Partida Rol por web

Para Thalai el final de la refriega fue... abrupto. Sí, abrupto. No es que el efecto del conjuro de Isildel le hubiese sorprendido, pues según había explicado, su intención era dejar inconscientes a esos pielesverdes en cuanto tuviese oportunidad. Lo inesperado había sido que les había entrado sueño a todos y un extraño ataque de ira al viejales de Sir Hallwinter... ¡Menudo bofetón le había arreado el viejo! Ahora Thalai miraba al anciano con desconcierto, sintiéndose extrañamente despierto y lúcido.

-Menuda técnica tiene este anciano... Depurada durante años, quizás... Diría que me ha dado de canto y con efecto-, pensaba Thalai mientras se rascaba su patilla salvaje, ahora más despeinada que de costumbre por el sostrazo de Sildar.

El bárbaro se echó su enorme hacha al hombro, echó el brazo sobre el hombro a Freyr mientras reía para animarle y contempló la colección de cuerpos durmientes a su alrededor. Aquella cueva olía a victoria. Sufrida, pero victoria. Tras escuchar las palabras de Izmael, sonrió con cierta maldad.

-Será un placer... ¡Je!-. Y allá que fue el gigante a atar a todo bicho durmiente en aquella cueva. Nudos extrafuertes para ese osgo capitalista, claro está.

Se acercaba otro interrogatorio. Y ya se sabe que cuando Thalai Vaimei Laga estaba implicado en un interrogatorio, la gente muere...

VIOLENTAMENTE.

Nunca una bofetada había sentado mejor al enano que la que le propinó el canoso caballero antes de caer dormido, ¡qué fortaleza!

Afortunadamente, el combate había terminado. Freyr estaba sin fuerzas y en cuanto Thalai se apartó para ir a atar a los enemigos se dejo caer al suelo. Pasó callado unos segundo y poco a poco fue comenzando a reír, aumentando paulativamente la sonoridad de su risa. Esto es lo que siempre había querido, sentir la emoción de un combate real, luchar codo con codo con grandes guerreros. Había estado a punto de morir, pero aún así se sentía bien, la adrenalina le embargaba y ni se planteaba volver a la fragua dijera lo que dijera su padre.

¡Ha sido un gran combate compañeros! Dijo el enano mas relajado mirando fijamente el techo de la caverna. Creo que necesito unas horas de descanso y también me vendrían bien unas cuantas de tus vendas amigo Izmael. Freyr se quedó tumbado, no tenía fuerzas para mucho más. Tenían al Osgo y con ello la información que necesitaban, pero si no recuperaban fuerzas poco podrían hacer.

Conseguis atar a los goblin y a Klarg sin mucho problema, siguen profundamente dormidos asi como Sildar el cual esta completamente frito sin darse cuenta de nada de lo que ocurre, pero con una grata sonrisa en su rostro. Los 4 enemigos estan situados cerca del fuego, para iluminarlos adecuadamente, y una vez listo solo falta despertarlo, y revisar el resto de la estancia en detalle.

¿Habían salido mal los cálculos? La intención del hechizo era dormir a Klarg y tal vez un goblin más, pero en su lugar había dormido a todos sus enemigos y a algunos aliados.
- Es voluntad de la Diosa- susurró para sí aceptando los hechos como propios de su destino.
Estaba claro que todos necesitaban descansar, pero el elfo ardía por dentro por la incertidumbre: ¿Dónde estaba el Enano? ¿Era la mina que buscaban el lugar que le atormentaba en sueños?

Estaba nervioso, no quería ser él el que iniciara el interrogatorio por miedo a no obtener las respuestas. Observó al resto del grupo: Maese Freyr estaba demasiado agotado. Kendra Pelofuego estaba entretenida registrando la cueva. El Portador del Alba estaba herido y, con todo, se ocupaba de las heridas de sus compañeros. Y Thalai… ese adorador de demonios había acabado abruptamente con el último interrogatorio sin éxito alguno. Isildel negó con la cabeza para sí con resignación: si quería respuestas tendría que obtenerlas él. Se acercó al Osgo y lo contempló en silencio. Estaba claro que seguía dormido. Comprobó las cuerdas en silencio y le registró para despojarlo de bienes y armas, dejando lo encontrado frente a él para que supiera desde el principio que no tenía nada afilado a mano y que sus bienes estaban en posesión de sus enemigos. Satisfecho con el trabajo, se remangó las mangas lentamente mientras pensaba en la mejor forma de tratar con la criatura...

