Partida Rol por web

Benito Camelos desaparece por "el Bujero" poco a poco, muy poco a poco con un descenso lento...bajar tanta gente a este lugar se hace eterno, despues de un tiempo indeterminado "Ni" gira la manivela hacia el otro lado y mucho mas rapido de lo que ha bajado sube la estructura de madera. 

Ni!

Y ahora voy yo. ¡Eh, a ver si no sigl al chico! El molinero se encarama a la cuerda y se sienta. Pero, al ponerse en marcha, se tambalea, perdiendo mano y a punto está de ahostiarse. Cagon'la puta madre de la cuerda.

Alejandro "ElEngendro" desaparece por "el Bujero" poco a poco, muy poco a poco con un descenso lento...bajar tanta gente a este lugar se hace eterno, despues de un tiempo indeterminado "Ni" gira la manivela hacia el otro lado y mucho mas rapido de lo que ha bajado sube la estructura de madera. 

Ni!

Agapito salta de alegría cuando ve caer a la gente... ¿Magia? ¿Arte del demonio? Como mola!!

-¡yo quiero! - Se dirige al grandullón. -¡Ni!

Agapito Puchingolas desaparece por "el Bujero" poco a poco, muy poco a poco con un descenso lento...bajar tanta gente a este lugar se hace eterno, despues de un tiempo indeterminado "Ni" gira la manivela hacia el otro lado y mucho mas rapido de lo que ha bajado sube la estructura de madera.

Ni!

NI!

Parece ser que Ni, se esta poniendo nervioso y mira entrecerrando los ojos a los asalariados que aun no han bajado... incluso hay un momento que gruñe un poco....a saber que seria capaz de hacer a los que no bajen voluntariamente.

Aquel gigante empezó a asustar a António. Ahora se arrepentía de haberse metido en tal aventura y era tarde para echarse atrás y volver al pueblo como un cobarde. Se dispuso entonces a bajar, la próxima vez no se metería en tal berenjenal y preferiría quedarse en la taberna de Lonja echando un Mus.

Ni, bajeme despacio. Espero no caer y que mis huesos se rompan como cristales

- N... - La voz se le quebró a Bakus cuando escuchó el gemido del monaguillo perdiéndose en el pozo.

Escuchó el silencio con el rostro pálido.

¿Se habrá roto la botella de vino? Parecía vino bueno.

Espero con ansiedad a que la polea estuviese vacía para poder despejar sus dudas.

Antonio Strativari desaparece por "el Bujero" poco a poco, muy poco a poco con un descenso lento...bajar tanta gente a este lugar se hace eterno, despues de un tiempo indeterminado "Ni" gira la manivela hacia el otro lado y mucho mas rapido de lo que ha bajado sube la estructura de madera.

Ni!

El enano vio subir la plataforma con los ojos como platos. Cuando llegó arriba del todo  se subió de un salto y le apuró al enorme ayudante para que le bajara.

- ¡Dale Ni dale!

Bakus Ardientagua desaparece por "el Bujero" poco a poco, muy poco a poco con un descenso lento...bajar tanta gente a este lugar se hace eterno, despues de un tiempo indeterminado "Ni" gira la manivela hacia el otro lado y mucho mas rapido de lo que ha bajado sube la estructura de madera.

Ni!

El bufón del pueblo se encuentra bailando con agilidad sobre unas mesas, jarra de cerveza en mano, con el propósito de seguir sacándoles dinero a los parroquianos. Al oír las palabras de Bono, no puede evitar que sus pies salten de forma involuntaria, aterrizando con fuerza sobre el pandero. Recuperándose de sus doloridas posaderas, al ver que el grupo que sigue a Bono desaparece por la puerta, corre rápidamente tras ellos, con la mala suerte de estamparse contra la puerta mientras se cierra - ¡Ay, por Dios! ¡Malditos sean mis ojos bizcos!

Mientras finalmente sale por la puerta, Lona comienza gritar - ¡Eh, tú, atontado, el dinero! - Cortadillo Calabacillas no está dispuesto a perder la oportunidad de ganar algo más de dinero, así que echa a correr, mientras Lona continúa gritando ¡Chorizo, no te escapes! ¡Al ladrón, al ladrón!

Cortadillo, ya recompuesto, sube a todo correr el montículo y, alzando los brazos como presentación, agarra con adoración la moneda del mediano. Se queda contemplando el oscuro pozo, mientras todos se pierden en él, hasta que sube una vez más el listón, y se dispone a bajar. Salta como ducho bufón, y grita a Ni: - ¡Dale, maestro!

desaparece por "el Bujero" poco a poco, muy poco a poco con un descenso lento...bajar tanta gente a
Cortadillo Calabacillas este lugar se hace eterno, despues de un tiempo indeterminado "Ni" gira la manivela hacia el otro lado y mucho mas rapido de lo que ha bajado sube la estructura de madera.

