Partida Rol por web

Ambientación (la radio de la furgoneta): https://www.youtube.com/watch?v=wSOM4PKMulE

La furgoneta dio un pequeño bote, y luego otro, y después... media docena más, y con cada uno de ellos enervaba más y más a la animadora. 

-Maldita sea, ¿es que este cacharro no tiene amortiguadores?

Madison estaba de mal humor desde que se había subido a aquella esperpéntica caja metálica con ruedas. En realiad, desde mucho antes, desde que al lince de su novio se le había ocurrido aquella estúpida de idea de pasar una noche en una mansión encantada. ¿Pero quién pierde su tiempo en algo así en lugar de ir a la fiesta de Bárbara? Además, se había pintado las uñas para qué...

Otro bote volvió a hacer saltar de su asiento a Madison, con tan mala suerte que al caer, se agarró a uno de los salientes del asiento, rompiéndose una de sus preciadas uñas.

-¡¡¡Mierda, me he roto una uña!!! -exclamó, llorando interiormente por su uña partida -. Sabéis, esto es una muy mala idea. ¿Por qué no volvemos y nos vamos a alguna fiesta? ¿Pero qué es lo que vamos a conseguir yendo a esa casa?

Sentado en el asiento de atrás, miraba sin interés hacia fuera. No había nada de interés ahí fuera: Campos sembrados, luz crepuscular, árboles corriendo hacia atrás... Y dentro música alegre, estridente... Molesta.
Y para colmo, la chica mona protestando por la calidad de nuestro vehículo... ¿Para qué se había apuntado a esta movida?
la verdad es que la compañía no era especialmente selecta: Cuadraba con todos aquellos compañeros como La Cosa del Pantano en una película romántica... Pero el destino que me habían propuesto, resultaba francamente irresistible: Un caserón abandonado, viejo, solitario... ¡¡Qué maravilloso escenario para celebrar el final de los estudios!! Podría soportar las tonterías de mis compañeros de viaje sólo por pasar allí unos días. Igual no hacía falta ni verlos: Seguro que aquel caserón era tan grande como para perderse y tener cada uno su propia habitación.

-¡¡¡Mierda, me he roto una uña!!!...

¡Vaya!, parecía que la guapita iba a ser la que nos diera el viaje... Así, para empezar.

-No deberías habértelas dejado tan largas: Ese color rojo sangre me encanta y para arañar a alguien, son realmente apropiadas... Pero para una excursión al campo... Mññññ!! Acabarás con todas las uñas hechas astillas -le dije de mala gana- Y por lo que creo, es demasiado tarde para volver a casa: La fiesta tendremos que montárnosla solitos.

Igual mi intervención no era muy oportuna, pero a lo mejor conseguía que se callara: El silencio era algo mucho menos molesto que sus graznidos lamentándose de absolutamente todo lo que nos rodeaba.

Asher tenía una sonrisa de oreja a oreja. Aquel cacharro al que llamaban 'vehículo' no tenía amortiguadores y lo intuía por los gritos que su amada emitía. Con la mano puesta en los muslos de Madison miraba hacia la ventana. Hasta que escuchó cómo un 'rarito' le reprochaba... ¿A ella? ¡Y una mierda! ¡Qué se ha creído ese tío!

-¿Algún problema, chico? -le preguntó echándose hacia adelante para observarlo mejor. Sostenía la mirada con la del otro-. ¿Fiesta? La fiesta única que vas a tener va a ser la que vivas con tu cabeza en el váter, verás qué divertido es... ¿Probamos? Lástima que no tenga un granizado en mano ibas a saber lo que es un bueno en tu cara...

Asher se echó hacia atrás tras su intervención y le rodeó con el brazo izquierdo el cuello de su chica. Cerró los ojos al recordar su trayectora por el McKinley y la cantidad de granizados que acabaron en las caras de aquellos 'raritos' a los que odiaba. Aunque también se lo echaron a ellos; a su amada y a él.

