Partida Rol por web

La Señal del Demonio (Chat)

0. El desencadenante

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08/10/2009, 11:56
Director

Escena introductoria a la partida.

No hay que rolear en ella. Simplemente, narro lo que sucedió ese día, que es el motivo que desencadenará todos los sucesos que vais a vivir en la partida.

Así que relajaos, id a por una Coca-cola, y leed tranquilamente esta escena como si fuese un relato corto, pues es necesario conocerla para empezar, pero con echarle una lectura rápida sirve :)

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08/10/2009, 11:56
Director

Año 1920. Verano.

Un pueblecito de Louisiana perdido de la mano de Dios.

Sus habitantes se van poniendo en pie con los primeros rayos de sol y el canto del gallo. Es Domingo, día del señor, y como tal, toca acudir a la capilla, como cada Domingo por la mañana, a recibir las palabras del Señor en boca de su siervo, el querido reverendo Andrew Taylor.

Van llegando poco a poco, saludándose unos a otros con afecto. Es un pueblo muy pequeño, y quedan ya pocos habitantes, así que todos se conocen perfectamente.

Sentada al órgano está la bonita hermana del reverendo, Julia, quien más que tocar el piano, lo aporrea comoo buenamente puede, pero es lo más parecido a tocar un instrumento musical que es capaz a hacer, por no hablar de que es la única en todo el pueblo que al menos conoce las notas musicales.

Poco a poco van llegando todos, y ocupando sus asientos. De sobra es conocida la puntualidad de Andrew, y lo poco que le gusta que la gente llegue tarde, pues lo considera una falta de respeto hacia el Señor. Así pues, poco antes de la hora de comenzar su sermón, todos los habitantes de la aldea se encuentran en los bancos, lo más cómodamente que pueden, atentos al comienzo del discurso de esta semana.

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08/10/2009, 12:03
Andrew Taylor

Al cabo de un rato, aparece Andrew, Biblia en mano.

Nunca lleva ningún sermón apuntado. Los crea y memoriza con suma facilidad, y no le gusta depender de nada más que de su portentosa memoria.

En el altar, ante todos sus feligreses, comienza a hablar con su potente pero bonita voz, comenzando el sermón semanal.

Va tratando varios temas, uno tras otro, sin que los asistentes muestren aburrimiento ni ganas de verlo acabar. Es más, alguno ni pestañea casi. Andrew tiene la facultad de cautivar con el poder de la palabra a todos cuantos le rodean.

Lleva como media hora sin parar de hablar, inculcándoles los más altos principios morales, cuando...

-... Y como ya os he dicho en infinidad de ocasiones, el ser humano es débil por naturaleza. Pero dentro de nosotros mismos tenemos las herramientas para luchar contra esa debilidad. Lo que diferencia a una buena persona de una mala persona, no es más que el entusiasmo con que busquemos en nuestro interior esas herramientas, esa llave que consiga encerrar la debilidad en un arcón de nuestra mente, que nos ayude a combatir la debilidad. Y esa llave, queridos hermanos, la poseemos todos. Todos y cada uno de nosotros tenemos la facultad de luchar contra la debilidad innata del ser humano, pero muchos no lo hacen... ¿Y por qué? Me preguntaréis. Pues porque es mucho más fácil dejarse vencer por la tentación, que luchar contra ella.

Andrew se secó el sudor de su frente con un pequeño pañuelo. Hacía demasiado calor en aquella capilla, pero no quería que el calor fuese impedimento para completar un sermón que había preparado con tesón, por grande que fuese el sopor que imperase en la sala. Ciertamente, el calor era harto insoportable.

-Pero no creáis que porque no se vea si hacemos todo cuanto esté en nuestra mano para luchar contra la tentación, el Señor no lo va a percibir. Al contrario. El Señor es consciente de cuánto luchamos interiormente por hacernos mejores personas, lo nota, y le agrada, por pequeño que sea el progreso, siempre y cuando note cuánto ansiamos convertirnos en mejores personas. Lo sabe, lo siente, y se siente complacido cuando avanzamos en nuestro camino hacia el bien. Y no menos se alegra cuando luchamos con todas nuestras fuerzas contra el mal...

 

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08/10/2009, 12:16
Charles Boon

En ese momento, el joven y travieso Charles Boon, único niño del pueblo, se pone en pie, pues cree haber comprendido lo que Andrew quiere decir, pero no está seguro. Muchas veces ha saltado para interrumpir algún sermón de Andrew, entre las regañinas de su madre por hacerlo, pero al reverendo no le importa. Es más, le agrada ver que se molesta en tratar de captar el significado pleno de su mensaje.

-Eso significa entós que, si ta contento cuando hacimos el bien, tara enfadao cuando nos portamos mal, ¿no?

