Partida Rol por web

Te rondaba un nombre por la punta de la lengua, se resignaba a salir pero ahi estaba, como un rumor apenas susurrado. Aquella arma tenia un nombre uno por el que se le reconocia pero no tenias tus libros o una biblioteca como la de Kragg para inspecionar. Supiste al contacto que el arma respondia ante tu influjo de poder con el Aethyr y el artesano que la forjo, aunque humano, habia echo un buen trabajo se habia preocupado de muchos detalles, ninguno menor.

El hechicero que le insuflo la magia podia ser elfo, con lo que hiciste una mueca de asco, pero habia demasiados detalles humanos. Asi que sentenciaste para tu mismo, aquella arma la habia echo un humano, un excelente herrero para ser humano y le habia insuflado poder por medio de algun ritual aparentemente. Tenias en la cabeza la intencion  de desermar la empunadura, porque tenias la certeza de que habia mas informacion para quien supuera buscarla. pero no lo hiciste no tenias una fragua con la que volver a montar el arma como un puzzle el arma en un momento dado.

Sonrio a Hans sin mencionar nada mas, ya que me centro en el arma que tengo en mis manos y mientras encaminamos nuestros pasos a nuestro destino voy palpando cada centímetro de la espada.

Al cabo de unos minutos se me puede ver en la cara una tensión apremiante, algo no va como el herrero quisiera y se hace patente en sus palabras: -Bueno, esta espada tiene un nombre y no es ninguno de los que habéis dicho, casi lo tengo pero no acabo de descubrir exactamente cual y como no hay tiempo para buscarlo en la biblioteca lamento deciros que por el momento no sabre dar ese nombre.
Esta espada CON nombre de bella manufactura, por lo que veo no es de fabricación enana, pero si que tiene un buen trabajo detrás, y el humano que la forjo sabia lo que se hacia, quizas aprendio de alguno de nuestros maestros artesanos, pero eso no podemos confirmarlo hasta que no sepamos el nombre, en cuyo momento sabremos la historia de la espada, con su forjador y todas sus grandes gestas.
Pero lo que si se es que se preocupo de muchos detalles, algunos de ellos están ocultos, pero sin una forja para montarla de nuevo no me atrevo a desvelarlos.
Después tenemos la magia imbuida en la espada, que podría ser magia élfica digo con una mueca de desagrado, Pero por fortuna hay demasiados detalles humanos para verificarlo, por lo que estoy seguro que quien lo realizo fue un humano haciendo algun ritual para introducirle la magia guardada en la espada.
Hago una pausa, vuelvo a tocar la empuñadura con un poco de frustración y digo:- Adalberto de Bilbali, por ahora no te puedo decir mas que tienes en tu poder una espada de una excelente calidad, el humano que la forjo sabia lo que hacia y su filo no se desgasta por lo que seguramente habrás observado que penetra mas fácilmente entre las juntas de las armaduras. Por el momento no te puedo decir mas, ya que para ello necesitaría tiempo y el añadido de una fragua y una biblioteca.
Luego se la devolví a Adalberto pues no podía averiguar mas sobre ella sin esas cosas. Aunque seguí dando vueltas al nombre mucho tiempo mientras les dirigía a nuestro destino.

Gogri se encogió de hombros.

-No todos los hijos de Grungni pensamos igual. La notoriedad de un arma bien se la puede dar su portador, ¿no? En ese caso, si a esta hacha -mostró su arma con el respeto debido- vais a llamarla de algún modo, llamadla "hacha de Gogri". ¿Queréis agradecer la labor de su creador? Sabed que la creó Orfradh Brazofirme. Todos mis compañeros de túnel lo saben, y muchas abominaciones también, aunque no hayan entendido nada de lo que les gritaba. Yo respeto que quien quiera ponga el poder y el uso de un arma en su nombre, pero prefiero que esté en sus acciones. Y así, si debo ser recordado, se recordará a mi hacha a través de de mí y no a mí a través de mi hacha. Que para que el filo haga su trabajo primero tengo que ponerlo yo en el lugar adecuado. ¿No estamos de acuerdo todos en eso?

Todo esto lo decía Gogri con naturalidad, mientras avanzaba, y recordaba a cada paso los nombres de sus amigos muertos, no los de sus armas.

