Partida Rol por web

Liz escucha algo, una risa infantil casi adolescente junto a Rina, fue entonces cuando delante suya la vio, una imagen de la japonesa más joven que sonreía:

- Vaya, vaya parece que al final sois mas de los que pensabais, menudo problema no? y no puedes corriendo a ver a Beni-sama... que harás?

Comienza a caminar y se coloca al lado de Makoto, este parece que no es capaz de ver nada ni escuchar, mira a Elisabeth y sonría tras guiñarle un ojo y después mira a Rina:

- Yo puedo hacerte pasar y lo sabes... pero claro...ya sabes lo que eso supone no? ummm

Se estira y añade:

- Me gusta este sitio...este tiempo, me gusta que tu tengas 3 colas y yo tenga más, es tan divertido...sabes? pronto dominare yo ese cuerpo

Decía mientras caminaba de nuevo hacia Makoto, la joven Rina iba desapareciendo poco a poco y acaricia el brazo de Makoto mientras dice con una sonrisa bastante oscura:

- Y el será mío

Kyara estaba tan preocupada con el no poder atravesar de ese punto que a duras penas se dio cuenta de que alguien más habia llegado, pues total , no había contado a todos los recién llegados.

Escuchó lo que decía Kurt y podía ser un buen punto; pero en ese momento se dio cuenta de que su hermana salía de las cuevas, y sin decir nada salió detrás de su hermana.

Al chocar contra la pared invisible, las manos de la kitsune la rozaron, era una pared, pero no era posible detectar calor o algo, simplemente parecía ser un sello, relacionado con la inscripción. La Kitsune se detuvo, más preocupada por resolver ese problema que tomar en atención a los berrinches de los "nuevos", sus excesos de emoción no contribuía en nada, de ahí que ni se girará hacia ellos, aunque Liz, que recién despertaba, tuvo la suficiente paciencia para explicar de nuevo todo, ¿era de nuevo?, había dado por hecho que se los habían explicado, debieron ¿cierto?. La Kitsune movió la cabeza de lado a lado.

- no sé Kyara-chan, la inscripción brilló - llevó su dedo a sus labios, acariciando su labio inferior, en un pequeño puchero, con ella también parecía mostrarse más abierta,  la miró a los ojos, "lo resolveré, denme unos instantes", fue lo que le quiso decir con la mirada. Nuevamente, la inscripción. "Sólo aquellos"... ¿tendrían que pasar todos?. Ella rodó los ojos, y llevó sus manos a su cabello para restregarlo, y se giró hacia el resto, había un silencio que lo aprovechó. Para su desgracia, la hermana de Kyara se iba, parecía perturbada, molesta, ¿se sentirá como ella con todo eso?. La Kitsune miró a Kyara,  debía ir por ella.

Una chica nueva llegaba y el resto le daba la bienvenida, ¿una más?. ¿Tan peligroso era lo que se iban a enfrentar que se necesitaba un pequeño ejército de espíritus y criaturas mitológica?. Estaban perdidos si no lograban averiguar qué debía hacer.

- es peligroso afuera, los los lobos pueden atacar a quien quieran...- le susurró, y esperó que otro más fuera con las gemelas, ella, con mayor preocupación en su rostro, se giró al resto. Makoto intentaba poner corta fuegos entre ella y el resto, cumpliendo su palabra. Quería abrazarlo por la espalda y besar su cuello, pero no era el momento.

La chica sale, la Kitsune guarda silencio por unos instantes, pero parece volver al tema que la hace desear hablar mas.

La kitsune se inclinó hacia delante, en una reverencia japonesa, aunque no tan formal como la que hizo con el espíritu del bosque.

- soy una kitsune, antes, me llamaba Rina, pero con todo lo que ha pasado, creo que queda bastante poco de lo que era - sólo mi amor por Makoto, se dijo así misma,- puedo comunicarme con los espíritus, y sanar algunas heridas - y descontrolarme y matarlos a todos en una tormenta de fuego, pero eso no va a pasar, agregó mentalmente, aunque era extraño pensar que una mujer de no más de un 1,50 metro, y un poco más de 40 kilos, pudiera con tantas personas, pero, era un zorro de tres colas, y Makoto sabía que era muy posible que pudiera hacerlo.

