Partida Rol por web

Entramos en la posada. Veo caras conocidas, me alegra ver a Kramghat sano y salvo. De momento prefería no hablar con el, lo primero era dar sepultura a Bodolf y receparnos de nuestras heridas. Un descanso no nos vendría mal, y aquí teníamos alojamiento y sustento gratuito. Evitó mirar a los Matabueyes, aún recuerdo nuestra última disputa. Pregunto a la posadera donde poder dar santa sepultura a nuestro compañero para después descansar y recuperar nuestras heridas.

Rothrim entra en la posada, ve a los enanos reunidos, y se marcha directo a descansar. No tiene nada que hablar, no de momento.

En cuanto este listo, llevara el cuerpo de Badolf hasta el reino de los enanos. Pero no tenia intención de discutir nada más con nadie.

Ya había tenido bastante con los cabreros, los norteños y sobretodo con Kramghat.

     -- Aunque la tarea parece bien planeada y aunque intentar matar a unos trolls no es tarea fácil cuenta con mi martillo, ahora han entrado un par más de enanos, quizá podrían acompañarnos, por si el asunto se tuerce cuantas mas armas mejor pienso yo...

   -- Mientras espero la reacción de los nuevos enanos y los dos que están sentados conmigo.

Kramghrat miró con mala cara a los recién llegados.-No cuentes con ellos para nada, es mi advertencia, si deseas asociarte con ellos no cuentes conmigo. La decisión es tuya Olaf.-se mostró muy seco al respecto y sin grandes ganas de dar mucha más explicación

     -- Por ahora la misión me las has ofrecido tu así que estoy contigo, pase lo que pase, digo aunque en la voz dejo entrever un poco de tristeza pues estando lejos de casa y despues de como le han mirado le duele dejar de lado a unos compañeros de raza.

- Parece que el dolor de la muerte de nuestro compañero es muy pesada, hasta el punto de no perdonar a unos hermanos de sangre. 

Miro extrañado a Krmaghrat.

- De todas formas, yo no soy nadie para opinar, sobretodo porque no he estado con vosotros y no se si la situación que ha llevado a su muerte es tan culpa de ellos como cuentas. 

Una vez hubo terminado de comer Kramghrat se dirigió hacia la mesa de Falen para hacer negocios, entró en el reservado cerrando la cortina tras de si.

-A los buenos días Falen¿qué tal se presenta el Tregtagan para tus negocios?Antes de que te enteres por otro prefiero que lo hagas por mi, recientemente hemos acabo con los brujos de una fortaleza cercana al camino del Este. Pretendo reclamarla y empezar su reconstrucción así que necesitaré suministros, herramientas y materiales. Podemos hablar de negocios o pudo buscarme a otro, de ti depende, de todos modos imagino que dada tú profesión tendrás algo de vista para esto.- el enano saco un colgante, tres gemas y un anillo de su zurrón.-Si me haces una estimación de lo que valen lo tomaré como un buen inicio de nuestros futuros negocios.-Kramghrat sabía que reconstruir una fortaleza llevaría mucho tiempo y mucho gasto estúpido sería el mercader que no se relamiera con un contrato como ese, así que la tasación era para él una cuestión de buena fe.

Cojo primero el anillo y las gemas, y las observo. Las toco un poco y miro Kramghrat.

- El anillo es un anillo de hierro, no vale nada. 

Luego cojo una lupa de mi zurrón y me dispongo a mirar las gemas con detenimiento. 

- Estas gemas las podría vender un buen comerciante por unas 10 MO. Pero claro, él se tendría que ganar algo, no se si me entiende. - Hablar en tercera persona, como si yo no fuera un comerciante, me ha ayudado siempre a hacer buenos tratos.

Luego cogí las gemas y el colgante para observarlas. 

- Este lote puede conseguirse por unas 25 MP.

