Partida Rol por web

Por si fuera poca desventura el desenlace del Señor de Daerion, cuyo vejado cuerpo golpeaba inerte el suelo, de repente todas las tropas enemigas se disolvieron a la voz de retirada. Desconcertados en aquella bulliciosa salda de trono que ahora restaba en completo silencio, el portón se escuchó una vez, dando paso a un imponente general que llegaba demasiado tarde.

¡Reagrupaos! Debemos ir al norte. ¿Sir Palamon?... mientras las milicias ejecutaban su orden, el general quedó postrado sobre el cuerpo del caballero unos instante. ¡¿A qué esperáis?! Increpó antes de permitiros hacer uso de palabra. Pronto observasteis que los pocas milicias que consiguieron salvar su vida corrían agitados hacia las puertas de la ciudad. 

De camino os comunicaron que las granjas del norte estaban siendo atacadas y era imperioso defenderlas si no deseaban encontrar la hambruna este invierno. Aún quedaban algunas horas para llegar a las granjas, fue entonces cuando una columna de humo llamó vuestra atención. Se os asignó su reconocimiento mientras los soldados alcanzaban el punto de encuentro. 

Pronto en el camino la figura ensangrentada de un campesino aclaró vuestros temores. Goblins... tosió con dificultad, están robando toda la cosecha y quemando el resto... su mirada se intensificó, se han llevado a mi hermano, ¡tienen a Frederick! Sus fuerzas le abandonaban y se quedo sollozando con pesada respiración sobre el camino. Era demasiado tarde para él, pero quizás no para su hermano y las hambrientas gentes de Arhymn. ¿Qué podía ser aquello que hacía a los goblins tan voraces?

Mok corre, cuando se encuentra bloqueado por unos Hombres Bestia.

No sereis vosotros, seres infrahumanos, quienes me detengais. ¡Ancestros, venid a mi!

ruge, mientras desata la furia de los ancestros sobre los hombres bestia. Orgulloso, sigue su camino casi sin mirar el destrozo que ha causado en los cuerpos de las criaturas.

El discipulo de la naturaleza fue el primero en avanzar, con un leve movimiento paro el ataque de ser cuando paso a su lado y cuando estuvo en medio de todos, invoco los vientos llevandose a saber donde a tres de las criaturas y dejando al lider agarrado al suelo de donde pudo.

Bien hecho Mok, tu magia muy fuerte, magia fuerte

Espero que me haya entendido.

Bien chicos, encargaos de lo que podia, yo he escuchado una jaulia por detras de nosotros. Voy a avanzar lo mas rapido que pueda.

El mago se levanto la tunica y empezo a moverse lo mas rapido que pudo jadeando en el proceso.

Mientras Leoric cruzaba el prado a la carrera, Avric se encaró con el lider de los enemigos, asestándole un profundo tajo con su espada.

Esto ya está, es hora de recuperar esos sacos de grano

Olvidad la muerte del conde de Daerion, y motivada por la urgencia de aquella nueva amenaza, Dezra asintió ante la nueva muestras de fuerza del chaman Orco, y luego, mientras Avric se encargaba del ultimo de aquello hombres bestia, salió a la carrera, decidida a que Leoric no se quedase solo. - Vamos mago, achicharremos a unos pocos de esos goblins!

ACTUALIZADO

Con asombro, Avric vio como las heridas de su enemigo se cerraban delante de sus ojos. La criatura parecía tener unas capacidades de regeneración extraordinarias.

Golpeó una vez más a la criatura con fuerza, haciendo que cayese de nuevo al suelo, pero al fijarse bien, vió que las heridas comenzaban de nuevo a cerrarse, indicando que la bestia no estaba muerta todavía.

Esta vez no, maldito, esta vez no te dejaré levantarte ruge el viejo orco. Pero el hombre bestia a sus espaldas quizá no tenga la misma opinión. Pero no consigue reaccionar con la suficiente velocidad como para atraparle.

Mientras, el orco escucha a sus compañeros más adelante. Tiene que llegar hasta ellos.

Estan discutiendo entre la nicromante y el sobre cual seria el transcurso que debia seguir. Sin previo aviso, salio corriendo mientras emitia luz su cuerpo.

BOOOOOOOMMMMBAAAAAA!!! A llegar cerca de los dos goblins que se miraba el uno al otro pensando que el anciano estaba loco, el cuerpo de este explosiono, llevandose por los aires a uno de los goblins y el cuerpo del caudillo en el suelo. Cuando se dislumbro la niebla de humo aparece el anciano con la ropa algo quemada.

No te creas, sienta bien, deberias probarlo.

Le dice a Dezra.

