Partida Rol por web

Escucho que el elfo mago me responde desde la mesa. Hago un movimiento rápido con la cara en su dirección para captar bien su mensaje y vuelvo a la conversación con el dracónido.

-"Encantado de conocerte Ardrian. Siempre hay que apreciar lo bueno y positivo de cada raza o individuo. Veo que conoces mi fe ya que me has llamado por mi título, seguro que has coincidido con algún hermano de mi orden. Si te interesa saber más sobre ella me tienes para lo que sea menester. Si me disculpas un momento, ahora vuelvo a por mi bebida y podemos seguir platicando."

Miro al enano que está junto a él, ya se de donde provenía el olor a tabaco que olí al entrar. No se ha presentado ni parece dispuesto a hablar mucho, está absorto en su cerveza y en sus chanzas. Bastante bien conozco a Gundren como para saber cómo son los de su raza. Me giro y me dirijo a la mesa de los dos elfos.

-"Buenas amigos y gracias por la información. Mi nombre es Izmael, clérigo de Lathánder, a su servicio. Me alegra no haber llegado tarde a la reunión, creía que no me daría tiempo. Me es extraño ver a tantas personas esperando al viejo Gundren y tan dispares."

Mirando a todos los presentes comento:

-"Supongo que todos los que estamos aquí hemos recibido una carta suya, ¿me equivoco? Algo importante tiene que contarnos entonces..."

Elowanher asiente mirando al recién llegado, luego, continúa silencioso, en espera de Gundren comiendo los vegetales del estofado mientras para sí piensa con cierta preocupación: -Por los dioses, creo que esta encomienda no será nada sencilla, un draconido, un clérigo, un enano y dos elfos, somos un ejército, que será lo que Gundren se trae entre manos?.... termina para después continuar conviviendo y conociendo a los presentes.

Isildel asiente ante las palabras del clérigo, cuando nombra la carta hace un gesto de preocupación y observa en ambas direcciones la clientela de la posada. Gundren había solicitado favores e invocado viejas deudas para conseguir reunir lo que a todas luces parecía una compañía de aventureros. Sin duda formaban lo que podría ser la punta de lanza para una misión de crucial importáncia.

Sin embargo el intento de mantenerlo en secreto había fracasado estrepitosamente al juntarse miembros de razas tan dispares, en una taberna enana de mala muerte en la ciudad de Neverwinter. Todos ellos preguntando por el aguerrido enano. Isilden cerró con parsimonia su pesado tomo de oraciones. 

- Así es portador del alba Izmael, algo importante... Soy Isildel devoto de Mystra. Siempre es signo de buena fortuna encontrar a un siervo del señor del alba. Aunque deberíamos ser más discretos si Gundren escogió un sitio como este para  para organizar a sus aliados. Neverwinter es una ciudad llena de sombras y peligros para los incautos.

Observó a todos los recién llegados, repasando mentalmente sus posibles capacidades. Un par de guerreros uno enano y el otro un enorme draconiano. Un explorador elfo y un clérigo de Lathánder, junto con su arte era un grupo equilibrado si había quien pudiera liderarlos. Solo faltaba ver quien tendría las capacidades y la visión táctica para ello. Con suerte Gundren ya habría pensado en ello y lo designaría tras desvelar el destino y verdadera naturaleza de su misión

-"Tienes toda la razón devoto de la Urdimbre, me he dejado llevar por las emociones. Siempre me han dicho que hablo más de la cuenta, jejejeje... supongo que será verdad. Pero bueno, esperaré en la barra al viejo enano, refrescándome."

Vuelvo a la barra para coger mi cerveza y degustarla junto al dracónido que acababa de conocer. Me sentía feliz de haber llegado a tiempo y ver que no era el único al que había escrito Gundren.

