Partida Rol por web

Me preocupaba especialmente la cara de tensión que había visto en Félix unos minutos antes. ¿Seguirá en la plaza? Miré desde mi posición, elevada entre la multitud si podía localizar al sheriff y averiguar qué estaba ocurriendo.

Te cuesta lo suyo, hay mucha gente, todos yendo de un lado a otro y piensas que no podrás encontrarle. Te llama la atención alguien vestido de negro, con una gorra y de espaldas, destaca por tener ese color, entonces ves que Felix tiene una mano en su hombro y parce estar teniendo una conversación con él. Por la posición del chico y la posición del Sheriff, intuyes que algo malo habrá hecho la persona de negro.

-Gracias Padre Geli- dijo con una dulce sonrisa-. Ahora, si me disculpan- asintió a los presentes en un gesto de despedida mientras llevaba a su hijo con la mano. El chico se giró y saludó con la mano a todos los presentes.

-Puro e inocente- dijo la anciana con una sonrisa mientras veía como se alejaban. Luego se giró hacia Judy, quien se mantenía ligeramente apartada de ellos, como dándoles espacio para hablar con privacidad y estando lo suficientemente cerca para servirles llegado el caso-. Tengo sueño, mejor vamos a casa.

​Judy miró a Batterman de reojo mientras sonreía a la anciana, esperando a que se despidiera o propusiera algo. Aunque si la anciana decía que tenia sueño, seguramente no querría hacer nada mas. No era violenta, pero se podia poner algo caprichosa a veces.

Miré al chico, no estaba seguro de que me estuviera diciendo toda la verdad, pero no podía permitirme perder más tiempo. Tras unos segudnos de pausa, asentí, dándole permiso para que se marchara.

-Bien Marcus, el tiempo me dirá si tengo que volver a por ti o no.

El chico se fue, y me quedé meditando sobre sus palabras. Me había parecido bastante revelador que nombrara las montañas, pues siempre estaban envueltas en un halo de misterio y leyenda. Me sentí tentado a ir y echar un ojo, pero no podía abandonar el pueblo así como así, necesitarían a alguien que los dirigiera en caso de que algo pasara. Esa persona no tenía que ser yo, pero sino era yo, ¿quién? Mis ayudantes estaban ocupados, y me quedaba sin opciones. Me giré y oteé la plaza, con el árbol en el centro y la tarima que habían preparado para el discurso. La tarima… el discurso… ¡el alcalde! Él podría encargarse si la situación se salía de control. No sé cómo no se me había ocurrido antes. Bien, tendría que buscarlo, pero antes quería saber si mis ayudantes tenían alguna novedad, por lo que me alejé de la gente que tenía alrededor y cogí el walkie.

-Harry, Karl, ¿alguna novedad? Yo me he encontrado con Marcus y me ha contado una historia rara sobre Dylan y su primo. Karl, en cuanto sepas algo sobre los Swacht infórmame. Harry, ¿como va la cosa con Dylan? Según Marcus, están buscando a su primo, aunque todavía no tengo ni idea de por qué llevan esa ropa tan rara. Si los tienes cerca, páralos y diles que los sabes todo sobre el primo de Dylan. Intenta marcarte un farol, a ver si les puedes sacar información. Lo único que sé sobre el primo de Dylan es que se les ha escapado y que  necesitaba a mucha gente para algo. También deberían llevar todos una especie de audífono en el oído, por el que están escuchando unas palabras muy extrañas en un idioma que desconozco. Usa bien la información, y quizás puedas engañarlos. Chicos, aquí va a ocurrir algo gordo, y tenemos que evitarlo a toda costa.

Dejé de hablar, y en el momento en el que lo hice una idea se formó en mi cabeza. Túnicas negras, malos augurios, mucha gente y palabras en idiomas extraños… ¿serían parte de algún tipo de secta? No había escuchado nada antes sobre aquel tipo de actividad en el pueblo, pero si había escuchado que en otros sitios sectas satánicas y de índoles afines habían causado auténticas masacres, donde se había matado de forma indiscriminada. ¿Habría de eso en Sonnenlicht? Me costaba creerlo, pero en este momento, tendría que contemplar cualquier posibilidad.

Sin perder un segundo, me subí a un escalón cercano para ver la plaza de mejor perspectiva, e intentar vislumbrar donde había ido el alcalde tras el discurso.

