Partida Rol por web

El dia normal

Tu rutina

Un dia mas de patruya por una ciudad arrasada intentando evitar las sorpresas desagradables y que todos los soldados a tu cargo volvieran a la base de una pieza.

El escenario no era muy alentador. Ninguna ciudad que hubiera sufrido el ataque masivo de esos bichos verdes bautizados con el apelativo de "orcos", lo era.

La desolacion mas absoluta os rodeba pues despues de la batalla no quedaba nada que mereciera la pena. Esos seres que habian salido de la tierra, el 31 de diciembre del año 5.378, arrasaban con todo. Se sabia que los hombres eran deborados, igual que los cadaveres mientras las mujeres se las llevaban vivas e imaginabais con que fin dado que nunca visteis ninguna hembra entre ellos. El alto mando penso que por alguna razon su comida y sus hembras escasearon, siendo ese el origen de que salieran a la superficie.

La verdad es que la teoria le importaba un carajo a la gente que malvivia en campos de refugiados, amparados por el NOM... si tenian suerte.

Esta vez os encontrabais en New eden... o lo que quedaba de una ciudad que en su dia fue el ejemplo de lo que la ciencia podia hacer por el hombre y hasta que punto las tecnologia podia desarrollarse. De todos sus avances no quedo nada...La ciudad llevaba un par de años deshabitada pero una patruya habia dicho que avistaron orcos en la zona y como siempre, a la 13 le toca la mala suerte de pringar y peinar la zona palmo a palmo.

Hans Elder era el rastreador del grupo, un chico despierto, alto, rubio... incapaz de dar un paso sin escuchar por los cascos esa musica que rebosaba y terminabais oyendo todos porque la ponia demasiado alta, a todas horas.

Gabriel y Michael eran dos gemelos, los mejores en armamento y artilleria pero habia que controlarlos, sobre todo cuando encontraban alcohol abandonado. Ambos caminaban juntos, se secaban el sudor a la vez, escupian a la vez y hasta tenian ganas de mear al mismo tiempo.

Harry Adams, el mas novato, se mantenia en el centro de la formacion. Era un cerebrito, servia para abrir comunicaciones y sacar datos de una base pero en combate era igual de util que un bebe de un año y su cuerpo delgaducho, auguraba que seria presa facil para el enemigo si se quedaba solo.

El experto en demolicion y explosivos era J.C. Un tipo raro que se negaba a los ascensos y a poner su culo en un despacho cuando estaba mas cerca de los 40 que de los 30 pero tambien un tipo capaz de hacer una bomba casi con cualquier cosa.

Tambien contabas con un francotirador en el grupo. Frank Simons, callado y letal eran dos palabras que le describian a la perfeccion. Todos fieles como perros. Si te tirabas por un barranco te seguirian sin rechistar.

Hasta el puto tabaco escaseaba. Joe comprobó que el último cigarro lo llevaba bien protegido bajo el chaleco antifragmentos, lo fumaría a la llegada a la base para celebrar que habían vuelto de otra de aquellas misiones son sentido a las que les enviaba el alto mando. 

Escuchando los gruñidos de sus muchachos tenía que estar de acuerdo con ellos, la 13 compañía hacía meses que se merecía un buen permiso. Lo suficientemente largo como para que a los chicos se les pasara la jodida fatiga de combate, quizá en las últimas semanas no habían tenido combates pero el estrés de estar siempre en reconocimiento pudiéndote cruzar en cualquier momento con alguno de aquellos pellejudos verdes... Siempre se acababa cobrando su tributo y ahora allí estaban, en la jodida cima del mundo, la vieja y horrible New Eden, probablemente porque era demasiado bocazas para no limpiar las botas a lametones de estúpidos oficiales que solo salían de sus bases del NOM con escolta pesada.

Recordaba su vida cuando era más sencilla y era un jóven oficial con mujer e hijos bien protegidos y alimentados y la vida no estaba mal del todo... Aquello quedaba muy lejos y ahora su única familia -si se la podía llamar asi- era aquella manada de lobos que se congregaba a su alrededor. Se habían salvado la vida entre ellos centenares de veces y a saber cuantas veces más lo iban a hacer.

Bueno muchachos... Ya sabeis todos como se hace esto, entramos todos y salimos todos. Nada de heroicidades, es una misión de reconocimiento, si encontramos orcos y nos los podemos cargar sin riesgos y sin problemas los terminamos, si nos una amenaza nos largamos y comunicamos al NOM para que envíen refuerzos.

