Partida Rol por web

La última cena: Crónicas Giovanni

Escena 1: La Posada del Cordero

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05/05/2016, 18:47
Victor

Con la extraña sensación aún presente en mi mente, no dejo de fijarme en el joven soldado tullido y el rechazo al que está siendo sometido. Sin más preámbulo me dirijo hacia él.

-"Paul, ¿te llama Paul, verdad?. Con las prisas no le pedí a ninguno de mis sirvientes que me acompañase, pero ahora que caigo tal vez necesite uno." le digo cuando el señor Lothar deja de hablar. Si aún busca trabajo y a alguien a quien servir. Yo puedo ofrecértelo y tú servirme a mí. Naturalmente, mi estatus no es tan alto como el del Señor Giovanni; pero el suficiente para darte de comer." Le dedico una leve sonrisa "¿Aceptas?"

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05/05/2016, 19:11
Pietro Pagliuca
Sólo para el director

El mercenario clavó su mirada en el tal Roderigo que ante él se presentó. No sabía hasta que punto podía fiarse también de ese desconocido, todo estaba siendo ligeramente extraño en aquella posada y en aquel momento. No obstante decidió aparentar que confiaba, al menos por el momento. Siempre había tiempo para mostrar desconfianza.

- Entiendo, si así son los deseos del señor Guivanni, pues así será. - Por el tono se mostraba tranquilo y pacífico, había lidiado con cosas peores a lo largo de sus años de experiencia. Era cierto que no le agradaba el tener que quedarse encerrado en aquel lugar durante un día entero. Estaba demasiado acostumbrado a moverse de un lado a otro, pero en esa situación decidió aceptar la petición y no causar problemas. A nadie podía hacerle daño un poco de descanso ¿no?

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05/05/2016, 19:21
Kavi

Al escuchar la injusticia que se estaba produciendo con ese tal ¨Paul¨ me levanto de mi asiento y me acerco hasta donde se encuentra Lothar para decirle:

-Discúlpeme Señor Lothar pero usted se equivoca,que aquí el Señor Paul se encuentre tullido,solo significa que el vivió y sobrevivió al campo de batalla y que tiene experiencia como guerrero,y soldado,¿acaso los grandes ejércitos no necesitan estrategas?,¿acaso dichos ejércitos no tienen gente que instruye a los nuevos soldados en el uso de las armas y las artes militares?.

Sin esperar la respuesta dado que eran todas preguntas retoricas sonreí y mire tanto a Paul como al otro sujeto que le ofrecía darle trabajo y volví a ver a Lothar para decir:

-Que el Señor Guivanni sea el Dueño y Señor de estas tierras no significa que no pueda tener enemigos y que dichos enemigos no junten ejércitos para atacarlos,estoy seguro que el Señor posee soldados y guerreros experimentados para el campo de batalla,pero y le repito,¿cuantos de esos soldados están dispuestos a enseñar a los que llamen para cuando se produzca la batalla y darle armas a campesinos para convertirse en soldados?,o ¿cuantos de ellos son estrategas que analizaran la situación del campo de batalla una vez que comience el combate?.

Como usted vera, acabo de sugerirle dos puestos de trabajo que el Señor Guivanni puede darle a Paul,pero,recuerde además,usted es solo su representante en esta taberna,usted no es el Señor Guivanni,así que le recomiendo que recuerde su posición aquí,solo de representante,usted no es quien toma esa decisión,sino su Amo o ¿me equivoco?.

Espere la respuesta de Lothar.

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05/05/2016, 19:42
Pietro Pagliuca

El lisiado que quería formar parte del ejército del señor Guiovanni, a simple vista, el chico era un muchacho no demasiado fuerte y con cara de poco avispado. Pero la experiencia le había enseñado que la apariencia poco o nada tiene que ver con el peligro que pueda causar un soldado. Sin embargo el chico estaba tullido, cojo. Era peor ser cojo que manco. Un manco podía desplazarse rápido, un cojo no. No podía ni huir, ni perseguir, ralentiza a tus hombres y facilita el trabajo a los enemigos. Un cojo es lo peor que le puede pasar a un hombre de armas, salvo ser ciego.

Desde su alejada posición y nada más hablar con Roderigo el conductor, Pietro se fijó en la escena y negó con la cabeza despacio, él no haría esa adquisición para sus mercenarios. Pero aquellos no iban a ser sus mercenarios y no le correspondía a él decidir. Prefirió mantenerse alejado pero contemplando la situación, quizás pudiera aprender algo de los hombres que allí estaban, limitándose a observar.

