Partida Rol por web

Los goblin gritan y se lanzan contra ustedes, estaban en superioridad en principio y saber que estaban alli, les habia preparado para la batalla, asi que se lanzaron con furia y rabia. Dos de ellos muerieron ante de poder si solo moverse, el enorme humano habia destrozado a uno, y el otro debilitado por el humano con armadura y con una llamarada de fuego, habia caido algo chamuscado, sin embargo el extasis de la batalla hizo que los goblin no se preocuparan por aquello pasando por encima de sus compañeros y atacandolos a todos.

Los goblin se movian de manera caotica y revuelta, saltavan entre ellos, se cruzaban entre ellos, asi que atacaban de forma alocada a los guerreros que podian ver ...

Dos de ellos ataco a Thalai, uno clavo su cimitarra en uno de sus muslos, mientras que el otro trastravillo y impacto en las proteccion del enorme guerrero

El Clerigo solo recibio un ataque, el cual desvio sin mucha ficicultad con su escudo.

Y el enano recibio dos ataques, habia atacado a su lider y no escaparia de rositas ... , pero su ira contra el en vez de darles fuerza hizo que tropezaran a ir por el y ni siquiera fueran una amenaza para el acorazado enano ...

Tras dar cada golpe las escurridizas criaturas se movian si parar y se separaron de los guerreros, alejandose de los filos de sus armas ...

Kendra, estaba escondido detras de sus compañeros y el elfo, demasiado alejado para el filo de sus cimitarras

Sildar esta en el suelo, parece que el charco de sangre es mas grande debajo de su cabeza, y esta inconsciente, aunque aun parece que se mueve algo ..., sigue vivo pero a duras penas.

Thalai siente el mordisco del acero en su muslo y destina un segundo a ver la sangre manar de la herida. Luego mira al goblin con su aserrada sonrisa y empieza a carcajearse como un maníaco mientras palpa la herida y se lame la sangre mirando al pielverde con absoluta indiferencia al dolor.

-¿ESTO? ¿¡ESTO!? ¡ESTO ES UNA MIERDAAAAA!-. El gigante carga un tremendo golpe regocijándose en el pensamiento de cómo va a quedar el piel verde cuando su hacha impacte contra su cráneo. Eso hace que el golpe sea algo más lento de lo habitual... Y el goblinoide logra apartarse a tiempo de recibir un golpe que a buen seguro le habría partido por la mitad. Thalai nota cómo ha pegado con tantas ganas que el hacha se ha hendido en la roca.

¡LA MALDICIÓN DE SER TAN FUERTE!

Tras librarse de los ataques de los saltarines goblin y que estos retrocedieran con una gran habilidad, el enano volvió a clavar su enfadada mirada en el líder. El muy cobarde no se unía al combate, si no que se iba a dedicar a huir y dispararle para vengarse.

¡COBARDE! La cueva retumbo del grito. Baja aquí y lucha junto a los tuyos pedazo de sabandija. ¿crees que puedes acabar conmigo con esas flechas de juguete. Freyr bajo el tono, pero lo mantuvo lo suficientemente alto para que lo oyera Yemmik y todos sus subordinados. A lo mejor al sentir la cobardía de su líder se replanteaban el luchar por él.

La mano derecha del barbudo volvió a soltar el martillo y se dirigió de nuevo a su espalda para coger su otra hacha. Era su última oportunidad de acabar con él a distancia y tenía que aprovecharla. No te lo voy a volver a preguntar. Le dijo mientras armaba el brazo. ¡¿Dónde está el enano?! Junto con la pregunta el hacha salió disparada hacia la comadreja que se resguardaba en lo alto.

Gracias a la magia de Isildel logré acabar con el trasgo que me había salido al paso, el cuál cayó a mis pies golpeado y quemado. Avancé hacia mi siguiente victima, consciente de que debía llegar lo antes posible hasta el caballero para poder ayudarlo, ya que se desangraba en el suelo con una fea herida en la cabeza. De reojo vi como Thalai erraba estrepitosamente en su intento de partir por la mitad a su contrincante, esperaba que no le hirieran por tener la guardia baja. Por detrás mía oía la poderosa voz del enano. Con mi escudo protegiéndome el flanco izquierdo, levanté la maza y descargué un buen golpe en mi nuevo adversario.

