Partida Rol por web

La torre de Dios

Capitulo 1.- En la cúpula del mundo.

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16/12/2019, 23:30
Director

Era la fiesta más importante de la semana, puede que la del mes entero, esa que nadie se podía perder si eras joven y habías nacido en la escala social más alta del mundo.

Muchas luces, mucha gente guapa vistiendo sus conjuntos de diseño y deslumbrando con sus joyas, sus zapatos y sus caros complementos. Alcohol y todo tipo de combinados, vino de las mejores uvas artificiales que se pudieran encontrar.... La música de última moda sonando a todo volumen, el mejor espectáculo de hologramas que hubiera visto en el escenario central, todo pensado como si divertirte fuera la única responsabilidad de tu vida y hasta eso, te lo pusieran fácil.

Los androides caminaban entre las mesas sirviendo bebidas, no se permitía la entrada a las clases bajas, salvo que hubiera que arreglar algo y siempre se tenía cuidado de acordonar la zona para no tener que compartir espacios con la chusma.

 - ¿Desea otra copa?.- pregunto con voz tranquila y agradable uno de los androides que suplía a los camareros.

 Ambos estabais de espaldas y al oir la pregunta os girasteis a la vez, sin saber a quien iba dirigida.

 Os conocíais, como se conoce todo el mundo en un ecosistema tan hermético como el distrito cinco.

 -¿Les traigo algo?.- pregunto de nuevo mirando a uno y otro alternativamente. Aquellos robot tenían la inteligencia justa para ser útiles, nada más.

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17/12/2019, 13:57
Apolline Lordanou

 

Fiesta, descontrol, excesos, es lo que tiene la vida dentro de aquella parte de la Torre cuando no hay que pelear por un sustento, cuando todo lo tienes tan servido que te cansas inclusive de eso mismo. Y allí estoy bailando al compás de la música a través de un sensual movimiento de caderas, tan libre, despreocupada mientras no tengo mucho más que pensar. Salvo en pasarlo bien. 

Luzco un vestido negro ceñido al cuerpo, bastante corto y con un escote más que sugerente. Me encanta el desenfado, esta cuestión libertina que tiene el vivir allí y ser una excepción en el lugar. Mi cabello se encuentra corto como es habitual, los tacones son muy modernos, típicos de la moda que reina aquí. Sólo que en medio de tanto baile, caigo en la cuenta de que está allí Troy justo a mi lado, así que cojo sus manos y lo invito a bailar. 

- Hey. ¿Cómo está el niño favorito? - pregunto divertida, sonriendo. Hasta que aparece un androide a ofrecernos algo que tomar. - ¡Claro! Dos especialidades de la casa para nosotros. -  le digo sonriendo, así nos puede servir las bebidas y disfrutar del momento. - ¿Cómo estás? Siempre nos vemos, nos cruzamos, pero creo que jamás hemos tenido la posibilidad de hablar. - pienso casi en voz alta, es que nada, nos conocemos todos pero de ahí a establecer vínculos siempre depende de las circunstancias. 

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17/12/2019, 17:16
Director

Al reparar en el te das cuenta de que es un Miller, un descendiente del constructor de la torre, un tataranieto para ser precisos.

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17/12/2019, 18:38
Troy H. Miller

Al fin había llegado el día de la gran fiesta semanal, o tal vez mensual. Fuera como fuese, había llegado el día donde la pomposidad y la extravagancia se adueñaban de todos los privilegiados, como si no lo hicieran el resto de los días, y festejaban "no ser chusma", como ellos decían.

De no estar medio obligado a asistir, no hubiera tenido reparos en quedarme en mi casa, disfrutando tranquilamente en el sofá. Pero el día a día en aquel lugar era falsedad, imagen y negocios. Y eso era lo que me había llevado a aquella fiesta, negocios. Pronto asumiría el cargo de mi padre, y me gustara o no, debía tener relación cordial con aquellas personas que podían hacer mi vida más fácil.

Vestido con un traje oscuro, permanecí en silencio, observando a la gente. Era casi insultante como aquellas personas festejaban ser algo que no se habían ganado. La mayoría ya habían nacido ricos y poderosos, sin necesidad de ganar nada con el sudor de su frente. Era un pensamiento que me enfermaba, más aún cuando yo era uno de ellos. Al menos, me consolaba pensando que mis intenciones fueran cambiar las cosas, aunque todo hacía indicar que sería imposible.

Me mantuve ensimismado en mis pensamientos hasta que una joven empezó a hablarme. Casi sorprendido de ello, la miré con detenimiento, sabiendo que la conocía de algo, aunque me estaba costando caer en qué. Por suerte, la intervención de la androide de servicio, me dio algo más de tiempo para recordar a aquella joven. - No. Para mí no, muchas gracias. - dije mirando a la androide.

Entonces me acordé. La artista que adora las plantas. Claro, ¿cómo no he caído antes?

Me alegra verla señorita. - dije con tono cortés y con una sonrisa algo forzada. Aquella joven no parecía seguir el patrón de la mayoría de las personas privilegiadas de aquel lugar, aunque nunca se podía saber del todo cómo era una persona. - Recuerdo que hiciste una escultura a un socio de mi padre, si no estoy equivocado. Y me suena tu cara de la universidad. Voy a menudo a ver las pinturas y las esculturas de los alumnos.

Extendí la mano hacia la joven mientras la miraba a los ojos, - Supongo que no nos llegamos a presentar formalmente. Soy Troy. - dije, siendo completamente consciente que la joven ya me conocía por el comentario de "el niño favorito".

