Partida Rol por web

La última cena

El arte del buen comer

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03/12/2009, 10:28
Simone di Tomasso

Parece que al final la tensión ha tenido que romperse de algún modo. La violencia ha sido siempre el método de escape de muchos, pero no tengo interés en una pelea que ponga patas arriba todo el lugar, e incluso pueda llegar a desembocar en una reyerta multitudinaria.

Sin levantarme de la mesa miro a ambos, tensos y con una mirada obstinada. Inicio de problemas.

-Tal vez este no sea el mejor momento para iniciar una pelea, teniendo que asistir alguno de los presentes a la llamada del poderoso.-hago un ligero énfasis en la palabra.- señor Giovanni, que supongo esperará a todos aquellos que ha tenido a bien de invitar, y no se si tendrá en gran estima a alguien que haya separado la cabeza de los hombros a otro de sus invitados.-Las palabras no van dirigidas a nadie en particular, pero la cadencia y el tono sube y baja según los requieren las antiguas normas del discurso.- Además, que necesidad hay de salir a la oscuridad y al frío de la lluvia pudiendo estar a resguardo, con una comida caliente y buena compañía.-mientras digo estas dos ultimas palabras miro fugazmente a la joven que acaba de entrar, y parece haber ya desencadenado una reacción, con una asimismo breve sonrisa.

Sacudo la cabeza, como queriendo indicar que tal forma de proceder sería un error, y continuo tomando pequeños sorbos del vino traído por el posadero.

Esperemos que ahora no decidan lanzarse sobre mí, aquel que destaca no suele ser bienvenido, y no tengo interés en recibir las atenciones de estos “caballeros”.

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09/12/2009, 22:33
Hermano Clemente

El monje, que se había acercado a ti para responder a tu saludo, pero había quedado en silencio al iniciarse la trifulca, susurra a tu lado- El mal... El mal los está corrompiendo... ¿Podéis notarlo hermana? Es el mal y procede de esa casa... ¡De ese hombre! ¡Claudius Giovanni!-sus puños se cerraron al pronunciar el nombre de tu anfitrión, sosteniendo entre ellos un crucifijo de madera.

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09/12/2009, 22:40
Director

Las palabras de uno de los presentes calmaron en cierta medida los ánimos. Aquel hombre no carecía de razón. El anfitrión nunca consideraría adecuado que sus invitados se rebanasen el cuello.

El tono elevado con el que se habían batido en argumentos tanto el soldado como el mercader, había atraido la atención del posadero y de su hija, que alarmados, habían salido de las cocinas y ahora se encontraban en el centro de la sala. La joven Valentina se agarraba al brazo de su padre, aunque éste fuese más bajito que ella y por ello tuviera que agacharse. Segismundo por su parte, parecía bastante tranquilo.

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09/12/2009, 22:49
Segismundo

Si me disculpáis, creo que este buen señor tiene razón-dijo, refiriéndose a las palabras de Simone-os pido mantener la calma, pues es bien sabido por todos en la región que el señor Giovanni no suele tomarse a bien las ofensas... -su voz, amable en todo momento, pareció temblar al final de su discurso.

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09/12/2009, 22:56
Hammal Al-Fatar

No debéis preocuparos buen hombre, pues no es mi intención derramar sangre en vuestro hogar, aquel que tan generosamente nos habéis brindado vos y el señor Giovanni...-su mirada permanecía clavada en los ojos del soldado-consideráos afortunado, pues la cortesía me obliga a perdonaros la vida, pero esta afrenta no queda en el olvido y mucho menos en el perdón...-el mercader se dio la vuelta, airoso, y volvió a tomar asiento.

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11/12/2009, 12:12
Sor Katarina
Sólo para el director

Los susurros alterados del hermano me sorprenden y me obligan a desviar mi atención de la pelea entre los hombres sentados en las mesas. Lo miro a los ojos, entre asustada e incrédula. Sus palabras parecen muy nerviosas, ¿será cierto lo que habla?

¿Qué decís, hermano? ¿Por qué habláis así del señor Giovanni? Tengo entendido que es un rico comerciante. Cierto es que los mercaderes son gente ambiciosa que peca mucho, pero... no sé, ¿por qué lo decís?