Durante un segundo, Isildel sintió como si hubiera despertado de un sueño profundo, cosa curiosa porque en realidad no estaba dormido.
Un rápido vistazo a la gruta le bastó para comprender que el éxito de su misión pasaba por interrogar a Yemmik (hasta pensar en ese nombre le daba arcadas), lo cuál ya se había probado infructuoso, o por interrogar a Sir Sildar, ahora inconsciente y a las puertas de la muerte. Sin embargo, solo unos goblins separaban al caballero de la salvación bajo la forma de un siervo del Alba.

Así pues, el rumbo de acción estaba claro. Aferró fuertemente su cayado y, extendiendo la otra mano hacia los goblins exclamó:
-Quema su piel, disuelve su vida y acaba con la amenaza. ¡Salpicadura ácida!

HIPNOTIZADA

Kendra comenzó a cargar la ballesta para tirar de nuevo un virotazo a el goblin malo que tiro al pobre de Sildar, sin embargo mientras colocaba el virote comenzo a pensar ... sobre ... el Vecino ... quien es el vecino?? o el vecino del aventurero?? ... por alguna extraña razn su mente comenzo a darle vuelta sobre su disertacion, quedando algo paralizada mientras llega a conclusiones de que el vecino del Heroe era su vecino ... no?? ... perdiendo toda oportunidad de atacar a los goblins

Yemmin, esquiva con facilidad el hacha de Freyr, y vuelve a gritar de forma estridente

- GURRRR SALLLLLAAAAARRRRR-

Comienza a correr como loco, y con una agilidad propia de un goblin baja de saliente y sigue huyendo de los heroes, pasando justo por el lado de Kendra que seguía filosofando sobre los Heroes y sus Vecinos ... 

El enorme y negro bárbaro lanza un duro y poderoso ataque, pero fallando estrepitosamente, estrellandolo en el suelo, bajo la mirada del goblin que incluso se asustó al pensar que podría hacerle si le hubiera impactado.

Por otro lado, Izmael enarbola su maza en nombre de su dios, y esta vez bajo su poder un goblin cayó muerto.

Y Isildel vuelve en si, como si su cuerpo estuviera invadido por un nuevo espíritu con fuerzas renovadas, y sabe que sus compañeros estarían perdido sin su ayuda ... así que , con decisión avanza en dirección a sus amigos, y con poderosa voz salpica ácido contra los goblins, lo cual los goblin no esperaban y reciben sin poder hacer nada, y aunque doloridos siguen vivos.

Tras recibir el daño y el movimiento de los heroes, Yemmin grita y todos los goblin entran en éstasis o algo asi y comienzan a correr .. parecen que huyen ... o buscan apoyo, quien sabe, pero si que con su gran agilidad consiguen que no podáis atacarle en su huida y pasando junto a Kendra aun meditando sobre Vecinos ... o eran Heroes ..., pero aprovechando para atacaros durante su huida ...

Un goblin salta con ira en su huida y ataca a Thalai, pero el poderosos brazo del enorme bárbaro fue suficiente como para retirarlo, para no hacerle daño, pero no para evitar que continuara su huida.

Otro ataco al clérigo, había atacado y acabado con su primo, y lanzo un espadazo tambien para ver si conseguía dejarlo cojo o descabezado lo que pudiera, y pasando por debajo de sus piernas consigue golpear su pierna, pasando al otro lado de forma muy ágil.

El 3 fue directo al que parecía más débil, al Mago, que habia hecho un agujero en su cara preferida, la suya, pero Isildel ya se imaginaba ser víctima de esas escurridas criaturas y con una gracia propia de un elfo esquivo a la criatura en su loca huida.