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17/12/2019, 20:18
Apolline Lordanou

Alzo una ceja sorprendida cuando no quiere beber y tras fijar la mirada en su apariencia, como quien hace un escaneo perfecto del otro, caigo en la cuenta de quién es. -Madre mía y yo haciéndome la idiota.- Pienso al morder mi labio inferior mientras intento recomponer la situación, le había estado casi bailoteando encima. Sé que debería comportarme, pero bueno, estamos en una fiesta y se debe disfrutar. ¿Qué más da? Ya cuando rompe el silencio, una sonrisa sincera surge en mi rostro porque me nace.

- En realidad a un conocido de tu Padre y a tu Padre también. - digo al encoger mis hombros, es que claro los conocía bastante pero solo de vista con él y con su familia debido al trabajo que les hice, es normal que exista un diálogo y más. Lleva bastante tiempo una escultura, eso es indudable. - Vaya, parece que me has visto bastante. A ti te conozco, obviamente... - le comento, es una obviedad por ser quien es. Luego extiendo mi mano para saludarnos, estrechando la mano. - Un placer, soy Apolline. -respondo amable, cálida. - ¿Me haces compañía? - pregunto un tanto osada, es que bueno el ambiente siempre es el mismo y tener a alguien interesante para conocer me agrada mucho. 

Al margen de ello, la música y el lugar en sí, busco con la mirada algún apartado así podemos conversar si le apetece. Tal vez explorar nuestras personalidades, que deben ser cuanto menos muy diferentes. Y de alguna manera, siempre esa familia me ha intrigado, si su abuelo no estaríamos aquí y seguro las decisiones que debió tomar para que esto prospere fueron muy duras. Aunque seguro acertadas, yo no sé qué haría en su lugar. - Soy botánica, a nivel Profesional. Como Hobbie, escultora. ¿Tú? - pregunto interesada. 

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17/12/2019, 20:59
Troy H. Miller

Me sorprendieron sus palabras sobre la escultura de mi padre. Realmente no le veía como una persona que necesitara un trozo de piedra con su rostro para sentirse más importante. Todo lo contrario, me educó para que no creyera en ese tipo de cosas.

Pero también era verdad que desde hacía unos años vivía solo, en una casa distinta y rara vez iba a visitarle. Normalmente era él quien aparecía en mi casa, la mayoría de veces sin previo aviso. Tal vez hubiera cambiado su forma de ver ese tipo de cosas. O tal vez, al igual que hacía yo, trataba de aparentar ser como el resto, aunque no lo fuera.

Era evidente que aquella joven me sonaba de haberla visto varias veces. Al principio pensaba que de la universidad, pero lo cierto era que ya tenía dudas. - Como he dicho, voy a menudo a la universidad. Me apasiona el arte, aunque yo soy un completo inútil en tal cosa. Las veces que voy, la verdad es que presto mucha más atención a las pinturas y esculturas que a los alumnos que las hacen. - hice una pequeña pausa, mientras observaba a mi alrededor. - Me suena tu rostro, es posible que nos hayamos cruzado muchas veces, aunque haya pasado de largo. No es nada personal.

Al escuchar su nombre y por más que intenté recordar, no me sonaba de nada. Lo cual tampoco era algo del todo sorprendente, ya que trataba de reunirme con mis compañeros privilegiados lo menos posible y eso hacia que no conociera a sus hijos e hijas. No sabía quiénes serían los padres de aquella joven, pero posiblemente de saberlo tampoco me sonaría. Por lo que preferí no preguntar.

Al escuchar su propuesta de hacerla compañía, si un paso hacia atrás, volviendo a mirar los alrededores. Había mucha más gente de lo que me esperaba y muy pocos sabía quiénes eran. Me había propuesto ir a la fiesta y relacionarme. Pero lo cierto era que poco me interesaba. - La verdad es que no pareces ser como la mayoría de los presentes en esta fiesta. Además, estoy interesado en tus conocimientos... artísticos. Hablando contigo seguro que me aburro mucho menos que con cualquiera de ellos. - dije señalando sutilmente al primer grupo de personas que vi.

Empezamos a caminar, tal vez hacia algún sitio más tranquilo. Fuera como fuese, seguí su paso, saludando con la mano y con una falsa sonrisa a todos con los que me cruzaba y me saludaban.

Es curioso que sepas quien soy, y al mismo tiempo desconozcas a qué me dedico. - señalé sin llegar a mirar a la joven. Simplemente continué andando hacia donde parecía que iba mi acompañante. - Soy subdirector de la empresa de mi padre. Me está formando para tomar el relevo cuando él se jubile. Nos encargamos de investigar, producir y poner en el mercado sucedáneos de aquellos alimentos que se consumían hace años, como la carne de cerdo. Alimentos que seguimos consumiendo ahora, cuando no tenemos ni un solo animal del que sacarlo. Hay toda una ciencia detrás de todo eso, aunque lo cierto es que me encargo de las gestiones y la coordinación entre todos los sectores. Alguna vez he bajado a ver los laboratorios. Pero ha sido más por gusto que por obligación.

Lo cierto era que no me disgustaba hablar de mí, pero lo consideraba realmente aburrido teniendo en cuenta que hablaba con una artista. - Y tú, ¿qué? - dije mirando a la joven por primera vez desde que iniciamos la marcha, - Dentro del amplio mundo de la botánica, ¿a qué te dedicas?