Y lo cierto era que no tenía ni idea. Se había criado alejado de este tipo de criaturas y, de no ser por sus visiones funestas, jamás habría abandonado el monasterio. Así que se abandonó a los designios de La Dama de los Misterios y comenzó el interrogatorio. El primer paso era preparar los materiales que pudiera necesitar, así que buscó un recipiente ancho, lo llenó de agua y lo dejó con esfuerzo cerca de los prisioneros. Colocó cerca clavos y otros objetos pequeños y punzantes, un par de rocas tamaño "mano llena" y más cuerda. No sabía muy bien si tendría que utilizar todo ser pero mejor ser prevenido y, además, era lo que utilizaban en los libros que había leído en el pasado. Después debía despertar a la criatura y, tras pensarlo un momento, decidió que lo mejor sería un tratamiento de choque.

¡¡¡PLAAF!!!

¡¡PLAf!!
¡Plaf!
Plaf…

La ostia sonó con eco en toda la cueva. La mano del elfo le zumbaba de dentro a fuera por el tremendo impacto y se preguntó si sería eso lo que se siente al abofetear a alguien. ¿Habría bastado para despertar al Osgo? Esperaba que sí o su mano no soportaría un segundo intento…

El golpe sonó por toda la cueva, pero fue más sonido que otra cosa, en el momento del bofeton, apenas afecto al osgo, estaba claro que la fuerza no era el fuerte de Isildel, pero la magia si. Sin embargo el tiempo del conjuro se estaba acabando, y tras 10 segundos de la bofetada, tanto Sildar como Klarg y los goblin se fueron despertando lentamente.

Nada mas recuperar la conciencia los ojos de Klarg se inyectaron en sangre y comenzó a luchar para arrancar las cuerdas de sus piernas y brazos, pero Thalai  se habia preocupado de que fueran fuerte y resistentes ...

- HAAAAAAA COMO OS ATREVEIS A ATAR AL GRAN KLARGGGGGG SEÑOR DEL BOSQUE, MARISCAL DE LA HORDA, AMO DE LOS PIELES VERDES .... - grita lleno de rabia soltando un fetido olor de podedumbre y carne quemada de su boca.

-Buena bofetada, Isildel. Pero resuenan mejor así...-. Thalai inspiró. Expiró. Extendió la palma de su colosal mano, la ladeó ligeramente para que aprovechase las corrientes de viento que iba a generar con el descenso, alzó su poderoso brazo negro como azabache y dejó caer en picado la manaza cual ave rapaz sobre la mejilla de Klarg.

Aquello no fue una bofetada. Fue más bien el restallar de un mar embravecido por la tormenta.

Qué sostrazo. Qué tremendo leñazo.

Thalai se había dejado llevar por su vocación docente con su colega elfo y no se percató de que el osgo ya estaba despierto. Pero eso no le quitó ni un ápice de epicidad al zurriagazo del gigante.

-Feo hijo de una hiena, muestra respeto y contesta las preguntas del elfo, o te aseguro que mi hacha empezará por los dedos de tus pies y seguirá subiendo hasta encontrarse con tu cuello-, dijo Thalai con un gruñido animal. -Dirígete a él con el título de señor de ahora en adelante. Si no fuera por él, créeme, tu cráneo me serviría ahora mismo de yelmo...-. Los ojos rojos del bárbaro emitían un brillo singular. Miró de soslayo a Isildel y asintió, como indicándole que ya había advertido al osgo de los riesgos de no contestar de forma satisfactoria al interrogatorio.

Thalai, desde luego, deseaba que el osgo se resistiese. Tenía unas ganas indescriptibles de hacerle daño por todo el sufrimiento que les había hecho pasar al grupo en aquella cueva y, en particular, a Freyr.

Isildel observó a Thalai y deseó con todas sus fuerzas que la bofetada no le arrancara la cabeza al osgo. Por suerte, cuando abrió los ojos aún seguía vivo, aunque visiblemente mareado. Deía apresurarse o lo perderían:
- Muy bien. La pregunta será muy sencilla, señor caudillo osgo: ¿Dónde está el enano que acompañaba a ese anciano de allí?- preguntó señalando a Sildar.

