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Después procederá a vociferar sobre su desprecio por los mortales: Algunos de los presentes han argumentado que nos hemos reunido aquí porque tememos lo que los humanos puedan hacernos con su Inquisición y sus supersticiones. Cainitas por otra parte inteligentes aconsejan que nos responsabilicemos de liderar a los mortales. ¡Yo digo que no! ¿Por qué deberíamos mejorar sus vidas? ¿No me acosan y me atacan a la menor ocasión? ¡No les debo más que cenizas y desprecio, y no haré nada por ayudarles, aunque nuestra seguridad aumente debido a ello!

La discusión se prologa hasta altas horas de la noche, aunque los discursos y casos concretos que se utilizan para argumentar las posturas varían a lo largo dela noche. Las posturas son claras: Los anarquistas defienden la libertar renegando de la antigua cadena de mando de los antiguos, aunque esta libertad conlleve un mayor caos; la camarilla promueve la estabilidad anqué esta conlleve una pérdida de la libertad, pero de ese modo se aseguraría la paz.

Los principales oradores y figuras de ambas posiciones se retiran, algunos de ellos parecen satisfechos con el resultado de la discusión otros parecen decepcionados, pero el ambiente general es de empate. Ninguno de los oradores ha conseguido declinar del todo la balanza hacia su posición.

Shliman no ve nada interesante en la actitud de los ponentes, parece que el discurso a quedado en empates.

Aunque el ambiente general es de empate, algo te dice que no es así. Los pequeños gestos de los líderes parecen denotar que no hay un empate. Mikos parece está preocupado, trata de buscar rápidamente la compañía de sus camaradas; en cambio Hardestadt se pavonea por toda la sala.

Parece que la camarilla está en una actitud agresiva, atacando sin cesar; y los anarquistas solo pueden parar los golpes sin oportunidad de ataque, esta situación no puede mantenerse indefinidamente y en algún momento los anarquistas cometerán un fallo y la camarilla rematara a su presa.

Javier se acerca cuidadosamente a cada uno de los compañeros y los reúne en un pequeño grupo apartado de oídos ajenos. 

Aunque el ambiente general es de empate, algo me dice que no es así. Los pequeños gestos de los líderes parecen denotar que no hay un empate. Mikos parece está preocupado, trata de buscar rápidamente la compañía de sus camaradas; en cambio Hardestadt se pavonea por toda la sala.

Parece que la camarilla está en una actitud agresiva, atacando sin cesar; y los anarquistas solo pueden parar los golpes sin oportunidad de ataque, esta situación no puede mantenerse indefinidamente y en algún momento los anarquistas cometerán un fallo y la camarilla rematara a su presa.

20 de octubre: tercera reunión 

Tras un resumen de los progresos de la noche anterior, Husayn al Fatin, un delegado de los Assamitas, hablará por su clan produciendo una acalorada discusión durante la que la Dama Fanchon y otros Tremere en especial pedirán fuertes medidas para evitar la continuación de la práctica de la diablerie. Myca Vykos y algunos de sus compañeros anarquistas recibirán sus palabras con comentarios despectivos en oblicua referencia a la diabolización de Saulot por parte de Tremere, y el ascenso de los Giovanni dentro del clan Capadocio.

Mientras se desarrolla esta batalla verbal, la líder anarquista Tyler sale de su posición en el bando de los anarquistas y se acerca Hardestadt. El moviente es inusual pero nadie ve en el ninguna amenaza, puede que la lieder anarquista quiera cambiar de bando o simplemente hablar a solos con el líder de la Camarills.

Se acerca a Hardestadt desde un flanco cuando está a escoso medio metro del vampiro, echa hacia atrás la capa mostrando un par de pistolas de chispa ¡Que tu arrogante y negro corazón se parta y que tu alma caiga en el infierno, Hardestadt! ¡Y ESTA VEZ QUÉDATE MUERTO! Grita con toda sus fuerzas la líder anarquista mientras acercará las dos pistolas al corazón del vampiro y disparará.

Dos fuertes crujidos inundan el patio mientras el fogonazo de los cañones ilumina el incrédulo rostro del vampiro. El Ventrue trastabilla y cae ante el impacto de los dos proyectiles entrando en su pecho.

Shliman, encolerizado por tal acción, se lanza (o al menos lo intenta) contra Tyler gritando a viva voz: ¡Traición! ¡Traición! No podemos aceptar esta insolencia. La anarquía debe acabar.

Mientras intenta ponerse entre Tyler y el cuerpo caído de Hardestadt para defenderlo de la líder anarquista y de sus seguidores.

Perplejo ante la osada acción del bando de los anarquistas me quedo mirando el espectáculo que se desarrolla delante de mis ojos esperando un momento para actuar pero todavía sin saber en que bando estar.

