Partida Rol por web

-Esto es una mierda. -Su rostro estaba como sofocado, bastante agobiado y enrojecido-. No puedo estar aquí chicos. Me las piro arriba a que me dé el fresco.

-Deberíais decir algo a los chavales, yo que sé. ¡Era su amigo!

-Eh... Tienes razón. Está sucia. Qué hago, ¿la tiro a los baños? Pero entonces los baños se ensucian... -El pobre parecía encontrarse bloqueado sin tener claro cual es la mejor opción, se daba leves golpecitos como si eso le ayudase a discernir cuál era la mejor opción

-Oye Jefa. ¿Sabes dónde está la enfermería? -Uno de los estudiantes quien era fácilmente reconocible en los pasillos de la universidad había hablado. Se encontraba acompañado de otro puñado de jóvenes quienes parecían tener algo mejor que hacer que estar en el laboratorio.

-Se han llevado a un compañero mío y no sé por dónde están.

Me rasqué la cabeza ante la pregunta de Marcos. Lo cierto era que tenía razón, pero... ¿qué demonios? La tirase donde la tirase acabaría manchado de sangre igualmente. Si Marcos, por un retrete.. es lo que haces siempre con el agua sucia, ¿no? ¿De que otra manera se iba a deshacer de ella en un edificio?

La voz de un joven me hizo girarme.. no estaba sólo. ¿La enfermería? ¿En serio? ¿Estudian aquí y no conocen el edificio? Ehm.. si... seguid por aquel pasillo... les dije indicando por donde vi irse a todos con el de la pupa. Y luego... pufff... luego mirad el suelo.. seguro que tiene un pequeño rastro de sangre, sólo debéis seguirlo.

Lamento no poder ayudaros más.. llevo poco tiempo y aún no conozco el edificio. Les dije cortesmente antes de volver a retomar mi conversación con Marcos.

En respuesta todo el grupo, unas siete u ocho personas comenzó a alejarse siguiendo las indicaciones. 

-Muchas gracias- Respondió una de las chicas que le acompañaba, como si se le hubiese olvidado algo, después de dar un par de pasos.

-Es que no me lo puedo creer-mascullo entre dientes-un chaval acaba de morir y la gente se lo está tomando demasiado a la ligera-

Enfadado busco una sábana limpia y cubro el cuerpo del joven, con gesto solemne-lo siento mucho chaval-

Respiro hondo para recomponerme y voy a la sala de investigación como me sugirió Enrique.

Al entrar miro a todo el mundo-A ver alumnos atención-exclamo para que me oigan. -Debido a este pequeño incidente y el revuelo que se ha montado, hemos decidido suspender el trabajo por hoy, nos vendrá bien a todos desconectar por unas horas-me detengo y prosigo calmadamente. -Así que terminar con lo que estéis haciendo y os podéis ir todos a casa-me detengo un momento por si alguien quiere preguntar algo.

Enrique al ver que el enfermero no hace caso a lo de la extracción de sangre deja la jeringuilla en una de las mesas y después se apoya en ella. - Joder..... Solamente ese insulto sale de sus labios, después solamente se limita a ver como Miguel tapa el cuerpo del muchacho y después se marcha para mandar a los alumnos a casa. 

-Luis Ramón, voy a ir a mi despacho a hacer una llamada. Cuando sepas algo de la policía avísame y vendré. De todos modos no creo que tarde demasiado en volver, necesito avisar para decir que hoy llegare tarde a casa. Dicho esto Enrique sale de la habitación y se dirige a su despacho. Al llegar se sienta en su silla abatido por lo sucedido, permanece quieto unos segundos pensando en lo sucedido pero después coge el teléfono y llama al teléfono de su pareja.

Sacudió la cabeza.

-...no hay respuesta -incrédulo.

Miguel pudo escucharlo mientras salía, pero era Enrique el que estaba allí y podía hacer algo. Asintió a Luis Carlos mientras salía (él mismo no sabía muy bien cómo o dónde estaba) y estuvo tentado a salir detrás de él. Llamó a la policía.

"Me las piro arriba a que me dé el fresco"

-Espera, que voy yo también -dijo, saliendo detrás, mientras iba llevándose el teléfono a la oreja- Jooooder... jooooooodeeeeeer...

Llamando...
Llamando...
 

Los tres empezaron a dirigirse al exterior dejando atrás al hombre más empático del mundo cuando en el pasillo se toparon de bruces con un puñado de chavales.

En el otro extremo del pasillo seguían Sara y Santana casi en el mismo lugar donde les habían dejado. 