- en el bosque, logré contactarme con el espíritu de este bosque,  dijo que estas eran sus tierras y que no tenía razones para dejar pasara los hijos de los monos como nosotros, aunque tenían espíritus fuertes, como los de ellos, él habló de que ya no habían personas como nosotros, y el último habitante de la escuela ha muerta, Beni-sensei dejó hace mucho este lugar, pero no sé si han atacado, pero el espíritu no quiere a los humanos, dice que tienden a la destrucción, pero logré convencerlo de dejarnos llegar hasta aquí,  también le pregunté por la chica que vimos en nuestras visiones, asegurando que estamos aquí para ayudarla, dijo que ella era la última, dijo... "Ella es una niña…es demasiado joven e inexperta pero…ella es todo y nada para nosotros…ella es la esencia…nuestra esencia" - recordaba perfectamente sus palabras - el espíritu nos dijo que sólo podíamos quedarnos si no dañábamos el bosque, esa era su exigencia - y de la que dependen todos mis recuerdos, sino quedaré vacía como un cascarón, otra vez, pensando para sí misma.

Los queda mirando a todos, detenidamente, y se giró hacia la puerta,  volviendo a poner su mano sobre ella.

- ahora, ya se les ha explicado todo lo que sabemos, dejen los berrinches,  y como dije antes, sólo está en ustedes el creer, si no, pueden salir de la cueva, e intentar buscar donde están, y buscar volver a sus vidas, antes que sus cualidades especiales se manifiesten, aunque como lo veo, creo que es algo imposible, pero si lo logran, bien por ustedes, o - se gira hacia el resto - creer e intentar aprender, aunque no podamos enseñar mucho más de lo que ya les hemos dicho,  y trabajar con lo que existe, en vez de estar lamentándose -  para eso, estaba ya ella, que lamentaba la existencia que le había tocado.

Deja de hablar y vuelve hacia la puerta, acariciando su mentón, ¿qué quería decir la inscripción?. Debía tener que ver con  la naturaleza. Detrás de ella, podía desatarse el pandemonium,  pero ella estaba enfocada en saber qué sucedía, cómo pasar, o quizás emprender el viaje hacia el castillo, pero no todos tenían ropas como para aquello, parecían haber sido traídos con sus ropas a mano. "Menos mal que estaba nuestro equipo, o hubiéramos aparecido desnudos" se distrajo ligeramente cuando la vio. Era ella, era...

La Kitsune palideció completamente, y se echó para atrás pegando su espalda a la pared, pálida como el papel, y con sus ojos rasgados abiertos, fijos en un punto invisible para los demás, pero que parecía moverse. Era ella, era... el corazón de la Kitsune se aceleraba con violencia, más al escuchar lo que decía,  y de pronto, sus ojos se pararon justo al costado de Makoto,  acariciaba su brazo, y ella se llenó de ira, sus ojos destellaron, literalmente, los labios rectos con un gesto ta rígido que llamaba a la violencia, iba a explotar.

- Kesshite...[jamás]- espetó furiosa en su lengua natal, pero al verla desaparecer, llevó su mano a su cara, con la respiración aún agitada, intentando controlarse. Era eso. la desgraciada le había dado la respuesta, pero de una manera retorcida y perversa. La Kitsune se inclinó hacia delante,  debiendo respirar con fuerza para no perder  la calma. Debía calmarse, debía hacerlo. Ella no le ganaría, no, y si tenía más colas, también eran de ella. Sólo quería confundirla, ahora que no había nadie que la orientara. "Jamás... dejaré que te le acerques... jamás, lo amo... jamás lo dejaré en tus manos... " replicó mentalmente. Ella debía estar escuchándola. Necesitaba a Kyara, pero ella había justo salido con su hermana. La necesitaba, pero no podía hablar. La ira se había trasformado en miedo, y sus ojos se humedecían. 