Ni!

Anión observó el oscuro pozo con temor. Después miró al ayudante con poca menos confianza. Lanzó un suspiro. Lo que hay que hacer para tener unos ahorrillos -  pensó resignado.

Después tomó la antorcha y la moneda y se subió dubitativo a la plataforma. La luz del sol se hacía cada vez más pequeña ahí arriba mientras que la templorosa luz de la antorchaba dibujaba las paredes del pozo.

Anión Dargelas desaparece por "el Bujero" poco a poco, muy poco a poco con un descenso lento...bajar tanta gente a
Cortadillo Calabacillas este lugar se hace eterno, despues de un tiempo indeterminado "Ni" gira la manivela hacia el otro lado y mucho mas rapido de lo que ha bajado sube la estructura de madera.

Ni!

Acostado con los ojos entrecerrados se encontraba Rinconete Reverte, en una esquina de la taberna. De pronto, al oír los gritos de auxilio de Lona la mujerona, como soldado destinado en el pueblo, - ejerciendo de alguacil -, y siempre caballeroso, se levanta como un resorte y, gritando - Lona, descuida, ¡el mendrugo no escapará! - sale corriendo tras el bizco Cortadillo, lanza en ristre. Pero el condenado payaso - como le gusta llamarle - es increíblemente rápido escalando la elevación, y Rinconete no alcanza la cima hasta ver cómo el mediano Bono le lanza al aire una moneda, que el alguacil agarra sin dudarlo.

Tras escuchar un momento, comprende que se trata de una operación de rescate, y presto se prepara para participar, olvidando de momento la infracción del bufón. Cuando ve un instante de oportunidad, se lanza sobre el listón, y dirigiéndose a la bestia - Venga, ¡no tenemos todo el día!

Los aventureros van llegando poco a poco, se topan con un agujero cavado en la pared del pozo. Debajo queda la abismal oscuridad del Bujero, que parece no tener fondo. Al final de la cavidad de la pared, húmeda, estrecha y de unos 10 metros de largo, espera Bono. Se encuentra en una amplia sala excavada en la roca, iluminada por un par de antorchas situadas a los lados. Eso si, el olor continua siendo presente...junto a la basura de años y años acumulada. 

La busqueda del chico y su botella es infructuosa, seguramente habra caido hacia el fondo del todo...mientras alguno mira hacia abajo.....

pero cuando el último de ellos se encuentra a mitad de camino, un gran estruendo resuena a través de la cavidad del pozo. El ruido de escombros, listones y rocas es acompañado por un “Niiiiiiiiiiiiii” interminable. 

Tras un gran alboroto "Ni" y Rinconete Reverte caen hacia el Bujero y dejan de escucharse sus gritos...

— Parece que mis cálculos no eran del todo correctos: definitivamente Ni sí que cabía en el hueco del pozo. Espero que haya otra salida... Ya nos preocuparemos de eso más tarde, volvamos a lo que nos ocupa...  dice el mediano...

Algunos aventureros miran la viabilidad de trepar por las paredes del pozo, pero las resbaladizas paredes del pozo, cualquier intento puede acabar de manera trágica (o tragicómica según se mire) para cualquiera que lo intente sin mucha suerte. Al fondo de la sala, ocupando una de las paredes, hay una gran losa de piedra que presenta una inscripción en forma de hexágono.

Aqui esta el trabajo!

-Bueno, pues ya estamos todos. O casi todos. -dice Cuarto tras escuchar los gritos que se pierden en la distancia. -Si es que no somos nada... -gira la cabeza en un ademán serio. El señor Besúguez deja que los demás vayan pasando delante de él, prefiere quedarse atrás, apoyado en una de las paredes, con los brazos cruzados. Pasados unos momentos de observarse la mugre de debajo de las uñas, se plantifica en medio de la sala, le echa un buen vistazo a la losa y afirma con rotundidad:

-Pché, las he visto de más grandes.

Mierda... Y van dos. ¿O sería Ivan II?. Bueno, no importa.

Lástima, con el peso del gigante, seguro que están al fondo.

Bueno, el ambiente tampoco es tan malo. Observo la piedra y me acerco, dejando el cayado. Entonces la idea es levantar esto, ¿no?

Nunca he sido débil. Me agacho y hago un poco de fuerza. Cagon'to. Venga, lunirse.

Observo las paredes del pozo. Resbaladizas. Igual el grano podría hacerlo menos, pero aun así...

Niego con la cabeza y entro en la sala, viendo al Benito intentar abrirla. Sonrío y me acerco para ayudarle.