-¡Ey Luisra! -Saludó de nuevo con toda confianza Jimmy- ¿Ya os abrís? ¿Cómo está Segrellos, le habéis dejado durmiendo la mona? -Preguntó mientras se reía al tiempo que intentaba estirar el cuello esperando encontrarle de un momento a otro.

-¿No habrá muerto de cáncer?- Preguntó siempre tan oportuno Marcos. Después empezó a rascarse con discreción la nariz. -Se supone que esto es más lento.

Alguno de sus compañeros desistieron de responderle ya al tiempo que ponían los ojos en blanco. -De letras, se escuchó en la parte posterior.

Sacudió la cabeza, haciendo un gesto de que les siguieran para afuera, conforme iba tras el enfermero. Agitó el teléfono por unos segundos como disculpa.

-Ey Jimmy. Gente -dijo, tratando de aparentar naturalidad, aunque sonaba ocupado y preocupado. Suerte que en su trabajo se esperaba eso, y más con lo que había pasado- ¿Alguien sabe qué pasa con secretaría? Se supone que hasta una hora más tarde no cerraba hoy, y no hay manera de contactar para preguntarles por la ambulancia.

Quizá no estaba tan preocupado como los demás porque... ¿no se acababa de creer que estaba muerto? Inconsciente, sí. Pero eso lo arreglaban en la ambulancia cuando llegasen. QUE ESTABAN TOMÁNDOSE SU TIEMPO.

Bueno.. ¿vamos a tirar eso? volví a preguntarle a Marcos. Las voces de los jóvenes me hicieron volverme hacia atrás. Pude ver a los chicos que iban de camino a ver a su compañero y más al fondo parecía estar el profesorado junto al Decano.

Les observé unos instantes, pendiente de ellos por si se armaba algún tipo de alboroto. Aunque todos parecían estar bastante tranquilos... Me mantenía junto al joven Santana, esperando su respuesta para ir a vaciar de una vez ese cubo con líquido rojizo. Un buen chorro de lejía detrás y cualquier bacteria o virus al peo..

Sí, tirar el agua. Luego a casa a ver la tele.

Cogió el cubo y se dirigió al servicio, levantó la tapa de WC y tiró el contenido del mismo. Ya podía irse a casa. Pero aquel servicio estaba sucio y el hombre anciano le gritaría de nuevo si no lo limpiaba. Su madre le había dicho que obedeciera al anciano por lo que salió al pasillo y lo buscó 

¿Limpio el servicio o mejor mañana? Mañana vengo otra vez. Quería irse a ver ahora caigo pero no quería desobedecer a su madre. Cuando volviera a casa le diría que no iba a hacer más caso al hombre mayor. Gritaba mucho.

El hombre mayor estaba "liao" con la puerta, que la dichosa no se abría. 

No, no puedes irte a casa, debes limpiar el baño. Y asegúrate de que lo desinfectas con lo más fuerte que tengas. 

Al ver a Luis Ramon hablar con los alumnos Enrique sonríe y pasa junto a ellos en dirección a su despacho pasando junto al Decano, Marcos y Santana escuchando su conversación sobre la limpieza del baño.

- Dr. Martín, creo que en estos momentos la limpieza de los baños es lo de menos, deje al chico marcharse a casa. Enrique se aproxima mas al decano y le habla en voz baja. No creo que tarde mucho en llegar la ambulancia y la policía, solo faltaría que Santana se pusiera nervioso delante de ellos. Mejor evitar más líos, creo que con lo sucedido es más que suficiente. 

Santana se dirigió hacia el carrito de la limpieza y lo empujó hasta el baño. Se puso los guantes de goma y agarró la botella de agua fuerte. ¡malditos tapones de seguridad!  Cogió las tijeras y agujereó el tapón. Derramó casi media botella en el WC y esperó a que dejara de hacer espuma. Se hizo con la esponja y empezó a limpiarlo.

The chance won't come again
And don't speak too soon
For the wheel's still in spin
And there's no tellin' who
That it's namin'
For the loser now
Will be later to win
For the times they are a-changin

El paseo de vuelta a clase era largo, casi eterno para Luis Ramón, como si fuese él mismo quien iba al patíbulo. Sin embargo el fallecido era otro. El móvil seguía sin tener línea, en el sótano la conexión iba y venía muchas veces. De hecho era costumbre dejar escritos los mensajes de Whatsapp para que se actualizasen todos en aquellos escasos momentos de conexión con el satélite.

Cuando todos entraron, muchos de ellos con cara de preocupación, Luisra dedicó una mirada al exterior antes de cerrar la puerta. En ese momento el Decano había esquivado la comitiva y había vuelto a la puerta, mientras que Santana salía de los baños... El desaguisado crecía por momentos.