Aquella vez cuando ambos comentaron sobre presentarse a reina y rey del baile del fin de año. ¡Bag! Unos envidiosos les atiborraron a ese mejugue. iMBÉCILES.

-Unas uñas preciosas, cariño -le comentó dándole un beso en los labios-.

Kimani se remueve nerviosa en su asiento, realmente no sabe que hace aquí, le dijeron que se uniera a una excursión y ahora resulta que la excursión es una casa abandonada seguro que llena de ratas con pintadas, jeringuillas de yonkis y posiblemente muchas otras cosas desagradables y/o peligrosas.

Ermmmm chicos, mirad ahí dice señalando un cartel en la carretera y leyendo lo que pone en el. Hotel Spa White Swan próxima salida, preciós reducidos, buena calidad. Parece mucho mejor que esa casa abandonada y sucia. Además ¿veis la tele? pues en las peliculas ir a esos sitios es mala idea, siempre que alguien va a esos sitios se encuentra una bruja, un cientifico loco con sus sirvientes mutantes o un asesino en serie. Mira a los lados deteniendose en cada uno de sus compañeros con la esperanza de que el jacuzzy y las camas con sabanas limpias y perfumadas les haga decidirse por la opción más cómoda.

-"¡No, no, no! Tranquilo Asher. Sólo quería que Madison le encontrara algo positivo al viaje! Eso era todo.

Había corrido demasiados riesgos: Ponerse impertinente con la rubita, podía significar encontrarme en la cara con el puño del "Rey de la Fiesta". Mejor no provocarle... ¡¡Ufff!! Iba a ser un fin de curso muy... "trabajoso".
Por suerte Kimani irrumpió en la conversación con sus problemas para ir a ese caserón.

-¡¿Hotel Spa White Swan!? ¿Irías tú a un sitio que se llamara así? ...Pero vamos a ver... ¿De quién ha sido la idea de ir a ese caserón? ¡Parece que vais todos como si os llevaran a la cárcel! ¡¿Acaso a nadie le apetece una maravillosa temporada en un caserón abandonado lleno de monstruos, espectros y fantasmas?! Jajajajaja

La verdad era que parecía que yo era el único al que le apetecía ir allí...

Claramente turbada Kimani mira al suelo antes de responder, no quiere ser una aguafiestas pero la idea de la casa abandonada no le gusta nada. Junta sus dos dedos indices y empieza a jugar con ellos. Yo creí que íbamos a una casa rural... eso me dijeron, y si, es una casa rural, pero no del tipo que pensaba. Habla sin levantar la vista del suelo, no le gustan las confrontaciones y no quiere ver las miradas que le seguramente le lancen sus compañeros.

White Swan es un buen nombre, a todos nos gustan los cisnes blancos afirma en voz baja. Después se asoma a la ventana mirando como el cartel y la salida al hotel desaparecen de su vista. Ya lo dijo mi mamá, no vayas con esos blanquitos desteñidos. Nunca tienen buenas ideas. Debí hacerle caso, sigh...

Había optado escuchar algo de música durante el viaje mientras miraba el paisaje por la ventana. Que  ver, veía poco, porque apenas  había iluminación por la carretera ni teníamos luna llena, que al menos habría bañado con su ligera luz plateada todo a su alcance. Es más, del satélite solo podíamos ver su forma de sonrisa, una muy tétrica, como la del gato rison de ‘Alicia en el país de las maravillas’. Aposté internamente mi walkman que esa imagen a Kevin le tenía que emocionar y poner los vellos de punta.

Hablando de Kev, observo que sus labios comienzan a moverse para dirigirse a nuestra colega la animadora. Dejo de zarandear mi cuello rítmicamente al son del último tema de ‘Scorpions' y retiro uno de los auriculares para escuchar lo que dice. Cuando lo hace suelto un suspiro y una risilla porque no le va a sentar muy bien a la rubia aunque no lo dijese con maldad. Ella… es buena gente, de verdad que sí, lo que pasa es que es un pelín esnob. Pero oye, al menos se ríe de vez en cuando con mis gracias.