Falen era un sanguijuela avariciosa bien lo sabía Kramghrat, podría incluso llegar a rivalizar con algunos enanos en su avaricia, pero por ahora era lo único que tenía a mano.-De todo cuanto te he pedido ¿qué podrías conseguir?¿donde lo conseguirías y a qué precio?- preguntó el enano receloso guardando sus tesoros.-Y solo la gema que vale, no cuanto me darías maldita comadreja. Te estoy proponiendo el negocio de tú vida y tú pretendes racanearme unas miseras monedas, mal te ahogues en tú propia bilis. Una última cosa además de los negocios¿conoces de algún sabio por aquí alguien te tuviera idea de magia?¿o cuando demonios regresa Turlin ese bardo itinerante?Estos cantamañanas nunca están cuando se les necesita.-dio un trago a la cerveza esperando la respuesta de aquella sabandija, a ver si se entendían y los negocios llegaban a buen puerto, sino debería esperar a Goldang. Este aunque un poco más paranoico y miedoso le había parecido más razonable.

- De todo lo que has pedido, - digo mientras sigo con los ojos las gemas que guarda el enano, - puedo conseguir todo. 

Cuando las gemas desaparecen de mi vista, me acomodo un poco nervioso en mi asiento. 

- Solo necesitaré un poco de tiempo. Tendré que comprar un carro, unas bestias que tiren de él, y ya sabes que los viajes a las ciudades en busca de los mejores precios es costoso en tiempo y monedas. Pero me encantaría formar parte de eso. Suena realmente bien, sobretodo para mis bolsillos. No nos engañemos.

Sonrío ante los insultos. Estaba acostumbrado a este tipo de tratos, en cierta  manera, me regocijaba en ellos.

- Turlin partió hacia la ciudad, supongo que tardará un tiempo en volver. En cuanto a un hombre sabio, según calculo yo, por la experiencia que tengo, vendrá hacia aquí un mago en no muchos días. Podría serte de utilidad. 

Levanté un ceja extrañado antes las palabras del mercader.-¿Un mago?¿Y qué demonios hace un mago merodeando por estos lares?Bueno, tanto me da, imagino que no partirás hasta entrada la primavera. Iré haciendo viajes para hacer un lista detallada de cuanto preciso e iremos haciendo negocios a medida que lleguen los trabajadores y la cosa se ponga en marcha.- no le gustaba nada Falen, pero era un mal necesario para emprender aquella titánica tarea.-Por cierto ¿qué nuevas has oído en estas tierras últimamente?Recientemente pase por lo que queda del Tirthon ¿cuanto tiempo lleva ese sitio en ruinas?Creía que las torres faro eran algo muy preciado por aquí.-aprovechando que el avaro mercader estaba de buen humor tal vez pudiera sacarle algo de información de las últimas nuevas de la zona.

- No tengo ni idea de lo que hace un mago, yo solo transmito lo que he oído. 

Asiento con la cabeza a la promesa del enano de un negocio fértil y beneficioso para ambos.

- Llevo encerrado en esta posada un tiempo y no he escuchado gran cosa, o nuevas nuevas. - Me río del comentario de lo preciado que son las Torres Faro. - Son tan preciadas que todos los años tenemos las mismas guerras y cada vez están más destruidas y abandonadas. Los dos jefes de la guerra son despiadados y no aprecian el valor que tienen.

El enano se relajó un poco dando un buen trago de la cerveza, al menos aquellos dos hablaban el mismo idioma.-¿Y quienes son esos dos despiadados jefes de guerra?¿Te acuerdas de cuanto hace que el Tirthon se encuentra en ruinas?.-en ese momento el enano se golpeo la frente con fuerza y salió corriendo hacia las cuadras, había olvidado algo muy importante. Sacó dos sacos bien cargados de las alforjas del pony y se asomó a las cocinas, dejando ambos sacos sobre una de las mesas.- Esto corre de mi cuenta señora Grumm, para una ocasión especial, su familia Matholuich y yo- abrió los sacos sacando la carne del jabalí que había matado hacia apenas dos días. Tras dejarla en buenas manos se marchó de nuevo a ver a Falen, no se disculpó por el desplante ni mucho menos indicándole tan solo que había olvidado algo. En parte tenía demasiadas cosas en la cabeza, escucharía lo que le tuviera que decir y pasaría a otros temas, mañana tenía mucho trabajo que hacer.