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18/12/2019, 00:03
Apolline Lordanou

Ya tomando asiento, donde el cruzar de mis largas piernas es muy sutil, pero sensual, aprovechando esas distancias que tenemos al estar ubicados para ofrecer una bonita imagen visual. No lo hago adrede, soy un poco exhibicionista por naturaleza. - El arte es un mundo a explorar... Cómo un viaje donde cada pincelada es un paseo, cada nota un paisaje y cada golpe de martillo un momento único que no olvidas. Es como expresarse en total libertad. - explico ante el comentario, sacando ese lado bohemio, propio de un artista que lleva en su sangre aquel lado tan creativo. - Nadie es inútil en ello, un día si quieres lo intentamos. Hacemos arte juntos.- digo a modo de propuesta, es que habiendo tan pocos momentos divertidos en la cúpula de cristal en la que estamos, me aferro a esas situaciones dónde hay más normalidad, más sorpresas. 

- Se agradece que no te olvides de mi rostro, contigo me sucede que al ser familiar del fundador, te conozco ya por defecto. Solo de vista, es un placer enorme tener la oportunidad de romper esa barrera entre lo que se ve y lo que es cuando se habla. Me estás dando un privilegio enorme. - reconozco sincera, fascinada por esto. - Opino lo mismo de ti, me pareces diferente pero no por tu apellido. Eso me da igual, sino tu actitud. - confieso coqueta, sonriendo, sin mayores intenciones que compartir de momento. Luego asiento cuando habla de su trabajo, muy interesante sin dudas porque es el sustento vital para mantenernos aquí. El eje de todo el consumo en la Torre, sin su mente, la de su Padre y el fundador, esto no sería absolutamente nada. - Tendrás que llevarme a recorrer esos lugares, me apetecería verte trabajar. - digo tranquila, curiosa en todos los sentidos. 

Ya cuando me dice: Y tú qué sonrío con ganas. - Una artista, pero también botánica. Me dedico a lo que sería la conservación de especímenes en peligro de extinción dentro de la Torre. Cómo verás el consumo, con el correr del tiempo genera un desgaste que a veces puede traer complicaciones. Así que me dedico a la clonación, conservación y cuidado de plantas importantes dentro del ecosistema que tenemos aquí. No solo las semillas, todo de ellas... Incluso a veces intento modificar sus propiedades, lograr mejores resultados. - respondo sobre mi profesión, a sabiendas que soy muy traviesa incluso en ella. No puedo estarme quieta. 

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18/12/2019, 00:44
Amanda Garreth

- ¿Hablando de trabajo en una fiesta? Si eso no es un delito nada lo es.- dijo una rubia explosiva llegando hasta vosotros. Amanda Garreth era la organizadora de aquel evento. Su padre tenía una empresa de nano-tecnología aplicada, practicamente el noventa por ciento de sanidad de la torre eran filiales de los Garreth.

- Apolline, cielo, me alegra que pudieras venir.- dijo con el tono más falso que una garganta humana pudiera crear... bueno, humana, ocho operaciones en la búsqueda de la perfección anatómica plagaban su escultural cuerpo y se rumoreaba que planeaba una novena.- ¿No es increíble que unas semillitas tan pequeñas te quiten tanto tiempo?

No la dejo responder, se giro para sonreír a Troy. No era ningún secreto que Amanda siempre estaba a la caza de su nueva conquista y un Miller era una presa demasiado apetitosa como para desperdiciar la ocasión.

-¡Oh, Troy, que tonta soy!.- exclamo con la misma falsedad.- ¡No te había visto! Espero que no te estén aburriendo.- dijo mirando de reojo a Apolline.

 

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18/12/2019, 01:10
Troy H. Miller

Me senté con la joven, disfrutando de la conversación, aunque una parte de mi seguía oteando los alrededores, como si buscara o esperara algo.

Sentí cierta atracción hacia la manera que tenía de hablar de su hobby. Sin duda la apasionaba tanto como a mí, aunque ella hubiera nacido con el don de poder llevar esas tareas a cabo.

- me temo que "hacer arte juntos" sería una idea terrible. Sería desperdiciar tu tiempo, tu talento, materiales y seguramente algo de mi autoestima también. - respondí con una sonrisa, ignorando cualquier tipo de comentario que tratara de llevarme a una situación de coqueteo.

Sin embargo, la sonrisa se me borró cuando siguió hablando. Era consciente que mi apellido atraía el interés de determinadas personas. Esas personas solían tratar de engatusarme con palabras bonitas y propuestas osadas. Pero al final todo aquello ocultaba razones más básicas. Conseguir de mi apellido lo que no podían conseguir por si solos.

Era cierto que su cara me sonaba, pero no sabía más de ella que lo dicho en aquella velada. Si algo debería haber aprendido con el paso del tiempo era a calar a las personas. Con la mayoría era capaz de hacerlo, pero con aquella joven, me resultaba más complicado. El comentario de que viajaramos juntos, me generó más dudas aún. Sabía quién era y no se cortaba un pelo a la hora de hablar conmigo de esa manera. La personalidad de aquella joven la hacia ser inquieta y valiente, o simplemente quería ganarme de la forma más rápida posible. Dudas.

Mi padre me había advertido desde que era un niño de que debía tener cuidado con los temas del corazón y de las mujeres. Durante los años, tal vez, me hubiera vuelto un poco paranoico con el tema. Lo que había hecho que mis relaciones apenas duraran. Pero quizás fuera mejor prevenir que curar.