Freyr se percató de cómo el más estirado de los elfos cortó de golpe las ganas de hablar del devoto clérigo, así que se acercó a la barra y le puso una mano en el hombro. Amigo, no le hagas caso a ese estirado. Desde que he llegado no ha hecho más que quejarse y me consta que ya lo hacía antes de llegar yo. El enano le mostró una sonrisa sincera, aunque le quedó un tanto extraña al tener la pipa en la boca. Mi primo decía en la carta que este lugar era de confianza, no hay que hablar más de la cuenta está claro, pero tampoco creo que hayas dicho nada del otro mundo. Freyr le dio unas palmaditas en la espalda y después retiro la mano definitivamente de la espalda del clérigo para agarrar su jarra de cerveza.

¡Venga! ¡Arriba ese ánimo! ¡Brinda conmigo joven clérigo! La alegría del enano no cesaba. ¡Tu también Hombre-Dragón! El enano levantó su jarra todo lo que pudo. Por cierto Izmael, mi nombre es Freyr Fireforge. Un placer. Dijo mientras ambos decidían si brindar o no.

Parece que ha pasado tiempo desde que habéis llegado todos cuando de repente se abre de golpe la puerta de la taberna y de forma inequívoca podéis ver la silueta de un enano en la entra en la taberna, y inequivocamente todo lo reconoceis inmediatamente, es Gundren, el enano que os mando la carta.

Gundren está como siempre, tal vez con mas arrugas y menos pelo en la cabeza pero mas en la barba, sin embargo parece mucho más alegre y menos cascarrabia de lo que es normal, lo cual aunque pareciera facil llamaba mucho la atencion ya que no esta rajando nada mas entrara en el local. Nada mas veros, grita sin ninguna calma ... - AMIGOS COMO ME ALEGRO DE VEROS ..., CUANTO TIEMPO ... VENIR A ESTA MESA TENEMOS QUE CHARLAR UN MOMENTO ... - dice mientras se dirige a la mesa donde estan sentado los elfos - GROT, encargate de que nadie nos molesten si no te importan vale??? - dice mientras que se dirige al enano de la barra, el cual con una mirada podéis ver como los dos borrachos salen de la taberna y cierran la puerta tras de ellos, sin antes pasar un hombre de mediana edad con pelo blanco y una armadura bellamente decorada que se queda en la puerta como esperando, el cual entra junto a Gundren en la taberna. - Por cierto el es Sir Hallwinter, ya os contaré la razón de su presencia en esta reunión - toma una silla y se coloca en una posición principal de la mesa - Trae cerveza Grot ... , la mia que no sea el meado de burro que sueles servir JAJAJAJA -

-"Encantado de conocerte Freyr Fireforge y no te preocupes, no me ha ofendido nuestro compañero Isildel. Los seguidores de la magia suelen ser así, muy reservados para sus cosas. Supongo que si Nuestro amigo Gundren nos ha convocado aquí es porque este sitio goza de su total confianza; ya de por sí, somos un grupo bastante extraño. Brindemos pues, que no podré saborear una buena cerveza enana en muchísimo tiempo por mis votos clericales."

Al cabo de un rato aparece Gundren junto a un caballero llamado Hallwinter. Nos sentamos en la mesa donde estaban los elfos y nos disponemos a escucharle.

-"Hola Gundren, viejo amigo, me alegra ver que tu barba sigue creciendo con fuerza. Bienvenido sir Hallwinter, es un placer conocerle."

Isildel se limitó a cerrar su pesado volumen y guardarlo en la mochila de cuero. Observó detenidamente al recién llegado y torció el gesto en una discreta sonrisa. Como siempre su viejo amigo era una caja de sorpresas llegando justo en el momento oportuno. Lo que más le intrigaba era su misterioso acompañante, parecía algún noble guerrero ya anciano o quizás un noble paladín.

Trató de poner orden a sus pensamientos y para el torrente de hipótesis al tiempo que saludaba al viejo enano con una leve inclinación de cabeza, a la espera que desvelara el misterio de aquella reunión secreta. Aunque en sus visiones vio antiguos altares desacralizados, ejércitos de goblins internándose en túneles oscuros y una llamada anhelante de su señora. 

Pronto el mar de dudas que lo consumía saldría a la luz, disipando las brumas y señalando el camino como un faro en la tormenta.

