Partida Rol por web

Salgo de la comisaria con Mina y pendragon, al contrario que Mina no me despido, solo salgo sin mas, luego escucho la pegunta de Pendragon sobre donde ir y la cara de sorpresa y la respuesta de Mina, asi que añado-A mi me da igual un sitio que otro, mi objetivo es la lider de la organizacion si-fan,y algunos de sus aliados. y aunque preferiria conseguir mi objetivo cuanto antes, no pasara nada por que os ayude, ademas, me he propuesto devolver a su hijo a Mina, y dado que es su hijo creo que mejor que decida ella.

Salen todos a uno de es barrios bajos en los cuales viven los inmigrantes en Londres. No son lugares agradables y allí conviven irlandeses, italianos, gente de Europa oriental. Por esas calles se dirigen a uno de los los tugurios en el que se reune la gente de mal vivir a beber y quien sabe que cosas más. Se bajan y la calle parece casi desierta, excepto por algún gato que pululaba entr la basura. No obstante, de los techos de las altas casas aparecen un monton de sujetos vestidos de negro y armados hasta los dientes con porras, sables y otra infinidad de armas blancas. Sus acompañantes sacan sus armas y Frankenstein solo se pone en guardia para pelear.

El grupo de desconocidos no los atacan, sino que se les quedan acechando como a la espera de algo. Cuando los ven se dan cuenta de que sus ojos son razgados.

Chia caminaba tranquila con el resto de sus nuevos compañeros, cuando aparecieron esos hombre en el tejado, vio como los que la acompañaban se preparaban para pelear,  pero ella siguio tranquila, con su mirada recorrio lentamente los tejados, casi como si buscara a alguien- supongo que estos no son los amigos que ibamos a visitar.- comenta Chia a Pendragon, luego se queda a la espera de que o bien sus compañeros o bien los que seguramente son enemigos digan o hagan algo.

No me gustaba demasiado tener que caminar por esas peligrosas calles, pero necesitábamos ayuda para rescatar a mi hijo, así que, no dije ni una palabra en contra de aquello y caminé en silencio, aunque a atenta a todo lo que me rodeaba.

Cuando llegamos al lugar al que nos dirigíamos, en el que había dicho Pendragon que encontraríamos a los irlandeses, me quedé estupefacta al ver que todo eran orientales.

- Me parece que o los irlandeses han cambiado mucho o no, estos no son.. - Respondí a las palabras de Chia, para luego mirar a Pendragon, ya que suponía que algo tendría que decir al respecto.

Estaban rodeados por esos extraños pero ellos no avanzaban ni un solo paso, simplemente los miraban fijamente y esperaban. En tanto, se dan cuenta de que dentro de una de las casas se escuchan canciones y risas por lo que debe ser una especie de taberna. En tanto uno de esos encapuchados se acerca al frontis de la casa del jolgorio y deja apollada a la pared un pequeño paquete, luego desenrolla una mecha y la enciende a una distancia prudente. Entonces, ante ustedes, el paquete explota violentamente, dejando un boquete inmenso y un sumbid en sus oidos.

Como era de esperarse, las personas que estaban adentro salieron a ver qué estaba ocurriendo, pero fueron prontamente anulados por los hombres armados, quienes les pusieron sus espadas en el cuello. Entonces, como si se materializara de la misma niebla de Londres, aparece una mujer ataviada con un hermoso traje oriental. Se trataba dela misma mujer que aparece en la fotografia que tiene Chia. Al verlos, ella sonria de una manera casi encantadora y les dice:

- Esto es realmente una vuelta inesperada del destino. La famosa liga de caballeros extraordinarios acá, tan cerca de mis manos y sin que me esfuerce en sobremanera. Me presento ante ustedes, damas y cabelleros, mi nombre es Fa-Lo-Sue, hija del Doctor Fu-Manchú y nueva líder del Si-Fan.

Observé los acontecimientos sin querer acercarme demasiado a todo aquello, manteniéndome en un segundo plano, sabiendo, que algo tenía que ocurrir y lógicamente, no es que mis deducciones fueran demasiado desencaminadas.

Cuando aquella mujer apareció, sólo por la forma en que lo hizo, sabía que íbamos a tener problemas por su prepotencia, más que nada porque estaba clarísimo que le gustaba llamar la atención, intuición femenina quizás.

- Si dijera que es un placer conocerla mentiría señorita Fa-Lo-Sue. Ahora que ya nos tiene aquí le agradecería que soltara a los inocentes que tiene en su poder y que no han hecho nada, absolutamente nada, como para que los tengan encerrados.

A pesar de la situación mis palabras sonaban de forma autoritaria, era algo que no podía evitar.

