Partida Rol por web

Al tirar del collar, tu mente recibe un shock al cuál no estaba preparada. 

La guerrera se sintio levemente mareada cuando toco aquel coller, pero pudo tirar de el sin mayor problema.

-Veis, da un poco de picorcito, pero nada mas, por si acaso, que ningun otro lo toque.

Coemnto poniendose la mano en la sien para controlar el mareo.

-Eso debe de ser lo que tanto molestaba al animalito, pobre, con razón estaba tan molesto.

El elfo se alzó del suelo tras la embestida que por fortuna no le hizo nada más que algunas magulladuras. Espada en mano, no dudó en avanzar hasta el venado para vengarse, pero la tonada de odiosa música le dolió más a él que al venado, el cual solo quedó dormido; esto dio tiempo a los demás de quitarle el collar.

Si tan segura estás despierta al animal, a ver si te agradece o te embiste.

Le dijo malhumorado a Mihaela. Luego miró su espada y se apartó para dedicarse a limpiarla y maldecir por sus heridas, no sin antes rechazar por orgullo la ayuda de Geraldine, a la cual agradecía para sus adentros de haber aparecido con los refuerzos.

El enano herido parecía satisfecho con su labor al punto de que este simplemente se sentó y se dejó llevar por el ambiente,  eso sí, lejos de ese ciervo.

¿-Alguien tiene pociones o algo para curar?-ppreguntoel enano antes de decidir qué hacer.

- Creo que un vistazo a esas heridas sería útil... Porque lo que son pociones... pocas. -

Devolvió la mirada al ciervo atado. Habría que despertarlo, pero probablemente fuese bueno tener tiempo para curarse un poco antes... y no soltar sus correas.

Habría que descubrir que pasaba allí...

Intentó recordar si alguno de los ciervos con los que se habían cruzado hasta ahora (aparte de estos dos) llevaba algún collar similar...

Ringo se agacha al suelo y coge una ramita. Después se acerca a Mihaela y al collar que ella sostiene, y toma el collar usando la rama para no entrar en contacto con él. Lo sostiene y lo examina, dándole vueltas con un sutil movimiento de muñeca, buscando marcas, símbolos, runas, materiales o cualquier elemento que le permita identificar el tipo de magia que utiliza. Si además, fuera capaz de encontrar alguna marca que identificara a quién pertenece...

Mientras tanto, responde distraído a la petición de Aurelio:

- Puedo curar a alguno de vosotros dos, aunque Xander tiene peor aspecto; quizás es él el que más lo necesita.

Con el ciervo atado y dormido, la dhampira le saca el collar. Poco a poco el venado se convierte en un humano hasta finalmente se descubre la verdadera identidad del animal. Otro druida.

-¡Buck, maldito idiota! ¿Has visto todo lo que has causado? -dice la guardabosques. -Mi hija salió a buscarte, ¿por qué no le dijiste nada?

El druida se levantó herido y la guardabosques usó vendas y hojas para ayudarle.

-Veo que nos hemos dado caña... Espero no haber matado a nadie... ¡agh, duele! Me llamo Buck, soy uno de los druidas del bosque de Slavich y maestro de la hija de Geraldina, Tamara y del nieto del señor de la taberna, Cholton. Odiamos Ravenloft y a su señor y aquí en los bosques estábamos a salvo hasta que el condestable Rugini apareció.  Ignoro como lo hizo y el por qué pero la cosa es que mató a la Anciana Madre, la reina de los ciervos, y todos ellos enloquecieron, sedientos de venganza. Intenté frenar a los animales pero los soldados de Rugini me colocaron este perverso collar que me impedía usar mis poderes. No pude volver a la forma humana ni tampoco hablar con los animales, ¡me estaba volviendo loco!

Le explicáis que habéis encontrado en el cementerio los huesos y cuernos de un enorme ciervo.