Obviamente sabía que la voluntad del Osgo sería tan grande como su ego y que le costaría hacerle hablar. Estaba preparado para hacer lo que fuera necesario para convencerlo de que hablara aunque esperaba poder obtener la información por las buenas…

Tras la bofetada de Thalai, trozos de carne de la cara quemada por el ácido saltaron por todos lados , y vamboleo la cabeza del Osgo, pero se recupero rapidamente.

- PEGAS COMO UNA SUCIA ELFA MANCA, ... NO SOIS NADIE CAPAZ DE HACER DAÑO AL GRAN SEÑOR KLARGGG , SOLTAR A GRAN KLARG INMEDIATAMENTE Y OS MATARA A TODOS ... - dice mirando con desprecio a Thalai.

A pesar de que seguro que el golpe le debio de doler algo, hace como si no hubiera nada y sus movimientos y demas lo demuestran, ojos inyectados en sangre y la boca babeante de rabia

-Feo hijo de una hiena, muestra respeto y contesta las preguntas del elfo, o te aseguro que mi hacha empezará por los dedos de tus pies y seguirá subiendo hasta encontrarse con tu cuello-, dijo Thalai con un gruñido animal. -Dirígete a él con el título de señor de ahora en adelante. Si no fuera por él, créeme, tu cráneo me serviría ahora mismo de yelmo...-

- CREES QUE PUEDES ASUSTAR A EL KLARGGGG . JAJAJAJA, EL FEO ERES TU AQUI, TE HAS VISTO ESA GETA ... EL GRAN KLARG ES LA ENVIDIA DEL BOSQUE ... POR ESO ES SU AMO Y SEÑOR JAJAJAJA - despues de estas palabras escupe a Isildel en forma de desafío.

 Muy bien. La pregunta será muy sencilla, señor caudillo osgo: ¿Dónde está el enano que acompañaba a ese anciano de allí?

- JAJAJAJA EL GRAN SEÑOR KLARG LO MATO JAJAJA Y SE LO COMIO ... ESTABA DELICIOSO .... ALGO DURO - 

Uno de los goblin te llama, parece que desea decirte algo sin que el resto lo escuche, y comienza a hablarte en voz baja para que Klarg no lo escuche.

- Klarg miente ... enano a salvo, yo saber mucha informacion ... si matais a ese loco yo contar todo lo que se ... eso ser bueno para ustedes pues intentará seguir matando gente, y bueno nozotros, no pegarnos ni someternos mas ... - 

Ayudé a Thalai a atar a los goblins. Después fui uno por uno mirando sus heridas y tratándolas como buenamente podía. Al terminar me di una vuelta por la cueva para regustrarla, mientras que Isildel y Thalai interrogaban a Klarg. Un sonido me hizo girarme...

Me acerqué al goblin y escuché atentamente lo que me decía. Me agaché y me puse de cuclillas.

-"Creo que no comprendes bien la situación. Ya estáis todos muertos... a menos que nos digáis lo que queramos. Si me dices la verdad y me lo cuentas todo, te prometo que te soltaré y podrás salir de aquí con vida. Miénteme y mis amigos no tendrán piedad contigo. Empieza a hablar".

- Yo jurar decir la verdad ... lo juro ... solo matra a ese loco de KLARGG ... el enano esta vivo ... vivo lo mandamos al castillo, castillo Bocapeñasco ... si alli lo llevaron , lo juro yo se cosas, pero dejarme libre y matar a ese loco ... sino nos matara el ... - el goblin parece susurrarlo, pero lo escuchais todos.

Thalai encara al goblin insurrecto mientras se rasca el mentón. Al parecer, el osgo estaba cosechando la semilla de la insurrección en sus huestes. El bárbaro se acuclilla ante el goblin con gesto severo.

-Dinos dónde está el castillo y te dejaremos libre. Tienes mi palabra. Pero más te vale no mentirme, bichito. Porque cuando me mienten, las cosas tienden a romperse... Y no de forma pacífica, ¿entiendes lo que digo?-. Thalai agarró una piedra y apretó con su manaza hasta que el pedrusco crujió. Fue un crujido muy expresivo. Retórico, que dirían algunos.

-Va. Habla. ¿Dónde está ese castillo? ¿Por qué queríais al enano? Si nos dices algo útil, te dejaré meterle el dedo en el ojo al osgo, te lo juro por Rauatai-.

