Partida Rol por web

-¡Mierda! Se ha contagiado de cáncer-. Dijo uno

-¿Eres imbécil? –Le contestó una compañera al otro lado de la habitación. -No es contagioso

-¿Y qué pollas le pasa?-. Volvió a la carga, aquella respuesta era insuficiente para él.

-Tétanos-. Resolvió un tercero. Al que llamaban el porretas –A saber la mierda que tenía con lo que se ha cortado.

El silencio se disipó convirtiéndose en una algarabía de diagnósticos y rumores… ¡Cuánto daño habían hecho las series de médicos!

Pasa, decía el decano cabroncete, que tocan donde no deben y luego pasa lo que pasa.

Miro al contagiado. Se está poniendo pálido

A ver, que lleven a ese lamentable espectáculo a la enfermería. Ya.

-"¿qué coño pasa?"-pienso desde el otro extremo de la sala, percatándome del lío que se está montando, miro en la dirección del origen y voy hacia allí.

-A ver, tranquilizaros, ¿Se puede saber que pasa?- pregunto al grupo.

Escuchas una algarabía procedente de la sala de al lado, se presagia lo peor. Entonces lo oyes:

-¡Ayúdame!- El grito era lastimero, casi sollozante, entonces vino la voz de alarma: -¡Se ha contagiado!-. No tardó en ser secundado por una voz femenina recordando un clásico piropo español: -Eres imbécil

Eso te hace recordar, hace unos días hubo una charla informativa sobre la puerta... La impartió el Decano y hablaba de su importancia en la investigación, de evitar riesgos y que las epidemias saliesen fuera, varios metros más allá está el botón rojo...

El chico pareció distraído, ¿había oído algo? entonces lo escuchaste.

-¡Ayúdame!- El grito era lastimero, casi sollozante, entonces vino la voz de alarma: -¡Se ha contagiado de cáncer!-. No tardó en ser secundado por una voz femenina recordando un clásico piropo español: -¡Eres imbécil, no es contagioso!. Dejó de escucharse nada más, el murmullo creció en intensidad y cadencia mientras escuchas cómo los adultos intentaban poner orden. 

Eso te hace recordar, hace unos días hubo una charla informativa de seguridad para todos los empleados, se habló también sobre la puerta... La nueva joya de la corona que chupó gran parte del presupuesto. Justamente el Decano y habló de la importancia de la seguridad en la investigación ejemplificando aquella puerta como su paradigma, al parecer en caso de iniciarse un contagio evitaría riesgos y contendría las bacterias en su interior. Varios metros más allá está el botón rojo... 

Mi madre dice que va a llevarme al programa de la tele para que cante. Recordó que le había preguntado por el hombre. Eres policía, seguro que lo conoces. Trabaja aquí, con barba y siempre va con prisas.  Creo que no le gusta que cante. Él no me gusta. Tú eres simpática.  La miró a la cara aunque evitando los ojos y sonrió.

Los gritos le sorprendieron. Algo sobre un contagio, no sabía que era eso pero recordaba lo que dijo el decano. Botón rojo. Su memoria era buena por eso recordaba todas aquellas canciones. Alguien se ha contagiado dijo a Sara mientras se acercaba al botón. ¿qué es contagiarse? Pulsó el botón sin saber que es lo que hacía. Es lo que dijo el señor mayor si había contagio.

NI NO NI NO NI NO

Una alarma empezó a sonar en el lugar, parecía la alarma de incendios, pero no era esa, la cadencia era diferente... Unos segundos después sonó un sonido mecánico, como el de una puerta cerrarse...

-¿¡Dónde está la puta enfermería!?-. La situación se estaba tornando dantesca, parecía un descenso a los infiernos yendo cada vez a peor. Segrellos seguía sangrando como un berraco mientras toda la clase se encontraba revolucionada. Inútilmente los profesores trataban de calmar los ánimos...