-Y que nadie piense aquí que no valoro el buen y fino trabajo de Orfradh, que fue amigo de mi padre y una vez lo salvó la vida, porque no hay un nombre en ella. Él nunca me lo pidió y sé bien que se alegra del uso que he dado de ella. Es simplemente que yo no necesito que un adversario se desmoralice al reconocer el nombre de mi arma, mejor al contrario, que luche en plenas facultades y, si algo lo tiene que acobardar, que sea mi destreza con ella, y de eso hablen después.

El estaliano levantó la ceja al escuchar lo último del enano.

- Yo tampoco necesito que mis enemigos sepan el nombre de mi arma, ni el mío propio. Lo que necesito de mis enemigos y por tanto enemigos de la paz que ansío es que ESTEN MUERTOS. Mi nombre solo le importa a mis amigos, varios de ellos aquí presentes.- le daría una palmada a Kurdrim en la espalda que haría que su armadura sonara al contacto con su palma - aunque a veces me cueste creer que tenga amigos tan feos. Pero bueno, yo los escogí.- después sonreiría pícaramente y mantendría la distancia justa para reaccionar en caso de que Kurdrim reaccionara "impetuosamente", pudiera esquivarlo fácilmente.

- Muchas gracias por toda la información, maestro de las runas. Le estaré eternamente agradecido si una vez que volvieramos pudiera terminar de ayudarme con el tema. Ahora, a volar, nunca pensé que mis pies pudieran separarse del suelo, cuando cuente que "he volado" me van a acusar de mentiroso.- reiría.

Me giré de golpe hacia Gogri con el gesto contraído, casi furibundo

Espero, barbilampiño, que no estés sugiriendo que necesito que mis enemigos huyan para vencerlos- dije con tono grave mientras me acercaba a su posición, colocándome frente a frente a él

Adalberto intervino, serenando los ánimos, ante lo que relajé el tono pese a no haber descruzado las cejas de su expresión

- Este enano ha batallado en más confrontaciones de las que tú podrías recordar jamás antes de que pudieras levantar un escudo, así que harías bien en medir tus palabras... estos jóvenes ya no respetan las tradiciones ni mantienen el debido respeto a sus mayores- añado, airado, girándome mientras miro a Girthal - Solo espero que esa destreza se pruebe como es debido cuando llegue el momento y no sea solo palabrería impetuosa- acabé gruñendo haciendo caso omiso a la chanza del estaliano

Empezábamos el viaje de un modo alentador... umgis eruditos, barbilampiños exaltados con su habilidad con las armas y un doble vuelo...

Gogri se plantó en el lugar, en posición cómoda, nada bélica. 

-No sé lo que necesitas, la verdad. No te conozco ni presumo nada. Me rijo por lo que dijiste, así que en tus palabras encontrarás la respuesta. Por mí parte, el asunto está zanjado. Espero que no volvamos a hablar del asunto.

Cuando se volvió, el enano recordó cómo por asuntos de orgullo como estos muchos creían, pero no lo decían por miedo a las deshonras derivadas de las bochornosas regañinas, su raza decaía. Gogri pasaba tanto tiempo entre los túneles que casi había olvidado lo obstinados que eran los ancianos.

La discusion parecia realmente animada, como un grupo que no se conocia, comenzaron a poner las cartas sobre la mesa para ir conociendo las jugadas de cada uno. La escusa del nombre de las armas solo era eso, una escusa, seguro que saldrian a colacion muchos otros temas con varios puntos de vista. El nombre de las espadas, hachas, lanzas o los nombres de sus duenos, fueran de la raza que fuera poco importaba. Si que importaba la muerte de sus enemigos en comun, sobre todo orkos y elfos, paginas que rellenaban el libro de los agrabios a manos llenas, grabadas con sangre de reyes.

Llegaron al gyrocoptero donde el piloto les ayudo a entrar al aparato en parejas y les senalo una jaula de metal donde podian dejar en equipaje sin temor a que se perdiera por la borda.-Agarraos bien, llegaremos en un momento- El aparato parecia realmente seguro y el banco que tenia a los laterales comodo a su manera, con unas asas para poder sujetarse.Un olor raro les lleno las fosas nasales mientras iban pasando, un olor caracteristico en estos aparatos cuando habian estado en batalla y no se limpiaban a conciencia.