Casi agradecí que la joven cambiará de tema al de la botánica. Me parecía entretenido charlar con ella sin más intención que tener una conversación. Sobretodo con alguien que sentía tanta pasión por su hobby y también por su trabajo. Parecía que se le iluminaba el rostro al hablar de aquello, sobretodo del arte. Sin duda, era distinta o eso parecía a mis ojos.

Entonces la voz de otra mujer se abrió camino en la conversación, dejándome sin la posibilidad de decir más.

Al ver quién era, me levanté rápidamente mientras la miraba. - por favor, señorita Garreth, siéntese con nosotros.

Miré de reojo a la joven botánica mientras Amanda arremetía contra ella con sus palabras. - mi nueva amiga y yo solo charlábamos de cosas intrascendentes de nuestras vidas. Al fin y al cabo, el trabajo solo es una parte de la vida, y no la más divertida, ¿Cierto? - pregunté mirando a Amanda.

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18/12/2019, 03:29
Apolline Lordanou

- Hm, no creo que sea un desperdicio. No tienes nada que perder y quizás valga la pena. Es sin compromisos, vivir el momento y nada más. - le explico a Troy mientras se pone un tanto reticente. Eso me hace pensar que quizás debe creer que soy ese tipo de chica que al saber de dónde proviene y quién es su Padre, los intereses estén puestos en él con suma ambición. No lo soy, me da exactamente igual quien es, su personalidad me agrada y a ello aspiro. Ni más ni menos. 

Y mientras la conversación va surgiendo sin más, a veces siento que hablo sola y que posiblemente lo estoy aburriendo. Solo que sus gestos no reflejan algo semejante y al menos, que sonría o me preste atención es suficiente para mí. Más aún cuando no soy muy dada a estas cosas, siempre encerrada haciendo arte, conmigo misma, que cuando quiero acordar me veo envuelta en estas situaciones. 

Pero como todo, justo cuando estoy por decir algo más, aparece la rubia artificial. Creo que sí tironeo del hilo dónde tiene las costuras, termina en pedacitos. Que asco me da la gente tan superficial, pero la cuestión es que más allá de todo lo que dice, lo que me choca brutalmente es que Troy la invite a sentarse. Lo cual sonrío y alzo una ceja cuando me presenta delante de ella. No sé mucho que decir, la ironía de la tipa me supera, así que hago una mueca de desagrado y lo dejo pasar. Desviando la mirada hacia los alrededores, con mi trago y una sonrisa forzada. 

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18/12/2019, 17:15
Amanda Garreth

-Oh, espero no interrumpir nada.- bromeó mirando de reojo a ambos alternativamente, el cotilleo para Amanda era una forma de vida y donde no había, se lo inventaba.- ¿Habéis oído el rumor de los agentes de seguridad que han matado?.- pregunto esperando que la noticia os llegara de nuevas para poder contarlo.

- Dicen que hubo un tiroteo en los sótanos, que unos de esos....refugiados...- empezó a decir poniendo mucho asco en la palabra "refugiado".-.. se hicieron con un armas, sabe dios de que manera, y tendieron una emboscada a los agentes. Dicen que fue terrible, que hay un montón de bajas, que los "refugiados" cada vez son mas violentos y sanguinarios. 

Miro a Troy, ya que al ser un Miller su voz y su voto tenían un gran peso dentro de la torre.-No sé como se les permite seguir viviendo en nuestros sótanos, después de tantos años.

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18/12/2019, 18:58
Troy H. Miller

No me pasaba desapercibida la tensión que parecía haber entre mis dos acompañantes. No me parecía nada descabellado teniendo en cuenta el apellido y la forma de ser de Amanda. Siempre fría, a no ser que quisiera algo, y por supuesto, con aires de superioridad a cualquiera que no sea de su mismo estatus o superior.

No, no interrumpe, señorita. - dije dando por sentado que todo lo que dijera a partir de entonces sería un compendio de estudiadas frases sencillas que sirvieran para engrandecer su figura al mismo tiempo que hacía sentir a los demás pequeños e insignificantes. Pero curiosamente, no fue así. Lo cierto era que no me había enterado de aquel altercado. Por supuesto no era algo aislado, sino que ocurría con cierta frecuencia. Pero aquel en concreto al que se refería Amanda, no tenía ni idea.

No pasé por alto la manera que utilizó a la hora de referirse a los refugiados. Lo cierto era que me enervaba toda aquella manera de pensar, toda aquella manera de ver a aquellos que no tuvieron la suerte de nacer en la cuna de una familia privilegiada, como si esa decisión fuera suya.

Tratando de contener la rabia que pudiera sentir en aquel momento, carraspeé e intenté seguir actuando mientras estuviera delante de aquella mujer, - Sin duda desafortunado. Hay que descubrir quien les entregó las armas y por qué. - en aquel momento, mi mente empezó a divagar. Sabía que la respuesta de Amanda sería algo similar a "¿y qué más da para el por qué?" o "¿pues para provocarnos?" o tal vez, "porque son unos salvajes y no piensan las cosas".

Pero podía haber algo más en todo aquello. Alguien les había dado las armas para que generaran conflicto, para convertirles en una amenaza y ser el centro de atención. Pero tal vez no fuera ese su objetivo, tal vez solo fuera un movimiento para despistar y realmente su objetivo fuera otro distinto.