Allí, coño! Que tampoco es para tanto un cortecito!

Aunque según con la placa que se lo haya hecho...

Rápidamente voy en busca de la vigilante de seguridad, que debería estar fuera de este fregao, y le explico la situación a mi manera:

Alguien se ha cortado el dedo con una placa de Petri que podría estar contaminada, así que por favor, vigílele, y contrólele en caso de que haga cosas raras. 

En unos segundos, Luisrra había pasado de decir eso a pasar a estar ayudándole con el corte. Tenía que ser alguna mierda anticoagulante como saliva de murciélago o así. ¡Joder menudas medidas de protección! Y los otros tres diciendo gilipolleces.

-Al próximo que siga diciendo chorradas le meto el rojo -dijo, con el poder que confería el poder joder un expediente académico para llamar a la gente a la calma. Siguió ayudando al herido a taponar la herida- Vamos Martín, que le acompaño hasta allí rápido... mantén la mano en alto, vamos...

No se había dado cuenta de que le había llamado por el nombre y no por el apellido, señal de que las cosas se habían puesto detrás de otra una muy rápido. Y ahora sonaban las alarmas y estaba escuchando el sonido de algo metálico cerrándose... como alguno de estos hubiera dado al botón de "en caso de emergencias" SE LO COMÍA. Fue a la puerta para abrirla y sacar al chico de allí, la enfermería no estaba lejos, pero aquello no cerraba, así que tenían que llegar ya.

Evidentemente, había un botiquín ahí bien provisto para emergencias, pero tenía estudios y por tanto sabía que un biólogo y un químico no tenían por que tener más idea de medicina a la fuerza que él. Además, ¡que se estaba desangrando coño!

Se llevó las manos a los oídos y apretó con fuerza. ¡El ruido no me gusta, que paré! Se puso a cantar para no escuchar la alarma.

Unos que nacen otros morirán 
Unos que ríen otros lloraran 
Aguas sin cauces ríos sin mar 
Penas y glorias guerras y paz
Siempre hay por quien vivir y a quien amar 
Siempre hay por que vivir por que luchar 
Al final las obras quedan las gentes se van 
Otros que vienen las continuaran la vida sigue igual

Aquello no funcionaba por lo que empezó a golpear el botón rojo.

¡Cállate yaaaaaaa! 

Enrique empieza a mirar a los alumnos que como borregos empezaron a poner nerviosos al resto. - Calmaos chicos y dejar de decir tonterías.  Enrique se dirige al botiquín y  lo coge para poder atender al chico. Era un corte así que seria fácil parar la hemorragia, pero antes de llegar al chico el becario ya lo había codido para llevarlo a la enfermería.

Estaba claro que no era su ilusión ver al tipo que estaba en la enfermería, pero quizá fuera lo mejor. Así que con el botiquín en la mano va a su mesa, guarda el portátil, el resto de sus cosas en su bolsa y se dirige hacia la salida donde se encuentra el becario y el chico. -Esperarme, voy con vosotros.

De camino hacia ellos Enrique mira a Miguel. - Miguel hazme el favor de mirar de que era la muestra con la que se corto, necesitamos saberlo por lo que pueda pasar. Si hay otra muestra que este bien guárdala y por Dios habla con el Decano para ver si puede apagar esa alarma.

Una vez se reune con ellos, Enrique saca un pañuelo de tela (Limpio) de su bolsillo y envuelve el dedo del chico. - Tranquilo Segrellos, ahora mismo se cortara la hemorragia y en la enfermería veremos como esta.

Joder solo salen putos doses jajajaja

Recibo la petición de Enrique afirmando con la cabeza-No te preocupes, tú lleva al chaval que yo me encargo de esto-dicho lo cuál me dirijo a la plantilla elevando la voz-¡VENGA TODO EL MUNDO A TRABAJAR, CENTRAROS EN LO VUESTRO-dejo al grupo y voy a mirar la muestra en cuestión.