El primer jalon de manivela puso en marcha las aspas del aparato, para de inmediato hacer que todo volara en todas direcciones, ropa y pelo principalmente. Pero fue el segundo jalon de manivela lo que les hizo recordar el desayuno de esa manana, la cena de la noche anterior y parte del almuerzo. En el momento que el aparato subio unos metros para luego precipitarse, aparentemente sin control, por un acantilado cercano. Al coger fuerza zumbo con relatiba rabia al tener que cargar a tantos enanos y equipo, pero aun asi fue capaz de volar hacia donde el piloto le exigia. Todos pudieron ver desde el aparato como a sus pies una fortaleza enana se movia con esmero, muchisimos enanos trabajan por alli, portando mercancias, herramientras o charlando despues de alguno de sus turnos. Era una vision realmente de poder lo que tenian ante ellos, pero no fue lo mas emocionante del dia.

 Ante ellos destras de un recodo aparecio "la ira de Grungni", era un animal realmente magnifico, flotaba sin esfuerzo a un lado de la roca, el piloto se dirigio eficientemente a una pasarela en un lateral de la roca, recortada por alas que disimulaban las pistas de aterrizaje. El encuentro con la ruca fue un poco rudo, los humanos abrieron los ojos con esmero por el susto, pero pronto rieron de puro nerviosismo. Los enanos intentaron por todos los medios poner la mejor de sus adustas caras.

Enseguida el aparato perdio potencia y las aspas se pararon con un quejido. El piloto salto del aparato para indicar que bajaran y senalo a la panza abierta del zepelin, para indicar a donde dirigirse. -Suerte- fue lo ultimo que se escucho de el.

Un enano enjutado en una tunica de cuero y acero, como las que usan los herreros en los altos hornos del rey, los saludo de lejos. Quizas demasiado efusivamente. Mientras se acercaban no dejo de dar ordenes como un endemoniado le habia dado la prisa y de que manera. -Vaya humanos- dijo en Khazalid mientras los miraba concienzudamente. Llamo a dos marineros que trajeron lo que se les ordeno, unos trapos viejos que olian raro, aceite quemado y birutas de metal. Reconocio a Girthal como un maese herrero runico y a simple vista tenia la barba mas larga asi que comandaria al grupo. -Soy Brakgginson capitan de esta nave volaremos ligeros como el viento y creo sin contratiempo ya que no hay previsto tormentas, aunque en el pico eterno nunca se sabe. Los humanos pueden pasar pero seran confinados a una sala, previo tapado de ojos, debemos guardar nuestros secretos de clan maese- aquello no era un peticion por educada que sonara, era una exigencia, que quedo a la espera.

Todos pudieron ver la panza del animal, pero unas alas largas que salian de la piedra de la montana no dejaba verlo al completo, aunque se hacian una idea de lo realmente grande que era. Sus bodegas estaban repletas, municion y largos canones, algo mas finos que los convencionales. Kurdrim y Gogrim reconocieron en un lateral los cajones de cerdo salado que mandaban al gran rey su propio clan los cejo`fruncidos, era simbolo de gran honor que sus productos viajaran tanto. 

Todos quedaron a la espera de la sabiduria de Girthal, mientras los humanos miraban de reojo y escuchaban las duras palabras que no entendieron que se cruzaban unos con otros, mas que una bienvenida parecia una discusion de taberna.

Mientras escucho a Gogri le miro y sonrio como un padre a un hijo, o como un maestro a un alumno perdido y les digo:- Mis queridos amigos, la muerte a los enemigos la traen tanto el arma como su portador, no todas las armas son iguales, ni todos los seres las manejan igual, los enanos, los humanos ya tenemos nombres por los que se nos recordara si hacemos gestas importantes, las cuales pueden ser ayudados por un arma con nombre, ese nombre que distingue a un arma con ciertas características de otra que no lo es, por ejemplo digo sacando mi martillo rúnico y encendiendolo, convirtiéndolo en una antorcha y activando las runas que empiezan a refulgir apagandose y encendiendose y digo:- Me quereis decir que este arma es igual que un simple hacha de leñador?, no merece un nombre?, no me beneficia para conseguir esa gesta que debemos hacer?, o debería coger un hacha de leñador ruinosa de un goblin para hacer lo mismo?.
hago una pausa mientras silencio las runas volviendo mi martillo de herrero a su estado normal y termino diciendo:- Prefiero que mi nombre sea recordado al lado de esta creación que no solamente mi nombre. pero podéis pensar lo que queráis, pero si encontráis un arma con nombre, darmela, y vosotros quedaros con ese hacha de leñador, que como la diferencia esta en quien la maneja, un filo como el que porta Adalberto de Bilbali en sus manos matara a los mismos enemigos e igual de rápido que ese hacha herrumbrosa goblin. Ja!.