El tan esperado momento pareció no dilatar, pues recién terminó el elfo sus vegetales y, justo cuando se disponía beber con el resto algunas pintas en la barra, Buscarroca hacía acto de presencia ingresando a la posada con singular familiaridad y firmeza de mando, pero sin dejar de esbozar aquella característica sonrisa que distinguía al buen enano.

- Bienvenido amigo, os esperábamos hacia un rato que bueno veros después de tanto tiempo, sois otro eh, vuestro rostro emana experiencia. agrega entusiasmado Elowanher mientras se acerca al recién llegado para estrechar saludo y, presentarse al acompañante, acto seguido toma su lugar en la mesa muy cerca de Ardrian e Ismael quedando en medio de ellos una vez sobre los banquillos... Luego, atento mira a Gundren con disposición a aclarar sus dudas...

Freyr se giró rápidamente cuando escuchó la puerta esperando ver a otro ser pintoresco cruzar el umbral, sin embargo, sólo era su primo, lo que fue una gran decepción para él, pues habiendo un Draconido en la taberna, se estaba esperando que también apareciera un Tiefling. 

Le duro un segundo la decepción, pues a fin de cuentas era su querido primo al que llevaba años sin ver. !PRIMO! Gritó abriendo los brazos como pidiendo un abrazo, mientras Gundren ya iba a la mesa. Freyr asumió al instante que no había tiempo para saludos familiares, pues Gundren, nada mas entrar, se sentó e invitó a todos a unirse para explicar lo que hacíamos ahí. Así que el enano se acerco a la mesa y le dio a su primo unas fuertes palmadas en la espalda a modo de saludo y sin mediar mas palabra, tomó asiento y fijo su atención en lo que su primo tenía que decir. Un placer Sir Hallwinter. Dijo el enano nada más presentarlo Gundren. Los amigos de mi primo son mis amigos. Freyr lo dijo con total seriedad, como si lo que estuviera diciendo fuera de una importancia vital.

El guerrero no se movio de su posición y manteniendo una posición firme y alerta dice en voz alta.

- Es un placer conocerles tambien, si son amigos de Gundren no dudo que sean bravos guerreros ... -

Dijo de forma calmada y educada

- Sin embargo Gundren tenemos que partir ya ... asi que termina pronto por favor ... -

Gundren antes de sentarse del todo saludo a cada uno de sus amigos, incluso de forma cariñosa a su primo de forma apretada saludándole agarrando los antebrazos como los guerreros enanos , de forma respetuosa y de aprecio a su primo. Los saludos duraron hasta que el tabernero llego con una cerveza oscura y aroma fuerte, posiblemente desagradable para los elfos y humanos , pero para el draconiano y el enano poseia un aroma profundo y sorprendente. Freyr la identifico inmediatamente, era cerveza de Roca de la familia Bruguer, famosos por su cerveza en el mundo enano. Gundren la tomo con deseo y comenzo a beberlo con sorbos largos y disfrutando su sabor.

Antes las palabras de Elowanher y Izmael, Gundrem sonrio, algo extraño en el - Si jovencitos, jejeje, gran experiencia que hace que ahora tenga que pedir ayuda para grandes negocios y favores menores, JEJEJE - aquello desconcertó sin ninguna duda a los elfos, los cuales conocían en mayor medida el lado enano gruñon de Gundren y sabia que cuando alguien le decía viejo los gritos podían ser oirse a millas mientras llamaba niñatos a ellos, porque aunque son longevo ellos eran jovenes frente a el.

- Bueno me alegro tanto que os haya llegado a todos la carta y hayais podido venir, lamento no haberos contado nada ... no sabia con que clase de orejas picudas, bebes y engendros os habriais juntado JAJAJA, asi que no podia contar NADA, y lamentablemente aun tampoco sobre el negocio, sin embargo, necesito que me ayudeis para poder llevarlo a cabo ... -

Gundren tomo otro largo sorbo con un suspiro de puro disfrute con la cerveza, y fue entonces cuando Sir Hallwinter aviso sobre la prisa.