 -¿Eh? ¿Suiza? -Levanto un lado de la boca y enarco una ceja. ¿Tribus? ¿Años? ¿La cueva del Yuyu? ¿Es que hay algún hongo alucinógeno en esta cueva que chupen o algo así? Lo normal sería pensar que me está vacilando, pero no me lo parece después de la broma, pues se muestra amable a pesar de las cosas raras que dice. Tras unos segundos mirándolo, tomé su mano con inseguridad y me aparté un poco de la pared, con la otra mano aún sobre mi costado.

 -Soy Victoria Silva... No se nada, he despertado en la nieve y he seguido vuestras huellas... Y vengo de Bolivia, en 2015, ¿A qué viene esa pregunta? ¿Y qué hago yo aquí? -¿Con los pirados estos? ¡¿Y al otro lado del charco?! ¿Qué es todo esto? Sólo quiero volver a casa... -Kurt y otros tantos al menos no parecen estar especialmente afectados por la situación, como si la comida, el frío o estar perdidos, o al menos yo lo estaba, no tuviera importancia. Otros, sin embargo, parecen nerviosos, o dicen cosas raras. El tal Mako, sin embargo, se presenta amablemente, preocupado por mí.

 Solté a Kurt pegando mi mano al cuerpo cuando Makoto se ofreció a examinar mi brazo para acercarme a él y mostrárselo, obedeciendo a los chicos que parecían más ''coherentes'' cual cachorrillo asustado. Las chicas morenas, que parecían exaltadas, salieron para mi tranquilidad. Cuantos menos mejor por el momento, así me sería más fácil tranquilizarme y ordenar ideas. O eso creía, hasta que la... ¿Había dicho Kitsune? Lo que significara eso, la chica asiática, Rina, comenzó a hablar de berrinches, lobos y espíritus, para luego empezar a comportarse de manera extraña. ¿Qué había pasado? Quería preguntar de qué iba todo eso, de qué narices estaba hablando, pero viéndola, me daba casi miedo.

 -¿Qué es todo esto? ¿De qué estáis hablando? -Pregunté en general, ya que Rina no era la única que hablaba de cosas que ni podía, ni quería comprender.

- ¡Coño! - Exclamó. Otra chavala apareciendo de la nada. Y otra que no parecía saber de qué iba el tema, como todos ellos. - Presta atención bombón -Dijo sonriendo a la recién llegada - Que ahora vienen curvas.

Se había sentado en el suelo, apoyado contra la pared, cuando la pelirroja empezó a contarlo todo, así de sopetón, sin secretismos ni pollas. Ole por ella. No ese hubiera creído una sola palabra de lo que había dicho la colgada esta, pero había visto a Makoto desaparecer en el aire y a Kurt destrozar un árbol con un gesto. 

- Entonces, a ver si lo entiendo... - Alzó las manos delante suya pidiendo tiempo, se lamió las muelas - Sois una peña en plan Harry Potter o las pelis esas del crío ese que es hijo de Neptuno o Posidón o no se que dios griego ¿No? Con mierdas mágicas y eso. Estabais en un castillo aprendiendo a manejar vuestras mierdas y eso ¿no? Pero la cosa se jodió -  Se rascó línea de la mandíbula dónde le estaba creciendo una incipiente barba, tratando de no echarse a reír - Y ahora estáis metidos en una movida con peña chunga que os quiere quitar del medio. ¿Voy bien? - No esperó respuesta - Pues tíos, lo lleváis muy bien para estar en esto solo cinco días, me cago en la virgen, yo me hubiera ido ya por ahí a hacer fortuna. 

Se quedó mirando la mano del tal Ben que ahora era na garra de dragón. O eso decía él. Puta madre.

- Recuérdame que nunca te de la mano, colega. - Murmuró entre dientes, mirándolo descaradamente. - ¿Y con eso tocas a tu novia? - Preguntó con una carcajada. Le chispeaban los ojos de pura diversión. Estaban tan metidos en la mierda que estaba perdiendo todo cuidado y dejando de lado toda precaución. ¿Qué es lo peor que podría pasar? Ya estaban en una cueva con un montón de freaks perseguidos por soldados de operaciones especiales.

