Partida Rol por web

Con decisión, hago el legendario movimiento, el Sensou.

Con decisión, golpeo al gamorreando con el mango del vibrofilo en su enorme panza, empujando sus pútridas entrañas hacia su garganta. No sé como de efectivo es contra otras razas, pero se esto: Entre todas las especies del cosmos, desde los Wampa hasta los mismos Sarlakks, es un golpe que DUELE.

Y con su gruñido, pongo la granada activada en su boca.
Para acto seguido, quitarme de enmedio antes de que pueda reaccionar, tanto el monstruo como la bomba

"A cubiert..."    (Boooooooooom)

Ambos os alejáis lo máximo que la sala permite después de que Pikon introduzca la granada en la boca abierta del gamorreano justo a tiempo de notar como la onda expansiva esparce sus restos sanguinolentos en varios metros a la redonda. Cuando volvéis la mirada hacia donde se encontraba el alienígena, apenas podéis ver los restos humeantes de su tronco, con una masa informe en la parte superior.

La sangre salpica toda la habitación e incluso en vuestros cascos tenéis restos de los tejidos de vuestro oponente.

"El final de la prueba se acerca... habéis demostrado ser firmes cuando es necesario... inmisericordes cuando la situación lo requiere... conocéis el credo... habéis iniciado el camino..."

Una nueva compuerta se abre franqueándoos el paso a una nuevo pasillo.

"... ahora debéis demostrar que tenéis lo necesario para llegar al final..."

Mantengo el vibrofilo en la mano.

"Vanos hermano. ¿Conoces el camino?"

Li Dao se pasó una mano enguantada por el visor del casco. Aparentemente removiendo un trozo de laringe que se le había pegado. Dejó caer sus hombros y guardó el vibrofilo, luego miro a su compañero y asintió con la cabeza antes de iniciar la marcha siguiendo muy cerca de la pared. Estaba listo para lo que viniera.

Seguís avanzando por el pasillo metálico hasta que desembocáis en una nueva sala.

Una mirada rápida a vuestro alrededor os revela que la sala tiene una forma cuadrada, de unos diez metros de lado aunque la ausencia de cualquier objeto en ella parece agigantarla hasta límites insospechados. Las paredes metálicas están desnudas, sin ningún recubrimiento ni elemento que las cubra parcialmente... el suelo y el techo metálicos, igual de pulidos que las paredes... aunque no de manera nítida, pero las superficies metálicas reflejan vuestras figuras...

La puerta a vuestra espalda se cierra y no sois capaces de vislumbrar donde puede estar la salida... como si os encontraráis en el interior vacío de un cubo de metal...

"Habéis sido capaces de alcanzar la última prueba... la que definirá si sois dignos de ser nuestros hermanos... sólo debéis superar un obstáculo más... debéis enfrentar al enemigo que se haya frente a vosotros..."

Echo un vistazo a Li-Dao y extraigo mi Vibrofilo.

Aunque aprecio a mi hermano, como todos los hermanos, la orden esta por encima de todo. 

Este es el camino.

"Dos entran..." Inicio el canto...

Y lanzo la granada de LiDao contra el techo, tratanfo de provocar una polvareda. Si hay un enemigo invisible, el polvo lo marcara.

Al escuchar las instrucciones y observar el gesto de Pikon por puro instinto el iniciado se agazapa adoptando una postura de combate. No sabía con exactitud como debía desarrollarse la prueba pero si era lo que pensaba entonces no estaría dispuesto a fracasar. El hecho de que Pikon arrojara la granada por encima de sus cabezas lo alarmó.

—¿De qué se trata todo esto, Pikon? —dijo intentando discernir en sus intenciones.

Te susurro

"Ha dicho "debéis enfrentar al enemigo que se haya frente a vosotros" Pero el enemigo no siempre es visible"

Es algo lacónico, pero esta claro: La tecnologia del camuflaje óptico no es común, pero tampoco es algo de lo que nunca se haya oido. Y si nos hemos enfrentado a un Gamorrano, primero quiero asegurarme de que no hay un Depredador Yautja o alguna otra raza parecida en esta sala.