Marcus asintió y se alejó de ti a gran velocidad, conteniendo la necesidad de salir corriendo. Apenas se aleja varios metros vuelve a ponerse el aparato en el oído.

Usaste uno de los canteros que delimitaba la zona con hierbas y plantas varias de la zona donde normalmente se caminaba. No era mucha altura, pero tenias unos treinta centímetros de ventaja. No te costó mucho encontrar al alcalde, junto con el padre Geli, ambos estaban cerca del  Viejo Árbol. También alcanzas a ver a la secretaria del alcalde y a su madre. No vez a Billy, pero al ser mas bajo quizás este cubierto por el cuerpo de alguno de esos dos enormes sujetos.

 Wilson acaricia levemente la mejilla de su madre con una sonrisa, como si este fuera un gesto de despedida que el hijo le dedicaba a su madre. Luego le hizo una señal a Judy para que se acercara, dando a entender que la reunión con su madre ya había terminado.

- Ve a descansar, mami. Te agradezco de corazón que hayas venido. Ahora Judy te llevara de vuelta con el empleado que te ha traído hasta aquí, para que puedas ir a descansar a la estancia. Yo debo seguir con mis labores de alcalde por el momento, pero prometo ir a casa lo más pronto posible... ¿tú me esperaras, no mami?

-Claro hijo, puedes quedarte jugando un rato mas- dijo aceptando la caricia y sonriendo siempre. Se gira al padre Doorgod-. Cuide a mi chico padre.

​Luego se deja conducir por Judy y pronto se pierden entre la multitud. Doorgod parece algo ausente, mirando hacia uno de los laterales con insistencia.

La situación se estaba complicando por momentos. Por un lado por un lado Dylan y el grandullón tras un intercambio de palabras se vuelven a separar, Eric decide seguir al grandullón encapuchado, Luana parece indecisa todavía. Por otro lado el Sheriff tras hablar con Marcus parece que ha descubierto que Dylan está buscando a su primo por que lo necesitan para hacer algo en grupo. -¿Para qué diablos lo necesitarán?. Creo que voy a hacer caso al Sheriff y me voy a marcar un farol. A ver si descubro algo.- Tras un fugaz pensamiento Harry les comenta a los periodistas en voz baja.

Eric, Luana. Acabo de recibir la orden de interceptar a Dylan. Parece que están buscando al primo de Dylan y no tiene la pinta de que sea para ir de fiesta. Si descubrís algo llamadme.- Tras una despedida con un movimiento de cabeza Harry se pone en contacto con el Sheriff. -Sheriff, voy a interceptar a Dylan a ver si saco algo en claro. Comentarle que he visto a los periodistas, Eric y Luana que están siguiendo a otro sospechoso que ha intercambiado unas palabras con Dylan. Es un hombre que destaca por su tamaño, va vestido con un abrigo negro y también va encapuchado. Dejaré el walkie abierto para que pueda oír la conversación. Corto-

Dicho esto Harry presta a acercarse a Dylan lo más amigablemente posible.

¡Dylan! ¿Qué tal tío?.¿Cómo va todo? Hacía días que no te veía por el pueblo. 

Sabía que era bastante arriesgado seguir a aquel hombretón, pero tenía la sensación de que se traía entre manos algo grande. Mi experiencia en Sonnenlicht me indicaba que nunca solía suceder nada demasiado fuera de lo normal. "Lo más probable es que se trate de un asunto de drogas o trapicheos de algún tipo" me dije, convencido, pensando que era poco probable que existiese una relación entre el grandullón y el hijo del panadero.

Dejando atrás a Lee y Luana, decidí continuar siguiendo los pasos del inmenso individuo, tratando, por otra parte, de mantenerme a una distancia prudencial.

Eric se adelantó lo suficiente para estar fuera del alcance de sus voces, siguiendo al enorme sospechoso con valentía. Lee decidió seguir las indicaciones del Sheriff, acelerando el paso y alcanzando a Dylan con facilidad. Luana, indecisa en dejar a alguno de los dos solos, se quedó en la esquina, observando lo que ocurría en ambos frentes. Podría ayudar a alguno de los dos si algo malo pasaba, aunque mientras más pensaba, más convencida estaba que poco podría hacer si se eso volvía especialmente peligroso.