— Menos mal que somos amigos, ¿eh? — solté por mi boca cuando escuché a Asher amenazar abiertamente a Kevin por su “atrevimiento”. El instituto había acabado, debía dejar atrás ese papel de gorila territorial.

Pero mi colega parece estar demasiado ofuscado como para escucharme, pero al menos Kevin justifica bien sus palabras. — Eso colega, no seas tan susceptible que luego te salen bultos en el cuello y no querrás que parezca un ‘Ferrero rocher’ ¿verdad? — le guiño el ojo derecho a Asher antes de dirigir la mirada a Kimani que me ha parecido escuchar algo sobre un Spa.

— Oh… Kimani, Kimani, Kimani… — me levanto de mi asiento para sentarme a su lado, olfateando su alrededor — ¿Eso que estoy oliendo es miedo? — Reí jocosamente — Kev tiene razón, ¡será una noche inolvidable! De lo único que seréis víctimas será de mis bromas. — Palmeé su hombro para tranquilizarla — Estamos en la vida real, no en una mala película de terror ¿eh? De todas formas, si algo pasara, yo seré la primera víctima. El negro y el cachondo del grupo, tengo todas las papeletas de caer el primero, así tendríais tiempo de huir. — Reí a carcajadas.

-"¡No, no, no! Tranquilo Asher. Sólo quería que Madison le encontrara algo positivo al viaje! Eso era todo.

¿Perdona? ¿Me estás hablando a mí? ¿Y te atreves a decir que yo le encuentre algo positivo a este viaje?

Madison no solo estaba fuera de su elemento, sino también rodeada de estúpidos adolescentes con el cerebro lleno de hormonas. Luego Jeremy dijo algo de pasar una noche inolvidable y se confirmaron sus peores temores.

La única víctima aquí será mi tiempo. ¡Qué manera más estúpida de pasar una noche!

Madison dio un saltito y se agarró al brazo de su novio.

-Ash, cariño, ¿por qué no nos bajamos de esta lata y me llevas a una fiesta de verdad en donde pueda demostrarte cuánto te quiero? -le pidió, acercando insinuantemente su boca a la de Ash, pero sin llegar a besarle.

De todas formas, si algo pasara, yo seré la primera víctima. El negro y el cachondo del grupo, tengo todas las papeletas de caer el primero, así tendríais tiempo de huir.

Tenía la cabeza apoyada en la ventanilla y los brazos cruzados sobre el pecho, como para iniciar una cabezada, pero al siguiente bache tuve que separarme para no recibir todos los pequeños golpecitos que el cristal me devolvía.

-...Mi querido y negro amigo Johnson... Olvidas que tienes serios competidores en esa carrera: Los que se van solitos a follar, corren el peligro de dejarte sin la medalla de oro...

Hice un imperceptible movimiento de cabeza señalando a nuestra parejita mientras a ella se la veía ponerse tierna con Asher.

Lo que acababa de decir, no era en modo alguno una provocación, si no más bien quería ser una muestra de mi erudición con las películas de terror... Pero después de abrir la bocaza, pensé que aquellos dos eran nuestra única parejita (y posiblemente los únicos que llegaran a copular durante el viaje) con lo cuál, y después de mi intervención anterior, a nuestro flamante quarterback le podría parecer un nuevo ataque del "rarito ese"... Y la verdad es que me apetecía tener con él, problemas los justos, así que me callé e intenté desaparecer de la conversación al menos hasta que alguien le hiciera olvidar la frase anterior.

Mientras sus compañeros conversaban animadamente, Philomena Bradbury permanecía escuchando música en su walkman con unos auriculares. La canción que sonaba en sus oídos en esos instantes era I Want To Break Free, de su grupo favorito: Queen.

A la joven nerd pelirroja nunca le habían preocupado mucho los temas de conversación de sus compañeros, casi siempre solía intervenir sólo para que no le recordaran lo callada que era. Pero poco le importaba a ella el color de las uñas de Madison o que Jeremy se definiera a sí mismo como "el cachondo" del grupo, en lo que podía entenderse como una declaración de intenciones.