Cuando Adalberto de Bilbali me da las gracias le respondo:- No hay de que, me interesa saber que nombre tiene tanto como a ti, ya que soy un estudioso de las armas y armaduras, y saber que cierta arma ha estado a mi lado y la he tenido en las manos es un honor para mi.

Luego Kurdrim se exalta, pero no mas de un ligero cabreo ante la posible ignorancia de un interlocutor, por lo que sonriendole digo:- no te preocupes por ello Kurdrim, estoy seguro que lo probara, y no solo una vez para nuestra desgracia, y espero de verdad que todos estemos preparados para lo que nos espera, sea con armas poderosas o simples mondadientes.

Al llegar al Girocoptero les dijo:- Aquí tenéis una maravilla de la técnica, ireis por encima de los arboles a gran velocidad, y después montaremos en un Zepelin, una maquina enorme que puede desplazar un montón de enanos y material.

El viaje fue movidito y intente poner la mejor de mis caras mientras observaba a cada minuto a kurdrim, casi me daba pena haberle arrastrado aquí, pero era el metodo mas rapido y el menos peligroso para llegar a nuestro destino lo antes posible.
Al ver el Zepelin me llene de orgullo, aquella maquina enorme ensombrecía cualquier cosa hecha por otras razas, era una culminación de tecnología lo que veiamos delante nuestro y estaba seguro que no se movería tanto como el Girocoptero, pues no estaba pensado para girar rápidamente, sino para mantener la estabilidad y bombardear si cuartel las filas y los bastiones enemigos. Seria un orgullo el montar en el y lo recordaría toda la vida, y asi se lo exprese a los humanos:- Amigos mios, aqui esta el Zeppelin que nos llevara a nuestro destino, es estable y sera la primera vez que humanos entran en el, asi que sean respetuosos, es un honor para ustedes poder volar en esa magnifica maquina.

Al llegar al Zepelin, su capitán Brakgginson me saluda y me dice que los humanos deberán ir con los ojos tapados, pues no pueden desvelar los secretos, no era una petición, y no esperaba menos de el capitán que dirigía "la ira de Grugni". Así que le sonrió y le digo en Khazalid por respeto al capitán diciendo mientras pongo mi mano en su hombro derecho en plan de amigos:- No se preocupe Capitan Brakgginson, A los humanos les tapareis los ojos convenientemente. No se debe descubrir los secretos de nuestra raza a las demás, se puede dar nuestra ayuda y pedir la suya, pero los secretos son nuestros. Y si alguno se niega no montara en el Zepelin, le doy mi palabra, déjeme unos minutos para comentarselo a estos humanos mientras traéis el material necesario para taparles los ojos.
Luego girandome hacia mis nuevos compañeros humanos les digo:- Bien, para poder viajar en este aparato debéis hacerlo con los ojos vendados, no se permite la entrada de humanos en estos aparatos, pero en este caso y por deferencia a mi lo permitirán, pero no podéis ver nada, si alguien no esta de acuerdo no podrá montar y se las tendrá que ingeniar para llegar al lugar al que vamos en el mismo tiempo, cosa que es imposible o irse a su casa y decirle a el Inquisidor Dieter Von Newman, que abandonais la misión que os han encomendado por no querer taparos los ojos en un viaje de Zeppelin.
hago una pausa y termino diciendo:- Alguna pega con eso?, o podemos seguir con el viaje?

Las disquisiciones sobre las armas comienzan a aburrirme y tengo que entretener mi mente en algo mas provechoso que el orgullo y la tozudez de los vivos, Tiempo habrá de que abran los ojos a la verdad cuando mueran y vean que poco importa todo aquello en lo que creen a pies a juntillas ahora , cuando sean salvados por Morr entenderán .Reprimo otra sonrisa  maliciosa o  mas bien se me congela al ver la gigantesca nave en a que se supone que viajaremos  .¿Que diantres es esto?.