Tyler está entusiasmada, sus nuevas armas han acabado con su enemigo. La delegación de la Camarilla está totalmente aturdida, y el tiempo parece pasar a cámara lenta. El único que parece racional al suceso es Shliman que se interpone entre el antiguo ventrue y Tyler. La anarquista huye hacia una de las paredes del claustro aprovechando la confusión, nadie se interpone en su comino, todo s están demasiado aturdidos por el suceso para reaccinar, y escapa sin dificultad.

Los anarquistas reunidos lanzarán al unísono un apasionado grito de apoyo a su gesto, pero sus gritos se acallan. Tras unos instantes, Hardestadt se incorpora aferrándose el pecho herido. Aunque está dañado, parece evidente que no está en peligro de sufrir la Muerte Definitiva.

Ante la perspectiva de una acalorada disputa que seguramente acabaría cubriendo de sangre las paredes del convento, el padre Samuel que hasta ahora no ha intervenido en las discusiones alza la voz. Señores, Tranquilícense. Su voz suena clara, pero en ella se nota algo de temor. El tranquilo monje nunca había pensado que en mitad de la conferencia de paz de diera un ataque, confiaba en la palabra de todos los asistentes. En vista de los sucesos acaecidos la reunión de hoy queda suspendida. Por favor, retírense a sus aposentos a descansar.

Shliman se acerca a sus amigos y les dice:

¿No véis lo que ha sucedido? ¿Por qué no os decidís ya a estar de nuestra parte? La Camarilla es el único futuro posible. Sino, tarde o temprano os acabarán clavando un puñal esos traidores, como acaba de pasar.

Acto seguido vuelve al lado de Hardestadt y le pregunta por su estado.

Señor, no soy digno de vuestro poder, pero ofrezco mi espada para protegeros a vos y a todos los líderes de nuestra causa. Os prometo que moriré antes de ver de nuevo la garra traidora en vuestro pecho. Ordena qué he de hacer y lo haré sin pestañear.

Me fijo primero en las intenciones del resto de los anarquistas que no hayan salido, luego deambulo por los pasillos del castillo escuchando y recabando toda la información que pueda , tanto de un bando como de otro. Al dia siguiente me dirijo al representante que haya de mi clan si lo hay.

Hardestadt pone una mano amistosa sobre el hombro de Shliman, reconozco vuestro valor y seréis recompensado por ello, puede que no todos los vampiros Transilvanos sean una calaña a erradicar. Pero ahora no podemos hacer nada, seremos pacientes el tiempo nos dará la razón, y a los de nuestra estirpe el tiempo es algo que les sobra. Luego alza la voz para que sus palabras e oigan por encima del murmullo de pasos y conversaciones. Tyler, duerme tranquila porque esto es una conferencia de paz, y no he sido yo el que ha roto su palabra y no pretendo romperla. ¡HOY HEMOS VISTO LO QUE VALE LA PALABRA DE UN ANARQUISTA¡.

Luego ayudado por Shliman, Hardestadt se dirige hacia sus aposentos, mientra el antiguo ventru murmura. La camarilla estaba dispuesta a negociar un acuerdo, ¿y qué hacen ellos? Ni siquiera se dignan en contestar con palabras… recuren a la violencia. Quien no es capaz de mantener su palabra en una conferencia de paz solo merece la muerte.

Récores los pasillos del monasterio envuelto en un manto de sombras, nadie pasea por los largos corredores todo el mundo se ha encerrado en sus cuartos, parece que el ataque a avivado las tensiones entre ambos grupos. Las conversaciones que escuchas son poco importantes, y en todos los casos son temas o argumentos que ya has oído. Respecto al atentado las posturas varían: los anarquistas consideran el atentado un golpe de autoridad sobre la mesa, alguno de los miembros más activos y belicosos hablan de más atentados. Mientras que los simpatizantes de la camarilla ven en el atentado un nuevo punto de ataque, el atentado no hace más que demostrar que los anarquistas son un grupo de chiquillos irrespetuosos y sin cabeza que podrían llevar a la estirpia a su destricen.

La mayor autoridad lasobra que hay en la reunión es el Arzobispo Moncada, quien redacto la carta de expulsión tuya y de tu sire de la península ibérica; también ves a Justiniano Majencio el lasobra que conociste en Venecia; y durante esta última reunión as reparado en la presencia de Lucita, ha debido de llegar este último día.

Voy ha hablar con Justiniano primero

El sirviente de Justiniano te permite pasar a su habitación sin ningún problema. Justiniano no ha cambiado aparentemente desde vuestro ultimo encuentra, tras el intercambio de cumplidos e historias, el lasombra pasa a hablar del tema importante. ¿y bien?, he visto que en las tras sesiones no te has decantado por ninguno de los dos bandos, sonríe con satisfacción, como si él hubiera sido el único que se ha dado cuenta de ese detalle. Dime, acoso no apoyaras al clan,  Moncada y toda la cúpula del clan¹ están con los anarquistas. La camarilla solo es un movimiento de los Ventrue para hacerse con el poder…. Es una farsa.