Existía la posibilidad de que se su objetivo fuera colarse en aquella fiesta. Lo cierto era que me divertiría ver la cara de Amanda ante aquello, pero sería peligroso sin duda. 

Tras unos instantes en mis pensamientos, volví a la conversación, con un tono algo más tajante. - Tal vez la manera de actuar de los últimos años nos ha traído hasta aquí. En el mundo de la alimentación hay una anécdota curiosa que se cuenta desde hace mucho tiempo. Se dice que la vaca en su forma original, tenía una especie de bolsa externa en la parte baja del vientre con unas extrañas terminaciones que conectaban el interior con el exterior. Esas terminaciones se llamaban ubres y en la bolsa se almacenaba leche, que producía la propia vaca. - dije, con ciertas pausas, dejando que comprendieran cada cosa antes de continuar. Intuía que la joven era inteligente, pero tal vez todo aquello de forzar la imaginación de Amanda, fuera demasiado para ella. - En fin, antes de la Torre, la gente tenía vacas en sus granjas y sacaban la leche todas las mañanas. Se sentaban en un taburete y... apretaban o masajeaban las ubres hasta que salía la leche, - trataba de explicarlas de la mejor manera posible algo que realmente nunca había visto con mis propios ojos. Dándome cuenta al mismo tiempo que aquella última frase, podría ser malinterpretada por personas inmaduras. - A ese proceso se le llamaba ordeñar. Muy bien, pues la anécdota decía que ordeñando una ubre seca, sólo lograrás que la vaca te de una coz. - me quedé pensando en la cantidad de cosas que había tenido que explicar para poder contar una anécdota tan corta, y que sin duda no las importaba lo más mínimo, al menos a Amanda.

Era incluso posible que no se entendiera la relación entre la anécdota y la realidad. - Nacen en la miseria. Crecen en la miseria. Trabajan por una miseria. Y mientras tanto otros asisten a fiestas donde se gastan en una noche, lo que ellos ganan en un año. No es descabellado que lleguen al límite. - miré a la joven, y después a Amanda. Sabía que mi punto de vista no era compartido por practicamente ninguna de las personas que estaban en aquella fiesta. Pero sólo podía fingir hasta un determinado límite, y empezaba a ser sobrepasado. - Un perro siempre es fiel, hasta que lo dejas sin comer. - esa era otra anécdota, pero no vi necesario explicarla.

Giré la cabeza hacia la joven, tratando de tranquilizarme y no decir nada de lo que me pudiera arrepentir. - ¿Tú que opinas al respecto?

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18/12/2019, 19:38
Apolline Lordanou

 Continúo sintiéndome fuera de lugar, quizás porque en definitiva hay intereses impuestos con la presencia de la rubia y su conversación. Así que nada, me mantengo en silencio, no creo que quiera escuchar mi opinión al respecto y sería una discusión en puerta revelar mis pensamientos. Se les ha permitido por una simple razón, tenía el mismo derecho de estar allí que los demás y de alguna manera Miller pensó en querer salvar a la mayor gente posible de su muerte. 

Pero eso es complejo de entender, para alguien que tiene tanta tontería en la cabeza. Por esa razón, siendo fiel a mi actitud observadora, me centro en escuchar ahora las explicaciones de Troy. Es razonable su anécdota y triste a la vez, refleja una realidad que por desgracia es un presente que se avecina. Hacía minutos atrás le estaba diciendo que me dedico a recuperar plantas que peligran su extinción por el uso con el correr del tiempo y ahora su ejemplo, es justamente lo que muchos vemos. 

No se puede vivir en extremos tan opuestos, es incluso incómodo, considerando el encierro y la hambruna que padecen otros para que tengamos el privilegio de vivir bien. Es netamente injusto, doloroso, pero claro. ¿Quién soy yo para hablar de ello? Nadie, una botánica, una rata de laboratorio o una loca a medio tiempo de las Artes. Da igual y gracias a ello bajo la mirada mientras golpeo con mi índice los labios, así me censuro de meter bocado. Pero Troy me pregunta en medio de mi conflicto interior y no puedo evitar mirarlo a los ojos. 

- Injusticia Social, eso es. Las revoluciones surgen por la necesidad, mientras exista una diferencia circunstancial en este lugar, sucederá esto y cosas peores. - digo escueta, sin agregar nada más. 

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19/12/2019, 16:44
Amanda Garreth

Amanda apretó los labios para mantener una forzada sonrisa mientras hablabais. Negó con la cabeza y uso su tono más condescendiente con vosotros.

Oh, como se nota el noble corazón de tus antepasados, Troy.- dijo como si le hablara a un niño pequeño o a un idiota, que no viera la realidad.-Sus antepasados vinieron aquí sin nada y les abrimos las puertas, les salvamos de la muerte, les hemos refugiado por cinco generaciones, alimentado y protegido de una muerte cierta. ¿Pero están agradecidos por ello? No, ¡que va! siempre quieren más, son como fieras, nunca están satisfechos. - aseguro con desprecio.

¿Lucha de clases?.- pregunto mirando a Apolline de reojo.- Nuestros antepasados pagaron por vivir aquí, nosotros trabajamos para mantenerla en funcionamiento, ¿Que han hecho ellos por esta torre ademas de consumir nuestros recursos y obligarnos a doblar la seguridad constantemente para que no se maten entre ellos?