Aun me hallo como un provinciano de Averland ante las murallas de Altdorf, pasmado y boquiabierto ,que llegan nuevas exigencias y eso ya empieza a irritarme ligeramente así que considero que es el momento de soltar una pequeña pulla dialéctica .¿Taparnos los ojos ?. Pregunto con aire inocente .Por mi parte no  veo el problema maese enano pero puede ser porque  me fio mas del honor de un enano que los enanos del honor de un humano ....Habría otras maneras ,por ejemplo  podría jurar por Morr pero imagino que tampoco concederíais valor al juramento de un humano por un dios de humanos , no ?.Sonrío de oreja a oreja antes de remachar con el mismo tono inocente .Que no se diga que la intransigencia ,  la tozudez y la desconfianza hacia una raza aliada han echado a perder esta misión ..

Y llegó el maldito vuelo, o mejor dicho los vuelos dado que antes de surcar los cielos tocaba hacer de pichón alocado a bordo de un girocóptero

Apreté los dientes, tragué hondo y, haciendo acopio de orgullo, valentía y confianza en mi raza, avancé hasta subir mi robusto cuerpo al enclenque aparatejo; el inicio no fue bueno, dado que los saltos en el aire fueron lo de menos, pero lo siguiente fue, simplemente, lo que confirmó mi reticencia a volar

Nos estrellariamos, de eso estaba convencido, y aquel maldito piloto atolondrado parecía no darse cuenta de ello.

Bajábamos en picado, un salto y de nuevo un descenso alocado que nos llevaría hasta el fondo de la tierra en un hoyo del tamaño de una casa... pero no escucharían a este enano chillar, ni quejarse, como mucho gruñir y rechinar los dientes a cada decenso incontrolado. Maldije una y mil veces, prometiéndome acabar con aquel tarado que pilotaba ahogándolo con mis propias manos antes del fin... pero ello no llegó y, en vez de eso, la magnificencia de la Antigua Raza se nos reveló con el enorme constructo que ahora se perfilaba contra el cielo ante nosotros.

Observé receloso el enorme invento volador, sin estar del todo seguro si quería subir o no, pero la última bajada del girocóptero me convenció de que, tal vez, aquel enorme monstruo volador fuera más seguro que el pequeño artilugio que ahora aterrizaba con brusquedad, casi provocando que se me saliera el corazón por la boca

Malditos y odiosos ingenios voladores mecánicos; la tierra, pateando rocas, ahí es donde deberíamos estar... no aquí, como un estúpido pajarraco- rezongué mientras me internaba en el enorme zepelin

Pero el recibimiento del piloto, así como la contestación de Hans, en especial esta última, me hicieron detenerme y mirar al humano seguidor de Morr

Si te fias más de nuestro honor es porque nunca hemos dado pie a los humanos a dudar de él. Un enano mantiene su palabra aunque le lleve a la muerte el hacerlo. Los umgis, en cambio, sois volubles y cambiantes; no sería la primera vez que un humano predispuesto a una empresa se hecha atrás por un contratiempo... ¿jurar por Morr? Jura por quien quieras sacerdote, la Antigua Raza ensalza a los Dioses Ancestros y solo a ellos les rinde culto; los humanos tenéis tendencia a faltar a vuestra palabra, o a intentar engañar "mantén cerca tu balanza y tu hacha cuando comercies con humanos" reza el dicho... y no somos conocidos por inventar refranes sin razón- zanjé

Me giré del todo, situándome junto a Girthal y el piloto con los brazos cruzados

Tu pareces ser lo bastante sabio como para saber que es cierto pero ¿Y el resto? - añadí enarcando una ceja, casi esperando a que alguno de ellos me diera la razón negándose a la condición del piloto

Pego una palmada. Estupendo , ya estamos todos de acuerdo otra vez si es que cuando hay buena voluntad las cosas solo pueden salir bien y aquí sobra buena voluntad y buen entendimiento Avanzo hasta ponerme al lado el piloto y cierro los ojos esperando que que me pongan un capuchón o alguna otra cosa para impedirme la visión .Por cierto ,bonito refrán aunque no conozco a muchos insensatos deseosos de formar parte del jardín de Morr engañando  a un enano... .ahh y por tu refrán un ducho  de mi viejo instructor de martillo  porque lleve túnica no significa que debajo lleve braguitas.

Uuuh, que miedo, el Inquisidor... - pensó para sí el estaliano. Y es que si quisiera podría desaparecer del mapa sin dejar rastro para ningún inquisidorzuelo.

Si tan buenos eran en su trabajo, ¿como es que había herejes, no muertos y demás por todos lados? ¿Y porqué contrataban a gente como él para acabar con ellos? 