- Bueno chavales, he decidido que decís la verdad y que toda esta película que os habéis montado es lo que hay. - Miró alternativamente a Makoto, Ben, Kurt, Rina y Gia - ¿Qué hacemos ahora? 

- Ah, si, de 2015 colega. - Añadió. - ¿Las hermanas esas van siempre a su rollo o me lo parece a mi? Ir de sobrado por la vida mola, pero se acaba pagando. 

_Eh... bueno, mejor vamos moviendonos, ¿no?

A Mike empezaba a dolerle la cabeza. Demasiada gente asustada y confundida en el mismo sitio, era casi como un gallinero. Y no es que él estuviese menos confundido que el resto, peor había tomado la determinación de pasar aquello cuanto antes mejor,"los tragos amargos pasan mejor de golpe".

Debido a que se había adelantado con las dos hermanas al grueso del grupo,hacía tiempo que había perdido el hilo de la conversación grupal, por lo que no había estado prestando demasiada atención.

Se acercó hacia el arco, dispuesto a cruzarlo. Tomó aire, casi como si se fuese a sumergir en el agua y avanzó decidido en su dirección.

-Vamos allá...

Uno de los chavales empieza a hacer recuento de la situación un poco a su manera, como si no le afectase en absoluto y estuviera hablando con unos colegas después de tomarse unas cervezas. La mayor parte de lo que dice tiene cierto sentido, pero su comentario sobre mis garras y mi novia hace que frunza el ceño, molesto.

Eso está totalmente fuera de lugar, ¿no crees? -Le digo ahogando las ganas de decirle algo más en plan "no, con esto toco a quienes hacen comentarios como ese". A fin de cuentas, comprendo que está pasando por una situación que le supera, porque yo mismo la he pasado no hace mucho- Vamos a tener que colaborar para salir de esta, de modo que tratemos de llevarnos bien, ¿de acuerdo? -Termino diciéndole en tono conciliador- Y sobre las hermanas... mejor que juzgues tú mismo. -Y así me callo lo que pienso.

Si lo que dice Rina es cierto, cosa que no dudo ni por un momento... -Digo ya para todos- ...lo primero que debemos tener en cuenta es que no debemos dañar el bosque bajo ningún concepto. Si necesitamos leña para hacer fuego, mejor coger lo que haya tirado, no vayamos a arrancar ramas ni cortar troncos, y enfademos a quien no conviene. A fin de cuentas, es el bosque quien puede proporcionarnos alimento, si es que hay frutos o algo así por aquí. -De repente, Rina pega un grito y al girarme la veo muy afectada por algo. Instintivamente me sitúo entre Elizabeth y ella, buscando a Makoto con la mirada. Si la Kitsune se descontrola, el japonés es el único que puede traerla de vuelta.

¡Y chicos! -Llamo apresuradamente la atención de todos, con gesto serio- Apartados de Rina, que nadie la agobie. Va en serio.

Mike se dispone a atravesar el umbral y le pasa lo mismo que a Rina, se da contra un muro invisible, como si estuviera hecho de cristal y no pudiera verlo, pero si tocarlo fácilmente

Otra más. ¿Será la última? ¿O aún quedarán más por ahí?

Kurt fue el primero en recibirla, de forma que no me hizo demasiada gracia, pero sería mejor evitar conflictos por el momento; aunque tarde o temprano íbamos a tener que discutir ciertas cosas.

Este planteó que los chicos fueran del futuro, cosa que dudaba ya que en teoría sólo quedaba una de los nuestros, y posteriormente Rina y ellos mismos lo confirmaron. Quizás eran otros chicos ya detectados por la gente del castillo, pendientes de hacerles la proposición que nos había llevado al resto al castillo de Suiza.

Las hermanas salieron, mientras otros se presentaban también a la chica nueva, Vicky; por mi parte, decidí dejarlo para después, ya que se daría una situación de mayor urgencia.