Amanda resopló.- El otro día oí a una guardia del sector norte comentar que un padre del sótano dos había vendido a su hija de trece años por una pantalla de bioplasma, esa es la clase de personas a las que defiendes.- comento 

Levanto la mano como si saludara a alguien, tal vez solo fuera una treta para dejar una conversación que ya empezaba a aburrirle.

-Oh, disculpad, a venido mi prima y su nueva novia, debo ir a saludarlas. Hasta pronto señor Miller... espero...

Se despidió con una sonrisa que era una clara invitación a sus aposentos y se interno entre la gente dejandoos solos de nuevo.

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19/12/2019, 19:33
Troy H. Miller

Traté de contener cualquier expresión facial al escuchar las palabras de Amanda, terminando por forzar una falsa sonrisa cuando se excusó para marcharse.

La seguí con la mirada hasta que desapareció entre la gente. - En fin... - susurré volviendo a mirar hacia la mesa. Estaba tan inmerso en las palabras de la rubia que por un momento hasta me olvidé que aún tenía compañía en la mesa. Con una mirada cargada de cierta sorpresa, miré a la joven. - Con ese tipo de pensamientos ha tenido que lidiar toda mi familia desde casi el principio de la vida en esta Torre. La gran mayoría piensa de esa manera, y los pocos que no, nos vemos obligados a fingir o a agachar la cabeza y seguir la corriente. - giré la cabeza, buscando uno de aquellos androides de servicio, sin duda ahora sí que necesitaba una copa. En cuanto pude pedir algo de beber, volví a centrarme en la joven.

Yo en lo personal soy de los que se ven obligados a fingir. Aquí las apariencias lo son todo, y si no vas en la misma onda que la mayoría, eres distinto, y lo distinto tiende a ser rechazado. Las personas que viven aquí son poderosas y sobretodo orgullosas. Si se proponen hacer la vida imposible a alguien, lo consiguen. - dije tajante ante aquel tema.

Arqueé ligeramente las cejas y negué con la cabeza. Se trataba de una realidad dolorosa, pero era la que estaba implantada en aquel lugar desde hacía mucho tiempo. Deseaba cambiar de tema, y me daba la sensación de que lo conseguiría con aquella joven. - Eeem, perdona, ¿de qué estábamos hablando antes de que nos interrumpieran?

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20/12/2019, 01:12
Apolline Lordanou

 Sin poder evitarlo, la expresión de desagrado se manifiesta en mi rostro ante las palabras de aquella mujer y pienso que tal vez, la cirugía estética genera muerte neuronal debido a su forma de pensar y el egoísmo que sale de sus poros con tanto descaro. Por desgracia esto es el común denominador de la clase en la que estamos, como su fuera un patrón a seguir por escalafón social para alimentar ese ego que ya debe tener obesidad morbida. No obstante, está claro que una artista con cierto aires idealistas, no cuela en la conversación cuando tiene al futuro heredero del trono delante suyo. 

Por lo tanto sigo bebiendo mi trago y alzo una ceja cuando le deja caer aquella propuesta de ir a su cuarto. No sé si la ha captado Troy, pero fue bastante clara. Luego se retira por suerte y con ello, deja un aura infumable de disconformidad. Lo cual, aún en silencio, me centro en Troy compartiendo su frustración completamente. Vivimos dentro de una Sociedad que vive de la superficie, y cree que pisando al otro, se siente mejor la estadía en un lugar que es un tormento para muchos. 

- Tranquilo, te entiendo. Más de lo que crees. - respondo en primera instancia, sonriendo amable, empática. - Hay un error fatal de concepto en este lugar. La gente se ha aprovechado, ha abusado y ahora se siente amenazada por la gente que reclama sus derechos. Es desagradable estar entre tanta opulencia mientras hay personas que venden sus hijos para comer. - digo un poco indignada y sigo. - Por eso me mantengo entre las sombras, prefiero ser la artista loca, la idealista y la que cuida las plantitas como enferma. Más allá de que no saben o no entienden de que si no las cuido, mañana no tienen que comer. Pero ese es otro tema... Perdona me exaspera y de corazón, no debería decírtelo... Pero por favor, no te vayas a acostar con esa mujer. No sé, hay gente mejor que eso. - agrego un tanto ofuscada. Es que me resulta muy desagradable. 

- Igual, perdona. No debí meterme. - me disculpo, un tanto arrepentida. - Nada, nos perdonamos mutuamente. - digo al alzar la copa para chocarla con la suya. - De mi trabajo, pero puedes evitar la parte aburrida. - digo al encoger mis hombros. 

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20/12/2019, 22:38
Troy H. Miller

La miré con expresión de sorpresa al escuchar sus palabras. "Te entiendo más de lo crees". Esa fue su respuesta cuando le hablé de la mentalidad con la que había tenido que lidiar mi familia. Pero, ¿cómo?

No veía en que punto podía identificarse conmigo en aquel tema. A decir verdad, no sabía ni de qué familia venía. Sin duda debía ser una familia poderosa o de lo contrario no estaría en aquel lugar.

Finalmente, viendo como seguía hablando, decidí dejarlo a un lado, restándole importancia.

Mi familia cometió un error al dejarlos entrar. - respondí, casi interrumpiéndola. - No por dejarlos entrar en sí. Sino por no hacerlo de una manera ordenada, dándoles una esperanza de vida decente. Les dejó entrar y así se quedó la cosa. Fueron agrupándose, fueron aportando y todos pensaron que no habría ningún problema con ellos. Pero con el tiempo, se empezaron a ver los problemas de no hacerlo bien, y en vez de organizarlo, simplemente se dejó estar. Manteniendo a los ricos arriba y a los pobres abajo, aumentando y aumentando la ira y el desprecio de los unos hacia los otros. - continué con claro tono pesimista ante aquello de lo que hablaba.