Fa-Lo-Sue, al escuchar lo dicho por Mina, se rie de forma casi musical. Casi sería una risa agradable si no fuera por las circunstancias. No obstante, la mirada de la chica era cruel, y lo hace mas evidente cuando dice:

- No tengo intención en hacerle daño a ninguno de ustedes, señorita Murray. Veniamos a hacer acordar a nuestros amigos irlandeses acerca de una peque la deuda que tienen con nosotros. Cada cosa debe tener su tiempo y cuando este llega, ya veremos que hacer. Por ahora le puedo decir que su hijo y el señor Quatermain se encuentran en perfectas condiciones... son nuestros huespedes. Ahora si me perdona, prefiero retirarme, que estos tugurios no son dignos de personas como nosotras.

-Un momento- dice chia avanzando tranquilamente- yo solo viajo con ellos,se poco mas quesus nombre, no soy de esa liga,no se lo que les quieres hacer, y me de igual lo que hagas con esos Irlandeses, pero he venido a buscarte y llevarte ante el emperador, y bueno como tu has dicho antes, estas tan cerca de mis manos y sin que me esfuerce en sobremanera- chia sigue caminando despacio.

yo voy andando tranquilamente, pero mientras camino voy haciendo que mi chi avance  mas rapido que yo para atrapar el de Fah-lo-Sue. la gente normal no suele ser capaz de dislumbrar el movimiento del chi de las personas, si consigo alcanzar con mi chi el suyo el tiempo suficiente, puede que pueda crear una conexion lo suficientemente fuerte para seguirla.

El manejo del chi de Chia funciona. Como si se tratara de un sexto sentido que le permite saber el lugar en que Fa-Lo-Sue se encuentra. No obstante, cuando logras el nexo, algo raro pasa y la chica te mira fijamente a los ojos y sonrie.

Fah-Lo-Sue se rie de lo que acaba de decir Chia. No obstante, los que no parecen estar tan dispuesto a dejar que se lleven a su lider son los hombres de negro, quienes la redean con la intención de defenderla en caso de que alguno de ustedes intente algo.

Lo mas irritante era que esa chica parecía en todo momento digna y encantadora. Tanto asi que antes de retirarse con todo ese resguerdo, les dice:

- La verdad es que y no tengo nada que ver con Su Excelencia Celestial desde hace mucho, Chia... ah! tu hermano te envia cariñosos recuerdos. En cuanto a usted, señorita Murray. La esperaremos para el amanecer en el puente de Londres y aho podrá ver nuevamente al pequeño Quincy.

Fah Lo-Sue parecia haberse percatado de las intenciones ocultas de chia - Yo que tu vigilaria a mi hermano, sus nuevos juguetes no duran mucho-dijo chia refiriendose con lo de juguete a Fah Lo-Sue, seguia caminando lentamente segura de que alguno de los esbirros de Fah Lo-Sue la atacaria pronto- por cierto, espero que no me culpes por intentar capturarte, no he hecho mucho ejercicio desde que llegue a la ciudad, y estoy empezando a entumecerme, por no decir que este clima me pone de muy mal humor. -Chia sigue acercandose lentamente preparada para meter un puñetazo con todas sus fuerzas al primero que se adelante para atacarla.

Aquello se estaba yendo de las manos. La mujer oriental, la que venía con nosotros, tenía muy mal caracter y no parecía estar acostumbrada a dar su brazo a torcer en ningún momento. Si hubiera sido en cualquier otro momento seguramente no me hubiera metido en medio y hubiera dejado que arreglaran sus propias cuentas, pero ahora lo que estaba en juego era la vida de mi hijo y eso era más importante que cualquiera de los que estábamos allí ahora mismo.

Di un par de pasos y agarré del hombro a Chia, para que se detuviera y no siguiera caminando.

- Por favor.. - Fue todo lo que dije, aunque se sobrentendía lo que la estaba pidiendo. - Aún tienen a mi pequeño.

Chia estaba esperando el ataque de algun enemigo mientras avanzaba, asi que cuando Mina la agarro de del brazo, chia se dio la vuelta rapidamente y apunto estubo de dar un puñetazo a Mina, parando el puñetazo a escasos centimetros de ella en el momento que se dio cuenta de que era Mina y no un enemigo.

chia no podia permitirse mostrar debilidad ante Fah-Lo-Sue, asi que solo se le ocurrio una forma de conceder a Mina su petición - No vuelvas a hacer algo asi, la proxima vez que te acerques asi por mi espalda no frenare el puño.- dijo seria a Mina Murray- He venido a este pais por una razón, y estoy cerca de conseguirla si no me parais.- Luego se giro esperando haber dado tiempo suficiente para que Fah-Lo-Sue se hubiera ido o estubiera a punto de hacerlo.

