Partida Rol por web

- Por ahí iremos. En cuanto a esos malajes de Dol Cultirith, no me preocupa mucho los problemas que podrían causarnos por nuestra presencia pues creo que andan tan atareados que no abandonarían sus quehaceres por nosotros -respondo a Kamghrat.
Y aceptando las guardias propuestas por nuestro veterano compañero, me tumbo de buen grato a reposar. No tardo tanto como esperaba en quedar dormido.

Bien entrada la noche Kramghrat se preparó para dar el relevo a sus compañeros, había estado charlando con Bodolf en voz baja y había apilado un par de trastos cerca de la escalera para impedir a posibles atacantes subir de forma cómoda.- Arriba muchachos, despejaos un poco y dadnos el relevo, ya es bien entrada al noche.- dijo mientras zarandeaba a sus dos compañeros dormidos.-Tuvimos visitas pasada la media noche, eran tres tipos a caballo enfundados en capas grises. Uno desmontó entre los dos edificios pareció buscar algo que no encontró y al cabo del poco montó y se marcharon por donde vinieron. Tenía apariencias de montaraces no descarto que pudieran ser Cultirith pero desde aquí no les pude ver mejor. Desde fuera no se ve la luz, en la habitación de al lado la ventana está despejada así si oís ruido podréis espiar desde ella, dadnos unas horas de descanso y partiremos de ese lugar maldito cuanto antes.-en gesto simbólico les dio la mano tanto a Rothrim como a Thorin en un silencioso testigo de que les confería el relevo. Tal era al rectitud del enano para con su deber y para con sus compañeros.

   -- Asiento ante las palabras de Kramghrat, mientras digo: 

   -- Buena y tranquila guardia y tener los ojos abierto no vuelvan esos jinetes...

Me despierto tras las llamada de mis compañeros.
Bueno, pues pongámonos manos a la obra y sobre todo con los ojos bien abiertos. Esperemos que no vuelvan, no sabemos que intenciones traían.

El sueño ha sido corto pero reparador. Me despierto con buenos ánimos para afrontar la guardia y el nuevo día.
- Descansad, estaremos atentos.
Me levanto y echo un vistazo fuera por la ventana de la habitación de al lado.

Bodolf y Kramghrat se quedaron dormidos rápidamente, mientras que Rothrim y Thorin comenzaron su turno de vigilancia. Pronto amanecería.

Has tenido un sueño perturbador. En él, una doncella de los Aravador inusualmente alta, con la cara pálida, el pelo negro rizado y unas grandes alas de cisne caminaba por un bosque espeso y oscuro, con su túnica gris oscura y un cinturón de piel carmesí ceñido a su cintura. Le acompañaba un hombre que bien podría pasar por su gemelo. Éste parece más ligero en sus andares, más hermoso si no fuera por su grandes alas de cuervo. Su túnica y medias son también de color gris oscuro, pero su cinturón y sus botas son negras. Empuña un espadón de acero negro con una serie de runas grabadas a lo largo de la hoja, que blande con gracia por el aire. 

Cuando se acercan a ti, que estás paralizado en el suelo del bosque, notas como sus manos translúcidas e inmateriales comienzan a apretarte el cuello para asfixiarte. 

No recuerdas que pasó después.

Has tenido un sueño perturbador. En él, una doncella de los Aravador inusualmente alta, con la cara pálida, el pelo negro rizado y unas grandes alas de cisne caminaba por un bosque espeso y oscuro, con su túnica gris oscura y un cinturón de piel carmesí ceñido a su cintura. Le acompañaba un hombre que bien podría pasar por su gemelo. Éste parece más ligero en sus andares, más hermoso si no fuera por su grandes alas de cuervo. Su túnica y medias son también de color gris oscuro, pero su cinturón y sus botas son negras. Empuña un espadón de acero negro con una serie de runas grabadas a lo largo de la hoja, que blande con gracia por el aire. 

Cuando se acercan a ti, que estás paralizado en el suelo del bosque. De repente, un agua traslúcida comienza a subir desde el suelo y poco a poco te tapa, mientras ves a las dos figuras mirándote con paciencia.  

No recuerdas que pasó después de que el agua te tapase la cabeza.

La noche trascurría en silencio, con el único sonido del agua de la lluvia y crepitar del fuego. La sala se había inundado del humo de la candela y se respiraba un aroma a quemado que había camuflado el olor a podrido y heces de animales que tenía cuando llegaron. El calor del fuego hacía que el frío exterior se mantuviera lejos. Todo estaba tranquilo hasta que el ruido de unos cascos de caballo os alertó. 

Por la ventana, ves el paso rápido de tres jinetes por el Gran Camino del Este. No puedes ver bien su ropa ni su porte, ya que la lluvia te lo impide. Desaparecen de tu vista tan rápido como han aparecido. 

Has tenido un sueño perturbador. En él, una doncella de los Aravador inusualmente alta, con la cara pálida, el pelo negro rizado y unas grandes alas de cisne caminaba por un bosque espeso y oscuro, con su túnica gris oscura y un cinturón de piel carmesí ceñido a su cintura. Le acompañaba un hombre que bien podría pasar por su gemelo. Éste parece más ligero en sus andares, más hermoso si no fuera por su grandes alas de cuervo. Su túnica y medias son también de color gris oscuro, pero su cinturón y sus botas son negras. Empuña un espadón de acero negro con una serie de runas grabadas a lo largo de la hoja, que blande con gracia por el aire. 