Como buena cerebrito, a la vez que escuchaba música, Philomena estaba leyendo uno de sus libros favoritos: Carrie, del escritor Stephen King, y que trataba de una chica pelirroja y marginada que, durante un baile de graduación, enloquecía y mataba a todos sus compañeros usando poderes telequinéticos. Inevitablemente, la nerd se sentía un tanto identificada con el personaje del libro.

-I Want To Break Free... -comenzó a tararear en voz baja.

Asher observó que la situación se había calmado, por lo que echó un vistazo rápido a los presentes... ¿Quiénes coño eran y por qué estaban todos en la misma furgoneta? Cuando el dijeron que iba a ir a una fiesta... No sabía que eran con estas personas, eso sí, a él le dieron el matiz de : ''fiesta fantasmal'', por lo que entendió que iba a ser brutal. Fue así cómo se adentró en ese vehículo, a quien le tuvo que pagar con un puñetazo en el hombre al conductor, con su amada.

-Seguro que nos lo pasaremos bien... -comentó sintiendo un breve quemazón en su entrepierna. La joven lo había provocado...-.

Para 'airearse' un poco, Ash se inclinó hacia adelante y le arrebató los auriculares a la joven pelirroja:

-Eh, tú, ¿qué escuchas?

Contempló la mueca de disgusto de la joven, la cual ignoró. Sin embargo, esos auriculares emitían un grupo que a él mismo le encantaba. De hecho, en los vestuarios se le podía oír cantar mientras se duchaba. Eso sí, lo hacía cuando nadie estaba presente, pues podían herir su alto nivel de machito. Vamos, su reputación. Aunque... una vez lo pillaron y las imágenes del suceso fueron pegadas por toda el insituto. Menos mal que con unos cuantos puñetazos procedentes de Bill y Mill (sus puños) lo arregló todo.

-¡Me encanta Queen! Creo que tú y yo... nos podemos llevar bien -acto seguido, se los devolvió con una sonrisa-.

Sabéis que llegaréis al pueblo por la tarde, y que faltará para el anochecer, así que surge la idea de explorar el pueblo. Puesto que los crímenes de Woodton Hill son de conocimiento público, así mataréis el tiempo investigando un poco hasta que se haga de noche. Pero claro, 6 personas juntas investigan igual que hacen los trabajos del instituto: 3 como mucho los hacen, y 3 se tocan las narices. Por eso, cada vez ganan más popularidad el separarse y volverse a juntar más tarde. 

No hay móviles, pero eso no debe suponer un problema, ya que el pueblo es pequeñito. Tanto separarse como juntarse tiene sus ventajas e inconvenientes. O podéis ir en 2 o 3 grupos. Al gusto. Podéis hablar en la furgoneta sobre qué va a ser. O incluso formar los grupos!

¡Pero qué encantadora es Madison! ¿Se ha notado la ironía? Sí, seguro que sí.

Amplié mi sonrisa después de que nos dedicara ese gesto despectivo. Era muy joven para ser tan cascarrabias, con tanta mueca y ceño fruncido ¡le saldrían arrugas! Qué buena esa… si no lo dije fue por temor a llevarme un puñetazo de Asher, aunque él estaba distraído escuchando la música de la chica pelirroja.

Mi atención se desvió a Kevin nuevamente cuando se dirigió a mi. Y otra carcajada a mandíbula batiente salió de mi boca con lo que acababa de decir. ¡Tenía razón! En las pelis de terror las parejitas que van a follar son las primeras en caer.

— ¡Muy cierto! — dije entre risas — En fin, me conformaré con seguir viviendo. — bromeé y apagué el Walkman pues en un rato llegaríamos al pueblo aquel donde estaba la casa abandonada y tendríamos que planear qué hacer.

— Bueno, cuando lleguemos ¿qué hacemos? ¿Compramos algo que se nos haya olvidado? Porque habrá que hacer tiempo para que anochezca, digo yo… La gracia es entrar en esa casa abandonada en plena noche.