Aunque aquella joven volvió a sorprenderme una vez más ante sus comentarios sobre la posibilidad de acostarme o no con Amanda. La pregunta volvía una vez más a mi cabeza, ¿quién era aquella joven en realidad?

No sería complicado encontrar a alguien mejor que ella. No en esta torre. Pero por desgracia aquí arriba la mayoría son así, y lo que importa en realidad no es con quien te cuestas o con quien te casas, sino las consecuencias que suponen esos actos para las empresas que llevamos. - dije sobre el tema, completamente consciente de que no había dado una respuesta clara. Aunque sabía que no pasaría.

Una vez más, agradecí que aquella joven siguiera hablando y cambiando de tema de tanto en tanto. - ¿Parte aburrida?, ¿de tu trabajo?, ya has conocido a Amanda y has escuchado su nivel de conversación. Todo cuanto salga de tu boca no será nada aburrido en comparación. Y menos si hablas con tanta pasión de la botánica o del mundo del arte. - añadí, esbozando una leve sonrisa.

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21/12/2019, 14:05
Apolline Lordanou

Al ser una mujer bastante expresiva con mi rostro, al comienzo de la frase de Troy, alzo una ceja y me permito escuchar más para que desarrolle la primer oración desafortunada, hasta que claro, comprendí el punto y desde ahí, descubro cuánto nos parecemos. - El problema radica en que se divida por clase social a la gente, siendo el dinero el pase libre para tener todo y la carencia un bien que solo se permiten tener la gente de bajos recursos. Yo creo que el mayor error de tu familia ha sido no dar igualdad de condiciones a todos, perdiendo el derecho a un lugar digno por tener a alguien con más suerte, astucia o simplemente una herencia jugosa que pueda costearse estar en la cima de la Torre. - respondo sincera, sé quien es y también quiero creer que debo ser la única que se ha plantado con la verdad en este ambiente lleno de hipocresía y apariencias. 

- Cuando hay diferencias, hay reacción. No puedes esperar que la gente acepte sin más su condición, es como cortarle las alas a un ave y decirle que no puede volar jamás. - agrego muy interesada en la conversación, disfrutando de que al menos con alguien se puede hablar sin entrar en la tontería ambiental reinante. - No me has dado una respuesta, lo cual... Me da a entender que te lo estás pensando. - digo sonriendo y niego con la cabeza. - No es por tirarme flores, pero yo soy diferente al resto... Y cualquiera lo puede ser si quiere. Pero entre la apariencia, la hipocresía y la ambición, no puedes esperar nada de nadie. Más que falsedad y uso del otro como objeto. Tu eres un bien preciado en esta Torre, cualquier mujer abriría las piernas para ti, y tienes la potestad de estar con quién se te antoje. Eres un Miller. ¿Quien puede cuestionarlo? - pregunto mientras lo miro a los ojos, directo, como quien analiza los gestos del otro. 

Luego ante al halago, sonrío de nuevo y muerdo mi labio inferior. No sé cómo reaccionar a ello, no estoy acostumbrada a que alguien mire más allá de mis tetas. Pero bueno, es agradable saber que tengo delante mío un hombre capaz de interesarse por lo que hago y eso, en este lugar, es un milagro divino. Así que lo aprovecharé con ganas. - Gracias. - digo en primer instancia y sigo. - La realidad es que tengo dos pasiones, una me ayuda a ser útil en este lugar, sabiendo que mi desempeño marca una diferencia en el mundo de la ciencia, en la producción y en el desarrollo de nuevas especies. Estoy evitando el peligro de extinción, con lo cual, no es fácil lidiar con lo que sabes... Quizás no recuperas más. - explico básicamente el trabajo al que me dedico de una forma poética, soy una artista, no puedo evitarlo. Y con mi profesión hago arte, las plantas me brindan eso, una oportunidad. - Y la escultura, es puro vicio mental... - confieso entre risas. - Hablame de ti, quiero conocerte y olvidar que eres un Miller sino el hombre que hay detrás de ese apellido. 

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22/12/2019, 18:44
Troy H. Miller

No pude evitar mostrarme algo más tenso al escuchar las palabras de la joven. Su mentalidad en cuanto a la igualdad de derechos era una quimera, como se solía decir. Era un sueño tan bonito como inalcanzable. - Jamás habrá una igualdad total. Jamás. Las formas de mis antepasados hicieron que se reflejara una desigualdad brutal. Las primeras generaciones de aquellos que vivían en los niveles bajos no se quejaron, ya que estaban agradecidos por poder entrar. Pero después se debió hacer pequeños cambios, pequeños y progresivos. No lo hicieron, y hemos llegado a esta situación. Pero la idea de que todos tengan igualdad total, es imposible. Por muy antiguos que sean los antepasados de las personas que viven ahora en lo alto, jamás permitirán que algo así ocurra. La mayoría por no perder su poder, otros por considerarlo un insulto a aquellos miembros de su familia que tiempo atrás trabajaron para comprar su parcela en el paraíso.

