y al resto de gente.

Fah escucha con detención la propuesta de Mina y parece sopesar lo implica aceptarla, mas se ríe cruelmente de ella y agrega:

- ¿No entiende el concepto de la venganza, señorita Murray? La idea es hacer que siufra la persona de la que queremos desquitarnos. Si la dejo aquí podría aplicar todos mis conocimientos de tortura en usted, pero aún le quedaría el consuelo de que quienes ama están a salvo. No; creo que el trato no me satisface. El niño se queda conmigo, al igual que el grupo de caballeros y señoritas que han intentedo ayudarla. Usted puede irse sin más a llorara su casa.

Pero en ese momento Péndrago se pone a reir y, también ignorando a Fah, le dice a Chia:

- Crees que me dejaría atrapar tan facilmente. Además, si yo estoy aquí ¿Dónde está Strogoff?.

En ese momento se escucha un disparo y la cabeza de uno de los chinos estalla.  Entonces todos empiezan a disparar en todas direcciones, incluida la que se encuentran ustedes.

chia sabia que con lo que habia hecho anteriormente tanto a Mina como a su hijo, estos estarian a salvo de los disparos hasta que el poder que les habia trasmitido se agotara, lo cual no era poco, asi que por su parte penso que lo mas seguro era acerarse a los que portaban algun arma, con suerte algunos se matarian entre ellos, ademas habia que abrir un hueco por donde pudieran salir todos a salvo.

- por aqui- dije mientras abria hueco en un lugar seguro.

Mina siente un golpe en el pecho y se queda sin aliento. Mientras está en el suelo de pronto sus ojos comienzan comienzan a nublarse, siendo lo último que ve a su pequeño con la cara congestionada por las lágrimas. En tanto, Chia se lanza en pos de los que están armados y con facilidad da cuenta de un par, así como Frankenstein comienza a barrer con todo lo que tiene a su paso.

Mientras eso ocurre, Pendragon, en un movimiento muy rápido, se safa del que lo encañonaba y le quita el arma, apuntando con ella a Fah-Lo-Sue.

- Será mejor que todos bajen sus armas si no quieren que le vuele los sesos a esta hermosa psicopata. - Dice Pendragon, tanto en chino como en ingles, para asegurarse.

Por su lado, Katty se acerca a auxiliar a Mina y con cuidado le palmea un poco las mejillas para que reaccione. Cuando Mina abré los ojos siente un fuerte dolor en el pecho, aunque al tocarse se da cuenta de que no hay sangre ni heridas. En tanto, el pequeño Quincy la mira con lagrimas en los ojos y cara de miedo.

La amenaza de Pendragon no surte los efectos deseados, pues en vez de bajar las armas todos le apuntan, creando un tenso ambiente. Pero uno de esos chinos, más astuto que sus compañeros, se cerca a al grupo de Mina, Quincy y Katty y les apunta. Fah ve esto y sonríe:

- Si el señor Pendragon no baja su arma, mata al niño.