Kimani se tapa la boca escandalizada al oír lo de follar y observa a Madison temiendo que golpee a Kevin. Kevin, no deberías decir eso, seguro que Madison es virgen como todas aquí. No creas eso que dicen por ahí de que se la chupó a Brian en el gimnasio o que la vieron a 4 patas sobre el capó del coche con el hermano de Asher mientras otro chico esperaba su turno, ni siquiera ella es tan puta para hacer esas cosas. Creo...

Antes de que la contesten mira a Jeremy y contesta a su pregunta. Yo necesito una linterna de esas de la frente, ya sabes, de las que se ponen en la cabeza, y también cuerda, velas, cerillas, cantimplora y un botiquín de primeros auxilios. Nunca se sabe cuando necesitarás esas cosas.

Kimani, cariño, si se la chupara a alguien seguro que no tendría que ir muy lejos... -empezó a decir Madison, achuchándose a Ash -y él me da todo lo que necesito, al contrario de lo que te sucede a ti, que claramente te dejarías embestir hasta por un niño de cinco años ciego.

Después, bajó de la furgoneta y miró a su alrededor.

-¡¡¡Qué pocilga de sitio!!! ¿De verdad vamos a quedarnos aquí? ¿Dónde está el hotel? Porque yo necesito tomar mi baño diario.

En el momento en que Asher le arrebata los auriculares a Philomena, la chica da un leve respingo, un tanto asustada y molesta, como si el quarterback hubiese descubierto uno de sus más profundos secretos. De inmediato, cerró el libro, incapaz de proseguir con la lectura.

-Eh... Es Queen... -respondió, con timidez, en un tono casi inaudible.

La pelirroja permaneció un tanto cabizbaja, incapaz de volver la mirada hacia el guapo joven deportista. Sin embargo, al oír que a Asher también le gustaba aquel grupo musical y que incluso podían llevarse bien por ese detalle, una leve sonrisa se dibujó en los finos labios de Philomena.

-Sí, podemos llevarnos bien... -repitió la chica, un tanto ruborizada, hundiéndose en su asiento mientras desviaba la mirada hacia la ventanilla, pensando "Tierra, trágame".

Asher se quedó anonadado ante la cautiva sonrisa de la joven pelirroja, empero, tras el codazo en las costillas por parte de la líder de las animadoras, el joven volvió a la realdidad.

-¿Has hecho todo eso? -le cuestiona frunciendo el ceño-, si lo has hecho... deberías haberme comentado que tengo un hermano, ya me hubiera gustado a mí que te pusieras a cuatro patas en el capote de mi Citroen -comentó sin filtro alguno-, nunca te he comentado que se me dan bien encontrar agujeros...

Apabullado miró hacia el chico negro. Aunque actuara como si no lo hubiera visto nunca, en verdad, Ash jugaba a la videoconsola todas las tardes del verano con él. Sí, su madre vivía justo al lado de su casa y... realizaba algunas visitas al padre ,separado, de Asher... ¡Lo que era la vida!

-Eh, bro, -le dijo dándole un pequeño puñetazo amistoso en el hombro-, si mueres el primero sería una lástima.

Tras esto le susurró una frase al oído y volvió a su sitio:

-Opino hacer grupos de tres. Me pido con el negro -comentó guiñándole un ojo-, pues si usamos el cliché de las americanadas películas de susto, él muere el primero, por lo que no le vendría nada mal una protección por parte de Mill y Bill y... -observó a su novia y le sonrió dirigiéndose, rápidamente hacia la chica de los cascos-, me gustaría escuchar un poco de Queen antes de morir. Oye, Johnson, si una pareja muere follando, espero que seas tú y Kimani, al menos, podéis hacer un chocolate negro muy espesito...

Estalló en una carcajada y le arrascó amistosamente la cabeza, eso sí, con un poco de brutalidad.

-A no ser... que nos pillen a ti y a mí en pleno acto conyugal, querida 'oscura' monada...

-Madison es una estrecha, ya lo he intentado varias veces y no hay manera, hermano...