Partida Rol por web

Estaba totalmente descansado tras meditar por la tarde y dormir cómodamente por la noche, así que abrí los ojos temprano. Sin duda me sorprendió distinguir una figura en la penumbra. Una niña que se acercaba, entrando en la tienda en sigilo para darnos lo que parecía ser una advertencia y una pista sobre la llave y su relación con el templo. Sin embargo no dio tiempo a preguntas, pues se marchó tan rápido como había entrado.

Más esto no fue lo único sorprendente, pues instantes después de su marcha, un viento aulló en la tienda, formando un remolino de aire que tomaba consistencia y nos atacaba. ¿Quien habría invocado el elemental? ¿O por qué había decidido atacarnos? Pero ahora era momento de defenderse, las preguntas vendrían luego.

Observo a ambos guerreros lanzarse al combate, momento en el que desenfundo veloz mi arco y apunto al torbellino con intención de impactarle con mis flechas, sin embargo esta sale desviada por la vorágine y el vendaval que provoca.

Vaya!! Quién eres? digo mientras me quito de encima a mi nueva amiga gitana. Esto no es lo que parece, eh. Eres su novio, marido o amante? 

Una vez me subo los pantalones y diviso bien qué es lo que arma tanto ruido, le digo a la joven que se vaya y rápidamente doy un paso atrás cuando me hiere el elemental y conjuro un rayo para intentar abrasar al atacante.

Gael había disfrutado de las mujeres, de la comida y sobre todo de la bebida, por lo que despues de oir a la vieja decir sus incoerencias se había ido a descansar la cabeza dejando a Lucien seguir con la juerga.

Todo estaba tranquilo, cuando de repente lo que parecía ser una jovencita que flotaba o algo por el estilo apareció de la nada en su tienda y les dió un par de advertencias.

Cuando Gael empezaba a despejar su mente e iba a abrir la boca para hablar, la figura desapareció y tan abrúptamente como vino se fue, y sin darles tiempo a pensar siquiera, unos elementales aparecieron luego de la jovencita, como si la hubiesen estado siguiendo y los atacaron sin aviso.

Gael miro a los costados buscando una costura en la tienda por la cual escapar, pero sin pensarseo un segundo, como era de esperarse Dunk atacó al elemental inmediatamente seguido por Robbie.

Maldición con estos dos santurrones! siempre lo mismo con ellos, directo al peligro! aaaaaahh que puedo hacer?

¡Maldición! ¡a un lado!

Grito el elfo, algo raro le sucedía ya que hacía mucho tiempo que elegía atacar de frente a un enemigo como este, pero no podía dejar a Dunk, el caballero lo había sacado de apuros en más de una ocasión y aunque no era habitual en Gael confiar en las personas, Dunk era alguien en quien hacia un tiempo había empezado a confiar asi que muy a su pesar el elfo atacó al elemental.

Gael se mueve ráídamente hasta el elemental, desenvaina sus dos armas y elevando en el aire sus dos brazos impulsa las dos hojas contra él.

Pese a cogerlos casi por sorpresa , todos los heroes reaccionan rapido y casi todos impactan, quizas el Lucien un poco menos por la dificultad de enfrentarse en solitario a uno de ellos , pero el resto reacciona con la presteza que da su profesion para acabar con los peligros de una manera rapida y asi es pues el demoledor mandoblazo de Dunk al eje , la ayuda de Robie y el ataque lateral de gael , hacen que la fierza del remolino merme a cada golpe hasta que se transorma en una ligera brisa que se disipa lentamente.

Terminado con uno, el vendaval sigue detras de la tienda , pues Lucien se encuentra batiendo en solitario al otro elemental de aire, pronto deberian venir a socorrerlo sus compañeros

Un golpe de aire impacta tanto a lucien que lo desequibra y le propina un sonoro golpetazo, algo asi como una bofetada de aire en pleno rostro que deforma su cara con rabia , pero Lucien se estabiliza de nuevo rapidamente para volver a atacar 

El sacerdote de Kiri-Jolith da las gracias a su dios:

- Gracias o señor por hacer que mi mano se haya mantenido fuerte y eficaz en el combate- luego escucha los ruidos de combate detrás de las tiendas y se dirige corriendo hacia allí a ver que pasa mientras alerta a sus compañeros:

- Creo que hay otros fuera, debemos acabar con él antes de que haga daño a estos inocentes que nos han aceptado entre ellos y nos han dado cobijo.

El vendaval se dispersó dejando una calmada brisa a su paso, pero seguía escuchando el sonido del viento rugiente, venía de atrás. - Viene de atrás, ahí está la tienda de Lucien ¿Habrá hecho algo para ganarse alguna maldición? - Pensé en aquel momento, recordando por qué nuestro compañero no estaba allí esta noche, y salí de la tienda, arco en mano, con una flecha dispuesta para disparar, encaminándome al lugar de donde provenía el ruido.

Seguí a mis compañeros asintiendo ante las palabras de mi maestro Robbie , _¡¡vamos a ayudar a Lucien!!_ salí con la espada en alto, sujeta con las dos manos preparado para sentenciar a tan vil criatura de un tajo. Con la intención de partirla en dos , en éste caso sería partir en dos este aire vil , que por arte de magia tenía vida propia.