Uno de los chicos expuso a grandes rasgos lo que había entendido, aunque de una forma peculiar, pero al menos aceptaba colaborar y nos creía, eso era bueno. Sin embargo, Ben pareció molestarse por algo, aunque afortunadamente al final trató de acercar posturas y dejar claro que el bosque debía ser sagrado tras lo explicado por Rina.

Esta había expuesto que se había comunicado con algún espíritu del bosque, asegurando que el castillo estaba vacío, ya que sólo quedaba otro humano. Pero entonces vi aquello. ¿Era Rina? Lo parecía, pero era diferente, y quería apoderarse no sólo de ella… Sino también de Makoto. Por la reacción de nuestra Rina supe que ella también la estaba viendo, y me acerqué en seguida al ver su alarma y angustia.

Al acercarme rodee sus hombros con mi brazo, tratando de calmarla.

-Tranquila, respira… - entonces me acerqué a su oído. - La has visto ¿No? – le susurré de forma que nadie más me escuchara. – No sé quién es esa, pero no vamos a darle lo que quiere. – le dije llena de seguridad y acaricié su mejilla – Quizás deberíamos hablar a solas…

- ¿Victoria? - dije tomando su brazo y dedicándole una cálida sonrisa antes de examinarlo - está bien, solo son rasguños. Trataremos de calentar agua y lavar esa herida, si? 

Escuché la voz de Rina y solté con cuidado el brazo de Victoria. Con la palma de la mano hacia arriba estiré el brazo invitándola a que se uniera al resto, mientras yo di un par de pasos hacia la Kitsune, escuchándola con atención.

Resumió su experiencia reciente y pasada, sin entrar en detalles. Sus ojos eran los mismos. Quizá podía parecer por momentos que su expresión permanecía gélida, pero mientras hablaba se adivinaba en su mirada el fuego interior que la mantenía viva. Ella seguía allí.

Rina se dio la vuelta para seguir estudiando las inscripciones en el arco y me quedé pasmado, viéndola, admirándola. Pero de repente... algo interfirió.

La estaba atormentando de nuevo, ella se puso en tensión se giró y clavó su mirada en mi. No me moví, mi gesto serio. Sabía lo que ocurría y no iba a hacer que mi actitud pudiera ponerla más nerviosa. No,no me miraba a mi... estaba cerca pero no era yo. Me giré, no había nada, no sentía nada.

Me acerqué despacio hacia ella y para cuando casi estuve a su altura ella cedió hacia adelante, sin resuello, inclinándose. La recogí en mis brazos, Liz la rodeó con cariño por los hombros. Ella le habló y, aunque quise preguntar, pensé que no era lo más oportuno. 

- Watashi no kokoro wa kimi no desu... [mi corazón es tuyo] - le susurré al oído y la abracé con fuerza.
 

Había escuchado las palabras atentamente como si se tratará de un cuento. Sin dudas iba grabando en su mente la historia mientras observaba asombrado la mano de Benjamin. Una mezcla entre miedo e intriga se apoderaban de Erik. - Tendré poderes? Podría ser malo eso.... los quieren cazar - se preguntaba a si mismo mientras observaba sus propias manos. Pronto aquello se vio olvidado, nunca se había considerado especial, solamente era hábil en la cocina.

Una nueva chica aparece, por desgracia había tenido que llegar hasta allí sola y por suerte había logrado seguir las huellas. - Me llamo Erik, estamos en tu misma situación - comento susurrando a Victoria sin querer interrumpir a Rina que parecía explicar sobre sus poderes.

- Tengo una pregunta.....¿Que es una Kitsune? Por lo que dijiste puedes curar y eso es bueno, no le veo nada malo - preguntaba como si se tratará de alguna clase de profesora.

Todos los nuevos parecían tratar de digerir aquella nueva información a tal punto que el joven mal hablado se había desubicado con respecto a la forma de hablar de los demás. - Y este quiere que le den por muerto....mira su maldita garra! - pensaba tras la ofensa que había realizado. Necesitaba que aquellos dos dejen de prestarse atención porque seguramente el chaval que se daba de rebelde volvería a ofender a Benjamin.