- Matar al loco de Klarg y os contare todo lo que se ... sino nos matara a todos, esta loco.... - dice entre asustado y preocupado de que Klarg pudiera quedar libre de nuevo.

- ASQUEROSAS CRIATURAS, ya sabia de vuestra traicion al gran Klarg, al señor de estas tierras ... cuando se libere Klarg de las ataduras os ajusticiare como es debido ... - Klarg comienzo a intentar soltarse de las cuerdas, esta rabioso y sus ojos estan inyectados en sangre, babeando y retorciendose

Thalai negó con la cabeza, suspiró mientras se acariciaba el lóbulo de la oreja y cogió su gran hacha.

-Si me disculpas...-, dijo dando una suave palmadita al goblin en la testa. Caminó unos pasos hasta Klarg con su rostro sólo iluminado por el baile de las llamas que provenían de la hoguera que el osgo tenía en su cueva. Poco a poco, una sonrisa siniestra se dibujó en los labios del gigante.

-Bueno, osgo, hemos sido clementes. ¡Qué demonios! He dejado que te interrogue mi amigo elfo, el tipo más educado y almidonado que conozco. ¡Hasta ha sido cortés dándote la bofetada! ¿Y qué has hecho tú? Ladrarle, escupirle y maldecirle. Has insinuado que te comiste al viejo Gundren, algo que su primo Freyr, aquí presente, habría considerado suficiente para abrirte el cráneo. Por cierto, casi matas a Freyr, que, curiosamente, también resulta ser mi amigo. Y por si todo esto fuera poco, has azuzado a tus súbditos, que mucho cariño no te tienen, está visto, contra mi camarada politeísta y mi alocada mediana pelirroja. Hummm... No sé. Creo que deberías evaluar mejor tu situación... Pero verás, resulta que antes has dicho algo que me ha hecho pensar...-. Thalai apoyó el cabezal de su temible hacha en su hombro y cerró su mano libre en torno a uno de los muchos dientes que pendían de su colgante tribal. -Has dicho que eres Rey... Hmpf... Un osgo con ínfulas... Lo que hay que ver. Así pues... Te daré el trato que mereces-.

Thalai descargó un repentino y brutal golpe con la pesada hoja en la frente de Klarg.

-Larga...-.

El segundo golpe emitió un crujido aterrador, la sangre barbotando en todas direcciones.

-Vida...-.

El tercero casi desgajó la cabeza del cuello, dejándola colgar en un ángulo grotesco.

-Al Rey...-.

El último tajo fue seguido de un golpe seco contra el suelo de la caverna cuando la cabeza del osgo fue a parar, rodando, contra los pies de Isildel.

Thalai inspiró lentamente. Musitó algo que pareció sonar a "Rauatai está orgullosa", aunque podría también ser "Rauatai es mi diosa". Rauatai estaba implicada, qué duda cabía. Los músculos de su espalda se relajaron tras el potentísimo golpe final. El bárbaro caminó hasta su compañero elfo y cogió la cabeza de Klarg con total indiferencia, sin preocuparse de causar un paro cardíaco a sus compañeros. Le arrancó un colmillo con un rápido y brusco movimiento y la colocó con poca ceremonia junto al goblin tembloroso.

-¿Por dónde íbamos...? Ah, sí. "Matad a Klarg y os contaré todo lo que sé..."-. Thalai soltó una risotada. -Tu turno, bichito-. No pudo evitar girarse al grupo con una mirada traviesa y encogerse de hombros.

Lo siento, no he podido resistirme, parecía querer decir.

Kendra se había quedado estupefacta de ver cómo el sueño se había ido apoderando de sus enemigos... ¡y por poco de algunos de sus amigos! Con inquietud se había acercado a Thalai y a Freyr para asegurarse de que no se dormían. Como si de una matasanos se tratara se había encaramado sobre él para abrir el ojo del gigante con los dedos antes de que el anciano Sildar les soltara un sopapo de proporciones considerables y la mar de efectivo. 

Estaba la pelirroja registrando la cueva en busca de alguna pista cuando vio al elfo acercase a Klarg a soltarle un guantazo que iba en contra de su naturaleza un tanto estirada. Kendra se acercó con rapidez para enterarse de lo que se estaba cociendo... Desde luego parecía que le había dolido más al elfo que al osgo, aunque pareció surtir efecto ya que el osgo se despertó. El muy bellaco terminó de espabilarse con el sostrazo con efecto de su gigante favorito. 