Tras correr hacia detrás de la tienda y ver la situación en la que Lucien, mal vestido y con poca ropa intenta pelear contra uno de esos seres de aire, detrás de él hay una mujer del lugar gritando e intentando huir, en ese momento la criatura golpea a Lucien y Robbie no se lo piensa y mientras recita un salmo a su dios descarga su espada sobre la criatura, flanqueando con Lucien:

- ¡Que el señor de las batallas guíe mi mano y me haga partícipe de la victoria de los justos contra los malvados!

Pero la espada del clérigo no consigue trazar bien el ángulo donde se encuentra la criatura y falla el golpe.

Seguí corriendo detrás de Robbie pero cuando veo el espectáculo : el elemental atacando a Lucien casi en cueros con una mujer de dudosa reputación , intento golpear a mi enemigo pero la escena me deja tan desconcentrado que hierro el golpe por mucho. _¡¡ pero lucien , que deshonor !!_ es lo único que se me escucha tras un desastroso golpe.

Observo la desconcertante escena del mago luchando casi en cueros con la mujer al lado, mientras el elemental de viento les ataca y otros dos compañeros cargan contra él. De momento me abstengo de comentarios y preparo mi flecha, peor el combate supone demasiado movimiento y mi flecha pasa rozando el elemental sin causarle daños.

Gael no llega a ponerse contento por el éxito del ataque cordinado contra el elemental que les atacó, que escucha un sonido similar al que hacia el elemental pero viniendo de afuera de la tienda, en ese momento sus compañeros que parecian haber escuchado lo mismo salen corriendo mencionando el nombre del mago.

Por los dioses Lucien!

Al tomar conciencia de que su compañeros de burdeles podia ser con mucha provabilidad el que estaba siendo atacado, Gael corrió junto con los demás en su ayuda.

A la carrera guardó sus armas y tomo su colocando una flecha lista para salir.

Una vez fuera vió la escena, y en el fondo no pudo evitar esbozar una leve sonrisa al verlo a Lucien casi en cueros y serca suyo a una de las mujeres del campamento. Pero rápidamente volvió en si y tensando su arco disparó contra el elemental que atacaba a su compañero.

Quizás por lo ridículo de la escena quizás por distraerse viendo los enormes pechos de la muejer, la conclusión fue que Gaelazair apuntó mal y la flecha no sólo no dió en su objetivo si no que se clavó a pocos metros de la mujer.

Ups perdón!

Con el bastón en la mano intento dar un buen golpe al elemental fallando el intento. Por lo menos mis compañeros habían venido al rescate, de no ser así estaría perdido ante el ente tan poderoso que aparecío.

Tras el intento de ataque me retraso un poco manteniendo las distancias.

El elemental de aire estalla en un golpe de implosion de aire y con un ultimo golpe sobre Lucien desaparece tirando las tiendas de alrededor

Mientras el viento salvaje se disipa oís que el campamento se agita a vuestro alrededor mientras gente llega mirando para saber que esta pasando.Muchos están sin vestir, como acabaran de desper­tar, pero todos llevan algún tipo de arma.

Akabar se abre camino hasta llegar a vosotros usando su gran cuerpo y su voz fuerte pata apartar a la gente que os rodea. Su tez morena esta sonrojada y los ojos le brillen mientras os mira,

-¡Están todos bien,? os dice con voz profunda y un tono preocupado-. ¿Que ha pasado?.

Miro a todos los que han llegado y hago un signo de tranquilidad y de que estamos bien:

- Estamos bien Akbar, unos elementales de aire intentaron atacarnos pero hemos destruído a uno y el otro se ha desvanecido tras golpear a nuestro compañero. Parece qu ealguien o algo no quiere que descansemos plácidamente o no quiere que lleguemos a nuestro destino.

Luego me acerco a Lucien para ver sus heridas y sanarlo si lo necesita. Y miro si hay alguien más herido.

- Estoy bien, Robbie, gracias. - digo cuando se acerca para comprobar si estoy herido. - Ciertamente eso es lo que parece, señor Akbar, algo intenta impedirnos pasar de aquí, algo que debe saber a dónde nos dirigimos. ¿Quién o qué cree usted que puede estar interesado en alejarnos de nuestro destino? - Pregunté, desconcertado de que alguien se hubiera enterado tan rápidamente de nuestra nueva ruta.

Vaya con el elemental. Me ha pillado con los pantalones bajados,... literalmente. Ya no se respeta ni la intimidad de uno.

Señor Redneck, ¿podría probar con uno de sus conjuros sanadores? estoy bastante herido y débil.

Miro al "Hechicero" a ver si se a tapado ya sus vergüenzas para iniciar el proceso de curación de los golpes recibidos por el elemental:

- Vaya, no sabía que estabas tan maltrecho, deberías cuidarte más y tener más cuidado, bajar la guardia en tierras desconocidas es poco aconsejable a ver si la próxima vez hace lo que quiera hacer con una señorita en algún lugar resguardado y algo más cómodo para ambos.- Finalmente el clérigo de Kiri-Jolith entona unas palabras y espera que su dios canalice su energía a través de él para sanar a su compañero-: ¡Qué la fuerza del bisonte y de las batallas haga sanar aquellas heridas recibidas en combate singular!- una luz azulada recorre mi brazo desde mi pecho y traspasa a Lucien, sanando sus golpes devolviéndole el color habitual y algo de calor y compostura al hechicero.