El ultimo fue por el enano que habia insultado a su jefe, pero estaba demasiado acorazado como para que el goblin pudiera hacer nada con la prisa que tenía.

Los goblin pasaron de Kendra, no solo la veian como el mejor camino para salir de alli, sino que parecía pensando ... algo que los goblin no comprendian, pero bueno, si pensaba no seria peligrosa, no?

Sildar sigue sangrando profusamente, ahora casi ni se mueve, esta perdiendo mucha sangre ..., esta muy mal, si sigue asi morirá en breve, sin ninguna duda.

No nos habían durado mucho los enclenques goblins, aunque uno de ellos me había herido. Rápidamente avancé hacia Silvar y me agaché a su lado. Me quité la mochila y saqué algunas vendas limpias. Mientras hacía esto, empecé a salmodiar una oración hacia Lathánder, rogándole me diera fuerzas para salvar la vida de uno de sus hijos. Agarré mi medallón con una mano y la otra la apoyé en su pecho. Una brillante luz dorada emergió del símbolo sagrado y se propagó por mi cuerpo hasta alcanzar el suyo. Silvar empezó a respirar pausadamente. Le había arrebatado a la Muerte un alma. Cogí las vendas y comencé a vendarle las heridas.

La pequeña Kendra no podía dejar de pensar en el vecino del aventurero, frustrada por no poder darle forma a una idea que rondaba su cabeza. Los aventureros también eran vecinos y estaba segura de tener algún vecino aventurero. Es decir, que un vecino y un aventurero podrían ser la misma cosa, aunque el aventurero necesitaba el apoyo del vecino y el vecino del aventurero para ser alcalde... Estaba segura de que habría sido un discurso genial... Con una flecha en una mano y el arco en la otra preparado para disparar se quedó lo que a ella le pareció tan solo un instante pensativa. Sin embargo, cuando se quiso dar cuenta una masa verde goblin pasó corriendo junto a ella mientras le hacían gestos y burlas. Algunos de ellos obscenos. Aquello la sumió en una profunda confusión... Pero ¿a dónde vais? ¡¡No huyáis, cobardes!!- gritó Kendra con gesto de fastidio. Como si saliera de un sueño, la mediana apuntó con su flecha a los goblins que huían y disparó con la esperanza de herir a alguno de ellos para frenarle y poder interrogarle... Tal vez alguno sepa algo de Gundren...

Izmael, consigues estabilizarle, ya no sangra, pero si que esta inconsciente, esta muy mal herido , asi que necesita un tiempo para descansar y recuperar algo de fuerzas. ( Esta a 0 de Vida, pero ya no va a morir), esta como dormido, descansando.

A primera vista ves algunas heridas que tratas con cierta rapidez, pero nada grave, le vendas y curas apropiadamente.

Cuando entendió sus intenciones , el enano intentó alcanzar a Yemmik, pero ya era inútil. ¡Ven aquí bastardo! Gritó. Estaba furioso y la cueva volvió a retumbar con su grito.

Pero a pesar de que Yemmik había escapado, su ira la iba a recibir una de sus sucias y saltarinas sabandijas. Freyr alzó el martillo y lo dejó caer con todas sus fuerzas sobre uno de los pielesverdes que le rodeaban. ¡Muere por su culpa bastardo! Dijo el enano refiriéndose a su líder.

Freyr seguía preocupado por su primo y a ello se sumaba su preocupación por el motivo por el que de repente los goblin estaban huyendo. Al menos tenían a Sildar.