"Agotaré todas las posibilidades antes de tener que alzar un arma contra mi hermano" me propongo

Dado que el cielo no responde, está claro:

En esta sála tan sólo hay dos seres vivos. Dos aspirantes.
Y sólo uno de los dos saldrá siendo un hermano de pleno derecho.

Con respeto, desenfundo una vez más mi vibrofilo y saludo a mi hermano "Esto es por el credo. Esto es por el camino. Por todos los hermanos" recito.
Sin ningún ápice de odio contra mi rival,me enfrento al buen Li-Dao,

Li Dao dejó caer los hombros tras la sombría revelación que se mostraba ante ellos. Tenían que luchar uno contra el otro hasta saber quién sería el verdaderamente apto como para convertirse en un miembro del credo. El método era poco ortodoxo, pero el sobreviviente podría llegar a ver cuál sería el resultado.

En cuestión de un parpadeo, ya tenía el vibrofilo en alto y su postura de habia convertido en una de combate.

—No hay salida... Hm... —fue lo único que pudo oírse a través de su casco.

Se arrojó al ataque a la vez de Pykon e intercambio tajos y puñaladas con su antiguo compañero y ahora rival. Aunque el otro fue más rápido, y el vibrofilo se enterró profundamente sobre su coraza, lo suficiente como para que Li Dao no pudiera moverse más.

¡Detente Pikon! - resuena la potente voz de Cain Roice por toda la estancia al tiempo que una de las paredes se abre mostrando un túnel de salida por el que varias figuras comienzan a pasar lideradas por la imponente figura del jefe del clan.

- La prueba ha terminado... aunque no de la manera que esperaba - prosigue con cierto tono de tristeza en la voz antes de girarse y emitir unas órdenes a sus acompañantes. - ¡Vosotros! LLevad a Li Dao a la enfermería... y cómo él muera, vosotros perderéis una mano -

Los acompañantes de Caín levantan con suavidad el cuerpo de Li Dao del suelo y abandonan la zona de la prueba siguiendo las indicaciones.

- Esta no era la salida que esperábamos para vosotros... acompáñame Pikon...

Voy con el señor

La prueba había llegado a su fin... Cain Roice abandonó la última sala acompañado por Pikon instantes después de que un grupo de hombres trasladase con cuidado el cuerpo herido de Li Dao. Siguiendo las indicaciones del líder, Pikon se dispuso a esperar en una habitación a tener más noticias.

Un día... dos días... y la mañana del tercer día llegó mientras Pikon seguía esperando en la habitación cuando la puerta se abrió y entró el líder del clan acompañado por su escolta de mandalorianos.

- Acompañame... - dijo en un tono que no daba opción a dudar de la imperiosidad del mandato. Tras recorrer varios corredores siguiendo al grupo llegaron a una gran sala con ambiente ceremonial.

- Hermano Pikon... - comenzó Cain - has sobrevivido a la prueba a la que te hemos sometido aunque ello supusiera luchar contra tu propio hermano. Somos guerreros y nuestra supervivencia es prioritaria, pero más aún la supervivencia de nuestra cultura... de nuestro credo... por eso cuidamos a los huérfanos... hasta que puedan convertirse en nuevos guerreros...

Una de las puertas de la sala se abrió franqueando el paso a un convaleciente Li Dao.

Li Dao superó la totalidad de los retos luchando a tu lado hasta llegar el desafío final... y afortunadamente, gracias a los cuidados de nuestro médico, ha conseguido sobrevivir a las heridas causadas... no podemos permitirnos sufrir bajas innecesarias.

Ambos sois aceptados como hermanos de nuestro clan, pero hasta que Li Dao pueda reincorporarse a la lucha, deberás honrar el credo y realizar las aportaciones en nombre de los dos.

Esta es tu siguiente tarea...

Tras que el maestro de la orden hablase, le pido permiso

"Mi maestro, ha de saber que en ningun momento hice que mis heridas fuesen letales. Y que derramar la sangre de un hermano ha sido para mi el mayor tormento en estos años ha sido el derramar la sangre de Li Dao"

"Aceptaré gustoso su carga, hasta que podamos compartirla"
"Este es el camino. Da Wae"