-Ese hijo de perra ha ocultado los sagrados huesos de la Anciana Madre en el cementerio de Barovia, cuando deberían estar aquí, en el bosque. Supongo que eso explica por qué los ciervos rondaban la ciudad, buscaban sus restos.

Le preguntáis por Cholton, el nieto de Bray Martikova.

-¿Decís que encontraron ropa ensangrentada pero no su cuerpo? Ese malnacido odia a los druidas, de hecho admira la habilidad de transformarse en animal y haría cualquier cosa por conseguirlo... Dioses, solo de pensarlo qué le estará haciendo... ¡Hay que rescatarle!

A caballo y acompañado de los soldados de Barovia aparece Rugini, aplaudiendo el discurso del druida. Todos llevan antorchas y os rodean.

-¡Bravo, Buck, eres todo un lince! Y estos forasteros tan molestos parece que te van a creer. La Anciana Madre era un peligro para el señor de Ravenloft, un poder natural que amenazaba nuestros dominios. Debía ser purgada. Y sí, desde pequeño he deseado ser un cambiaformas pero los dioses jamás me han dado la oportunidad. Siempre he deseado volar como un murciélago, pero nunca me han dejado convertirme en vampiro. Ansío nadar como un pez mas las aguas de Barovia son demasiado peligrosas. Deseaba caminar libre por los bosques de Slavich pero la  secta de druidas jamás me revelaron su secreto. Por suerte la vida me ha dado dinero y recursos, y con la ayuda de la alquimia y de "voluntarios" como Cholton conseguiré mi propósito. Siempre me has caído bien Buck, por eso decidí no matarte y tan solo te cerré el pico con el collar anulador. Qué lástima que ahora hayas de morir. ¡Guardias!

En un instante, las dos docenas de soldados el bosque, dejándoos a vosotros en medio. Se escuchan aún las risas del condestable a medida que el crepitar de las llamas se hace más intenso. ¿Cómo vais a salir de ahí? ¿Lograréis acabar con el incendio o todo Slavich está perdido?

Maldición, la nobleza, como siempre, haciendo lo que le apetece...

Ahora tenían al menos dos docenas de focos de fuego formando un anillo a su alrededor, y tenían al menos a dos heridos en el pack... habría que salir de allí, y rápido.

Por desgracia, ninguno de sus actuales compañeros tenía capacidades para conjurar un viento lo suficientemente potente como para apagar todas las llamas, y ella no había visto ninguna fuente de agua cerca.

- Buck, Geraldina... ¿podéis usar vuestra forma salvaje para huir rápidamente de la zona y buscar ayuda de los habitantes del bosque? ¡Necesitamos apagar este fuego o Slavich arderá! -

Por su parte, Yinhe se dispuso a hacer lo único que se le ocurrió*, que fue correr hacia el foco más cercano y tratar de pisotearlo para apagarlo...

El enano herido no parecía estar demasiado por la labor de continuar luchando, a fin de cuentas, este ya había sentido en carnes propias el daño que habían causado las astas de los ciervos y realmente no deseaba seguir sufriendo aquellos ataques, por lo que el cambio de paradigma con los soldados fue un soplo de aire fresco.

-Esperad, esperad... -Comentó el enano tratando de traer un poco de calma al lugar- Tanto Xander como yo tenemos permisos para estar aquí cazando ciervos y eso es lo que hemos estado haciendo. Así que a nosotros no nos ataquéis... (o a mi, en caso de que Xander decida hacer algo por lo que pueda ser "atacable por").

En efecto, aquel enano no deseaba recibir espadazos, y no parecía tener ninguna magia o truco capaz de solventar la situación en la que le hubieron metido, por lo que este trato de ser lo más diplomático posible.