- Si Sildar, tranquilo, que primero tengo que decirles el primer trabajito ... -

Volvio a tomar otro sorbo 

-Bueno, aqui no os puedo contar aun, sin embargo es un negocio que hará que ganemos todos mucho dinero, sin embargo yo tengo que ir lo más rápido posible hasta la ciudad de Phandalin junto con Sir Hallwinter, tenemos que solucionar unos temas con urgencia, pero necesito me llevéis unas mercancías hasta alli, para Suministros Barthen el cual os pagará a cada uno 10po - tomo otro sorbo de nuevo - necesito que lo lleveis, como si fuerais protectores de mercancias, no es muy valiosa, pero la llegada de 5 aventureros a la ciudad o el camino hasta la ciudad de Phandalin llamaría demasiado la atención si no hay un trabajo que lo justificara ... - tomó otro sorbo - asi que estan preparando un carromato con todo el material, estan avisados para que traigan el carromato con todas las mercancias y suministros para el camino, aproximadamente ... en 4 hora o así ... , pero yo me tengo que ir YA ... - Tomo la jarra y apuro toda la jarra hasta el final ... - Aqui teneis el mapa con la localización de la ciudad, es muy facil el camino pero seguro que os será útil el mapa ..., me tengo que largarme ya - en ese momento extiende un mapa de buena calidad frente a ustedes sobre la mesa

Miraba absorto cómo Gundren se bebía ese brebaje casi sin respirar y contándonos lo del viaje hasta Phandalin. Era asombroso verle beber, parecía que no había bebido nada en días. Y esa bebida... cerveza que podía tumbar a un humano en tres tragos de lo fuerte que era.

El encargo que nos hizo me generó más preguntas que antes. No nos desvelaría nada hasta que no llegáramos a la ciudad con el carromato de mercancías. Tendríamos por delante varias jornadas para debatir qué negocio era tan importante para llamarnos a ayudarle, y para conocernos.

-"Puedes contar conmigo Gundren, sabes que iría contigo hasta las mismas puertas del infierno. ¿Has alquilado caballos? Vine a pie hasta aquí... Con respecto a ese negocio, supongo que ya nos darás más detalles de él en la ciudad de Phandalin, ¿verdad?"

Habría que esperar unas horas en la posada antes de partir. Acababa de llegar y ya volvía a salir de paseo, pero esta vez con compañía y con una misión.

Mientras el enano exhalaba palabra tras palabra con notable velocidad y, aún sin develar más detalles de la encomienda, Elowanher escuchaba con atención y, algo de ansiedad, pues deseaba saber más... Sin embargo, al ver el detallado mapa que fue desplegado sobre la mesa parte de esa sedienta necesidad de información aplacó un poco su ira. Los ojos del elfo parecían clavarse sobre aquel lienzo, luego, recorrían el camino en dirección de Phandalin. -vaya, no parece estar muy cerca ese lugar, nos espera una larga jornada... Pensaba para si mientras recorría el camino con los ojos.

Gundren de verdad tenía prisa por partir, el explorador pensativo asentaba con movimientos de cabeza, mientras escuchaba los últimos detalles que el enano transmitía, luego agregó: -No os preocupéis amigo, vuestro carromato llegará a salvo que éste grupo es más que suficiente para conseguirlo... decía animado y hablando precipitadamente pues su inexperta vida y forma de ser tan incontrolada le hacia a veces despreciar los peligros existentes.

Me quedé al margen mientras Gudren entro y comentó su plan. Asentí como agradecimiento ante la cerveza nueva que me sirvieron, vaciando la antigua en sendos tragos.

-Espera Gudren. ¿Quieres que entremos a hurtadillas en una ciudad?- Fruncí el ceño escamoso. No me gustaba tener que fingir y tampoco es que se me diera muy bien.- ¿Que estas tramando?