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05/05/2016, 19:43
Duquesa María Borgia, viuda de Sforza

Tras escuchar al señor Baróti, la duquesa le mira suspicaz, tratando de entender la intenciones de su comentario y después de meditarlo un momento le responde:

" Muchas gracias por respuesta cordial y su consejo ... atrevido señor Baroti, pero si le parece mejor si durante la reunión en el feudo del señor Giovanni no queda usted comprometido platicaremos de posibles tareas que podamos realizar en conjunto caballero para beneficio mutuo "

Después de despedirse de Arpad la viuda Sforza escucha la respuesta de Marianna, le sonríe amablemente y parece que acepta su respuesta para dejarla descansar, pero en el último momento cambia de parecer tras escuchar a Lothar que en un misma carroza les llevarán con el señor Giovanni y entonces se acerca para susurrarle:

" Si me permite Lady Sweon le ofrezco que me acompañe en la carroza que he traido con mis guardias y criada para que sigamos a la que enviará el señor Giovanni y vayamos menos incómodas, le parece bien? "

Después de platicar con Mariana, María Azkarizade escuchó el tema del ex-soldado Paul y prefiere no intervenir ya que en todo caso el mayordomo tomará su decisión a pesar de que ella le pondría a prueba sin ninguna consideración especial, así que mientras que eso se resuelve ella se acerca al señor Roderigo para explicarle su idea:

" Entonces el día de mañana a las 5 de la tarde también estará lista mi carroza para seguir a la suya con un par de guardias o conductores que traigo junto a mi criada de confianza, le he propuesto a lady Sweon que me acompañe y pienso hacer lo mismo con el hermano Giuliano Piccolomini, así los demás irán un poco más cómodos en su carruaje señor y será mas apropiado para el religioso y nosotras las damas el viaje"

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05/05/2016, 22:16
Miguel Briand Aranda

Oí a como todos querían echar una mano a soldado.¿ Un soldado Tullido? ¡Pero que cojones decían.! En la guerra los únicos que volvían a casa eran los tullidos o los desertores. Y muchas de las veces ambos eran la misma persona. Cobardes que se autolesionaban para volver a casa y decir "yo estuve allí" pero no es mi guerra...

- Escúchelos, Señor Lothar. Seguro que el soldadito era el mejor en lo suyo. Yo no le conozco pero si diré algo a su favor: Estoy seguro que su pulso será firme y tendrá buena puntería. Dele un arco... o una ballesta. Métale entre las almenas de su castillo. Seguro que no se moverá... mucho.- Digo con sorna mientras agarro el jarro de cerveza del posadero y le pego un buen trago.

-Señor Kavi...¿ ha estado usted en la guerra? Yo si... y aquellos que brillan por su mente ahora están vestidos de terciopelo y bebiendo vino especiado mas caro que el que haya en esta Taberna. Los soldados solo somos carne de cañón, amigo. No digo que nuestro amigo el soldadito de plomo, no sea listo, pero apuesto a que el señor Lothar lo ve mas recogiendo mierda en las perreras que blandiendo una espada. Al menos, con la escoba no se caera de lado- Rio sonoramente.

No me gustaba Lothar, pero aquella "amistad" entre gente desconocida me parecia tan finjida como mi mascara cuando interpretaba obras de teatro con los gitanos.

- Debería contratarle, señor Lothar... al menos servirá de instructor a los nuevos soldados... ya sabe, como muñeco de prácticas.-

Yo era sincero, al menos. No acusaba de caridad. Si de esta manera  el soldado conseguía el trabajo, por lo menos le protegería. Un soldado cojo, volviendo a cabalgar era el primero en caer. Quizá le estaba salvando la vida...

Notas de juego

Se que me vais a odiar XD

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05/05/2016, 22:50
Jean Baptiste

Justo cuando me dirigía a los aposentos de la planta superior, me veo interrumpido por una escena lamentable, penosa, desoladora: El asunto es que uno de los cojos que abarrotan la Posada, creo que justamente el único de ellos que no ha sido invitado por Guiovanni, implora lastimeramente un trabajo al pérfido Lothar.

Ante mi sorpresa, y cuando pensaba que tal exhibición de patetismo propiciaría que, a pesar de la presencia de las damas y los capellanes, el resto de comensales echarían a patadas al supuesto soldado, no solo no lo hacen sino que le ofrecen trabajo por ellos mismos remunerado o abogan ante él como si tuvieran algún interés en la suerte que pudiera correr ese desarrapado. Deplorable!