- Y que hay del árbol de Kurt, ese que explotó... -  quería hablar sobre juntar proviciones, el había acampado más de una vez con su padre por lo que armar un pequeño fuego no era un problema.Enseguida decidió callarse, la cara de Rina parecía transformase en una mezcla de emociones. - Que carajos! - sin dudas todos habían notado aquello y parecían querer contenerla, ayudarla. El comentario de Benjamin fue claro, Erik dio un par de pasos más lejos del grupo; sin dudas tenia miedo al aceptar que algunos presentes podían asesinarlo en un abrir y cerrar de ojos.

Aunque en un principio me sitúo ante Elizabeth para protegerla de un eventual problema con Rina, ella misma se aparta y me adelanta, acudiendo junto a la Kitsune. Veo el modo en que empatizar con ella, rodeándola con sus brazos, y no puedo evitar pensar en si es sólo parte del carácter de mi novia o si sus cualidades especiales la hacen más susceptible a ello. A decir verdad, ni siquiera se si importa. La naturaleza oculta de Elizabeth es también parte de ella, tanto como su pelo o su sonrisa.

Makoto, no lo dudaba, también acude en auxilio de Rina, y por alguna razón siento que es mejor que me quede apartado. Los nuevos siguen estando descolocados, y todo esto les supera, alguien tiene que hacerse cargo de ello. Alguien con un mínimo de paciencia, que no insista en llamar berrinche a lo que debería ser una reacción natural a algo que no se comprende.

Hola, Erik, encantado de conocerte. Te diré que un Kitsune es algo así como un hombre zorro, por lo poco que se. Son seres mágicos y espirituales procedentes de Japón, y encierran mucho poder. Nuestra amiga Rina, por desgracia, encierra tanto poder que en ocasiones le cuesta controlarlo, motivo por el que os he pedido que no la agobiéis. -Trato de ser todo lo conciliador que puedo, aunque me doy cuenta que el tal Erik FA un par de pasos alejándose- Oh, perdona, esto te hace sentir incómodo, ¿no? -Digo mostrando mis garras, para acto seguido inspirar profundamente y hacer que mis manos vuelvan a ser las de un humano- ¿Así mejor? -El comentario acerca de Kurt me descoloca, tanto como el que él mismo ha soltado hace un rato sobre ser el "macho alfa". Y es que ya es la segunda vez que oigo algo de que él esté al mando- ¿Q-qué es eso de hacer explotar un árbol? -Digo, medio a Erik por ser quien lo ha dicho, medio al propio Kurt, pensando en qué cojones ha estado haciendo este tío antes de que yo despertara, y en cómo se pueda tomar el espíritu del bosque un acto destructivo tan arbitrario como ese.

A Lia no hace falta que la conteste, ya Makoto y Rina se han explicado en voz alta. -Lo que ellos dicen.-digo sin más.-Sin Beni y sin castillos.-es un resumen de pocas palabras totalmente acertado, que equivale a decir que estamos en la mierda.

Entonces, tras más explicaciones y cosas, Lia parece un poco cabreada, por primera vez desde que la conozco, creo. Supongo que todo el mundo empieza a estar hasta la polla de todo, y no me extraña. La recibo suavemente con mis brazos cuando se apoya en mí, esperando darla un poco de apoyo.

Entonces oigo un ruido y entro en tensión. Es una chica entrando de forma casi cómica en las cuevas. ¿Otra más? Al principio no me sorprendo mucho, quiero decir, después de despertarnos rodeados de desconocidos, una cara nueva más en principio no es lo más raro que ha pasado hoy. Pero precisamente eso es lo que despierta una chispa de desconfianza en mí. ¿De dónde ha salido? ¿Por qué no estaba junto a nosotros al despertarnos? Rápidamente, mi cabeza busca justificaciones posibles: Quizás estaba cerca, pero entre los árboles y nadie se pispó, y luego siguió las huellas.

Pero, ¿y si no fuese así? A los demás nos ha traido Beni, supongo. Pero, si ella no hubiese estado símplemente más apartada, sino que viene de otro lugar diferente del sitio en el que nos despertamos, o bien Beni tiene mala puntería, o bien no la ha traído ella, y ahí es donde está el problema. En cualquier caso, no me fío.