Dylan se giró al escuchar tu voz, esbozó una media sonrisa, mostrando unos blancos y perfectos dientes en el proceso. Alzó su mano a modo de saludo.

-Hola oficial- te miraba directamente y se le veía tranquilo-. Mucho trabajo en la panadería. Mi padre quiere incorporar unas máquinas que amasan todo solas- volvió a sonreír, esta vez con más confianza-. Por casualidad… ¿No vio a un chico de pelo largo, unos treinta años y de aspecto… desarreglado?

El sujeto continúo caminando a paso tranquilo, moviendo cuerpo de forma tosca, como si los músculos de su torso fueran demasiado grandes para caminar con comodidad. Te preguntaste, si el tipo se ponía violento… ¿Serias capaz de hacer algo? Entonces notas que de frente a ustedes, bastante más allá de donde caminaba el grandote, venia una anciana pequeña, con un montón de bolsas, las cuales parecían muy pesadas.

Entonces se produce un intercambio de palabras entre el grandote y la anciana, a la que identificas como la señora Crown, amiga de Legrand y mucho más dulce que ella. No logras oír, pero cuando el grandote toma las pesadas bolsas de la anciana para luego empezar a caminar en la misma dirección que ella, tu sorpresa no puede ser más grande. La anciana se ve más frágil y pequeña al lado del tipo.

Estas en una posición en donde no te ven, pues hay un arbusto grande que oculta tu presencia, al menos por ahora. Quizás si te escondes allí podrías oír algo. O directamente seguir de largo y charlar con la rara pareja.

A travez de la radio se escucharon los pasos apresurados de Lee y luego lo siguiente:

Hola oficial.... Mucho trabajo en la panadería. Mi padre quiere incorporar unas máquinas que amasan todo solas... Por casualidad… ¿No vio a un chico de pelo largo, unos treinta años y de aspecto… desarreglado?

Karl bajó apresuradamente de la patrulla, Lara y Evelyn le siguieron a pocos pasos más atrás. La anciana hacia esfuerzos por decir un par de frases coherentes, pero las lágrimas y la angustia se lo impedían. El oficial intentaba calmarla con palabras suaves, apremiándola a respirar con tranquilidad e intentar relajarse para que les explicara. No les pasó por alto que Karl tenía un don para convencer a las personas, pues la anciana se calmó un poco.

-Mi Harold… se le cayó el tractor encima- sus lágrimas inundaban su rostro mientras señalaba un viejo granero.

Aceleraron el paso hasta estar dentro del granero. Allí había un viejo tractor color verde, sin una de sus ruedas y tumbado de lado. Del anciano solo se veían las piernas y poco más. Karl lanzó un largo suspiro y con una mirada les indicó que revisaran al pobre hombre. Luego empezó a recorrer el lugar buscando algo.

Con solo una mirada, notaron que el pesado vehículo había aplastado su pecho, el cual había tomado una forma grotesca. Le tomaron el pulso y aún estaba vivo, aunque se debilitaba a cada segundo. Seguramente uno de los pulmones estaría colapsado, le costaría respirar y su muerte era solo cuestión de tiempo. También podría tener varias costillas a punto de perforar algún órgano importante. Poco podrían hacer incluso estando en el hospital. Pero los milagros siempre ocurrían. Solo había que quitarlo de allí abajo.

Una vez que Doorgod y Batterman quedaron solos, notaron que el Sheriff venia hacia ellos. Su rostro era sereno, pero algo raro había en su mirada. Mantenía su radio cerca del oído y cada tanto parecía vigilar los alrededores. En cuanto les vio, les dedicó un asentimiento de cabeza, acelerando sus pasos.

Desde donde se encontraba, podia vigilar todo. Notó que Lee intercambiaba palabras con Dylan, en un tono amistoso y tranquilo, siguiendo las indicaciones del Sheriff. Por otro lado, Eric continuaba siguiendo al grandote. No pudiste evitar pensar que harías si el tipo era peligroso, pues, por mucha confianza que le tengas a tu compañero, el otro tipo era una mole de músculos. 

Ves que una anciana viene en dirección al grandote, cargada de bolsos y, para sorpresa tuya, el grandote comienza a ayudarle a llevarlos. Ahora vuelven hacia la posición de Eric, quien se mantuvo entre unos arbustos. De momento.