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08/10/2009, 12:20
Sonya Boon

-¡Siéntate, Charlie!- su madre lo agarra del brazo para devolverlo al asiento, pero ve que Andrew estira la mano indicándole que lo deje estar.

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08/10/2009, 12:21
Andrew Taylor

-No te preocupes, Sonya. Deja que pregunte. Sabes que me gusta ver que se esfuerza tanto como los demás por comprender mis palabras, y para él no debe ser sencillo.

Andrew mira a Charlie fijamente, y esboza una amplia sonrisa.

-Sí, pequeño. Igual que es capaz a detectar cuándo nos esforzamos por servirle bien, también nota cuándo no lo hacemos, y eso le desagrada. Y mucho. Es entonces cuando se enfada con esa mala persona, y cuando hace recaer en él la furia de la justicia.

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08/10/2009, 12:23
Charles Boon

-¿Y cómo lo haz, reverendo? Si Dios es bueno, no va a bajar a castigalo, ¿no?

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08/10/2009, 12:24
Andrew Taylor

-No, Charley. No va a bajar a castigarlo. Pero el Señor siempre encuentra la manera de hacer justicia, sea como sea, la justicia imperará. A veces el ser malo tendrá que esperar a la muerte, y cuando llegue al cielo y llame a la puerta, lo enviarán al infierno a arder por toda la eternidad. Pero otras veces...

"Bueno, ¿por qué no? Dramaticemos un poco la respuesta. Si les cautiva, sé que el principio que les estoy inculcando se les quedará grabado para siempre, y no sería mala idea que éste lo tuviesen bien claro".

-A veces el Señor considera que lo que ha hecho esa persona por alejarse del bien es tan serio, tan terrible, que no espera a que llegue ese momento, sino que opta por actuar de inmediato. ¡Sí, lo hace! ¡Si un pecado es demasiado gordo, el castigo ni siquiera se hará esperar!

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08/10/2009, 12:29
Charles Boon

-Y si Él no baja a castigar, ¿cómo haz? ¿Manda una señal o algo?

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08/10/2009, 12:29
Andrew Taylor

-No sería la primera vez que una persona recibe una señal indicando que ha sido tocada por la mano del Demonio, Charles, o que la justicia la imparten sus siervos en la Tierra en su nombre- dice Andrew con vehemencia y pasión- A veces, esa Señal del Altísimo nos indica que esa persona que la ha recibido es mala, es impura, y que se ha alejado del camino del Señor. ¡Cuidaos de las señales del infierno! ¡Cuidaos de la senda del mal! ¡Si pecáis, hermanos, Dios os castigará, caerá sobre vosotros el peso de la justicia! ¡Evitad ser marcados por el Diablo, o el Altísimo os castigará!

Todos los asistentes se quedaron de una pieza, boquiabiertos, impresionados por las palabras de Andrew, quien, como siempre, los había cautivado de nuevo con su apasionado sermón.

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08/10/2009, 12:33
Louis Stephens

A la salida, uno tras otro de los asistentes le estrecharon la mano a Andrew, felicitándolo por un nuevo y magnífico sermón. Louis Stephens, el granjero más joven y fuerte del pueblo, se detuvo para hablar un ratito con él.

-Creo que tienes a la vaca a punto de caramelo, ¿no, viejo?- soltó una carcajada.

En efecto, una de las vacas de la granja estaba a punto de parir. Y se esperaba una excelente cría, porque era la mejor vaca de los Taylor, y había procreado con un toro que poseía una de las aldeanas, Mary Johnson. Mary había cedido a su toro, un excepcional ejemplar, justo unos días antes de venderlo por un buen dineral a una granja mayor.

Andrew le explicó que preveía un parto difícil, pues la vaca llevaba unos días gimiendo de dolor. Sabía que de esta tarde no pasaba, pero le asustaba un poco perderla en el parto, porque de verdad que no pintaba nada bien.

-No te preocupes, viejo, no tengo ná qu'hacer esta tarde, ho, así que pueo ayudate si quies en el parto.

Convinieron en que Louis se pasaría esa tarde por la granja a echarle un cable a Andrew y a Joseph.

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08/10/2009, 12:40
Director

Llegó la tarde, y Louis se acercó a la granja de los Taylor como había acordado. Los encontró ya en la cuadra, en pleno proceso de asistir a la vaca.

-No va bien- le dijo Joseph con miedo- Esto es un desastre. No creo que la vaca viva para contarlo.

-Yo os ayudaré, no hay problema- Louis se puso manos a la obra, trabajando a la velocidad del rayo.

Entre los tres asistieron el nacimiento de la cría lo mejor que pudieron, que no era poco, dado que eran experimentados granjeros, pero estaba clarísimo que las cosas no estaban saliendo como deseaban. La vaca iba a morir, para desgracia de los Taylor, que perdían a su mejor ejemplar vacuno. Si por lo menos pudiesen salvar a la cría...