Trataba de contener mis palabras, teniendo mucho cuidado con lo que decía para que no se me malinterpretara. - La realidad es que los necesitamos tanto como ellos nos necesitan a nosotros. Pero desde los inicios de los tiempos, no todos han sido iguales. Siempre ha habido un grupo por encima de los otros. Yo no lucho porque las cosas sean iguales para todos, es un sueño imposible. Lucho para que los más poderosos no sólo piensen en sí mismos, sino también en aquellos que trabajan para ellos. Lucho para que las condiciones de quienes trabajan sean mejores. Para que tengan un sueldo digno, para que puedan tener un hogar y una vida, para que puedan formar una familia. Que se creen escuelas en cada nivel, que todos puedan encontrar trabajo y tener una vida. 

Mi mirada se perdió en la mesa, pensativo. - Hace mucho que abandoné mi sueño de la igualdad. Mi padre siempre ha sido un defensor de los derechos de todos los que viven en la torre, y eso es lo que me ha inculcado a mí desde pequeño. Aquellos que trabajan para nosotros tienen un buen sueldo y unos horarios que les permiten tener tiempo para ellos. Además de ciertos programas de apoyo a las personas de los niveles más bajos. Pero eso es lo máximo que hemos podido hacer. Estamos atado de manos para ir más allá.

La insistencia de aquella joven sobre la oferta de compartir cama con Amanda fue a más. La miraba con cierta sorpresa por lo que decía. - Hablas de mujeres que abrirían sus piernas por mi apellido. Mi madre fue una de ellas. Supo esperar el momento perfecto para abrir sus piernas y engendrarme a mí. Es cierto que tener un hijo que lleve el apellido Miller es un regalo. Además de la posibilidad de unir empresas y hacerse más poderoso dentro de la Torre. Tal vez eso sea lo que busca Amanda, pero yo no. No quiero a ninguna mujer que se abra de piernas por esas motivaciones. - no resultaba una respuesta clara a lo que parecía interesar a aquella joven, o tal vez sí que lo era. Todas mis relaciones habían terminado fallando muy pronto por esas motivaciones y por cierto toque de la parte más paranoica de mi ser. 

Carraspeé, tratando de recomponerme y volver a centrarme un poco. Aquella chica había conseguido por un momento que bajara la guardia con una conversación... normal. Algo que solía escasear en aquel lugar. Me había hecho bajar tanto la guardia que había hablado de mi madre. Un tema que siempre trataba de evitar, aunque todo el mundo lo supiera en mayor o menor medida, ya que la vida privada de un Miller, rara vez era privada.

Casi mis pensamientos se cruzaron con aquello que hablaba la joven. - Poco o nada puedo decirte de mí que no sea público y todos sepan ya. Soy un libro abierto, menos algunos capítulos que reservo para mí mismo y aquellos en los que sé que puedo confiar.

¿Estás trabajando en alguna escultura ahora? - pregunté cambiando de tema drásticamente, sin tomarme la molestia de que la joven lo notara.

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22/12/2019, 22:39
Apolline Lordanou

 Sigo pendiente de sus palabras, pero más aún de sus gestos cuando habla sobre un tema que causa controversia siempre sin importar el lugar o el momento en el que se hable. Y sin poder evitarlo, reconozco que mis ideales de igualdad es una jodida utopía, pero sigo creyendo en ello porque de alguna u otra manera es lo que en definitiva puede cambiar la situación. Más allá de que la primer premisa de mis ideas es el cómo lograrlo. 

No obstante asiento conforme va hablando, comprendiendo su postura y todo lo que ello conlleva. - Piensa que tu idea también es una utopía, porque los de abajo querrán eso, te apoyarán. ¿Pero los de aquí? Será su perdición, necesitan apoyarse en la miseria del otro, para sentirme mejor, con poder y si de repente ofreces más posibilidades a personas que realmente lo necesitan, serás el héroe para algunos y alguien a derrocar para otros. - respondo con total sinceridad, estando de acuerdo con su forma de pensar, pero es inevitable no tener en cuenta lo otro. - El asunto es que pienso como tú y te ayudaría con los ojos cerrados. Más allá de lo que te acabo de comentar. - aseguro siendo honesta, compartimos ideales, y también creemos que se puede cambiar esto. Aunque claro, habría que cambiar la mentalidad de los que están aquí, y ese es el principal problema de la Torre. 

Cuando responde sobre lo de Amanda y esa confesión, lo contemplo desde una mirada que habla de admiración, orgullo. Es inexplicable, pero para mi es muy importante. - La ambición se muestra de cualquier forma, en mi caso no le abro las piernas a nadie por ese tipo de cuestiones. Si lo siento, el otro también, que surja... Entre un hombre y una mujer, no entre un Miller y una Lordanou por ejemplo. No follamos por los apellidos, al menos yo no lo hago y por eso soy la rarita de este lugar. La verdad me da muy igual, muy muy igual. - respondo y no digo nada sobre su Madre, siento que es un tema delicado y opinar sería demasiado abusivo, prefiero sólo agregar un detalle. - Pero gracias a ella estás tú y sabes que es lo más importante de ello... Que tienes una mentalidad diferente y a eso, hay que apostar, Troy. - agrego sin más, con toda la sinceridad que me nace. 

- Esos capítulos me interesan, no lo que digan los demás. - confieso aún pendiente de su mirada, de sus gestos. - Pues, si te apetece puedes acompañarme a mi taller y ver con tus propios ojos lo que estoy haciendo. Creo que este lugar tiene mucho de superficialidad y prefiero un sitio más cálido, más común. ¿Vienes? - pregunto al incorporarme, invitándolo a mi pequeño rincón dentro de la torre.