Espero pacientemente a que el enano vuelva de sus quehaceres. No tenía nada que hacer y aproveché para beber y pedir unas galletas saladas. Cuando volvió, la pregunta me sorprendió. Tanto interés en la guerra que está a punto de presenciar para no escapar huyendo de aquí e intentar imponer una fortaleza enana. Sonaba arriesgado, pero ese no era mi problema.

- Las Torres Faro un año están en ruinas y al año siguiente la reconstruyen. La guerra lleva ya muchos años y los conflictos por esas torres son grandes. En cuanto a los dos jefes de la guerra, está Cagh Monûnaw, el jefe de guerra de los Siol Nûnaw, es fácilmente reconocible por su coraza y sus grebas de cuero dorado. Es un montaraz bastante diestro, pero también un individuo sorprendentemente civilizado que respeta enormemente la cultura dúnadan. Aunque no es un cobarde, a Cagh no le gusta la guerra. Por otro lado, Lumban, el líder de los guerreros Macha Mur, es un bárbaro entre bárbaros. Sus rasgos más notables son su capa, hecha con las orejas de sus enemigos, y sus espaldas extremadamente anchas. Le gusta beber mucho y contar historias, pero por extraño que parezca su posición no está basada en sus proezas como guerrero. Lumban es demasiado bajo como para poder utilizar la lanza con eficacia. Simplemente es muy astuto y tiene un instinto casi animal en lo que se refiere al peligro y las oportunidades.

Le pido a la posadera una jarra fría de cerveza y algo para comer. Necesitaba recuperar fuerzas. Por dentro me corria la curiosidad de que estaría tramando Kramghat en aquel reservado. Esperemos que pronto se le pasara el enfado y volviéramos a ser un equipo como habíamos sido hasta antes del fatídico desenlace de Bodolf

-De esos dos ya había oído hablar, por lo que me cuentas no parece que luchen entre ellos. Mi pregunta es si ellos forman un bando ¿quien les planta cara?.En cuanto te pongas en marcha házmelo saber, déjale un mensaje a Rubb y él me lo dará, cuando me digas que puedes conseguir y cantidades hablaremos de precios. Quiero cargamentos grandes, pagaré bien, pero también tendré en cuenta el volumen del pedido; estoy seguro que a otros les habrás podido arañar los precios hasta chuparles el tueta. Eso conmigo no va ha pasar, seguro que discutiremos en más de una ocasión, pero estoy seguro de que ambos saldremos ganando.-cuando terminó de hablar con Falen buscó con la mirada a Dagar esperando poder reunirse con él.-Saludos, Dagar, si mis cuentas no me fallan aún quedan dos días para que parta tú caravana¿ha habido algún cambio de planes?De cara a la primavera me gustaría hacer negocios contigo, me gustarías saber ¿con qué clase de mercancías trabajas habitualmente?He oído que llegará un mago en un par de días¿sabes algo de eso?-el enano tenía mucho por hacer, no sabía si irse con Dagar o no. Estaba dividido entre la palabra dada y honrar la muerte de Bodolf, así que por el momento decidió tantearlo a ver que podía averiguar del joven mercader.

- Nadie sabe si luchan entre ellos o contra alguien. El caso es que siempre están en guerra y las disputas son tan antiguas que ya te comento, nadie sabe si son enemigos ni quienes son los que hay que derrotar.

Sonrío ante las últimas palabras.

- Está claro de que nos vamos a llevar bien, a pesar de ser un enano. El negocio es el negocio. En cuanto tenga todo preparado, volveremos a hablar.

Kramghrat sale del reservado, seguido por Falen. El enano se dirige a la mesa donde se encuentra Dagar. Y Falen, vuenve a su asiento.

- Por ahora no ha habido cambios en la fecha de salida. Si tenemos suerte, saldremos a tiempo para entregar la mercancía. En cuanto a la mercancía que solemos comerciar, es sencillamente grano. Siempre trasportamos grano. Y lo del mago que comentas, no se a que te refieres. No me he enterado de nada últimamente. ¿Vendréis todos con la caravana no?