Partida Rol por web

La Mascara de la Momia 1: La ciudad medio muerta.

CAP3: El Santuario del Ojo del Erudito.

Cargando editor
28/09/2020, 23:16
Auren

Auren se detuvo contemplando la cámara donde habían entrado, mirando en derredor. Aquella ciudad empezaba a hastiarla, aunque sabía en su fuero interno que todo ése sentimiento era por la pérdida de Nefertari. 

Con tranquilidad, se sentó en el suelo, pensando en sus cosas mientras el resto deambulaban por la sala. Allí había un enorme sarcófago, y pronto Ratash les relató que allí yacía un rey con un nombre difícil de recordar y de pronunciar. Al parecer, era el fundador del Templo con el mismo nombre que el objeto que estaban buscando, alguien bueno, justo y de confianza, según contaba Ratash. - ¿A nadie le extraña que el fundador de Wati y hombre de confianza del Faraón, alguien descrito como dice Ratash, legara al mundo un objeto maldito? - pensó en voz alta, pidiendo la opinión de sus compañeros. - Perdonadme, pero no estoy concentrada. - dijo la ex-rubia de melena larga, aunque siendo Auren, tampoco es que de normal estuviera altamente concentrada. - Suelto lo primero que me viene a la cabeza, ya sabéis. - dijo con una pequeña sonrisa triste. 

- Bueno, podemos coger lo que se nos antoje, de hecho nos animaron a ello. Sólo tenemos que seguir tres sencillas reglas. ¿Recordáis? Mover o dañar a los cuerpos está estrictamente prohibido. Nada más salir, debemos informar de todo lo que hemos encontrado. No tenemos permiso para iniciar ninguna clase de enfrentamiento con otros exploradores. - enumeró, recordando en voz alta las tres sencillas reglas que les habían mencionado al aceptar explorar aquellos lugares. - Nos dijeron que nos animaban a comerciar con lo encontrado, y bueno, algo que me está rondando desde que nos cruzamos con...esos. - dijo señalando vagamente hacia detrás, donde habían quedado los cadáveres de los de la mano quemada. - Ya sabéis que una plaga asoló la ciudad hace tiempo, "la plaga de la locura". ¿No estaría la tal Velriana afectada por ella? - dijo, expresando en voz alta la duda que la reconcomía por dentro. - Bien es cierto que no hemos iniciado el enfrentamiento, y que los rumores de la posada decían que ellos no tenían permiso para entrar aquí y que pagarían o harían cualquier cosa por encontrar "El Ojo del erudito".

Notas de juego

Me he leído de nuevo parte de la aventura y por reconducir un poco el tema, que voy algo "perdida". XD

Cargando editor
01/10/2020, 07:54
Dario

Darío miró sorprendido a Auren.

Jo que buena memoria tienes. Yo ya me había olvidado de lo de la posada. Y ahora que lo mencionas, Idorii se pasaba las noches rebuscando en habitaciones vacías o espiando a los demás. Probablemente buscando ese anillo o lo que fuera que buscaban en esta tumba.

Si es un objeto tan ansiado, seguro que pagan un buen precio por él. Valeria y la Mano Churruscada dijeron que eran seguidores de Nezis. Podemos ir a venderselo al templo de Netys y ver qué nos ofrecen a cambio. Y de paso comprobar si lo que decía Valeria y la Mano Calcinada era cierto.

Creo que solo nos queda una sala por explorar, acabemos pronto con esto y demos a Bella Dama un funeral como se merece.

Con sus palabras salió de la tumba con intención de ir a las puertas que aún no habían abierto.

Cargando editor
01/10/2020, 10:22
Ratash

Chasqueó la lengua y puso los ojos en blanco, fingiendo un poco.

Que remedio —dijo esbozando una sonrisa, respondiendo a la petición, clara aunque no formulada, de Yash—. A ver, dejad que vea eso... Mmm... 

Tras unos segundos concentrado, negó.

Pues no tengo ni idea de que son —reconoció, llevándose una mano a la cabeza, un poco avergonzado—. Seguro que en la ciudad nos lo pueden identificar en condiciones. Por si acaso, evitemos tocarlos mucho, no vaya a tener una maldición. Venga, acabemos rápido.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pnjotizado. Y lo siento, malas tiradas de spellcraft, para no variar xD

Cargando editor
01/10/2020, 10:42
Master

Recogéis ambos objetos, con cuidado de guardarlos sin que entren en contacto con vosotros, y salís de allí directos a la siguiente sala, la última que os queda. No os cuesta mucho daros cuenta de que es por allí por donde pasó la Mano Quemada, pues las puertas están abiertas y nada os impide el paso.