El enano parecia tener mucha prisa, pero eso entraba en las historias que me habia contado mi padre del enano, igual que su habilidad para beber cerveza. Y hablando de cerveza esta era deliciosa. El humano que acompañaba a Gudren era extraño, no tan exaltado como Gudren. Me extrañaba pero despedia un aire de guerrero veterano.

-Sea como sea, puedes contar conmigo, Gudren. Si has de partir, buen viaje y suerte

Isildel escuchó el discurso de su amigo al tiempo que su mente y su mirada se centraban en el complejo mapa dibujado que se encontraba frente a ellos. Mentalmente trató de calcular las mejores rutas, lo que iban a tardar contado que formarían la escolta de una compañía comercial, y los peligros propios de la zona. Quizás tribus de goblins de los desfiladeros y bandidos locales, probablemente mercenarios caídos en desgracia o pueblerinos muertos de hambre.

- Realmente quieres llevar todo esto en el mayor secreto. No se si es parte de tu paranoia o realmente estamos bajo la persecución de un enemigo que aún no nos has desvelado. Por otro lado la cobertura me parece correcta y sencilla. 

Se giró al draconiano tras escuchar sus dudas y las desestimó con un gesto de su mano.

- Solo tendréis que fingir ser un escolta, poner cara de pocos amigos y guardar silencio. Dudo que muchos se atrevan a acercarse a usted sin una invitación explícita.

Estudió de nuevo el mapa, y levantó la mirada observando a su compañero elfo.

- Sois el más indicado para trazar la mejor ruta Elowanher. Evaluad las posibles amenazas del camino para que podamos estar preparados. Y en cuanto a la misión que nos espera en Phandalin... hay mucho mas que un negocio lucrativo en juego Gundren y lo sabes. Pero dejaré que sigas con tu cerrazón y mantengamos todo en secreto hasta llegar allí  ¿Donde encontramos a esos comerciantes para preparar el viaje, comprobar caballos y provisiones como comento Izmael y cumplir con los apresurados plazos que nuestro enigmático caballero exige?

Dijo lanzando una mirada inquisitiva al misterioso guerrero de pelo blanco y armadura completa.

Freyr devolvió el mismo cariño que le mandaba Gundren con el saludo. Cuando el tabernero trajo la nueva cerveza, simplemente con el aroma ya sabía de qué cerveza se trataba. ¡Maldito! Le dijo al gruñón enano que regentaba la taberna. ¿Tenías esto guardado y me has servido esos meados de gato? Le preguntó visiblemente enojado. Entiendo que se los sirvas a los los orejas picudas, incluso al humano y al dracónido... Lo miro con desaprobación. ¡Pero a mí! ¡A uno de tu propia raza! Pensaba que sólo tenías de esa apestosa cerveza de antes... No cuentes con que vuelva después de esto. Freyr dejo de mirarlo con un brusco giro de cabeza, despreciándolo, centrándose en la mesa y en lo que su primo tenía que decir. A pesar de su enfado disfruto de la fantástica cerveza de Roca.

No sería Freyr quien contradijera a su primo en nada, pues tenía plena confianza en él, si decía que había que hacerlo así, tendría sus motivos. Como tú digas se hará. Dijo el enano contundente tras la explicación de Gundren. 

Estuvo a punto de responder al Dracónido, pero el elfo, qué sorprendentemente había despegado los ojos de sus libros, se le adelanto y respondió de forma elocuente. Sin embargo, después realizó una preguntas que Gundren ya había resuelto, lo que hizo pensar a Freyr que había dejado tarde de estar ensimismado con sus libros. Parece que aún seguías embobado en tu tomo cuando lo explicó mi primo, ja, ja, ja. Volvió a sonar la característica carcajada cortante del enano. En unas cuatro horas lo traerán. Volvió a repetir las palabras que Gundren ya había dicho anteriormente.

Creo que ya está todo claro. Se dirigió Freyr a Gundren. Si tanta prisa tenéis será mejor que partáis cuanto antes. El enano se levanto bruscamente del asiento con la jarra de cerveza en la mano y la acercó todo lo que su pequeño brazo le permitía hacia el centro de la mesa. ¡Pero antes brindemos por el bien de esta empresa! Freyr permaneció ahí, paciente a la reacción del resto de componentes del variopinto grupo.