¿Alguna pregunta?

Michael levanto la mano despues de mirar a su gemelo un instante. Supiste que alguno raro iba a pedirte, simplemente eso dos nunca pedian cosas normales...

- Señor, ¿Podemos terminar el reconocimiento en la zona oeste?.- pregunto. La zona Oeste de la ciudad habia sido famosa por sus muchos bares y el alcohol tambien escaseaba. No era raro adivinar que querian echar un vistazo por si quedaba alguna botella perdida. Nunca habias visto a nadie beber tanto como a esos dos muchachos, los reyes de la fiesta, siempre pensando en Whisky y en quitarles el uniforme a las compañeras. No eran soldados serios, buenos si, mucho... cuando querian... pero no serios.

Gabriel apoyo a su hermano.-  A los verdosos les gusta el alcohol... seguro que si hay alguno habra pasado por alli.

No era un echo constantado aquella afirmacion pero a los gemelos se les hacia impensable que existiera una sola criatura en el mundo a la que no le gustara el sabor de un buen licor.

Ledger sonrió, aquellos dos eran buenos soldados. Siempre que consiguiese mantenerlos sobrios claro estaba. Se encogió de hombros y suspiró negando la cabeza. Llevaban demasiadas incursiones sin descansar así que afloajaría un poco la correa, solo un poco.

De acuerdo muchachos pero no se abre una botella hasta que no estemos en la base. Y eso no es discutible. Empezó a andar hacía la ruta pre establecita. Vamos moveos vagos.

Hans delante, Gabriel y Michael retaguardia, el resto conmigo. Novato tú en el centro. Quizá al novel miembro de la 13 le molestaba que no le llamase por su nombre pero habían muerto tantos novatos que ya no se molestaba en aprenderse los nombres.

Los gemelos sonrieron felices y el grupo se puso en marcha.

Horas de caminata sin encontrar nada, ni rastros ni pistas... Solo algunas ratas, desperdios y viejos huesos humanos roidos. Nada destacable. El sol descendia cuando os acercasteis a la zona Oeste, la ultima en la ruta. Imaginaste la zona en sus buenos tiempos, llena de luces de neon, bares, club, y todo tipo de locales.

Ahora solo habia escombros y luces crisporroteando, parpadeando en los ultimos coletazos de los viejos generadores de energia que aun daba una ligera energia. 

Señor... tengo un mal presentimiento en esta zona.- dijo Frank deteniendo el paso. Cogio la radio y pidio confirmacion de datos. En la central os digeron que la tierra estaba tranquila bajo vosotros. Frank se encogio de hombros.- Sera el cansancio, lo siento señor.

Andar por aquellas ciudades eran como viajar en medio de cementerios, restos olvidados de gente que ya cualquiera que viviese había olvidado cientos de años antes. Los leves chisporretazos de energía provenientes de ves a saber tu donde no hacían más que ponerlo en guardia con cada uno de ellos.

Ledger gruñó por lo bajo y miró a sus muchachos. Chicos me importa un carajo lo que diga central, conoceis a Frank como trabaja. Así que atención todos. Miró a cada uno de ellos para dejar las cosas clarasFrank continúa delante pero mantén la visual con nosotros. Armas preparadas, si teneis un blanco claro esperad a mis ordenes.

Adelante.

Empezó a andar con el dedo sobre el guardamontes del arma.

Los gemelos alzaron las pesadas armas a la vez, apuntando a las sombras. No habia que decirles dos veces que se pusieran en guardia.

El novato saco un pequeño aparato de uno de los bolsillos y este comenzo a emitir una debil señal de Bip a intervalos regulares.- Señor... el alto mando tiene razon, no hay nada... somos el unico rastro de vida detectado por...

No le dio tiempo a decir nada mas, el suelo se abrio y lo emgullo dejando un foso justo en el medio de la calle. Michael y Frank quedaron delante, tuvieron que saltar al frente cuando el suelo se undio ba sus botas, Gabriel y J.C quedaron atras, contigo.

De fondo el sonido del grito del novato cayendo hasta que un golpe seco llevo el silencio a la calle. Michael se acerco al borde y miro dentro temerariamente.- Señor, creo que encontramos un viejo tunel de verdosos con el techo inestable... pero parece que no hay nadie en casa... salvo el cuerpo del novato con los sesos fuera.

Se hizo un silencio y comenzasteis a escuchar.