Casi en el centro de esta cámara octogonal, llama la atención un gran círculo de invocación de plata, incrustado en las baldosas del suelo. En la esquina noreste, una escalinata conduce a un estrado elevado, sobre el que se posa un banco de piedra cóncavo muy similar a un trono, flanqueado por dos braseros de bronce. Cuatro columnas talladas en forma de criaturas fantásticas apoyan el techo abovedado de la habitación.

La columna del noreste representa a una hermosa mujer con alas de halcón, parecida a una súcubo; la del sureste es una figura femenina envuelta en humo, o tal vez nubes, y el escultor logró dar la sensación de que chisporrotean, cargadas de electricidad; la del noroeste muestra a un hechicero medio esquelético; y la del suroeste se parece a una criatura alada y angelical, usando una máscara metálica. Si son seres concretos de otros planos, o simplemente ejemplos artísticos, no sabríais decirlo.

Aparte de lo más visible, no parece esconder ningún secreto, y una rápida inspección tampoco descubre ningún mecanismo secreto o puerta oculta. Darío incluso se atreve a intentar raspar el círculo mágico, por simple curiosidad de ver si podrían sacar la plata, pero para ello prácticamente habría que llevarse el suelo. Cualquier otra posible cosa de valor, está fijada o pesa demasiado para que merezca la pena el intentar llevárselo.

Sin nada más que explorar, extrañados porque no habéis encontrado el artefacto mencionado en las tablillas, volvéis al lugar de la lucha contra el grupo enemigo, allí dónde reposa el cuerpo de Nefertari.

Yash, con mucho cuidado, levanta a la paladina y, con ella en brazos, empieza a desandar el camino. Los demás le seguís en silencio, conscientes de los sentimientos no solo del oráculo, sino también de los vuestros propios; pena, desasosiego, culpabilidad... Cada uno tendrá que lidiar con la pérdida a su manera.

Empero, la pragmática Saethe, pese a que los remordimientos por haberse quedado bloqueada la consumen, no pierde de vista la situación, y mientras recorréis el pasillo algo la llama la atención. Casi al final, os hace deteneros y mirar la pared; allí, un resquicio mal cerrado, una puerta. La arquera empuja la piedra y, efectivamente, esta cede hacia dentro, dejando a la vista una nueva sala.

Una efigie de piedra de una figura humanoide se encuentra en el extremo norte de esta habitación, sus brazos extendidos en un gesto de súplica, o como si ordenara a un objeto que se eleve en el aire. La cara de la figura está desprovista de detalles, con sólo vagos contornos donde deberían estar los ojos y la nariz. Una extensa serie de jeroglíficos cubre la
muro occidental, frente a un banco de piedra que se levanta contra el muro oriental.

Veis sangre en el suelo al lado la estatua, ennegrecida allí donde ha debido de activarse un glifo custodio; aún está pegajosa, lo que indica que no hace mucho que se ha derramado. Tampoco os cuesta encontrar los restos de una especie de no-muerto constructo, ya derrotado. Y por si fuera poco, una inspección más exhaustiva os indica, por pequeñas hendiduras, que en el rostro de aquella figura debía de haber una máscara

Mientras los demás investigáis, Ratash se encarga de traducir de la vieja lengua a la actual, y aunque está escrito de una forma poética y enrevesada, al final logra entender algo así:

Ay de ti que saquearías el Relicario del Alma tres veces dividida. Date la vuelta, no sea que el duro juicio del Olvidado caiga sobre ti y tus descendientes durante mil generaciones. Date la vuelta, porque su ka no puede ser apaciguada y llamará a legiones de muertos y condenados. Date la vuelta, y puede que el Ojo Que Todo Lo Ve y la Dama de las Tumbas se apiaden de ti, porque si no, el Faraón olvidado te consumirá en cuerpo y alma.

No sabéis que es el "ka" al que se hace mención, pero no os cuesta hilar lo suficiente para daros cuenta de que alguien más aparte de La Mano Quemada y vosotros mismos ha estado allí, ha superado las protecciones del templo y ha robado la Máscara del Faraón, la cual parece ser capaz de levantar legiones de muertos.

