Partida Rol por web

Ok, vamos, vamos sino se enfriaran las pizzas y la mas se reblandecera, no hay tiempo que perder....Sanyku coge su equipo y la mochila con las pizzas y sale disparo hacia la furgoneta verde militar, una vez alli se sienta en la parte de atras de la misma.

Menos mal, ya me estaba empezando a impacientar...

Emer abre la puerta de la furgoneta y se sienta de un salto en la furgoneta, el olor a pino del ambientador del coche le recuerda a los grandes pinares de su tierra, el color verde, con el que vuelve a la realidad...

Vamos Hattory, no hay tiempo que perder

Subo a la furgoneta cuando todo está listo, y empiezo a trazar una ruta hacia el centro, desde nuestra posición.

Veamos... Sí, creo que lo mejor será ir hasta el jardín botánico. Seguro que allí hay un buen alcantarillado. Llegar es fácil, saldremos a Nicasio Benlloch, despues giraremos para salir a la avenida de las cortes valencianas, y seguiremos rectos, hasta el paseo de la Petxina. Desde allí, seguro que encontramos alguna alcantarilla...

- Umm... vale, he conseguido triangular con algo más de precisión la posible hubicación del objetivo. Te mando las coordenadas al ordenador, Hattori.

Bien, pues entonces, lo mejor será girar por la calle del Turia, y después en la calle de Lepanto. Ahí podremos aparcar, y buscar la localización de una alcantarilla. Eso sí, cuando descendamos, no debemos de perder el norte. Será difícil ubicarnos bajo tierra...

Bueno, pues entonces vamos, tu me indicas y yo conduzco.
Emer se sube al asiento del piloto y espera a que todos estén listos para arrancar. El cuero del asiento le hace sentirse incómodo pero se va acostumbrando poco a poco.

dichosos sillones de cuero

Una vez está lista la ruta hasta el destino, Emer arranca y se introduce en el tráfico de la tarde. Hattori le guía con precisión y llegáis en poco tiempo, a pesar de la inexperiencia de Unzapato. Os encontráis en el centro de la ciudad, rodeados de casas antiguas de dos y tres alturas y calles estrechas, la mayoría peatonales.

El centro es un lugar terrible para aparcar. Podéis dejar la furgoneta en algún lugar precario (subida a la acera, en doble fila) con el consiguiente riesgo de multa o grúa, o buscar un párking público por horas. También podéis separaros para realizar la entrega mientras otro busca un lugar donde dejar la furgoneta.

Bien, creo que por aqui cerca hay un parking, creo que nosotros dos deberiamos ir llendo hacia el lugar de la entrega mientras tu aparcas, sabes donde es asi que cuando acabes te vienes. Vamos Hattori

Emer conduce sin rumbo hasta encontrar un lugar oscuro donde pueda esconder la furgoneta militar, tras esto baja de la furgoneta, y camina hacia la boca de alcantarillado donde se habian metido sus compañeros.

Ya esta aparcado, que se cuece en las alcantarillas

Las alcantarillas, como todo hijo de vecino sabe, son un lugar poco acogedor. Hattori y Sanyku se encuentran en un túnel estrecho, apenas pueden ponerse a la par. Los hediondos gases os marean y os parece escuchar ecos de golpes por encima del rumor de las aguas fecales.

Con mi comunicador, intento ponerme en contacto con Iroshi- Iroshi-San... ¿Me recibes?. Ya estamos dentro. Algún plano para facilitarnos el trabajo. Esto es demasiado laberíntico y hediondo...

- Te recibo, Hattori. - La voz suena con algo de estática, pero todavía es fácilmente reconocible - En el equipo para la misión debes tener un plano plastificado. Por un lado tiene el callejero de la ciudad, por el otro un plano aproximado de las alcantarillas. Debes encontrar una ruta para bajar, más o menos por la zona en la que estáis.

Mientras Hattori intenta encontrar la mejor ruta para descender hacia las profundidades, estudiando el plano con la linterna, aparece Emer en la boca de alcantarilla. Ahora que estáis todos, comenzáis el camino vadeando las oscuras aguas.

Los túneles del alcantarillado forman un complejo laberinto, pero el buen trabajo de Hattori evita que os perdáis. Seguís caminando entre tuberías, escalerillas de mano y desperdicios. Al girar una esquina os detenéis, seguros de haber oído algo.

Más adelante, en algún punto, se oyen voces, pasos y golpes, distorsionados por el eco.

Manteneos atentos compañeros a lo mejor tenemos que entrar en combate. Sanyku saca su Katana y se preparara para lo peor.

Los sonidos parecen cambiar de procedencia, jugando con las reverberaciones de las pareces de piedra. Unos momentos después, estáis seguros de que alguien camina hacia vuestra posición. Más allá del cruce de túneles, unos chapoteos y susurros de voces se acercan.

Preparados para lo que pueda surgir de la oscuridad, os encontráis de pronto con un grupo de ninjas vestidos de morado, con el símbolo del clan del Pie en la frente. Se detienen sorprendidos al veros y con un grito de alarma se preparan para el combate.

El estrecho túnel no permite el paso de más de dos individuos a la vez, ni utilizar armas demasiado largas, por lo que vuestros enemigos sacan Tantos, Kunais y Sais.

Me pongo en guardia, mientras digo- ¡No pasaréis, este reparto es nuestro! ¡Volved por dónde habéis venido si no queréis ser deshonrados!

Me preparo para el combate, y para contrarrestar cualqueir ataque enemigo.

Los ninjas se paran un momento y se miran entre ellos.

- Éstos no son los que hemos venido a buscar.

- No, no parecen.

- ¿Qué hacemos ahora?

- Llevamos horas dando vueltas.

Uno de ellos, que parece más decidido que sus compañeros, se adelanta un paso.

- Dejadnos pasar, cocinillas, tenemos cosas que hacer - os dice.

A donde vais...venga, contestar o hago un estofado con vuestra carne...

Emer, desenvaina sus dos espadas, que danzan como co vida propia en el aire hasta acabar en una amenazante posición de combate...

Cochinillas nos has llamado??... exijo una disculpa, que si no obtengo procederé a mataros lentamente, y así sentiréis el dolor verdadero...

Emer da un paso, adelantándose se a sus compañeros, con todavía la misma posición de combate

El ninja mira a Emer ladeando la cabeza un segundo y recula hasta quedar detrás de sus compañeros.

- Muy bien, si queréis pelea, la tendréis. ¡A por ellos!

El estrecho pasillo sólo deja espacio para avanzar de dos en dos, así que los primeros de los enemigos se adelantan con sus armas cortas preparadas.