Los goblins emprendieron una huida sin ningún orden y, en sus primitivas mentes, creyeron que pillarían por sorpresa al discípulo de Mystra. Sin embargo, Isildel estaba preparado y con un hábil giro de su cuerpo interpuso el bastón de la luna ante el ataque. A continuación, aprovechó el movimiento que había iniciado para blandir la parte iluminada del bastón ante los ojos de la criatura, la cual los cerró durante un momento para evitar quedar deslumbrado. Ese instante fue suficiente para Isildel que, con un rápido salto atrás, se alejó del alcance del arma de su oponente para evitar represalias.
A continuación, ya fuera de peligro inminente, se dirigió a las escaleras de piedra sin perder de vista a los pieles verdes pues, si bien parecía que estaban huyendo, no podía descartar que se cerniera sobre ellos otra amenaza.
- ¿Podrá hablar?- preguntó escuetamente a Izmael en referencia a Sir Hallwinter, sin dejar de escrutar la oscuridad de la cueva más allá de su luz en busca de una nueva amenaza…

Con un bramido, Thalai extrajo la hoja de su gran hacha de la roca sólo para contemplar a los pieles verdes batirse en retirada.

-¡¿A DÓNDE HUÍS, RATAS?! ¡ES HORA DE MORIIIIIIIIIR!-. El bárbaro descargó un potente golpe contra el último goblin que ponía pies en polvorosa, pero el muy artero tenía buena zancada y esquivó la acometida del gigante negro, que maldijo los Nueve Infiernos por su falta de precisión.

Con su enorme cuerpo en tensión y aún con una mueca fiera y desencajada en el rostro, Thalai cubrió a Isildel y a Izmael por si los pielesverdes decidían volver a por más... Aunque visto lo visto, parecía que habían tenido suficiente.

-¡Izmael! ¡El viejo! ¿Le hemos perdido?-.

Los goblin siguen corriendo y saltando en su caótica huida, sin embargo son muy ágiles y no solo consiguen evitar qiue le ataqueis en su huida, sino que ademas evitan los ataques que realizais.

Los goblins corren y desaparecen de vuestra vista, pasando de los chillidos y desagradables gritos de los goblins, al sonido del riachuelo que se escucha en toda la cueva.

Solo queda Sildar tirado en el frio suelo respirando con dificultad, pero estable junto a Izmael

Thalai rebusca entre los cadáveres goblins y en la cueva por si encuentra algo de utilidad. Le hubiera gustado cazar a esa rata de Yemmik, pero el viejales parecía más importante. Sobre todo, teniendo en cuenta que era el guardaespaldas de Gundren y que podía saber algo de utilidad sobre su paradero.

-Deberíamos ponernos en marcha, muchachos. Hay que sacar a ese hombre de aquí y largarnos rumbo a Phandalin. No me fío de los pielesverdes. Conocen mejor esta cueva y podrían tendernos una emboscada. No tenemos tiempo que perder. Ese hombre no parece estar en condiciones de caminar. Yo cargaré con él-. Se golpeó el pecho con la resolución a la que tenía ya acostumbrada al grupo. -¡Freyr! ¡Guíanos! ¡Salgamos de aquí! ¡Ya tenemos lo que queremos!-.

El gigante cogió a Sildar como si fuera un saco de patatas y se lo echó al hombro con pasmosa facilidad. Según se disponía para avanzar, se quedó mirando un instante a Isildel, sus ojos rojos congelados en un gesto indescifrable.

-Tú...-. La voz sonó oscura, casi siniestra.

-Tú...-. Le señaló con un dedo mientras se acercaba mucho al mago, casi pegándose nariz con nariz.

-¡TÚ ERES BUENO! ¡SÍIIIIII! ¡JAAAAJAJAJAJAA!-. Thalai le soltó un par de sus ya icónicas caricias en forma de suaves guantazos en la mejilla que resonaron con un tremendo eco en aquella gruta. -¡Jamás vi a un elfo soltar tanto azufre! ¡Rauatai me lleve, que no lo vi! ¡JAAAAJAJAJAAAAA!-. Por suerte, Thalai sabía controlar su fuerza.

La mayoría de las veces, al menos.

Cuando ves como el barbaro coje a Sildar, ves que moverlo podria ser peligroso, empeorar su estado o incluso abrir sus heridas ... con 1 hora de descanso, alguna poción o una curación aunque fuera pequeña permitiría a Sildar volver a estar consciente ...