Estaba acostumbrado a la incompetencia en Estalia, pero el Imperio era bastante parecido en ese sentido, y encima se la daban de poderosos. Lo único que les diferenciaba es que ellos habían implantado una federación sólida que les hacía mas fuertes cuando se unían contra sus enemigos comunes.

- Que quede constancia que a mi no me hace ni puta gracia lo de taparme los ojos. No tengo intención de ponerme a hacer aparatos voladores en lo que me queda de vida, ni de contarle a nadie como se fabrica una. Y creo que los presentes sabéis que carezco de la habilidad y sobre todo, las ganas de hacerlo. Ni en cuatro vidas enanas podría figurarme como construir una cosa como esta. Imaginaos en la corta vida de un estaliano aficionado a la adrenalina...

El viaje era divertido, pero odiaba tener que perdérselo si le obligaban a ir durante el viaje con los ojos tapados. Esperaba poder ver al menos las vistas.

- Espero que durante el viaje al menos dispongamos de alguna ventana o algo por la que ver hacia afuera. Me encantan las vistas. Seguro que Kurdrim también adora el paisaje ¿es que nadie va a pensar mi enano favorito?

Bufaría de risa para apartarse de nuevo de Kurdrim, "por si las moscas". A falta de adrenalina de combate, bueno era pinchar al enano a riesgo de que le saltara los dientes.

Girthal miro al Capitán Brakgginson produciendo un suspiro de resignación se poniéndose serio, giro la cara hacia el Estaliano y le dijo:- Señor Adalberto de Bilbali, la norma esta clara, para subir a el Zeppelin tiene que ser con lo ojos tapados, De no querer taparselos, no subirán. Y nos veremos en Karaz-Azgal si son capaces de llegar. Los que acepten las normas, durante la travesía no vera nada de nada, en caso de que se le vea a alguno de ustedes levantar si quiera un poco la venda o lo que les ponga el Capitan Brakgginson o intentar ver de alguna manera, el Capitan Brakgginson decidirá su destino, yo no podre interceder por ustedes porque estais en su Zeppelin, ya sea ser tirados por la borda a gran altura, o la pena de muerte. Esta claro?, alguna pregunta o idiotez mas? o los subordinados del Capitan Brakgginson pueden proceder a taparles los ojos y subir de una vez por todas al Zeppelin?

Habia vivido toda aquella situacion con mi caracteristico silencio, observaba cada detalla con sumo placer ya que tener unos aliados semejantes  me llenaba de orgullo. La discusion de las espadas hechizadas me venia un poco a resbalar, sabia de buena tinta que los enanos tenian este tipo de armas desde el albor de los tiempos, desde ante que los humanos se pudieran considerar ni si quiera raza. Y suerte que una raza con tanto honor las tuviera. Pero aquella discusion sobre taparnos los ojos se estaba escapando de mis manos y entre a trapo, haciendo entender quien estaba al mando en el grupo de los humanos:

-Nos dejaremos tapar los ojos, viajaremos con ellos como ellos indiquen-  senale con una mano sobre el zepelin y su capitan, mientras la otra mano buscaba algo entre mis ropajes -por el honor que nos dio nuestro maestre Dieter von newman de ser partes de la Inquisicion, asi lo haremos y si alguno de los aqui presentes no lo entienden estaran faltando a vuestra palabra a un juramento irrompible por los aqui presentes y por vosotros mismos- saco el simbolo de la inquisicion que me representa como un cargo importante dentro del mismo un estudioso y un hombre de armas a partes iguales. -representamos al imperio y limpiamos la lacra que en el habita, si alguno piensa que tiene libertad para hacer su voluntad o estar de bromas en un momento como este, os pido como hermanos que dejeis el juego, si pensais en desertar por la primera priedrecita en el camino yo mismo os enjuiciare aqui o fuera del karak pero no tendreis perdon a los ojos de Sigmar y mereceis la muerte, lo juro por todo lo que representa esto - levantando el simbolo inquisitorial- lo juro por mi vida.
 

Hubo un amargo silencio, matar al ultimo nicromante me habia dejado un poco transtocado. Yo lo sabia, y nuestro maestre habia dicho que era parte de tratar con criaturas de estas caracteristicas. Mis palabras eran duras, pero necesarias ibamos ha hacer esta nueva mision encomendadas por el rey de los enanos, si este no era honor suficiente, como representantes del Emperador Karl Franz que mas esperaban. Tenia la esperanza que estuviaran de chanzas, o que el movido viaje les hubiera removido las tripas, pero de verdad que no teniamos tiempo para esto. -No tengo nada mas que anadir, si ustedes tampoco espero que acateis las ordenes zarpamos en cuando digan- hice un gesto con la mano para que los marineros hicieran su trabajo, empezando por Adalberto.