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12/12/2009, 18:40
Dante Vittone

Todavía no... Mi sonrisa se esfuma de mi rostro, a la par que una gota de sudor cae desde mi sien, recorriendo mi carrillo para esconderse en mi cuello. Exhalo aire con suma fuerza, mientras mis puños se cierran con fuerza marcándose más mis tendones y venas...

Por poco...

Poco a poco, mi cuerpo obedece mis órdenes y se va relajando... mientras ese ansia termina de desaparecer por completo. Abandono el pomo de la espada y con ambos brazos me ayuda para sentarme y tomar otro sorbo de la copa que tengo delante, terminando por apurar su contenido. Miro hacia Sor Katarina, preocupado por el fruto de... eso.

Ruego sepáis aceptar mis disculpas por alterar vuestra paz, hermana, - digo dirigiéndome a la susodicha con un rostro apesadumbrado por la culpa, para terminar dirigiéndomee a los demás - y la de todos los presentes.

Sin continuar mis palabras enfoco su vista hacia la mesa, perdiéndome en mis pensamientos...

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12/12/2009, 19:33
Branko Bramante

Suspiro aliviado al ver que han desistido de los malos tratos. Por mi señor que desagradable ha sido todo esto.

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13/12/2009, 13:20
Director

La puerta se abre nuevamente.  Dos personas más se adentran en la posada. De nuevo un hombre y una mujer. El hombre es alto, quizá algo enjuto. Va vestido con una túnica negra. Un colgante dorado cuelga de su cuello. Sus ojos son oscuros y sus cabellos son mezcla del rubio y el blanco de algunas canas que comienzan a aflorar.

La mujer es una campesina. Sus mejillas son sonrosadas, sus cabellos castaños, al igual que su mirada. Pero lo que más llama la atención de ella es su viente. Abultado a pesar de que el resto de su cuerpo no parezca ser robusto. Está en cinta, alberga una nueva vida en su interior.

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13/12/2009, 13:57
Dante Vittone

El sonido de la puerta me saca de nuevo de mis pensamientos para darme otra depresión: una campesina... ¿será otro invitado? Cada vez estoy más confundido...

Sigo dándole vueltas a la idea de que el señor de Stavlaquia nos esté invitando a tantas personas y tan distintas...

Mis pies empujan la silla en la que me siento para tener espacio para levantarme, - Caballero, señora - digo mirando respectivamente a cada uno de mis acompañantes a la mesa - si me disculpais, voy a tomar un poco el aire - y con paso seguro me dirigo hacia la puerta.

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13/12/2009, 20:39
Simone di Tomasso
Sólo para el director

Notas de juego

¿Se reconoce alguún emblema en el colgante del hombre que acaba de entrar, o en cualquiera del interior?

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14/12/2009, 10:46
Director

Notas de juego

No, lo que lleva el hombre al cuello no es un emblema conocido. Parece ser un símbolo decorativo. Quizá un símbolo pagano. Los demás no llevan ningún emblema a la vista.

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16/12/2009, 15:38
Simone di Tomasso
Sólo para el director

No entiendo la situacion. Demasiada gente diferente, sin conexiones. Aunque alguno no sea lo que aparenta, sigue siendo todo... aparentemente orquestado al azar. Giovanni, ¿que estara esperando de nosotros?

Notas de juego

Lo siento, pero es que mi pj no tiene nada que hacer util, podria decir que pide la comida o algo, pero... xD

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18/12/2009, 00:49
Branko Bramante

Cuando observo a la mujer embarazada sonrío y pienso en mi prometida, en mis futuros hijos, en todo eso que quiero para el futuro. Esos dos no hacen muy buena pareja, en realidad... dudo que sean esposos, aunque casos se han visto.

No se pero de repente me han dado ganas de descansar, esta gente es muy conflictiva y en realidad, necesito recostarme.

Gracias por la comida señor, me gustaría si pudiera ir al lugar donde dormire esta noche, me encuentro algo cansado...

digo al dueño de la posada.