Consternados, salís de allí, sabiendo que el tiempo apremia. Ya no solo no queréis que la noche os alcance en la Necrópolis, sino que no tenéis ni idea de que hará ese esquivo saqueador con el artefacto, o cuando actuará en caso de que decida usarlo. Así, volvéis a la ciudad y os dirigís directamente al Gran Mausoleo, dónde debéis informar y, además, esperáis que puedan hacerse cargo de las exequias de vuestra compañera caída.

Os da la bienvenida Kia, que os acompaña hasta la Alta Sacerdotisa.

Cargando editor
01/10/2020, 11:31
Sebti la Cocodrilo

Como siempre, esta dura mujer os mira con dureza, evaluándoos mientras os acercáis. Su gesto, en cambio, se ablanda al darse cuenta de que ya no hay vida en el cuerpo que Yash carga.

Siento vuestra pérdida, mi más sentido pésame —os da sus condolencias con tristeza—. Podemos encargarnos de ella si queréis. Nos ocuparemos de que su cuerpo sea cuidado y tratado con el respeto que merece. ¿Era paladina de Sarenrae, verdad? También contactaremos con su templo para que sepan que ha ocurrido, y puedan rendirle el adecuado homenaje.

Cargando editor
01/10/2020, 19:04
Yash fuego negro

Lograron salir del templo con gran pesar por parte de Yash, no solo por la pérdida de la decidida mujer sino también porque incumplieron una de las reglas al luchar contra otros exploradores, aunque quizás la Mano Quemada no debía estar siquiera allí. Para colmo, la sala secreta encontrada le hacía pensar que dieron con el objeto maldito, que era aquella máscara y no "el ojo" y que en efecto había sido robado.

- "Porque su ka no puede ser apaciguada y llamará a legiones de muertos y condenados", si esto no suena a objeto maldito no sé lo que lo será, hemos de relatarlo todo.

Así fue con intención de no guardarse nada, en presencia de Sebti inició aquél relato que incluía las trampas de la Mano Quemada, el ataque contra ellos, la costosa victoria y para finalizar, el hallazgo de ese robo.

- Gracias, Nefertari era paladina de Sarenrae, una de las mejores, lo mejor será que en su templo le den el funeral que merece. Este otro descubrimiento de la máscara robada temo que signifique que hay una amenaza sobre toda la ciudad.

Habría que localizar al ladrón pero ellos no contaban con magia tan poderosa como para descubrir de quién se trataba.

Cargando editor
01/10/2020, 21:23
Sebti la Cocodrilo

Durante toda la historia, permanece en silencio, asintiendo cada poco tiempo pero, por lo demás, con gesto indescifrable, ni una sola mueca que delate lo que piensa en uno u otro sentido. Ni siquiera interrumpe para mencionar que Yash sigue teniendo el cuerpo de Nefertari en brazos; cada uno lidia con el dolor como puede, y no iba a ser ella quien le quitara eso al hombre. No es hasta que acaba el relato que se mueve. Lo primero que hace es un gesto con la mano, y en seguida dos de los guardias se acercan, listos para servir a la Alta Sacerdotisa.

Llevad el cuerpo de esta mujer para que lo preparen. Kia, encárgate tú. —La otra asintió—. Enviad también un mensajero al templo de Sarenrae, que sepan lo que ha ocurrido y decidan como hacer el funeral.

Una vez se marcharon, vuelve a mirar a los demás.

Tranquilos, se la tratará con todo el respeto. Pero ahora vamos con lo importante. No quiero parecer desconsiderada, pero las noticias que traéis son alarmantes; no esperábamos que hubiera ningún artefacto así en Wati, jamás había oído hablar de ello, otra prueba más de que los seguidores de Nethys guardaban celosamente sus secretos. Si lo hubiéramos sabido... —Poco importaba ya, la decisión estaba tomada y era tarde para arrepentimientos—. Habéis hecho bien derrotando a esos saqueadores, aunque me temo que no ha sido suficiente. Sea quien sea, alguien bien preparado tiene ahora la Máscara del Faraón, y debemos suponer que sabe para que sirve y como utilizarla, o al menos tiene un comprador que si. No puedo más que agradecer que vuestro servicio, y por favor, quedaros unos días en la ciudad. Habéis demostrado ser un grupo eficaz y valeroso, no sé si necesitaré de vuestros servicios de nuevos, antes debo investigar más a fondo, pero me reconforta teneros por aquí. Además, en un par de días llegará una delegación comercial, harán una subasta y es posible que algunas de las cosas que habéis encontrado se vendan mejor allí, por lo que merecerá la pena la espera. Ahora, si me disculpáis, tengo cosas que hacer. Si seguís en la ciudad, os haré llamar de ser necesario.

