Partida Rol por web

Drusilda se acerca a Dork y le agarra del brazo sonriente. ¿Es para mi? ¡Gracias! Responde toda contenta. Le gustaba hacerse la refinada y soñaba con que le regalasen un bonito collar, pero en el fondo prefería una espada reluciente que blandir en el aire y clavar en las entrañas de un enemigo. Miro a Dork mailiciosa sin decir nada y volvió de nuevo sus ojos a la espada, que no desenvainó.

Dirigiendose a Amelia Drusilda siguió preguntando. ¿Queda algún anciano de esos en vuestro campamento? ¿Quizás alguien con poderes magicos para identificar si un objeto es mágico y que propiedades tiene?

Apreciamos la magia, y hay unos pocos iniciados en ella entre los mios. Solo aprendices de nuestro líder, que es el maestro, pero tal vez puedan ayudaros.

La mujer al responder a Drusilda mira hacia sus compañeros, que asienten.

Ya hemos llegado...

Ciertamente, en el linde del bosque con la zona despejada de piedra negra hay un pequeño poblado. Las casas son toscas, de madera y hay algunas tiendas hechas de pieles, pero en general parece un asentamiento permanente.

Hay varias hogueras grandes con gente reunida en torno, y por todas partes hay clavadas al suelo estacas más altas que un hombre que acaban en fuegos encendidos. El fuego además de dar luz en el ocaso hace que esta zona sea cálida y agradable en comparación con el frío circundante.

No tarda en aparecer para recibirles el hombre con el que hablaron la última vez.

Radiante ocaso para ustedes, viajeros.

El hombre llamado Rowan-Krar dedica un saludo extendiendo los brazos a los lados en cruz.

Esta noche tendrán comida caliente y un techo sobre la cabeza, pero antes hay muchas cosas que tenemos que hablar.

Al darse cuenta del prisionero echa una mirada a la mujer rubia y luego vuelve a dirigirse a los mercenarios.

Me temo que no podemos permitir que vuestro... invitado esté presente en nuestra charla. Si no os importa, el druida quedará bajo la custodia de Amelia-Txat y sus hermanos hasta que terminemos.

Con un gesto señala una de las cabañas, donde seguramente propone tener la conversación.

Abrojos escucha las preguntas de Drusilda y asiente para si mismo al escucharla hablar de la identificación de objetos. Puede ser una buena alternativa, aunque el, todavía, no está muy seguro de que los habitantes del poblado sean los "buenos" en la extraña contienda en la que se han visto inmersos

El viejo mercenario asiente a las palabras de su guía, durante el viaje y posteriormente a las de Rowan-Krar - Es entendible que no deba escuchar lo que no deba escuchar - sentencia seguro de si mismo - pero nos gustaría llevarlo con nosotro cuando nos marchemos, puede ser nuestra posibilidad de cruzar la famosa muralla - comenta sonriente

- El ya ha descubierto que nuestros modales pueden ser suaves y diplomáticos cuando se nos ayuda y un poco, bastante, más agresivos cuando nos intentan atacar - comenta como al pasar - sus compañeros pueden dar fe... o mejor dicho ya no pueden dar fe de ello - asegura con una sonrisa burlona

¡Hola de nuevo Rowan! Me alegro de verte y también me alegro de estar de nuevo en la civilización, mas o menos. Espero que todos tus compañeros se encuantren bien. Nosotros tuvimos varios enfrentamientos antes de llegar hasta aquí, pero llegamos perfectamente. Reunámonos y hablemos, podeis vigilar a este, pero devolvedlo entero, creemos que nos resultará útil para salir de aquí.  Sigue a Rowan hacia la tienda. Comida caliente, un rio para bañarse, si teneis un mercader y por la noche haceis una fiesta, solo pediría poder dormir luego a pierna suelta, ¡ja!

El hombre de cabeza afeitada sonríe ante las palabras de Abrojos y le dedica una mirada al prisionero que le obliga a bajar la vista.

No cabe duda de que es mejor tenerles a ustedes como amigos que como enemigos. Por supuesto, el prisionero es suyo y les estará esperando cuando decidan partir. Mientras tanto responde mirando a Drusilda aquí están a salvo.

Rowan-Krar cede el paso en dirección a la cabaña y les sigue hasta ella.

La cabaña en la que entran es pequeña pero bien construida. Las paredes son sólidas y sin duda es un buen lugar donde hablar de asuntos discretos.

En el interior solo hay una gran mesa, ocho sillas y cuatro antorchas iluminando. Dos de las sillas están ocupadas por el elfo de pelo negro que conocieron la última vez y por otro sujeto que por el aspecto podría ser medio orco o incluso orco puro.