Afortunadamente, otro de los invitados, un tipo barbudo y de aspecto belicoso, impone algo de cordura y se burla descaradamente del andrajoso individuo... Me paro, a pesar de ello, en medio del tramo de escaleras, llevado por la curiosidad de saber cómo termina tan curioso episodio.

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06/05/2016, 20:36
Kavi

Miro a Miguel por la respuesta que me había dado y luego de pensarlo detenidamente dije:

-Comencemos por el principio...¿Que es guerra para usted?...por que si se refiere a entablar combate armado contra soldados enemigos y pelear por mi nación,o mi país,o por mi raza,o por mi credo,donde me juego la vida contra otra persona que también este armada peleando por la misma razón pero que es de otra nación o país,pues la verdad que no,esa no fue mi guerra.

Suspiro al recordar y agregue:

-Pero si se refiere a una guerra donde corres por tu vida,donde escapas o eres capturado,donde te enfrentas con un cuchillo corto a una espada de soldado o varios de ellos que intentan apresarte a vos y a tu familia,donde matas o te matan solo por el hecho de no pertenecer a su religión o su país, o que no hables su lengua o que ellos sientan que eres una afrenta a sus ojos que deben eliminar,etc, si es esa clase de guerra.... Señor Miguel toda mi vida fue una guerra,no portare uniforme,ni tendré una gran espada o un título,pero y repito,¿acaso las guerras solo las pelean los soldados? y ¿las estrategias de guerra? y ¿el trabajo de espionaje? o me dirá usted que ahora no existen espías en los ejércitos ¿realmente cree usted eso?. Y no me responda que las batallas y las guerras se ganan en el campo,por que ambas se ganan en una mezcla de experiencia en el campo y de conocimientos de estrategias de guerra,o ¿usted piensa que eligen a un capitán por su cara bonita?

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06/05/2016, 20:58
Abdul Al Hazim

Observé al mayordomo mientras discutía con un soldado tullido. Ahora le recordaba, y me era más facil imaginarme cómo el Conde Giovanni había conseguido mi nombre. De hecho empecé a preguntarme si no había incluso visto al mismo anfitrión de la fiesta pero no lo había reconocido. A lo mejor el tal Claudios había estado presente cuando me encontré por primera vez con su criado.

También había empezado una discusión sobre el soldado tullido. Si fuese yo, no lo contrataría. Había mil personas que podían hacer cualquier trabajo mejor que alguien que apenas sabía caminar. No serviría para instruir a nadie, ni siquiera podía dar el ejemplo, y un instructor tenía que ser respetado. A lo mejor le convenía más meterse a monje o rogarle al posadero por trabajo, pero como soldado ya no tenía futuro.

Escuché al gitano hablar como si él mismo fuera un soldado. —Para un soldado la guerra es entrenar todo el día y comer a la noche, esperando que lo llamen a cargar en un campo o a sentarse a un kilómetro de una muralla a esperar que se rindan. — Dije acordándome de mi niñez. —Y sino, a  cavar letrinas. Que para pensar y esas cosas ya están los que saben. — Si un tullido en mi compañía se le hubiese ocurrido que podía meterse a comandante lo hubieran matado ahí mismo, por inutil y encima orgulloso. Esos cargos estaban reservados para los hijos de los altos cargos.

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06/05/2016, 22:31
Jean Baptiste

Estupefacto ante la incongruente deriva que ofrece la absurda contratación del lisiado, doy por extinguido cualquier interés o curiosidad en lo que al conflicto refiere así que prosigo mi senda hacia los aposentos, dispuesto a conciliar bien rápido el sueño y olvidarme, con la misma rapidez, de los descabellados soliloquios que se mantienen en el comedor principal.

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06/05/2016, 23:06
Lian Mcornagac

Me levanto como un rayo, y a dos manos con los puños cerrados doy un fuerte golpe sobre la mesa, descargando todo mi furia.

A continuacion miro a Miguel y a Lothar, y me acerco cojeando a ellos dos-¡¡Una!!- y levanto un dedo- Esas son todas las veces que os voy a permitir que me insulteis-Les fulmino con la mirada, mientras aprieto los dientes.

Finalmente paso de largo y le tiendo la mano a Victor, ya mas calmado

-Es usted un buen hombre, espero que algun dia podamos ser amigos.-Tras eso, dejo la estancia, cojeando

 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

gasto un punto de fuerza de voluntad para añadir un exito mas a la tirada

me retiro a la habitacion definitivamente, no voy a postear mas hasta que no sea el dia siguiente

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08/05/2016, 18:38
Alexei Baróti

“atrevido señor Baroti” Eso le hacía ver que quizá sus palabras habían sido más descaradas de lo pensado. O tal vez la duquesa era una experta en ver las intenciones ajenas. Evidentemente las mujeres sabían leer más entre líneas. Asintió a sus palabras, desde luego que estaba dispuesto a hablar con ella más adelante.