Sin embargo, no comparto estos pensamientos. Me los guardo, y ya veré que pasa. Pero no la voy a perder de vista.

Y luego a Rina le da uno de sus chungos espirituales. Nunca la había visto así, y no es del todo agradable, sobre todo tras oír los días anteriores lo que se supone que puede hacer. Pero allí están Liz Y Makoto para consolarla y que se le pase. Pero desde luego esto no va a mejorar el ambiente del grupo. Suspiro sin abrir la boca, harto de esta situación.

-Bueno, el caso es que seguimos empantanados aquí.-suelto a Lia con cuidado y doy unos pasos hacia el resto.-Si alguien tiene un móvil con cámara buena, que me lo deje. Lo pondré a grabar y...digamos que montaré un dron improvisado. Cubrirá bastante terreno rápidamente. Así nos haremos una idea de si hay algo a nuestro alrededor distinto de la última vez que estuvimos aquí. O de si hay alguien.-pienso en la muchacha a la que hemos venido a buscar, en el sueño estaba en un lugar nevado, como este. Si está cerca la encontraré. O al cadáver de Beni.

La comienzan a abrazar, la primera en reaccionar es Lizz a pesar de que Ben recomendó  a todos mantenerse alejados de la kitsune, pero la chica fue hasta donde la kitsune para calmarla, ella suspiró, y levantó sus brazos, para rodearla,  conteniendo las lágrimas, - más.. mas rato.. ahora... hay cosas más importantes que hacer...- Lizz la había visto, pero no había logrado identificarla - ella... es yo.. o mejor... es lo que me puedo convertir...-  responde, y acaricia su cabello, Makoto fue para abrazarla, y le susurró algo que simplemente afianzó lo que sentía, la chica agradeció, y soltándose un poco de Lizz, tomó la mano de Makoto, para calmarlo.

Le preguntan sobre qué es un kitsune, ¿qué era?. La chica mueve su cabeza, soy un espíritu iracundo, o realmente no sé, no sé como definirme, ahora soy mas como un demonio, ¿te gusta esa respuesta? La kitsune se come esa respuesta, le respondería cuando tuviera una mejor respuesta o afianzara más la respuesta que ya se había dado.

- ya... ya estoy bien... siento hacerlos asustado...- intenta disculparse inclinándose hacia delante, en una reverencia para todos. Ahora todos le temerían, aunque no hacían mal en sentir miedo de ella, era lo más sensato. La Kitsune tomó más distancia de los dos chicos, para tomar aire, y buscar calmarse, debía recordar la meditación que su abuelo le había enseñado. Tomó de nuevo aire.

- bueno... ahora la puerta... creo que debemos asumir nuestras identidades para pasar, es lo que puedo deducir, pero no sé como hacerlo o si eso sería peligroso - sobre todo para ella, la Kitsune  llevó su mano a su cabello- intentaré convocar a algunos espíritus, a ver si nos quieren hablar, por favor sean respetuosos, ellos pueden ser muy susceptibles,  y caprichosos, así que... es mejor que se guarden sus exclamaciones irrespetuosas -  miró con especial ahínco a Evergreen, que había hecho gala de la gran apreciación a la etiqueta que tenía, así que no estaba demás advertirles a todos.

Asiente a Chris, y saca de entre sus bolsillos su móvil, para lo que servía y se lo entrega a Makoto para que se lo pase al chico, quizás así podrían sacar soluciones y ver qué hacer. Luego vendría el proceso de organizarse, debían comer, por lo menos dentro de la cueva no pasarían frío.

- y.. por favor, que alguien vaya por las gemelas, por favor, me preocupan - se muerde el labio inferior, y busca alguna respuesta en los demás, así que concentró su poder de nuevo, extendiendo sus manos hacia los costados, y luego juntándolas delante de ella, tomándose los dedos indice y del corazón  como si hiciera un sello tradicional japonés, al hacerlo, pequeñas luciérnagas  azules comienzan a rodearla,  y el fuego  de color azul se concentró entre sus manos y comenzó a rodearla, por eso había tomado distancia de Makoto y Lizz, no sabía si el fuego en ese estado podía lastimar. 