Cuando se acercan a ti, que estás paralizado en el suelo del bosque, notas como la espada, traslúcida que porta el hombre comienza a atravesarte sin poder hacer nada.  

Te despiertas cuando tus compañeros lo hagan y justo en ese momento.

Has tenido un sueño perturbador. En él, una doncella de los Aravador inusualmente alta, con la cara pálida, el pelo negro rizado y unas grandes alas de cisne caminaba por un bosque espeso y oscuro, con su túnica gris oscura y un cinturón de piel carmesí ceñido a su cintura. Le acompañaba un hombre que bien podría pasar por su gemelo. Éste parece más ligero en sus andares, más hermoso si no fuera por su grandes alas de cuervo. Su túnica y medias son también de color gris oscuro, pero su cinturón y sus botas son negras. Empuña un espadón de acero negro con una serie de runas grabadas a lo largo de la hoja, que blande con gracia por el aire. 

Cuando se acercan a ti, que estás paralizado en el suelo del bosque, notas como tu cuerpo comienza a ponerse traslúcido y la vida, poco a poco se te va escapando.

Te despiertas cuando tus compañeros lo hagan y justo en ese momento.

susurro a mi compañero al escuchar los cascos de unos caballos acercándose. Miremos a ver si alguien se aproxima Me acerco con cuidado hacia un lugar en el que tenga una pequeña visión del exterior.

Mientras te vas acercando a la ventana donde está asomado Rothrim, el sonido de los cascos de los caballos va desapareciendo rápidamente. Cuando llegas y te asomas a ella, no ves nada extraño, solo una vista del Gran Camino del Este.

Me levanté con un sobresalto dando una gran y angustiosa bocanada de aire, como si me ahogara mientras mi mano derecha sujeta trataba de sujetar el aire impidiéndole que se acercase mi costado. Por poco no alcancé al quien me despertó con uno de mis mejores derechazos pero estaba demasiado apurado tratando de recomponerme, la excitación se podía ver en mi frente perlada de sudor. Me volví hacia Bodolf para ver como estaba él todavía sobresaltado.-¡Por las barbas de Durin! Vayámonos cuanto antes de este maldito lugar.- dije poniéndome en pie de manera apresurada con la respiración todavía entrecortada.

     -- Me despierto sudoroso y dando grandes bocanadas de aire, comienzo a tocarme todo el cuerpo, me relajo un poco cuando compruebo que soy material, dirgo mi vista hacia mis compañeros mientras les pregunto:

   Me veis soy yo Bodolf, una vez mas tranquilo comienzo a recojer mis cosas, debemos marchar lo antes posible ya desayunaremos mas adelante, he tenido un sueño muy inquietante y creo que tenia algo que ver con la maldita magia, marchemonos de camino os contare mas cosas de el sueño...

El sueño que he tenido me angustia durante las horas de guardia y solo cuento el tiempo que falta para partir pues estoy convencido que ese mal augurio es fruto de la maldición de este lugar y la oscuridad que se cierne sobre éste.
Ya al final de la noche escucho el ruído de varios cascos de caballo y espío por la ventana. Logro ver pasar veloces las siluetas de tres jinetes por el Camino del Este. Pero ningún detalle más pues la lluvia y la oscuridad les otorgan un manto de protección. Esa es la señal que estaba esperando. Ha llegado el momento de despertar los compañeros y retomar el camino.
- Bodolf, Kamghrat, levantaos. Debemos partir.
Ya habrá tiempo para hablar de sueños y jinetes durante el camino. Ahora lo prioritario es poner distancia entre nosotros y este suelo maldito.

Tenéis razón, vayamonos lo antes posible. No hay buen ambiente en la zona. Manteneros alerta
Empiezo a recoger mis cosas para partir cuanto antes del lugar, esos sueños yvlosbruidos de jinetes que luego es imposible ver me inquieta demasiado.

     -- Ya que todos hemos sido presas de sueños extraños debemos ir con redoblado cuidado, pero antes de nada debemos comprobar que hay huellas, para asegurarnos que nuestra vista y oido no nos engaño anoche y los jinetes eran reales...

Con buenas prisas le coloqué los arreos al pony, durante mi guardia ya lo había recogido casi todo así que tras guardar mi manta y el saco de dormir en el arcón, cerrarlo con llave presto para partir. El animal había comido poco, se le notaba inquieto y nervioso, deseoso al igual que yo de abandonar ese maldito lugar. Cargué sus sacos de forraje, mis pertenencias y el arcón.-Rothrim adelántate para echarle un vistazo a esos malditos rastros pero no te entretengas, Thorin ve con él que no se quedé solo.- el viejo enano sabía que le llevaría su tiempo bajar al animal por las escaleras pero eso no impedía que los demás vayan adelantando tiempo.-Pongamos distancia de por medio, desayunaremos en marcha y hoy no nos desviaremos más de nuestro rumbo, puede que vayamos a ciegas pero ya buscaremos al llegar al páramo largo. Malditas sean estas tierras por perturbar así nuestros sueños.-escupí en el suelo malhumorado por haber dormido poco y mal, además de tener que comer por el camino. Los espíritus de los muertos nunca presagiaban nada bueno y menos los de innoble linaje, cuanto más lejos mejor.