La cara de Gundren era de satisfacción, sabía que el grupo era el adecuado, no existia grupo mas adecuado para hacer esa mision, pero esperaba que no hubiera demasiadas fricciones entre el grupo. Vio el apoyo de todos , y la extrañas palabras de Isildel le dejo algo desconcertado, pero siempre habia sido muy mistico y tal vez el sabia mas cosas que el mismo, aunque no creo que supiera del todo el trabajo por el que los necesitaba en Phandalin, pero desistió en intentar saber mas, sabia que era complicado hablar de los misterios con Isildel (Isildel , cuando comentas eso, te da la sensación que el no sabe a que te refieres ...) .

- Bueno tranquilos, Grot - grito al tabernero -, trae una jarra de MI cerveza para Freyr y Ardrian, es un barril que me costo un ojo de la cara y Grot me lo tiene reservado para cuando vengo, jejeje, seguro que el también bebe de vez en cuando ... jejejeje - dijo mientras calmaba un poco a su primo.

- Tranquilo, no teneis que engañar a nadie, el trabajo primero es proteger el cargamento que os comente, tiene que llegar a Phandalin ya que es un negocio real, solo que yo lo aprovecharé para traeros a la ciudad sin que llameis demasiado la atención, o mas de la cuenta ..., Phandalin es una ciudad pequeña con poco aventureros, ya que no hay tanto dinero ni trabajo, como para atraer aventureros ... , y sí, cuando estemos alli y solucione un par de cosas podremos ir al meollo de la misión, así que tranquilos ...- intentó volver a sorber de su jarra pero ya estaba vacía, lo cual hizo mostrar el rostro cascarrabias más común de Gruter

Ve como sube Freyr su jarra para Brindar, y brinda con el , inmediatamente que deja la jarra en la mesa ... - tendreis que esperar aquíf  un tiempo, el carro vendrá con su caballo para tirar de el, pero ninguno para ustedes ... el camino mejor seria el único que hay, no creo que podais cruzar los bosques con el, sin embargo, puedes ver si hay mejores caminos Elowanher, si tu no lo encuentras es que no lo hay. - Gundren se levanta y se dirige hacia la puerta donde esperaba el caballero - he dado aviso de que estais aqui y traerán todo el carromato aqui con material para ustedes ... si quereis ir a comprar algo a la ciudad hay un mercado aqui al lado ..., yo me marcho ya amigos mios, nos vemos en unos dias en Phandalin ... - en ese momento abre la puerta y a través de ella podeis ver que esperan dos caballos con enseres y ensillados listos para salir, donde se suben Gundren y Sildar Hallwinter y salen disparados hacia la puerta sur de la ciudad.

Isilden asintió cuando confirmaron que la caravana saldría directamente desde la posada en unas horas. Ignoró las palabras del enano, maleducado y desagradablemente vociferante que se confirmó era pariente de Gundren, y se despidió con una sencilla inclinación de cabeza de los aventureros que habían sido arrastrados hasta allí por su viejo amigo.

Se levantó y se encaminó hacia la capilla local erigida en honor a Mystra. Debía consagrarse a su diosa en el último templo que pisaría en mucho tiempo. Necesitaba sentir el cosquilleo de la presencia de la eterna señora de la urdimbre, notar el calor de su abrazo etéreo, sentir su compañía.

Cuando llegó al templo se arrodilló ante el altar y inicio sus oraciones.

- Madre de toda magia, nuestra señora de los misterios te pido guía y consejo para nuestra sagrada misión. Pronto la mano del destino nos guiará hasta tu antiguo templo, pronto con la ayuda de los hados y mis compañeros junto a Gundren elegido de Tymora liberaremos tu enclave para devolver tu bendición y proteger el sagrado tapiz de la magia.

Tras varias horas rezando se levantó de nuevo y se dirigió hacia la posada del lirio marchito.