 Asentí sin saber muy bien qué decir ante las palabras de Mako, pero me quedé donde estaba cuando me ofreció acercarme a los chicos, y más viendo que las cosas se tensaban alrededor de Rina, a quien unos cuantos se acercaban para tranquilizar. Yo sin embargo preferí mantenerme lejos por ahora haciendo caso a las palabras del chico que... ¡¿Tenía mano de lagarto?! Sería un guante extraño, o algo así... O eso pensaba hasta antes de que el chico de pelo rizado reclamara mi atención, intentando 'resumir' lo que él había entendido de todo esto. 

 -Espera, espera... Pero esto... Osea, los espíritus, poderes, explosiones, el bosque... ¿Vais en serio? - Replico al chico, incrédula, pero sin poder pensar en ninguna otra explicación. Cámaras ocultas descartadas. - ¿Y qué es eso de 'peña chunga que quiere quitaros de en medio'? - Quitada de la movida esta tendría que estar yo, que no tengo nada que ver con esto- Por ahora algo así solo podía tener para mí dos explicaciones totalmente opuestas: O esto tenía que ver con magia o experimentos frikis de esas historias fantásticas o de ciencia ficción que tanto le gustaban a mi compañera de piso, o me había equivocado dejando de lado la educación católica que me dio mi familia, y esto era una especie de castigo divino, haciéndome volver a creer tan fervientemente como antes por unos instantes y rezar interiormente una plegaria y una disculpa, 'por si acaso', terminando besándome discretamente el pulgar, sin santiguarme. De todas formas, prefería dejar ese par de hipótesis extrañas a un lado, que solo me confundirían más si trataba de encajarlas con lo que estaba pasando.

 Escuché atenta entonces al chico que se me acercó, Erik, comprobando que no era la única que estaba perdida, e interesada también por su pregunta, que yo misma no me había atrevido a formular momentos antes a la tal 'Kitsune'. 

 Una vez más, una explicación difícil de creer fue dada por parte del chico de la garra, que tras hacerla de nuevo una mano normal, sus palabras no parecieron ni tan sorprendentes. ¿Mujer Zorro? No pude entonces evitar echar un vistazo por encima a Rina, buscando orejitas peludas, bigote o una cola, como si debiera estar sacada de un dibujo animado.

 -¿No se supone que no debíamos dañar el bosque, o algo así? -Añado de lo poco que he entendido respecto al comentario del árbol mientras escucho al chico que pide un móvil. Afortunadamente Rina se tranquilizó y disculpó y ofreció su móvil. Yo quería ayudar si eso me servía para salir de allí, pero no estaba dispuesta a dar mi móvil para ser manipulado, tenía la esperanza de poder conseguir algo de cobertura más adelante. También habla de invocar espíritus, que supuestamente son 'susceptibles'... Todos estos sucesos aún escapan a mi comprensión, y retrocedo un par de pasos cuando veo que unas luces salen de la nada y comienzan a rodearla, incluso estando ya a una distancia prudente de ella. A diferencia de algunos de estos chicos, yo no tenía poderes, y temiendo que todos pudieran correr el riesgo de descontrolarse, me sentía una presa fácil que tendría que luchar para salir de una pieza de lo que pudiera pasar.

Cuando veo que Rina me asiente, se saca el móvil, y se lo da a Makoto, me tomo la libertad de acercarme a él y cogerlo.-Luego os lo devolveré.-a no ser que al bicho se le caiga, claro. O que pase uno de los mil imprevistos que pueden ocurrir.

Viendo que Rina empieza  a hacer de las suyas, decido no retrasar el tema. No tengo ganas de que invoque otro lobo gigante resabiado ante el que tengamos que humillarnos.-Ahora vengo.-digo sin más, dedicando mi última mirada a Lia, antes de salir fuera. Así de paso veo si a las hermanas se las ha comido un lobo. O si un lobo ha sido comido por las hermanas.