Ringo observó a Aurelio por un momento, confundido ante sus palabras. Miró a su alrededor, confirmando lo que su cerebro ya sabía, y es que alrededor no había agua ni contaban con ropa suficiente como para apagar 24 focos de fuego antes de que estos empiecen a propagarse. Deberían escapar de allí antes de que sea demasiado tarde. No obstante, y por el momento, grito:

- ¡Vamos, Rugini, un hombre que se ha hecho con los emblemas de tantas casas, debe tener un precio por el cual prefiera apagar este fuego y dejarnos marchar! ¡Con este incendio estás condenando a Barovia! ¿De dónde van a sacar el dinero para pagar tus tributos, si no tienen madera que cortar ni animales que cazar?

Aunque el discurso de Ringo, en voz de probablemente cualquier otra persona presente, hubiera sido convincente, dicho por él sonaba más bien vacío. Estaba cabreado, y también denotaba nerviosismo, así que era fácil entrever en sus palabras el hecho de que no sabía qué hacer.

El elfo, agotado por el combate, no tenía energías para sacar el arco y ponerle una flecha en el entrecejo al cretino que se buscaba su furia antes que tratar de convencerlo de que le creyera a él, por lo que sabía perfectamente que no quería dejar títere con cabeza que no le fuera ciegamente leal.

Sentado donde estaba, observó detenidamente la zona, por donde habían echado los fuegos, y también la propia naturaleza; el viento, las diferentes verduras de las plantas y árboles...todo eso le ayudaría a buscar un camino seguro por el que salir del fuego ya que apagarlo sería molesto y posiblemente dañino, y él no estaba para ponerse a hacer una maratoniana salvación del bosque si era incapaz de salvarse a si mismo.

Yinhe se quema toda la pierna y suelta un alarido antes de rodar por el suelo y apagarse las llamas. Mientras las llamas ardían, el noble y sus soldados se fueron, haciendo caso omiso a Aurelio.

Mientras, Xander buscaba una salida a aquella situación y vio una rama lo suficientemente robusta como para atar una cuerda y salir de allí. Con impulso podrían saltar sobre las llamas como si fueran monos. 

-Marchaos y atrapad al malnacido de Rugini. ¡Y rescatad a Cholton!

Buck comenzó a hablar en una lengua desconocida para vosotros y del suelo comenzó a brotar agua. Insuficiente como para frenar el incendio pero justo para daros tiempo de atar una cuerda a la rama y balancearse.

Geraldina cogió un cubo que llevaba en su mochila y comenzó a lanzar el agua a las llamas.

-Contactad con Bray en la taberna. Él odia a Rugini y al barón tanto como nosotros. Os ayudará. 

-Gente, ayudadme a atar una cuerda a esa rama, es lo bastante fuerte como para aguantar nuestro peso, y podemos balancear nos fuera de las llamas.

Conentó sacando su cuerda y señalando la cuerda de su mochila , lanzarla por encima de la rama y hacer un nudo corredizo para asegurar la cuerda para atarla sin necesidad de un gancho que pudiera soltarse. Así mismo, al tener un árbol al lado será fácil subir por este o la cuerda para balancearse fuera del fuego de manera segura.

Ringo se acerca a Xander y le ayuda a asegurar la cuerda; cuando está lista, no se lo piensa dos veces y comienza a trepar ayudándose del árbol con los pies, pero pisa una rama endeble, que hace que pierda el movimiento.

Al parecer la situación era de todo menos positiva; por lo que Aurelio Breogan Cibran decidió huir de la mejor forma que podía usando aquella cuerda.

-Salgamos de aquí cuanto antes. -Indico mientras se apuraba para escapar.

A Mihaela no le gustaba nada el fuego, tanto que se lanzo a trepar sin envainar sus armas, lo que hizo que cayese al suelo, el impacto hizo que se centrase un poco.

Y comenzase a trepar al arbol como si de un insecto se tratase.

-Vamos, no podemos dejar que ese bastardo se escape.

Les dijo al resto animándolos, tratando de recuperar un poco la dignidad despues de haber caido de culo hacia unos segundos.