Parecía que sí, que al menos podría parir a la cría antes de expirar... Con esfuerzo... Con muchísimo esfuerzo...

La vaca expiró justo tras parir a la cría. Apenas cinco minutos después, falleció.

Los tres hombres se quedaron horrorizados al ver a la cría. No era... No era...

 

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08/10/2009, 12:45
Louis Stephens

Louis se quedó horrorizado ante lo que había visto. Dió varios pasos hacia atrás, y se alejó como si hubiese visto al mismísimo diablo.

La ternera había nacido deforme, con dos cabezas, patas completamente atrofiadas, y el cuerpo extrañamente hinchado.

Louis recordó las palabras del reverendo, y lo miró con horror.

-Es... ¡Es una señal! ¡Es una señal! ¡Dios t'ha castigao! ¡Es una señal de que has sio tocao pol diablo!

 

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08/10/2009, 12:49
Joseph Boyne

-No digas tonterías, Louis. ¿Cómo va a ser esto una señal de nada? Simplemente ha salido mal, caray.

Joseph, el único del pueblo que no era tan devoto como para interpretar las palabras que emitía su cuñado al pie de la letra, trató de restarle importancia, pero Louis parecía realmente alterado.

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08/10/2009, 12:50
Director

En ese momento, la cría miró a Louis, y de sus dos bocas salió un horrible quejido de profundo dolor. Louis se sobresaltó más aún, pues la ternera lo miraba con sus penetrantes ojos, y el sonido no se parecía al que emitía el ganado que él había criado.

-¿Lo veis? ¿Es una señal? ¡ES UNA SEÑAL! ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Sabía que algo raro pasaba en ejjta casa! ¡Dios os ha señalao por vivir en pecao! ¡Dos hombres viviendo con una sola mujer! ¡Sois pecadores! ¡Arrepentíos!

Louis salió corriendo, gritando a pleno pulmón estupiedeces varias sobre la conducta de los tres habitantes de la casa, mientras exclamaba a los cuatro vientos que la señal del demonio había aparecido en casa de los Taylor. Lo útimo que escucharon antes de que desapareciese de su campo de visión fue que Louis gritaba quelos habitantes del pueblo habían sido elegidos por hacer siempre el bien para erradicar el mal, y que los Boyne-Taylor eran el mal.

En ese momento, la ternera murió.

Joseph y Andrew se quedaron mirando el uno para el otro, desesperados por haber perdido a la vaca y su cría, y algo sobrecogidos por la sorprendente reacción de Louis.

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08/10/2009, 12:57
Joseph Boyne

-Creo que esta vez te pasaste con el discurso, cuñado- le dijo, y resopló con agotamiento- A ver cómo lo arreglas la semana que viene para que todos los del pueblo no piensen que eres un enviado del diablo o algo así- se acercó a coger la pala para cavar una fosa para la deformada cría- ¿Señales del diablo? ¡Bah! Deberías medir tus palabras en ocasiones, o esto acabará pareciendo un pueblo de lunáticos defensores del bien en lucha contra el mal. Sabes que son todos analfabetos, y que se creen lo que les dices a pies juntillas, así que a ver cómo sales de este desaguisado, Andrew, porque ese cabezota de Louis sabes que va a ir corriendo la voz a la velocidad del rayo, y que a ese estúpido todo el mundo le hace caso aquí. ¿Señales del Diablo? Jamás había escuchado cosa más estúpida...

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08/10/2009, 12:59
Director

Joseph no se habría creído nunca que sus palabras estuviesen tan sumamente próximas a la verdad. La voz se corrió por todo el pueblo, y antes de la noche, todos los habitantes estaban sobrecogidos por el miedo de pensar que Andrew hubiese sido marcado por el diablo.

Pero si Dios les había enviado una señal tan clara, es que necesitaba la ayuda de sus más devotos siervos para erradicar el mal. Y henchidos de orgullo por poder defender al Señor, y horrorizados por imaginar la clase de pecados que los tres Boyne-Taylor llevaban a cabo en su casa, decidieron obedecer al Altísimo, y ayudarlo en su cometido de acabar con el mal...

No hay nada peor que un loco convincente...

O sí...

Una horda de analfabetos creyéndose en posesión de la verdad, imbuídos en años y años de devotos y puritanos discursos. Y la verdad es que los Boyne-Taylor eran el mal, y que ellos, como Andrew había sugerido esa mañana, eran los elegidos por el Señor para ayudarlo a limpiar del mal este planeta. Ellos cogerían la llave para encerrar sus debilidades en el arcón de su mente. Ellos se unirían para llevar el mensaje de Dios. Ellos se unirían para acabar con el mal...

Y lo harían esa misma noche.

Dios se sentiría orgulloso de ellos. Erradicarían la señal del diablo...