Partida Rol por web

La sala que se abre ante el visitante está amueblada al estilo de los años 20. Todos los muebles son muy antiguos, desde el enorme armario de madera hasta la cama con dosel. A todas luces es la habitación de una persona mayor, como atestigua la dentadura postiza dentro de un vaso con agua.

Sin embargo, algo no encaja en el perfil. Hay muchísimas fotografías en color de un jovencito rubio, bastante gordo, por toda la estancia.

Junto a la ventana un anciano observa algo con unos prismáticos, mientras un perro aparentemente cadáver está tumbado junto a él.

El viejo se dio la vuelta lentamente, con los ojos brillando por la emoción hasta que ve quién es eraa realmente su visitante

Oooh, gordito mío, sabía que vendrías...  oh, ¿tú quién eres?

Hola señor, mi nombre es Lucas. Le digo al anciano. Estoy buscando a alguien, ¿por casualidad no lo habra visto a este hombre por aqui? Le pregunto mientras le enseño la foto de barney.

Pueesss no, lo sssiento, me temo que no puedo sserle de ayuda... contestó el anciano. Cuando parecía que no iba a añadir nada más, prosiguió  Oiga, si fuera tan amable, y viera a un jovencito gordito y rubiales, ¿me lo podría traer hasssta aquí?

Si le encuentro se lo traere. Le digo al viejo mientras cruzo la puerta negra.

Cuando Lucas intentó salir por la puerta negra, se dió cuenta de que en realidad estaba cerrada.

Esa puerta da a las escaleras del piso de arriba, pero no podrás subir siiin laa llaaaaveeee   canturreó el anciano mientras agitaba en su mano una llave colgada de una cadenita que tenía fijada al cuello. Traéme a mi gordito y te dejaré mi llavecita bonita

Vaya, se ve que la gente me confunde con Paco Lobaton, no hago mas que buscar gente... Penso lucas ante la propuesta del anciano.

De acuerdo, lo encontrare cueste lo que cueste. Respondio Lucas mientras cruzaba la puerta Fucsia.

Creo que no soy el que espera , señor digo serio mientras sigo caminando hacia la puerta negra- y ademas no le molestare mucho ya que estoy solo de paso.

Antes de que Pierre lograra escaquearse por la puerta, el anciano pronunció unas palabras entre su dentadura postiza

Oiga, sssi fuera tan amable, y viera a un jovencito gordito y rubialesss, ¿me lo podría traer hasssta aquí?

Claro anciano -digo no demasiado convencido mientras sigo mi camino .No tengo otra cosa que hacer , todo el mundo me toma por la asistencia social.antes de salir me giro y pregunto : solo por si acaso , he perdido a mi perro no lo habrá visto por aquí.Se me estropeo el coche y el puñetero chucho se me escapo

Ooohhh.... ¿qué dicesss tu Jesssi? ¿Hasss visssto un amiguito nuevo?

El perro cadáver ¡levantó la cabeza! y emitió un sonido espeluznante, como si dentro de su garganta bolas de pelo pugnaran por escapar de un huracán  Wuuuf

Vaya, parece que sssí... esssstaba en compañía de una jovencita que vive en la otra planta, creo...

de verdad? Pues el quedo muy agradecido anciano y si veo a su amiguito se lo traeré difo mientras salgo por la puerta negra ya te tengo saco de hueso con pulgas

Piérre se acercó hasta el pomo de la puerta negra Sin embargo, cuando fue a girarlo comprobó que estaba cerrada con llave. El anciano, aún ocupado observando la moribunda figura de su perro, comentó, con esa pronunciación típica de una dentadura postiza...

essa puerta esstá cerrada, necessita una llave para acceder a lass esscalerass...

giro la cabeza y miro al anciano detenidamente: y por casualidad no tendrá esa llave, verdad?

Hehehehehe  rió el extravagante anciano  Puede ssser que ssí o puede sser que no...  dijo entrecruzando los dedos en pose maligna  Quizá ssi me consigue traer a mi rubialesss yo pueda dejarle mi llave...

o sea que tienes la llave ? sonrió mientras mientras me acerco a la cama para coger la almohada.Saco el revolver y lo pongo detrás a modo de silenciador.bueno viejo , nadie va a oír los disparos así que dame la llave u os liquido a ti , al perro y luego al gordo rubio de la foto de regalo.

El anciano abrió tanto los ojos que casi hubieran podido rodarle de las cuencas, mientras el perro octogenario emitía un lánguido wooof que lo dejó desmayado

Ssssiii  ssseñor, ya veo por dónde va...  respondió Herbert, muy dignamente, mientras sacaba la llave de dentro de la camisa de su pijama, pues debía llevarla colgada al cuello  no me haga daño, ssssólo ssoy un anciano...