PEGAS COMO UNA SUCIA ELFA MANCA, ... NO SOIS NADIE CAPAZ DE HACER DAÑO AL GRAN SEÑOR KLARGGG , SOLTAR A GRAN KLARG INMEDIATAMENTE Y OS MATARA A TODOS ...

Kendra frunce el ceño sin comprender la lógica del osgo... - Thalai, creo que el golpe que le has dado lo ha dejado más idiota de lo que ya era... No es una razón nada convincente para soltarle... - comenta la mediana rascándose el pelo en clara pose de desconcierto, aunque su gesto se tensa ante la mención de la muerte de Gundren. Sin embargo, pronto uno de sus secuaces desmiente a su jefe a cambio de que lo matemos. Petición que Thalai atiende puntualmente y de forma brutal. La mandíbula de Kendra se afloja y se queda con la boca abierta mirando al gigante que, con tres brutales golpes, ha acabado con la vida del caudillo osgo. Con cara de asco la mediana se acerca a Thalai y al goblin un tanto asustada ante semejante demostración de fuerza, pero con decisión. ¡Más te vale hablar, verdoso! ¡Queremos saber dónde está el castillo o aquí, mi amigo, te arrancará los brazos y te pegará con ellos hasta que confieses!

Isildel estaba preparado para un interrogatorio largo. Había leído sobre ellos en alguna parte. Sabía que el Osgo intentaría resistirse, lanzaría bravuconadas, insultaría e incluso escupiría a sus captores (como así fue). El plan era muy sencillo: Primero probar por las buenas, ofreciendo la posibilidad de hablar. Segundo probar atacando al ego o al orgullo, haciendo que sintiera que no podría dejar que sus captores acabaran con su reputación. Por último, si todo lo demás fallaba, estaba la tortura. El escrupuloso mago elfo no estaba a favor de ésta última opción, pero lo que estaba en juego podría llegar a justificar ciertas acciones. En el fondo, sin embargo, Isildel estaba dispuesto a negociar la vida del prisionero a cambio de la información que necesitaba…

Pero la escasa preparación del elfo para el mundo fuera del monasterio no fue suficiente para soportar el asco que le produjo la matanza del caudillo. Como si de un sueño a cámara lenta se tratara, observó anonadado cómo se elevaba una y otra vez el hacha del bárbaro quien, ofreciendo el alma de Klarg a su demoníaco señor, destrozaba con cada golpe el cuerpo de su víctima hasta que su cabeza llegó rodando a los piés del mago. Aguantando las ganas de vomitar por unos segundos de puro milagro, el elfo se giró y anduvo unos pasos antes de dejar que su cuerpo se pusiera del revés mientras echaba hasta la última papilla, quedando fuera de juego durante los minutos siguientes mientras intentaba recomponerse.

Los gonlin miran asombrados asi como excitados como el gran osgo es decapitado y lanzado su cabeza a los piel del elfo ...

- SIIII ese maldito Klarg esta muerto ... os contare todo lo que se ... no saber donde estar castillo pero sabemos cosas importantes ... sabemos muchas cosas , JIJIJI ... -

Los goblin cuchichean en trasgoide ( nada interesante si alguno sabe trasgoide) para despues comenzar a hablar con una mezcla de felicidad y miedo.

- Klarg era el lider de la cueva, el enviado por el Rey Grol, Klarg estaba loco por eso mandar aqui, para secuestrar a un enano llamado Gundren por orden de la Araña Negra, nosotros no saber quien ser pero si pagar por secuestro, llevado a castillo Bocapeñasco, donde estar Grol ..., estar por el norte, pero no saber donde ... nosotros no saber donde esta, pero enano vivo, La Araña negra lo queria vivo, junto con todo lo que portara ..., asi que amigo por el momento seguro. - el goblin mira a los aventureros, como intentando recordar si hay algo mas que pudiera interesarles.

El interrogatorio lo empezó Isildel, aunque sin mucho éxito. Cuando me habló el goblin por segunda vez, todos le escucharon y Thalai 'el guillotinas' se acercó a él. Sin previo aviso, se fue a por Klarg y de tres severos hachazos, le rebanó la pesada cabeza.

-Adiós a la información...

Con una sonrisa en su cara, volvió para hablar con el goblin. El cuál no dio más información de la que ya sabíamos.