 

Y, si el bizarro mayordomo tenía razón y el señor no contrataba cojos, tal vez solo hiciese de intermediario de la compañía para negociar un contrato. Quedando él libre. No participó en aquel intercambio de palabras acalorado. En primer lugar porque él iba a curarse, estaba convencido de ello. Y su subconsciente le incitaba a no darse por aludido y tener fe. Y la otra porque ¿qué necesidad había de explicarle que era un soldado y que no a… un mayordomo? Era como si él tuviese que decidir quién era una buena costurera y quién no.

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08/05/2016, 20:34
Miguel Briand Aranda

Aunque el  ruido de los puños del otro mercenario me pillan por sorpresa, no puedo evitar reírme.

-Jajaja... Excuse moi, monsieur - Digo mientras Lian se marcha - No quería ofender a nadie... sin embargo no hay mas cojo mental que el que quiera verlo como un defecto. Por lo visto, el caballero enfurecido sabe compensar bien su cojera con otras cosas... si no no estaría aquí. Además, él no se compadece de si mismo por su cojera. ¿Porque habría de hacerlo el otro soldado? - Mientras me acerco a Kavi le abrazo por los hombros y choco mi jarra de cerveza contra la suya-¡¡Brindemos por los cojos!!

Apuro mi cerveza en un largo trago.

-¿Sabes , mi gitano amigo? Yo he luchado en las dos guerras. En la que te imponen los ricos y en la que te impone la naturaleza. He chocado espadas contra falanges enteras y destruido escudos de gente como aquel...- Digo señalando al Arabe. - ¿Y todo para que? Cuando todo acaba te dan la palmadita en la espalda, cuatro condecoraciones y una patada en el culo para que no molestes mas. ¿Y después? Peleas de bares o contra tu propio hambre. Se lo que es luchar por la vida y ser perseguido en un callejón por haber robado una pieza de fruta. Quien es mejor estratega, entonces para una batalla,¿ usted?¿ o aquel que usa una armadura lacada  con plumas en el casco? !Esos no corren ni entre las piernas de una mujer!... Disculpe mi lady..- Añado con educación.

Bebo otro trago de mi jarra.

- Sin duda amigo, somos supervivientes, lo que nos hace a todos ganadores... quizá mas que a los que beben en copas doradas. - Digo palmando la espalda de Kavi como amistad.

Luego volviéndome hasta el soldado Paul le digo.

- No se lo tome a mal, amigo... Si el señor Guiovani no desea sus servicios... bien sea por su cojear o por que su cara no le parece agradable... u otra excusa igualmente tonta...- Añado mirando a Lothar de reojo- Seguro que nuestra Dama, aquí presente, le pueda conseguir un puesto como guardaespaldas.

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08/05/2016, 21:02
Pietro Pagliuca

Había permanecido en silencio, disfrutando de la comida caliente y la bebida, que le había servido el posadero. Mientras hacía eso, pudo observar con total tranquilidad, como los allí presentes iniciaban una discusión para la que no había lugar en su cabeza. El cojo, era cojo y como buen cojo, inútil para la batalla. Cualquiera que hubiera estado en un campo de batalla, aunque fuera para una pequeña escaramuza, podría atestiguarlo.

Sin embargo la discusión, era interesante para poder conocer a los presentes. Las diferentes e incluso disparatadas reacciones de las personas que había allí, frente a un mismo hecho, eran como poco interesantes. De la forma de actuar, se podía extraer y conocer las peculiaridades de las personas que allí estaban.

No dejó nada de lo que le habían servido, apuró el plato en su totalidad, mientras continuaba escuchando los cruces de argumentos y palabras. Tenía pinta de que aquello iba a ser un encuentro de locos.

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08/05/2016, 23:07
Abdul Al Hazim

Lancé n suspiro al ver cómo mis comentarios eran ignorados. Por supuesto, ya había dado por sentado que la mayoría de los comensales ignorarían las palabras del sarraceno, por lo que simplemente me levanté de mi lugar y me dispuse a ir escaleras arriba con mis cosas después de preguntarle al tabernero cuál era mi habitación.

Una vez hecho eso, me dispuse a dormir hasta la mañana siguiente. No había mucho más para mi en la posada, por lo que lo mejor sería estar preparado para ir al corazón de las tierras del conde Giovanni.

