Partida Rol por web

Te adentras en el bosque, alejándote del Gran Camino del Este, recorriendo varios metros entre árboles y arbustos. El olor del verde de aquel bosque es muy característico, huele a una mezcla de humo, húmedo, tierra mojada y algunos olores de flores y plantas imposibles de descifrar. Es agradable a pesar de que cuando se huele se siente la imperiosa necesidad de seguir oliendo. Una sensación extraña. Cuando decides observar a tu alrededor, por si hay presencia de más humanos que apoyen un posible ataque del cazador, o una posible emboscada hacia vosotros, no ves nada raro. Pero de repente, ves a un grupo de algunos hombres, no sabrías decir cuantos son, quizás tres o cinco, corriendo a lo lejos, entre los árboles, en la misma dirección que estáis siguiendo vosotros. Pasan tan rápido, que en menos de dos segundos ya los pierdes de vista. Observas los árboles y ves indicio de zarpas de osos, también en el suelo encuentras heces de lobo.

Estaba seguro de si mismo acompañado por sus hermanos así que no vio necesario recurrir a las armas cuando el cazador lo hizo, dejó que se alejara un poco para que se sintiera seguro para luego dirigirse a él ne voz alta.- Estamos buscando al muchacho de los Grumm, los que regentan la posada del ultimo puente, parece que se ha perdido y los padres están más que preocupados ¿Has visto algo raro estos día por la espesura?¿Están muy inquietos los trolls por aquí?Cuando nuestro hermano acabe de soltar la cerveza de anoche proseguiremos el camino.- Kramghrat intentaba que el hombre se sintiera más tranquilo, por tanto ocupó sus manos con la cantimplora, dando un buen trago y ofreciéndosela al cazador mientras se sentaba en un roca en la vereda del camino quitándose el polvo de su bota derecha.

Kraner sale del bosque y se dirige a sus amigos, mientras no pierde de vista al cazador.

- Hermanos, hemos de ser precavidos. Acabo de avistar un grupo de humanos que se alejan de aquí, viajan en nuestra misma dirección. También he visto árboles marcados por zarpas de osos y presencia de lobos en las inmediaciones.

Mira al humano, y le pregunta.

- ¿Sabes algo de todo esto? ¿Tal vez te hayas cruzado con otro grupo de humanos por aquí? ¿Hay algo que debamos saber antes de internarnos más en el bosque, buen cazador?

No me gustan las palabras de mi hermano Kramer. ¿Humanos husmeando por aquí? Seguro que no traman nada bueno. Debemos estar alerta en todo momento. De hecho no se si habrá incluso que evitar los caminos, ya que es lugar mas idóneo donde nos podrían embiscar.

En un principio pasé a través de los tres enanos y me alejé. Pero la oferta de aquel que se posó sobre una piedra me era curiosa. Me acerqué, cogí y le pegué un largo trago.

- Así que vais a salvar al hijo de los Grumm, Leddon. Se teme que haya sido prisionero por los Trolls. - Sonrío. - Vais por la recompensa, ¿no es así? ¿Sois Airund-Shegan? Nunca había visto Airund-Shegan enanos. - Veo como llega el otro enano y comenta el movimiento en la zona. Evidentemente aquellos enanos no son de aquí, y es lógico que no conozcan la historia de la zona. Dejo caer el peso de mi cuerpo sobre mi pierna izquierda y le devuelvo la cantimplora. - Estamos en Tregtagan, durante esta temporada, los Trolls enseñan a sus hijos a cazar. 

- El clima en esta zona septentrional del Ángulo es completamente impredecible, sobretodo cuando las hojas se vuelven marrones y comienzan a caer. Los nórdicos de la zona no desean que sus patrullas montadas sean atrapadas fuera de las murallas cuando caigan las primeras nieves. Sin embargo, los Cultirith no pueden dejarse ver demasiado hasta que comiencen a abundar la escarcha, pues de lo contrario se arriesgarían a ser víctimas de un ataque por sorpresa. Para los mercaderes y comerciantes que proporcionan suministros a las dos facciones rivales, es una época plagada de oportunidades y peligros. Quienes son lo suficientemente valientes o afortunados como para traer uno de los últimos (o primeros) cargamentos de provisiones suelen conseguir unos beneficios realmente impresionantes. De forma que cada año, cuando comienzan a aparecer las primeras borrascas, la actividad de ambas facciones en la frontera se vuelve frenética mientras los más intrépidos y los más desesperados se preparan para enfrentarse a las tropas rivales. Eso explica el movimiento que se está viendo en la zona, en la espesura del bosque. Las dos facciones están buscando posiciones para el comienzo del invierno. Es una zona peligrosa. Tened cuidado, pues con vuestra raza no son muy amistosos. 