Dicho eso, se pone en pie y os despide. Su autoritaria presencia no deja lugar al debate. Ella, con prisa, se marcha de allí rápidamente. Vosotros, salís del templo pensando cual será vuestro siguiente paso.

Notas de juego

Como ya mencioné, podéis ir haciendo unos últimos post para ver que haréis, un poco final de partida vaya.

Cargando editor
02/10/2020, 08:08
Dario

Darío se sorprendió de no haber visto antes el receptaculo secreto. Al oir sobre el objeto maldito estuvo aún más seguro

Ahora ya sabemos que el anillo no es el objeto maldito y superpoderoso que buscaban los de la Mano Asada.

Al volver a la seguridad de la ciudad y contar todo lo ocurrido a la Suma sacerdotisa, Darío se quedó en segundo plano, pero lanzaba miradas de reproche a Yash de vez en cuando. Al oír que grandes mercaderes llegarían en los proximos días se alegró un poco.

Una vez fuera habló con sus compañeros

Yo creo que podemos esperar a que lleguen esos mercaderes, así podemos sacar más monedas por nuestro botín y seguro que tienen mejor equipamiento, como por ejemplo una tonelada de varitas para que pueda usar Auren constantemente como hizo el clérigo de la Mano Seccionada.

Además tengo curiosidad por saber qué objeto superpoderoso de los cuarenta infiernos y cielos han robado.

El resto de días hasta la ansiada llegada de los grandes mercaderes los pasó en la taberna o con Auren por la ciudad

Cargando editor
02/10/2020, 08:31
Dario

Uno de los días que estaba con Auren, cuando ya se pasó un poco la tristeza de la pérdida de su compañera paladina, Darío ayudó a subir a la mujer a una parte de la muralla desde donde se podía ver como el sol se escondía detrás del horizonte. Con la luz del atardecer ya disminuyendo, Darío sacó una pequeña cadena de plata con incrustaciones de gemas.

Yo...estaba guardando esto para ti. Pero dadas las circunstancias no salió el momento hasta ahora. Es para adornar el tobillo, pero en la muñeca te quedará bien también.

También he estado pensando que... bueno tú debes ser una experta en el tema, por ser una sacerdotisa del amor y esas cosas. Pero yo nunca... Ya sabes... He estado con una chica más allá de pasear o salir a coger cosas de las casas de otro, je je je-  mira de soslayo a la mujer rojo como un tomate- la cosa es que la muerte de Bella Dama me ha hecho pensar que no puedo estar toda la vida contemplando. Y yo... pues había pensado que podíamos dormir juntos... o no. Bueno como quieras.

Y tras su declaración se quedó en silencio con los brazos recogidos entre las piernas y mirando al suelo muy abajo en la muralla esperando su respuesta

Cargando editor
02/10/2020, 17:28
Yash fuego negro

Todavía compungido por la pérdida dejó que transportaran el cuerpo de Nefertari lejos de ellos, así terminaban las aventuras de la valerosa paladina, había merecido sobrevivir al duro combate.

Las palabras de Sebti le permitieron ver que no incumplieron las normas de la exploración, eso era positivo. Podían marcharse, esperar a la llegada de los mercaderes tras haber descubierto más sobre los objetos encontrados.

- Le agradecemos su confianza, ha sido un día muy duro, pero gracias a que superamos los peligros ahora saben de la existencia de esa máscara. Estaremos por la ciudad, por lo tanto localizables.

Indicó a la mujer dando a entender que podrían seguir hablando si se descubría algo nuevo. Yash miró a sus compañeros.

- Vayamos a la taberna a beber algo, brindemos por Nefertari y de paso por mi supervivencia.

Decía consciente de lo cerca que estuvo de la muerte. De esa lucha saldría más curtido, lo había hecho bien resistiendo los primeros segundos de combate contra varios enemigos y eso le hacía sentir que su participación fue útil.

Cargando editor
02/10/2020, 19:32
Ratash

Pese a la perdida sufrida del paladina permanecí tranquilo  exteriormente aunque en mis ojos y mi "pelo" se notaba mi estado de humor, generalmente mis ojos eran brillantes y mi pelo  se agitaba con vida propia pero ahora estaban apagados y y el pelo estaba alicaido y apenas se agitaba pero no dije nada, ni siquiera aporté nada a la historia salvo algun detalle puntual, pero nada importante.