Arael' Sha.

El conocido se levanta de silla y recibe con un saludo tradicional en élfico.

Radiante ocaso, hermanos. Dalrond-Zest a su servicio.

Con esas palabras se vuelve a sentar.

Ashdautas Vrasubatlat.

El otro da la bienvenida con una frase en orco que, traducida literalmente al común sería "Algún día te mataré". En realidad es la forma de saludo más formal entre la raza; una muestra de respeto.

Sin levantarse, el orco que tanto contrasta con el elfo se toca en el pecho con el puño presentándose sin más.

Krum-Xart.

La respuesta tradicional al saludo en orco es "Nar Udautas". "Hoy no".

Ajeno a lo que pasaba con la cabeza dando vueltas con mil ideas contradictorias, el goblin no podía dejar de pensar en los druidas. ¿De verdad eran malignos? ¿Realmente aquella hermandad del ocaso eran los buenos? Sin duda eran los bastardos de rojo que atacaron a los druidas, asi que... ¿Podían fiarse de ellos?

Dork no se fiaba de nadie en este momento, tampoco le apetecía hacer nuevos amigos.

Con un gruñido y sin hacer mucho caso a los allí presentes sale de la tienda

- Me voy a mear

Apenas ha salido Dork de la tienda, el diplomático Rowan-Krar toma asiento, indicando al resto que hagan lo mismo.

Entiendo que tienen previsto atravesar la muralla. Es un empeño arduo, pero necesario.

Asiente aprobadoramente.

Ahora bien, ya que deben hacerlo, no hay razón para que no puedan sacar un provecho de ello, ¿verdad? La última vez que nos vimos hablé de una colaboración, de ayudarnos mutuamente. ¿Que me contestarían si dijera que hay un objeto en el interior de la muralla que queremos, que necesitamos urgentemente? Un objeto por el que estamos dispuestos a pagar con mucha generosidad...

Saca de un bolsillo en su manga cuatro piedras rojas. Rubís y ópalos, en apariencia muy valiosos.

Nadie impide a Dork abandonar la reunion, ni es molestado durante su paseo por el campamento. La mayoría de la gente no va armada, hecho que confirma la idea de que aquí se sienten seguros. Sin embargo, no faltan los que llevan hachas o bastones, además de que hay armas expuestas en varios lugares, esperando a ser necesitadas. Está claro que son un pueblo en guerra continua.

Prácticamente todos son humanos. El bárbaro solo llega a ver a un par de elfos más. Uno de ellos hace guardia junto a tres hombres en la cabaña donde han guardado al prisionero, cercana a la de la reunión.

La mujer llamada Amelia-Txat al ver al semiorco sentarse en una de las hogueras se acerca a él dedicándole una sonrisa ladeada.

Dork. Me alegra verte de nuevo, tengo un mensaje para ti.

Enlaza sus manos bajo las mangas de su túnica. La parte derecha de sus labios se curva aun más en la sonrisa, y dedica a Dork una mirada de inteligencia. Habla en voz baja.

Tus amigos tienen potencial y coraje, pero nuestro líder valora por encima de todo la fuerza. Seguro que te identificas con este pensamiento. Nuestro líder te honra con una invitación personal para que cenes y bebas con él. Si quisieras unirte a nosotros, el líder también me pide que te diga algo más. Sería un honor que, tras la cena, pudieras fortalecer la sangre de nuestro pueblo con la tuya. Necesitamos nuevas generaciones fuertes para continuar la lucha.

Abrojos saluda a ambos individuos con un movimiento de cabeza, sorprendido ante el hecho de que seres de ambas razas, generalmente enemistadas, sean capaces de compartir una mesa sin agredirse - Artemio Lupin - se presenta a si mismo, golpeandose el pecho como ha hecho el semiorco antes de quedarse en silencio, más dispuesto, en un principio, a escuchar que a hablar - Interesante - contesta el viejo mercenario despues de escuchar la propuesta - Siempre estoy dispuesto a hablar de recompensas - añade sonriendo antes de ponerse serio - pero deberían ser un poco más especificos. Que significa "con generosidad"? Despues de todo, nos obligarían a volver atrás para entregarles ese... eh... objeto - - Y necesitariamos más datos... que objeto? en que sitio de la muralla está, cuan importante es para quienes guardan la muralla... son muchas preguntas, pero si deseais que os ayudemos, necesitamos saber que es lo que quereis de nosotros... y cuanto va a valer la pena -