Partida Rol por web

Veo los restos del campamento - Está claro que ha habido batalla, y tiene que haber pistas útiles.

Recorro lentamente el circulo de las carretas buscando pistas - Cualquier información sería útil y me parece que aquí hay algo ...

Al igual que mis compañeros, me dedico a buscar pistas. Intento concentrarme en buscar huellas alrededor del campamento para localizar el lugar por el que hayan llegado o se hayan ido los asaltantes.

Véis que algunos carromatos muestran signos de haber sido golpeados. Las huellas de cascos indican que la mayoría de los caballos huyeron en un momento dado, probablemente asustados por el ataque.

Además hay rastro de gotas de sangre reseca, donde seguramente yacería algún herido. Por el tamaño de algunas, habría varios muertos, pero no una carnicería. A pesar de todo, no hay cuerpos ni restos.

También hay huellas y surcos en el suelo que muestran que unos veinte se marcharon o fueron sacados a rastras de allí. Parece que todos los cadáveres fueron arrastrados.

miro en los carromatos por su hubiera algo de interes, armas, pociones, libros, etc...

despues, si nadie ha dicho que sigamos las huellas, lo dire yo.

Percibo que todos nos hemos dado cuenta de lo mismo: hay signos de batalla y sangre en el suelo pero ningún cuerpo, ni de elfos ni de esos asquerosos monstruos. Se puede ver con bastante claridad que muchos cuerpos han sido arrastrados y las huellas del arrastre en el suelo nos indican hacia dónde.

Sin embargo observo que Druen comienza a inspeccionar los carromatos y me uno rápidamente a él para la misma tarea.
- Veamos si podemos sacar algo útil de por aquí antes de seguir ese rastro del suelo hacia esos demonios. - digo en voz alta.

Veo la sangre y el rastro que dejaron al arrastrar los cuerpos - se los llevaron hacia allí esto esta claro - sigo mirando los carromatos y observo las huellas de los caballos - la mayor parte huyó, quizá se encuentren por aquí cerca - busco detenidamente más huellas - no parece que hayan vuelto, lastima, nos podrían venir bien.

Miro con recelo la ruta por dónde arrastraron los cuerpos - hay que ir por allí, esta claro, pero... - un escalofrío recorre mi espalda y decido esperar el registro de mis compañeros - no creo que haya nada útil, pero mejor comprobarlo.

- Bueno, el rastro parece claro. Parece que no esperan que nadie vaya a buscarlos porque no se han molestado mucho en ocultar su dirección. No se si será muy seguro, pero igual deberíamos pasar la noche aquí. En los carros estaríamos más ocultos que tirados en un claro al lado del camino.

La noche os cae encima. Las sombras van alargándose, mezclándose entre si, a medida que el sol se oculta tras los grandes y antiguos árboles. la temperatura desciende levemente y la humedad se hace sentir en vuestros entumecidos brazos. Sin duda, tendréis que encender un fuego...

Mientras os relajáis según pasan los minutos, esperando que llegue la noche, unos sonidos os alertan de que algo se mueve en unos matorrales, justo tras un carromato. A los pocos segundos, se oye lo mismo desde otra dirección. Una risa aguda pero baja, como si estuviese lejos, os hace estremeceros. Poco a poco va in crescendo, rodeándoos por todos lados y atacando vuestros nervios...

¿Qué ruidos son esos?

La oscuridad, la aprensión por lo que ha ocurrido aquí, y ahora esos sonidos. Al sumarse todo de golpe junto al poder de la imaginación, que se desboca, hace que se me erice todo el vello del cuerpo. No se lo que nos rodea, pero no me gusta. El miedo se apodera de mí.

Oigo unos extraños ruidos en el bosque - ¿que son esos ruidos? - pienso. Seguidamente siento como los sonidos nos rodean y siento un escalofrío - Quieren atemorizarnos - susurro mientras intento no acobardarme - vamos a demostrarles que no es tan fácil amedrentarnos - continuo intentando que no me tiemble la voz.

hay ruidos a nuestro alrededor y no son nada alagueños, poco a poco van introduciendose en mi cabeza y yo me voy acurrucando mas y mas temiendo lo peor...

Una vez nos decidimos por dormir en aquel lugar en vez de emprender el camino de nuevo y que la oscuridad nos pillase en medio del bosque, nos intentamos acomodar gracias a los carromatos caídos.
Pero cuando el cansancio y los problemas empiezan a dejar paso al sueño oigo tras los matorrales un sonido que me sacude hasta el alma, que me inquieta sobremanera y hace que el sueño se aleje de mí a pasos agigantados. Poco después el mismo sonido se oye desde otro lado, y desde otro, y cada vez parece que haya más y más, es una risa aguda que parece salir de cien gargantas a la vez.

Intento pensar en algo pero el miedo me tiene paralizado totalmente.

Duhan camina a la protección de las caravanas, sobrecogido por los ruidos...

Sigo los ruidos preparando mi magia desde el borde de la hoguera - un fuego siempre parece un aliado contra esos monstruos - cuando de repente oigo un ruido mayor y me vuelvo sorprendido para ver que varios engendros saltan hacia dónde estamos desde mi espalda

¡No puede ser! ¿Esas horrendas criaturas son engendros tenebrosos?

A duras penas consigo reunir el suficiente ánimo como para desenvainar la espada. Echo un fugaz vistazo a la hoguera.

Quizás ese tizón ardiente les haría algo a esos seres.

- ¿¡Pero qué...!? ¡¡JODER!! - exclamo cuando esas horrendas lo-que-sean aparecen frente a nosotros.

Trato de pensar en qué hacer y mis manos comienzan a moverse practicamente solas tratando de tejer el hechizo que colocaría un Glifo frente a nosotros, justo antes de que esas cosas se acerquen demasiado... pero mucho me temo que el miedo me ha paralizado tanto que tardo demasiado en darme cuenta de lo que ocurre y aún queda media frase del hechizo por pronunciar cuando ya los tenemos encima.