---Debe ser un objeto creado por algun nigromante poderoso, quizas un liche lo cual puede ser altamente preocupante y eso de levantar muertos tiene bastante sentido- digo pensativo mientras sacudía la cabeza avivando el pelo- Entonces yo tambien me apunto a las bebidas y planteemos que haremos en estos dias antes de recibir el dinero por nuestros tesoros

Cargando editor
03/10/2020, 00:20
Auren

La investigación del lugar les llevó a una sala con unas columnas talladas en forma de seres fantásticos y espectaculares, por los que la clériga preguntó luego en el templo cuando llegaron, intentando averiguar más de aquella escena, al igual que preguntó por la estatua de la mujer donde habían encontrado la falta de la máscara del faraón*. 

El descubrimiento turbó a la mujer, no podía imaginar qué querría hacer alguien con una horda de no-muertos, pero desde luego daba miedo. Al pensar en ello, no pudo evitar relacionarlo con la tan temida "plaga de la locura" pero era más una intuición, como que algo no le terminaba de cuadrar, que algo realmente pensado. Auren funcionaba así, a base de impulsos e intuiciones, aunque de vez en cuando, se paraba a utilizar ese cerebro que estaba prácticamente nuevo de no usarlo y sorprendía a los demás, como a Darío con su memoria. 

Al llegar al templo, portando el cuerpo de Nefertari, la clériga dejó que sus compañeros, sobretodo Yash, explicaran lo sucedido, y sólo intervino para aclarar algunos puntos, pocos, dejando constancia de todo lo sucedido y lo encontrado. Tampoco es que le importara demasiado que la juzgaran por alguna transgresión, pero sentía que le debía eso a la paladina. Antes de dejarla, se acercó y la abrazó. - Que la Diosa guíe tu alma inmortal al reino que te mereces, compañera. Te echaré de menos.

Prometiendo quedarse en la ciudad, tal cual la alta sacerdotisa de Pharasma les había pedido, se alejó de allí dispuesta a descansar, rezar y tratar de olvidar lo sucedido. Le daba lástima separarse de sus compañeros, y se alegró cuando propusieron juntarse en la taberna, así que allí fue, con todos. También se mostró de acuerdo en espera la caravana, como sugirió Dario, y tratar de sacar más beneficio, que podrían repercutir para equiparse mejor. Ése último combate, si les había enseñado algo, es que necesitaban equiparse decentemente con urgencia. - ¿Sabéis? En parte me siento culpable de que ése ladrón se llevara la máscara, si la hubiéramos encontrado, ahora no habría tanto peligro. Soy tonta por sentirme así, ¿verdad? - preguntó al resto, una vez sentados en la mesa y con comida y bebida a mano. 

Ratash sugirió una horripilante posibilidad. - ¿Un liche? Por Shelyn, espero que no tengas razón. Dicen que los liches sólo miran por su poder y su no-vida, y son capaces de cualquier cosa. No les importan las vidas humanas o no humanas, pues para ellos, que son inmortales, somos meras gotas en el oceano. - su piel se puso de gallina, y se arrebujó un poco en su capa. 

Notas de juego

* Es decir, mi pj intenta que le cuenten que representan esas estatuas y tal, por si el DM quiere añadir algo más, que tiene pinta de ser interesante, al menos. 

 

Cargando editor
03/10/2020, 00:38
Auren

Subió al lugar siguiendo a Dario, siendo ayudada por él en varias ocasiones, aunque conforme iban avanzando, el hombre-zorro se percató que Auren iba cogiendo confianza y al final trepaba bastante decentemente. Se sentó a su lado, contemplando la puesta de sol, apoyada en su hombro, con los ojos semicerrados disfrutando del momento. 

Las palabras del joven hicieron que levantara la cabeza, mirando con asombro la joya que le tendía. - ¡Oh Dario, es preciosa! - susurró con sinceridad, mientras la cogía y la contemplaba. Los últimos rayos de sol arrancaban destellos de las gemas que componían aquella pieza. Con delicadeza, se guardó la joya en un bolsillo mientras escuchaba al joven hablar. - Oh, por favor... - susurró de nuevo, roja como un tomate. - Estoy cansada de que la gente piense con la mente sucia...ya he dicho que no soy una experta en... - y calló, dejando al joven acabar. Por un momento quiso esconderse, se sentía sucia y fea, no había tenido tiempo de arreglarse o ponerse algo bonito, ni siquiera de que le creciera un poquito el pelo...pero se dio cuenta que al lado de él, todo eso era superfluo. La forma en que la trataba y le miraba, la hacían sentirse bien, tonta y con mariposas en el estómago. 