Al cabo de un par de empujones consiguió sacar la maldita piedra del interior de la bota que llevaba todo el camino molestándole, se la calzó de nuevo y pateo varias veces el suelo para ajustarla bien comprobando así de nuevo la comodidad del grueso cuero. Rebuscó un poco en la mochila una hogaza de pan y un cuarto de queso de cabra envuelto en unas hojas de higuera para que se mantuviera fresco, incluso en los caminos había tiempo para compartir algo más que información. Cortó un pedazo de pan con las manos y se lo ofreció al cazador mientras con un viejo cuchillo totalmente curvado daba buena cuenta del queso tras haber retirado una de las hojas, la primera parte la ofreció al invitado, ofreciéndole sentarse con ellos para charlar un rato.

-¿Qué significa Airund-Shegan?No es una lengua que conozca, cuéntanos más de estas tierras y del Tregtagan sino corres mucha prisa. Entonces, si los Trolls han capturado al chico puede que aún este con vida, deben usarlo como presa para enseñar a sus fétidos cachorros, liberándolo y capturandolo de nuevo.¿Has visto algún rastro en alguna dirección en la zona en que desapreció el muchacho o conoces alguna madriguera por los alrededores?Tal vez fuera un buen sitio para empezar.

Ciertamente no somos de por aquí, como ya habrás observado, no creo que sea difícil de ver, todo el mundo parece odiar a nuestra raza por estos lares. He odio que en Camenth Brin tampoco somos bienvenidos por alguna vieja afrenta con Dama Vulfredda ¿sabes tú de que se trata?. - el enano comió un poco de pan asintiendo a las nuevas del cazador.-Algo había escuchado sobre que los Cultitirh actúan como reyes títeres de Rhudaur, y los guerreros-lobo (Vulseggi) del Ángulo pero no me queda muy claro quienes son cada uno, ni que es eso del Angulo. Parece que la presencia de la sombra no hace más que espolearles en esta interminable guerra, dejando así a orcos, wargos y trolls campar a sus anchas.

También hemos oído rumores sobre un viejo castillo maldito, con un brujo en su interior. O los elfos no hacen muy bien su trabajo o estas tierras llevan generaciones empapadas en la sangre y la vileza del rey brujo. Por cierto mi nombre es Kramghrat-se limpió la mano con el pantalón antes de ofrecérsela al cazador.

Me relajo un poco. La situación parece controlada, así que dejo mi cuerpo apoyado en mi pie, y cojo un poco de queso y pan que me ofrece tan amablemente el enano. Saco también un poco de carne seca de mi zurrón y ofrezco a él y a sus amigos. 

- Airund-Shegan son los lacayos guerreros que contratan los mercaderes para realizar los viajes por estas tierras. Esa era su fuente originaria, pero desde hace siglos, se les llama a todo mercenario que cruza estas tierras en busca de recompensas por trabajos como el que vosotros vais a realizar. - Sonrío. - Poco más se de estas tierras, ¿conocéis las Torres Faro? Durante los primeros días de los Reinos de Exilio, nosotros, los dúnedain, construimos las Torres Faro a lo largo de muchas de nuestras fronteras, especialmente en Calenardhon, o Rohan para que me entiendan, y las Tierras Pardas. Casi todas estas torres de vigilancia han sido modificadas para adecuarse a las condiciones locales, pero el Tirthon representa uno de los diseños más básico sy originales de las torres, y por lo tanto el más importante. La mayoría de estas torres se encuentran en el Ángulo, y son la disputa entre los Vulseggi y los Cultirith.

Mastico un poco de queso y pan.

- En estos momentos me dirigía a la taberna de la Última Posada, como de costumbre. Ya he terminado mi labor y es hora de pasar un momento entre cerveza y cerveza. - Río. - No tengo ni idea de como adiestran a tan feroces y tontos enemigos, y tampoco me gustaría saberlo. En cuanto a si he encontrado un rastro, es posible de que si, a doscientos pasos en la dirección que lleváis, cuando uno de los árboles, pequeño con respecto a los demás, y retorcido por los años, os metéis por el bosque, y a poco más de una hora de viaje, casi en línea recta, creo que por allí andan algunos trolls. 

