Partida Rol por web

Vale, las clases de Grandpa no me han servido de nada. Me he hecho un lío y no he conseguido aclarar nada del funcionamiento mecánico de este invento, pero no soy quien soy ni he llegado donde he llegado por rendirme fácilmente. Así que sigo intentándolo porque estoy convencido de que esto tiene que llevar a algún lado, a alguna estúpida pista que aclare el gran misterio. O no. Así que continúo probando con lo segundo que puedo intentar, el sistema eléctrico: intento reconectar los cables cortados y revisar todo el sistema para hacer funcionar el dichoso pedal de las narices. De fondo, escucho los comentarios de mi compañero, el profesor Ezequiel.

-¿Pudo clavarse a sí mismo a la columna?- ya puestos a conjeturar autolesiones y enfermedades mentales... el suicidio violento podría ser uno. Aunque claro, si eso fuera así, ¿qué te puede conducir a clavarte una lanza de ese calibre en el pecho? Algo malo, MUY MALO. Pero, ¿no estamos aquí justamente por esa posibilidad?

"Pronto podremos hacernos unas tarjetas que pongan "detectives de lo macabro y lo oculto", con los tiempos que corren, hasta sacaríamos más dinero a la clase alta con eso que haciendo mil excavaciones...", pienso para mis adentros.

Averiguas que accionar el pedal envía una señal eléctrica a través de un cable, el cual se pierde bajo el suelo entre diversos engranajes. Sin embargo, sí logras escuchar un leve silbido proveniente del mecanismo. Es imposible para ti averiguar más sin desmontar parte del suelo para acceder al mecanismo y sin conocimientos de cerrajería suficientes.

Negué con la cabeza a las palabras de Leroy mientras seguía inspeccionando la estatua.

- No recuerdo a Addison como alguien con tendencias suicidas, y además... Demasiada fuerza y voluntad se necesitan, no ya para clavarse una jabalina auno mismo, si no para atravesarse y clavarse a la columna que hay detrás. No.

Tus conocimientos en cerrajería te permiten examinar el dispositivo con mayor profundidad que el resto de tus compañeros, así que te pones a ello deseando que no te pregunten cómo has obtenido "dichas artes". En fin, es hora de arrodillarse en el suelo...

Una serie de engranajes y poleas mantienen sujeto el brazo del indio en tensión. Pisar el pedal envía una señal eléctrica que activa una pequeña hoja. La hoja corta los cables interiores, generando fuerza suficiente para propulsar la jabalina por la habitación a gran velocidad. Volver a reparar el dispositivo llevaría mucho tiempo, así que te parece que se diseñó para ser usado una sola vez. El mecanismo del interior del dispositivo es muy nuevo, aunque algunas de sus partes tienen varios años.

Aunque me aplico en mis conocimientos de electricidad, este sistema es demasiado complejo para mí, está claro. Aunque sigo con la vista, a través del suelo todo el recorrido, necesitaría levantar todo el suelo para saber realmente lo que está pasando ahí debajo... y me da que la familia no va a permitir nada de eso así que con las ganas me quedo. Escucho la respuesta de Irina, que, aunque no sea experta en esas cosas, bueno, supongo que su respuesta no carece de razonamiento y coherencia, aunque yo no descartaría la desesperación como móvil para suicidarse, sinceramente.

-Bueno, la desesperación puede empujar a las personas a límites insospechados, no es algo que no hayamos visto anteriormente...- respondo a su comentario -Pero sí, no veo motivos aparentes tampoco para que se suicidara y menos autolesionarse, aunque sólo la propia persona sabe lo que hay ahí dentro...- añado mientras apunto a mi cabeza, como señalando al cerebro.

¿Qué queda más por mirar aquí dentro? Se nos escapa algo, pero qué...

La hermana levanta la jabalina y la observa con detenimiento. ¿Es posible que nadie se llevase el objeto que sujetaba la estatua y que fuese esta misma jabalina la que sujetaba? Quizá el mecanismo no era sino una trampa cuidadosamente colocada para ensartar al pobre hombre en su despacho. Si esto es así, no haría falta que nadie estuviese presente para el asesinato, pero sí hacía falta que alguien tuviese acceso al despacho para colocar esta trampa.

Flora se dirige a la estatua del indio y trata de desplazarla de su sitio, buscando algún tipo de marca reciente de movimiento en el suelo, arañazos en la madera o similar. ¿Cuánto tiempo lleva esta estatua en el despacho del señor Addison? ¿La trajo él o se trata de un regalo? La hermana no tenía mucho conocimiento de balística, pero algo sabía de parábolas y líneas de carga. Intentó enfocar la vista entre la mano del indio y la columna, buscando una línea recta de la trayectoria de la jabalina.

- Quizá un año o dos, Srta. Godden, pero le hablo de pura memoria. Bien podría equivocarme, pero sé que lleva aquí, al menos, desde el pasado invierno. Sí, eso es lo que puedo asegurarle... Un año como mínimo. - Responde Lander Jennings.

Onservas una clara trayectoria desde la figura del indio hasta la columna donde impacta la lanza. Moverla es demasiado complicado debido a su peso (es de metal). No ves marcas alrededor del suelo, pero no descarta que no se haya movido. Podría haberla movido alguien con sumo cuidado.