Por un momento llegué a creer que aquella mujer me golpearía y que el golpe iba a ser uno de los más dolorosos que había sentido en mi vida, al menos, en cuanto a golpes físicos se refería, aunque cuando vi cómo se detenía volví a coger aire en mis pulmones, más calmada, a pesar de haberme mantenido en silencio.

Rápidamente retiré el brazo del hombro de aquella muchacha, ya que había conseguido darme miedo y me aparté un par de pasos, aunque mi mirada decía claramente que no iba a retirar mis palabras. No me importaba absolutamente nada por qué había enviado a esa mujer a Inglaterra, pero sabía que lo único que tenía importancia en esos momentos era conseguir que mi hijo saliera vivo de esta, aunque para ello tuviera que dar mi propia vida.

Fah-Lo-Sue ya se habia esfumado en el momento en que Chia se da la vuelta. Los hombres vestidos de negro subieron raudamente por las cuerdas, perdiendose silenciosamente por los techos de las casas. Solo quedaron ustedes parados en la calle y los asustados irlandeses que salieron del interior de esa taberna. Uno de ellos, de unos cuarenta años y con aire de poeta o intelectual. Ese tipo se para frente a ustedes, los miró de pie a cabeza y dijo:

- Como era de esperarse. Pendragon siempre trae problemas o mujeres bonitas, incluso las dos cosas a la vez.

En ese monto Jack solo deja escapar su risa y les indica todos que entren, que quizá allí encontrarían algo de ayuda. Una mesa ya estaba lista para ustedes en el interior y jarras de cerveza negra los esperaban. El sujeto que los recivió se sienta en la cabecera de la mesa y dice:

- Y bien, quien me contará lo que está pasando... que no sea Péndragon, por favor, que a él ya no le creemos nada.

Tras lo que había sucedido tuve que volver a armarme de valor, pero con el hablar con educación era algo que me salía casi como lo de seguir respirando, fui la primera en hablar, como si alguna vez no lo hubiera sido..

- Es la segunda vez que escucho esas palabras en boca de dos hombres diferentes. Me temo Pendragon, que o empieza a frecuentar otras amistades o va a tener que procurar guardar silencio más a menudo.. - Mis palabras, aunque con toda la educación del mundo, eran claramente una forma de meterme con Jack, aunque claramente sin mala intención.

No iba a empezar a hablar con un desconocido sin presentarme y mucho menos sin que se presentara.. eso no sería correcto.

- Disculpe, pero me gusta conocer al menos del nombre de la persona con la que tengo el gusto de hablar. Mi nombre es Mina Murray. - Tras lo que presenté al resto antes de responder a nada.

- Disculpe, señorita. Pero entenderá que despues de que alguien viene y destroza el frontis de su local los modales quedan algo alterado. Me llamó Angus Collins, tabernero, antiguo profesor de escuela y patriota irlandés. Espero que eso no la moleste, señorita, ya que por su acento supongo que es inglesa.

El sujeto parece muy cómodo con el hecho de que Mina sea inglesa, cosa que parece no agradar tanto al resto de los irlandeses. No obtante, a hora esperan que explique que es lo que estaba ocurriendo.

Ignoré el hecho de que a la gente que nos estaba observando no le hiciera gracia mi procedencia, ya que a mí, sinceramente me daba igual de qué isla hubieran salido ellos, lo único que quería en esos momentos era que me devolvieran a mi pequeño sano y salvo aunque para ello tuviera que llevarme conmigo a personas de unos veinte países distintos y cada cual más extraña. En ese momento, eso era lo de menos.

- Creo que podríamos resumir el problema en que esa mujer, ha secuestrado a mi hijo y a un amigo, Quatermain y me gustaría recuperarlos con vida.. - Mi mirada se volvió hacia Pendragon, esperando que me ayudara a explicar lo que realmente pasaba ya que estaba nerviosa y no sabía si iba a poder continuar hablando sin volver a echarme a llorar, ya que volvía a notar aquel nudo en la boca de mi estómago.

Chia habia hecho una primera medicion de Fah-Lo-sue, y no le ustaba, estaba segura de que habia percibido la conexion realizada con su chi, Parecia que la tactica de chia de echar una reprimenda a Mina por haberla parado  , con el find e que Fah-Lo-Sue se fuera habia funcionado, solo esperaba que Mina hbiea comprendido el verdadero porque de esas reprmenda.

Chia se extrañaba por primera vez, la mayoria de las malas miradas se dirigian a la guapa señoriata Mina, y no ha ella como era habitual.

-yo estoy estoy aqui para llevar a la mujer que ha estrozado vuestro local y a uno de sus aliados frente al emperador de china, y bueno he decidido de paso ayudar aqui a esta- señalo a Mina- a recuperar a su hijo.