Dario era un joven dulce, amable, algo bastante sinvergüenza, pero tenía un alma noble. Y bueno, era un hombre-zorro. Pero a Auren no le importaba, ella miraba el interior de la gente, no el exterior. Así lo enseñaba la dama Shelyn. Lo importante está en el interior, y era verdad. Y el alma de Dario le gustaba, él le atraía, era cierto, y si algo, entre otras muchas cosas, había aprendido, es que el tiempo pasa volando, y que nunca sabes cuando va a ser tu último momento. 

- Bueno...yo... - titubeó un momento antes de rendirse a lo evidente. Cogió aire y suspiró largo y tendido, luego apoyó su mano con delicadeza en el brazo del muchacho. - No soy ninguna experta Dario, ni mucho menos. De hecho, yo tampoco...bueno. Eso. - ahora a la que se le trababa la lengua era a ella. Si tuviera pelo, ahora podría agachar la cabeza y esconder un poco su vergüenza, pero no lo tenía, así que sus dos mejillas sonrojadas se veían con claridad. Y no era sólo la vergüenza la que tenía aquellos pómulos. Ahora que había admitido lo que sentía por él, todo parecía más fácil y se sentía liberada. 

- Me gusta la idea, Dario. Podemos dormir juntos...y aprender el uno del otro. Si quieres, claro. - dijo, arrepintiéndose enseguida de haber dicho tamaña tontería. - ¿Cómo no va a querer, si te lo ha pedido él, tonta del bote? Auren..a veces estás mejor con la boquita cerrada. - se dijo a sí misma. - Y mañana podrás ponérmela tú mismo en el tobillo que prefieras. - le dijo, con un pellizco juguetón, refiriéndose a la joya que le acababa de regalar, y sintiéndose valiente con ése tema por primera vez en su vida. Se levantó y tiró de su mano. - ¿Vamos?

Y esa, y todas las noches a partir de esa, ambos disfrutaron del aprendizaje mutuo... 

Cargando editor
04/10/2020, 15:04
Master

Los siguientes días pasan despacio al principio, pues aún no sabéis como sentiros ante la reciente muerte de Nefertari, y además aguardáis noticias del Gran Mausoleo que, por el momento, no llegan. Saethe, cansada de aquello, sabiendo que muchos compañeros han muerto —recordáis que Ratash y ella ya perdieron a su anterior grupo— y culpándose por ello, decide despedirse de vosotros y volver con su tribu.

Una mañana os enteráis de que el cuerpo de vuestra compañera y amiga ha sido ya enviado al templo de pertinente más cercano, dónde se hará una celebración en su honor y se le rendirá los honores oportunos. Por conversaciones con ella, sabéis que los ritos de Sarenrae, incluso los funerales, son festivos y alegres, y eso os anima un poco más. La paladina no querría que la recordarais con pena, y aunque la tristeza es inevitable, poco a poco os animáis.

Desde ese momento, Darío y Auren parecen dar un paso más allá en una relación de la que había indicios. Un atardecer salen juntos a pasear, y cuando vuelven más allá del ocaso, los dos se meten en la misma habitación. A partir de esa noche, duermen juntos siempre, y los más fisgones pueden dar fe de que tardan bastante en conciliar el sueño.

Yash y Ratash también pasan bastante tiempo juntos, y tras estar a un paso de la muerte, el oráculo agradece la amistad del hombre que le salvó la vida. Es cierto que el brujo es extraño y sus intenciones parecen ir más allá, pero no hay nada que la firmeza del infernal no pueda controlar. De momento al menos.

Sea como sea, los cuatro seguís en la misma posada, dónde la jovial personalidad del duelo, Farhaad, hace inevitable que tarde o temprano bebáis, riais y lo paséis bien. Esas jornadas de calma y relax las aprovecháis bien, tanto para recuperaros física y mentalmente, como para hacer negocios con Siufy, pidiendo opinión para la próxima subasta y vendiéndole a él todo aquello que no os van a aceptar en una puja de alto nivel.

Así, dejáis pasar el tiempo, hasta que la fecha señalada se acerca lentamente.

- Tiradas (4)