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09/05/2016, 04:12
Kavi

Estaba esperando una respuesta combativa de parte de Miguel pero en vez de eso me tomo por sorpresa al abrazar mis hombros y luego de chocar nuestras jarras ya me había calmado,si bien escuche parcialmente las palabras del sarraceno decidí no prestarle atención a ellas.

Asentía a lo que me decía Miguel y una vez que termino de contarme su relato de vida dije:

-Tienes razón Miguel,ambos somos supervivientes,de distintas maneras pero ambos enfrentamos peligros en nuestras vidas y eso nos une,además que estuviste viviendo en una kumpañia durante un tiempo y estoy seguro que mis hermanos y hermanas te hicieron sentir uno mas de ellos durante el tiempo que viviste a su lado, o ¿me equivoco?.

El juego había pasado a segundo plano y luego de comer la cena que pedí,y beber un poco más agregue:

-Bueno Miguel,me voy a dormir dado que aunque me gusta la noche si puedo madrugar me gusta hacerlo,así que....deberás de disculparme pero me retiro por el momento.

Dicho esto me levanto de la mesa y le doy unas palmadas en el hombro derecho y luego de hacer esto,comienzo a subir las escaleras para irme a dormir en alguna de las habitaciones del lugar para descansar hasta el día siguiente.

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09/05/2016, 05:23
Vladimir Romanov

Vladimir Romanov había sido uno de los últimos en ingresar a la posada. Y quizás porque así lo había preferido, o tal vez por pura fortuna, el caso era que lo había hecho en una circunstancia bastante particular. Casi en el instante preciso, dirían algunos. O también en el peor de los momentos.

Pues su entrada tuvo lugar justo antes de que la bella y angelical MARIANNA se robara las miradas (y los suspiros) de todos los presentes, opacando y haciendo olvidar por completo su mera presencia. Lo cual no era un logro para nada menor. Incluso para alguien de la delicadeza y distinción de la muchacha. Y ello por cuanto, aún a pesar de todos sus esfuerzos para evitarlo, Vladimir Romanov no era un hombre que pasara desapercibido.

A simple vista, lo primero que llamaba la atención de aquel sujeto, era que se trataba de alguien más bien grande. Muy grande. Enorme, en verdad. Para ser justos, quizás fuera el tipo más imponente que muchos de los presentes hubieran visto en toda su vida. Aunque su postura sosegada y su andar sereno le quitaban gran parte de aquella solemne majestuosidad que podía irradiar llegado el caso. Eso y sus viejas ropas de viajero, por supuesto. Tan gastadas y mundanas que prácticamente le quitaban un par de palmos de altura solo por su simpleza, asemejándolo a un anónimo granjero de la zona.

En cualquier caso, antes de que nadie pudiera recobrarse de la grata impresión dejada por la joven (y cuando la mayoría aún no había dejado de quitarle la vista de encima), el imponente aura de autoridad del autodenominado "mayordomo del Señor Giovanni" terminó por acaparar por completo la atención de la nutrida concurrencia que se había dado cita en tan remoto paraje. Y a partir de entonces, con asuntos mucho más urgentes que atender, ya nadie se interesó por la cansina mole que atravesaba en silencio la estancia.

Por supuesto, el llamado Romanov también había hecho su parte. Pues ni bien puso un pie en el caldeado ambiente, se había dirigido directamente hacia el rincón más solitario de la barra, justo en el lado opuesto a la chimenea donde parecía haberse reunido una verdadera multitud. Sin emitir el más mínimo sonido y sin cruzar siquiera la vista con nadie. Simplemente se había acomodado en su lugar, sin pedir nada. Solo aguardando a que el llamado Lothar terminara de responder las dudas de los presentes.

Cuando éste se acercó a darle la bienvenida, Vladimir Romanov estrechó su mano con fuerza, intentando escrutar su mirada. Luego de ello, volvió a su rincón retirado, sumido en el mismo silencio que parecía acompañarlo a todos lados.

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09/05/2016, 07:52
Anfitrion

No alcanzas a llegar al segundo piso cuando te ves atraido por el suceso que ocurrirá a continuación. Aunque si bien puedes estar cerca a tu cuarto podras escuchar exactamente lo ocurrido, ya quedará en decisión tuya si te devuelves o sigues durmiendo.

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09/05/2016, 07:59
Anfitrion

Si bien te levantas con la intensión de apretar las manos y hablar, los sucesos que sucedieron a continuación hacen que te sea dificil hacerlo.

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09/05/2016, 08:02
Anfitrion

No alcanzas a llegar al segundo piso cuando te ves atraido por el suceso que ocurrirá a continuación