Bip

BIP

BIP  BIP

BIIIPPP BIIIIIIP BIIIIIIIIIIP BIPBIP  BIIPPP

Frank te miro, algo se acercaba... algo grande o muchos alertados por el sonido del derrumbamiento y entre vosotros un abismo de unos cinco metros de radio.

Miró hacia abajo.

Mierda... Otro pobre chaval más. Otra madre que tendrá que llorar y un nuevo bono para la primera que pueda parir otro soldado... Miró el abismo y el cuerpo destrozado del chaval debajo del túnel derrumbado. No era tiempo de sentimentalismos, estos no llevaban a los muchachos a casa y... se acercaba algo grande. Había que salir de allí y rápido.

Bien nos reagruparemos más adelante, salid jodiendo leches de aquí y rodead la zona! Ledger sabía que eran intrucciones precarias pero no había tiempo de hablar.

Vamos todos fuera.

Empezó a alejarse junto a los hombres que habían quedado a su lado. Frank, busa un sitio seguro desde el que poder ver que coño haces aquí esos verdosos.

Frank asintio y te señalo al fondo. Una torre de solida piedra que habia resistido de pie mejor que muchos edificios nuevos.

- Punto de reunion, en 20 minutos.- Sugirio.- Pedire apoyo aereo.- Aseguro sin detenerse.

El apoyo aereo no era una tonteria, lanzarian cargas de profundidad y alta potencia que undirian toda la maldita ciudad en un agujero si hacia falta.

Gabriel encabezo la marcha y J.C le siguio

Bien, tenemos las coordenadas del agujero. Así que avisa a la artillería. Ya lo habeis oído chicos, 20 minutos, os esperamos allí y no hagais gilipolleces.

Aceleraron para alejarse todo lo posible del conducto mientras Joe se preguntaba por enésima vez porque demonios se reenganchaba una y otra vez tras cumplir los años de servicio. Para si tuvo que reconocer un solo motivo, era lo único que tenía.

Gabriel giraba el rostro amenudo, se sentia bastante perdido sin su gemelo pero aun sin el al lado sabia pelear.

- Escabadores.- os informo viendo lo que estaba saliendo del agujero. No era un enemigo grande, era una tropa de escabadores, orcos especializados en cabar tuneles.

Sus manos eran duras como palas y tenian unos dientes capaces de triturar la piedra. Al menos eran dos docenas y salian mas. Trepaban haciendo largas escalas "humanas" a la superficie y parecian enfadados porque alguien les habia roto su bonito tunel.

J.C no dijo nada, te enseño un paquete del tamaño de un puño, un explosivo plastico listo para colocar y volar algo que les cortara el paso porque esos cabrones tenian la piel dura y se necesitaba mas de una bala en su craneo para detenerlos.

Chasqueó la lengua. J.C, era el mago con los detonadores y estaba al otro lado. Cogió el explosivo plástico y buscó un punto para detener el avance de aquellos verdosos del demonio. Se fijó en uno edificio viejo que escoraba hacia un lado de siete u ocho plantas que parecía haber sido algún tipo de gran superficie. Aún quedaban un par de maniquies semi desnudos tras los cristales rotos de los escaparates.

Joe supuso que una buena detonación en la base acabaría de derrumbar el edificio bloqueando el avance a los excavadores. Muy bien, yo lo colocaré. Vosotros dos cubridme y preparaos para largaros cagando hostias.

-Eso es lo bueno se ser el oficial al mando- se dijo no sin cierta sorna. Que puedes hacer todas las burradas que quieras sin que nadie trate de detenerte... Avanzó lo más sigiloso que pudo con el cuerpo pegado contra los ruinosos edificios de la calle con el arma corta en una mano y el explosivo en la otra.

Tus chicos eran buenos, mucho, con una punteria fantastica que te permitio poner el explosivo en el punto justo. Gabriel era una fiesta incluso disparando.

- ¡Toma ya, en todo el ojo! ¿Tu tambien quieres? Para ti plomo con amor, abre la boca que te lo voy a dar todo, nena.- Se divertia. Asombroso pero cierto, el cabron se descojonaba en el campo de batalla y no desperdiciaba una maldita bala.

Los contuvo dejandolos a ralla hasta que terminaste y salieron corriendo del lugar. Todo salio como planeasteis y el edificio cayo justo cortando el paso de aquellas cosas monstruosas.

- ¡De puta madre, Capitan!.- grito Gabriel con el corazon a mil todavia por la batalla y la carrera, tras toser por la inmensa cantidad de humo y polvo levantada.