Dezra observó a aparecer a Leoric entre el humo de su propia explosión, y sin contenerse, esgrimió una pícara sonrisa, pues la nigromante no esperaba que el mago se tomara al pie de la letra sus anteriores palabras, tal y como había sucedido. - Vaya, vaya, parece que tienes más de un truco bajo esa túnica tuya, Leoric. - dijo, mientras se acercaba a la vez que movía sus manos, invocando a su fiel y fiero no-muerto como si fuera la cosa más natural el mundo. Acto seguido, la nigromante señaló el el caído y chamuscado cuerpo del caudillo goblin, y bajo su orden, el reanimado se abalanzó sobre la criatura para terminar de despedazarlo antes de volver a su lado.

- Perfecto. Ahora si alguna de esas craiturillas quiere pasar, tendrá que pagar con su vida.

ACTUALIZADO

Una vez más, parecía que se habían metido en una situación dificil. A pesar de haber acabado con muchos de sus enemigos, éstos no dejaban de aparecer por entre los árboles. Era cuestion de tiempo que los sobrepasasen

¡Mok, tenemos que replegarnos junto a los demás, si nos atrincheramos en el granero deberíamos ser capaces de contenerlos!

Sin esperar respuesta, echó a correr, esquivando los golpes que sus enemigos intentaron asestarle por la espalda.

La nigromante, testigo de como los goblins se cebaban con Leoric, crispó sus labios en una mueva de desagrado, y en cuanto tuvo ocasión, lanzó a su no-muerto a por el líder de estos, aunque, y como había sucedido ya en demasiadas ocasiones para su gusto, el reanimado tan solo golpeó al aire, incapaz de alcanzar a su escurridizo adversario. Mientras, Dezra se acercó a su compañero caído, tendiéndole la mano para ayudarle a incorporarse antes de verter su atención, y su arma, sobre el goblin más cercano.

- Otro pasto para los gusanos. - siseó, amenazadora, mientras la criatura caía bajo el filo de su lanza. - Y no será el último.
 

El viejo orco ve que el tema con los goblins parece más o menos controlado, así que se dirige directo a los fardos para intentar ponerlos a salvo. Una vez a salvo en el granero, podrán hacerse fuertes contra las hordas del señor oscuro.

Mujeres, vino, baño de leches y miel, era el unico hombre en ese harem, y la fuerza de la juventud habia sido devuelto. Las mujeres le resultaban tan inresistible que no duda en ofrecer sus sudorosos y perfumados cuerpos a un desden de mil formas de sexos, incluso una de ella conocia su nombre, al principio como un susurro y luego iba aumentando el tono de su voz, seguramente presa del deseo. Lo gracioso era que conocia esa voz, le resultaba familiar. Se acerco para saborear sus dulces labios, pero la muy cretina calienta calzones empezaba a resistirse. Pestañeo un par de veces y se desperto como si fuera un sueño, viendose forcejeando con Dezra que evitaba que le diera un beso.

Uhm.... vaya.... que obra de... mal.... me ha poseido....

Dice mientras se vuelve a levantar. Sus compañeros estaban cerca, y Mok al parecer iba a por los fardos.

Dejame a mi los fardos y ocupate de los goblins, tu poderoso ataque hare buenos estragos contra ellos.

ACTUALIZADO

Sus anteriores palabras no andaban desencaminadas, y cuando el siguiente humanoide verdoso cayo al suelo, su estómago agujereado por su lanza, la nigromante volvió a sonreír, satisfecha, antes de volver hacia otro de aquellos gusanos. Y mientras blandía de nuevo su mortífera arma, aunque en esta ocasión con pero tino, escuchó como la muerte seguía los pasos de su reanimado, que por fin, hacia algo de provecho, machacar al caudillo de aquellos seres.

- Vamos, acabemos con estos inútiles! - bramó, rebosante de vitalidad gracias a las muertes de sus adversarios.

En los alrededores del granero, la lucha todavía era cruenta, pero, con los heroes cubriéndose las espaldas mutuamente, había pocos enemigos capaces de enfrentarse a ellos.

Mientras uno de los goblins caía derribado por un golpe del reanimado, Avric aprovechó un momento de debilidad de su enemigo para, con un giro inesperado de su cuerpo, asestar un fuerte tajo al lider de los hombres bestia, apartándose con rapidez del cuerpo de éste antes de que se desplomase al suelo gravemente herido.

No esta vez la profunda y ronca voz del viejo orco resuena en la zona, como si las trompetas del apocalipsis resonaran. Y no es para menos, los dos caudillos que yacen gravemente heridos en el suelo pronto pierden la cabeza merced a sendos hachazos propinados por el orco.