-Flora, ¿insinúas que ha podido estar aquí algún artilugio que ha disparado la jabalina? ¿Como si fuese una ballesta gigante? Podemos investigarlo, pero todo es tan ilógico que quizás necesitemos algunos minutos de reflexión en común para juntar todo lo que sabemos hasta ahora.

Primero, la muerte de Addison Bright. Creo que están claras las causas (atravesado por el corazón). El problema es cómo se ha producido. Atravesado por una jabalina en una habitación aparentemente cerrada. De suicidarse, Bright utilizaría otro método más sencillo, una jabalina me parece algo extremo y excesivo. ¿Qué más conclusiones tenemos seguras?

Flora coloca la jabalina en las mano de la estatua y, sin decir nada, traza una trayectoria en perfecta parábola hacia la columna, donde se produjo el impacto.
Es evidente que el mecanismo activó el brazo e hizo salir disparada la lanza, fue así como ocurrió. Las preguntas que nos quedan por resolver son ¿Cómo llegó aquí la estatua? ¿Quién activó el mecanismo, el mismo Addison cayendo en una trampa, o alguien de confianza que esperó a que estuviese en la posición correcta para activar el mecanismo?

Flora se coloca sobre la pieza que activa el mecanismo, comprobando si esa posición está en la trayectoria entre la estatua y la columna siendo, por tanto, una trampa que Addison activó.

- Examinando la estatua, yo he llegado a la misma conclusión que la Hermana Flora. Y todo parece indicar que el mecanismo estaba preparado para ser usado una sola vez... La cuestión es averiguar si fue el mismo Addison quien lo activó de forma voluntaria y, como exponía ya el señor Currie, ha sido un suicidio, o no. Desde luego quien insertó el mecanismo necesitaba acceso a la sala, por supuesto.

Cuando Flora se planta sobre el pedal que activa el mecanismo evidencia su posición, en línea con la estatua por un lado, y con la columna por otro.

Haciendo un poco de memoria, reconoces el estilo del diseño del mecanismo y el trabajo original, de un tal Nedrick Farnum, cuyo negocio regenta en Astoria, Queens. Logras adivinar, también, que el dispositivo sufrió un arreglo posterior a su fabricación, supuestamente para reactivarlo. ¿Acaso no ha sido ésta la primera vez que se ha usado?

-Uhmmm… entonces fue un asesinato. Es imposible apretar el pedal para activar el mecanismo y a la vez plantarse delante de la columna para ser alcanzado por la lanza. Nadie es tan rápido. Alguien de la casa sabía del mecanismo de seguridad del Sr. Bright y lo usó en su contra. No ha sido un robo, ni un asesinato contratado, fue algo personal- me encojo de hombros. No parece que sea más que un triste asesinato, mundano y nada sobrenatural, probablemente por el dinero que pudiera dejar a su heredero en el testamento.

-Sr. Jennings, ¿quién es el actual heredero de todos los bienes del Sr. Addison Bright? Imagino que siendo su picapleitos habitual sabrá eso…

- Sr. Currie, el Sr. Addison Bright no tenía herederos en este momento, pues aún era joven y sin descendencia. Los principales beneficiarios de su patrimonio era los designados por él mismo como gran filántropo que era, en ámbitos como apoyo a la educación, a las artes, a la higiene pública y rehabilitación de criminales. También apotaba movimientos a favor de la eugenesia. Además... -el Sr. Jennings, que está consultando sus papeles, pasa a la siguiente página y sigue deslizando la vista de arriba a abajo -, financió unas cuantas pequeñas firmas eléctricas, industriales y farmacéuticas, aunque por supuesto, se trataban de inversiones estratégicas. Ha estado muy comprometido con candidatos políticos anticorrupción de diversos partidos políticos, aunque él era básicamente apolítico, y un antiintervencionista convencido, que veía el movimiento Nazi como un peligro para la paz mundial. Pero... Eh... No tenía herederos.

-Por lo visto la columna y el pedal están muy próximos, quizás sí lo hizo -digo, observando la escena*- Lo que me llama la atención es el modo de morir. Si realmente quiso suicidarse, ¿por qué de este modo complicado? Saltar de un puente es igual de efectivo y menos teatral. Esto tiene mucho de... ritual, quizás. Morir atravesado por una lanza de esta manera... nunca lo hubiera pensado de Bright. Por cierto, ha nombrado algo que ha acaparado mi atención, señor Jennings. ¿Eugenesia? ¿Estaba Addison a favor de esas ideas? Como sabréis, son experimentos en los que se busca mejorar la raza para alcanzar la perfección. Me resulta asombroso cuánto pueden cambiar las personas con el tiempo.

Pero, profesor, ¿qué le lleva a pensar que fue un suicidio torpemente disimulado y no una trampa colocada para que el señor Addison la pisase?

- No le puedo ayudar mucho en ese sentido Sr. Brush. Disculpe... Profesor Brush. Sí puedo confirmarle que su visión de la eugenesia era desde un punto de vista benevolente, nada que ver con la utilización eugenésica de higiene racial que están llevando a cabo en Europa, de la cual el Sr. Bright está totalmente en contra. De todos modos, su involucración en esto se limitaba a un apoyo esporádico y no representaba el núcleo duro de sus intereses en la vida. - Dice el Sr. Jennings, mientras el resto de oficiales se miran unos a otros con gesto entre la confusión de no saber qué importancia tiene esto y la impaciencia de obtener resultados del caso.