Los festejos duraron poco. Toda la calle estaba sobre el tunel excabado y el desplome del edificio aplasto el precario soporte de vigas de madera carcomida que los Excabadores colocaban de mala manera.

El edificio se comenzo a undir bajo la calle y el pavimento se agrieto en linea recta acia vuestra direccion, toda la calle iba a venirse a bajo y vosotros con ella.

Salí de entre la nube de escombros y polvo de hormigón tapándose nariz y boca con un viejo pañuelo desgastado con un par de iniciales que no eran las suyas grabadas en un extremo. Joe levantó el pulgar en señal de OK hasta que el suelo empezó a temblar debajo de sus pies... ¿Es que toda la puta ciudad era un jodido queso gruyere?

Esprintó con toda la velocidad que le permitía el cansancio y las pesadas botas militares mientras les hacía señas a sus compañeros para que se pusieran a salvo ellos también. Corriendo a alguna calle lateral para evitar las enormes grietas que parecían perseguirle.

Los edificios comenzaron a ceder, cayendo en el suelo y causando que otros cayeran como fichas de domino gigantes. El caos, el ruido, el polvo... No se veia apenas nada, ni donde uno podia meterse.

Tu bota se undio en el pavimento, con el timpo justo de lanzarte a un callejon lateral pero no estabas a salvo, los cascotes que caian de la cornisa anunciaban que esta parte tambien se undiria.

- Señ..., el ap... ae...or.....ito.- oiste por el comunicador, entrecortadamente. Algunas explosiones al fondo indicaron que los demas no estaban pasandolo bien.

Medio edificio cayo sobre el callejon y algo te alcanzo la cabeza.

Despertaste con un dolor de cabeza terrible y una venda sobre tu maltrecho craneo.

- ¿Como esta señor?.- dijo Frank. Estabas en una tienda de campaña militar con un brazo entablillado. Era noche cerrada fuera y no parecia que estuvierais en el campamento.

Ledger recuperó la consciencia y se puso inmediatamente en tensión, sin saber donde o con quien estaba miró a ambos lados buscando un arma o algo hasta que se percató de donde estaba, era un jodido hospital militar -o al menos una tienda-, tenía el brazo entablillado y la cabeza le dolía horrores. Se palpó donde recordaba le había alcanzado el cascote con cuidado y notó la gasa que cubría la zona. 

Suspiró aliviado al ver a Frank a su lado, al menos no había recibido daño. Me alegra verte en forma soldado, al menos más que yo. Casi temía preguntar. ¿El resto de muchachos...? No terminó la frase, no hacía falta.

Aún no sabía ni donde estaba él solo estaba seguro que no era su campamento base; Aquello era secundario, primero estaban sus hombres.

- Hemos tenido bajas.- Admitio tragando saliba pero intentando mantenerse firme.- J.C y el novato estan confirmadas... Gabriel esta desaparecido y Michael no se resigna... a salido a buscarlo. El transporte llegara en una hora y aun no a regresado. Si llega el pajaro y no esta aqui no le esperaran... ya sabe como funcionan estas cosas.

El alto mando no esta contento. Esperaban recuperar la ciudad y rehabilitarla. Ahora no queda mucho que restaurar y por lo que puedo imaginar, señor, nos van a colgar el muerto.

Me lo imagino, supongo que nadie va a culpar a los genios de inteligencia que decían que no había nada debajo... Tranquilo ya sabes que solo pedirán mis pelotas. Trató de levantarse pero estaba mareado por el golpe así que solo logró sentarse con esfuerzo.

Lo que más me preocupa es Michael, ha salido solo fuera? Está loco si encuentra algo no lo contará... Miró a Frank, ayúdame a levantarme. Le tendió la mano. Quiero hablar con el jefe de esta jodida base...

Frank obedecio.- Señor, se a marchado por su cuenta. Soy el unico que sabe que a salido. Prometio que solo iria a una inspeccion rapido pero lleva perdido unas seis horas.- te informo

Reconociste la base, estabas a unos cinco kilometros de la ciudad que se habia venido a bajo. En el pasado fue un puesto de resistencia avanzado que termino semiderruido.

Antes de ser un puesto avanzado, habia sido un precioso palacio con doscientos años de antiguedad.

Al salir de la tienda viste al capullo mas grande que a vestido jamas unos galones. Con su aire triunfal y sus eternas ganas de mear sobre los que estaban abajo.

- La bella durmiente desperto. ¿Que tal se siente despues de perder a toda una unidad en un reconocimiento de rutina?