Gruñí con tono bajo y gutural, casi como un sabueso, ante el comentario del estaliano mientras lo miraba de reojo
Tu dedicate a tu palillo y su historia y yo ya me preocupare del paisaje

Por si mis palabras no habían valido Otto Schröeder puso las cosas claras a sus compañeros y con un gesto y una sonrisa sincera indique que estaba conforme con su forma de obrar pensando para mi Este si que puede ser un buen compañero, solo actúa cuando se le necesita y eficazmente, todo un profesional, me gusta.

El estaliano frunció el ceño, contrariado por todo lo escuchado.

Será un maestro del las runas y será muy sabio, pero está mas sordo que una tapia. Será por los martillazos que habrá pegado, se habrá quedado sonado. Y el talismán de Otto debe tener algún efecto de "gilipollizador". Magia negra, seguro. Antes no era tan estirado.

Gilipollas... 

- Nunca dije que me negara a que me taparan los ojos. Tan solo pregunté si era posible mirar por una ventana durante el viaje. ¿No es posible? Pues nada, soy todo vuestro, compañeros.

Se agachó ceremonialmente para que los enanos le vendaran los ojos, y se dejaría llevar. 

Las insinuaciones de los humanos no hicieron ni parpadear a los enanos presentes, ellos tenían sus propios asuntos que atender.
En capitán hizo un gesto de cabeza en forma de agradecimiento para luego señalar a los marineros que ayudarán a los humanos -concienciaros de que no ven- señaló a estos en Khazalid.
En ese momento una caja cayó sobre la pasarela produciendo un gran estruendo, los ojos de Brakgginson se encendíeron como ascuas al rojo vivo y sólo musitó por lo bajo - tengo que ir a ver, si me dis...- pero no se escuchó el final de la frase pues ya se encaminaba a observar cualquier fallo en el fuselaje del aparato por pequeño que fuera, el segundo de abordo apareció al momento con unas herramientas con la intención de desmotivar el cabreo que se dibujaba en la cara roja de su capitán por el descuido de unos barbilampiños demasiado jóvenes para hacer el trabajo de un enano. Esa era una de las debilidades del karak los reducidos nacimientos y el tener que conformarse con mano de obra no calificada para hacer el trabajo.
Mientras los marineros taparon los ojos y parte de la cara de los humanos, hasta quedar contentos con el trabajo. En ese momento cualquier otro humano se hubiera doblado por un ataque de risa al ver a los humanos con aquellas capuchas improvisadas que les confería el aspecto de un espantapájaros. Pero los enanos lo vieron como un pequeño inconveniente que no motivaba una carcajada.
 

Pasaron al interior del inmenso zepelín para encontrarse unos pasillos largos y bien remacheteados de clavos y metal, eran bastante bajos ideales para enanos, asi que los humanos tuvieron que agacharse a menudo para poder avanzar. Kurdrim se dio cuenta al instante que habia la opcion de montar puertas y barricadas en cada seccion, con lo que representaba una defensa en si mismo, con cuellos de botella, seguramente trampas y mirillas por las que tener controlados a los enemigos.

Llegaron a una sala, tenia varias sillas a los lados en las paredes de metal, ocho sillas habia en total a los lados de una larga mesa de piedra que se encontraba en medio de la sala. En la pared norte habia una pequena biblioteca, con libros y cartas. Al lado un mueble cerredo. Un enorme tapiz coronaba una escena de batalla, donde los enanos peleaban contra los pieles verdes. Varias armas, hachas y martillos principalmente de enorme tamano decoraban como flores esparcidas el resto de la sala, colgadas a la pared con estructuras hechas para tal menester. Dos puntos de vision terminaban de rematar todo, atra vez de ellos se podia ver el exterior.

Los humanos quedaron relegados a esta sala, mientras que los enanos tenian sus propios camarotes. Eran espacios realmente pequenos, muy espartanos pero no les hacia falta mucho mas. Un catre, un baul y un mueble que contenia varias botellas de alcohol no identificado. En la parte superior una fuete de agua fresca y una toalla. Era lo mas de lujo que encontrarian en aquellos lugares.