- No se porque os odian tanto por estos lugares, pero yo me mantendría alejado de la ciudad lo máximo posible. No se andan con tonterías con vuestra raza. Con respecto al Castillo, he pasado por ahí, cierto es, pero tampoco me he fijado mucho, creo que está abandonado y mucha gente dice que encantando por un mago poderoso que antiguamente vivía en él. No me preocupa demasiado, pues mi tarea es cazar e intento hacerlo lejos de ese castillo. Mi nombre es Matholuich.

Rothrim compartió también algo de su ración de viaje.

No entendía por qué había tanta enemistad hacia su raza por esta parte del mundo. El mundo es tan grande y tan oscuro en muchos lugares.

- Así parece que nos hemos puesto en tierras inhóspitas. ¡Y por si fuera poco, entre dos bandos enfrentados! Pero tenemos un compromiso que cumplir. Además, por ser la primera persona que encontramos en el camino, no pareces antipático como el resto de tus congéneres... jajaja... Perdón que no me he presentado. Soy Rothrim hijo de Druin, y mis compañeros Kraner y Thorin. - a Kramghrat no lo presenta, pues acaba de hacerlo.

- Y dinos, de dónde vienes? Esta carne seca está estupenda - dice mordiendo un trozo y masticando fuertemente. - ¿la has preparado tú o la has comprado? ¡Porqué ahora mismo compraba un par de piezas!

- ¿Qué te parece si nos acompañas a buscar a Leddon? Con tu conocimiento de la zona tendríamos más posibilidades de encontrarlo. 

No confiaba en una respuesta positiva por parte de Matholuich. Pero cierto es que sería de ayuda en el grupo un humano con conocimiento de la zona. Rothrim estaba dispuesto a compartir su recompensa. Esperaba que sus compañeros también y que no se molestaran por su propuesta al hombre sin previa consulta al grupo.

Veo que Rothrim le ofrece que nos acompañe en nuestra andadura buscando al chiquillo. Secundo la propuesta, cualquier ayuda nos será bienvenida, más si encima es de un gran conocedor de la zona.
Aprovecho este momento para comer algo con todos y recuperar algo de fuerzas, lo que nos depara este bosque no tiene buena pinta por lo que oyen mis oídos.

-¡Ajam!, un Dunedain, eso explica muchos cosas. Escuche que vuestro linaje es antiguo y orgulloso, gentes dignas que recuerdan el pasado, nada que ver con esa basura Dunlendina.-escupió en el suelo en referencia a esos despojos humanos.-Nunca había conocido en persona a uno de los vuestros¿tú tampoco eres de por aquí por lo que dices?sin embargo hablas como si ya llevaras un buen tiempo por estos lares¿te has establecido por la zona?.Perdona que me repita pero no me quedo claro quienes son esos Cultirith y los otros, los Vulseggi ¿clanes de qué raza?¿y eso del Angulo?-escuchó antentamente a Matholuich a medida que relataba sobre las torres pués si con algún tema podía ganarse el interés de Kramghrat era con la arquitectura- Torres Faro, cuentame más soy un gran constructor entre los mios, estoy interesado en estudiar la arquitectura de otras razas.¿De cuantas plantas se compone un Tirthon?¿es de base rectangular o cuadrada?Haz un pequeño croquis sobre la tierra, imagino que ahora la disputa por dichas torres es meramente una cuestión estrategica ¿o su posesión se asocia a algún viejo simbolo de poder?-se mesó la barba pausadamente pensativo, hasta que su rostro reflejo que una idea le había venido a la mente.-Ciertamente me agradaría ver una y poder estudiar su estructura con calma una vez conociera el diseño estoy seguro que podría reconstruir alguna de las que se hayan abandonado. Tal vez para eso si que encontrarse un buen pagador. ¿Qué me dices a eso Matholuich?¿Alguien por estas tierras estaría interesado en reconstruir alguna?-el enano apenas prestó atención a las indicaciones sobre el bosque, esa no era su labor.Él estaba más atraido por explorar esas torres, su arquitectura y su historia.Miro de reojo a los suyos cuando le propusieron al Dunedain unirse al grupo, no dijo nada, tan solo un leve refunfuño mientas se rascaba la cabeza observando el croquis realizado sobre la tierra.

Al ver que sus hermanos aceptaban de buen grado al cazador, Kraner decidió unirse al grupo.

- Matholuich hijo, relájate, estás en buena compañía - dijo mientras le daba una palmada en un hombro -. Ten, toma un poco de tabaco de la Comarca; calma los nervios y ensalza el espíritu.

Mete una mano en una de sus bolsas y le da un poco de tabaco de pipa.

- Si mi hermano Kramghrat me disculpa - dijo, mientras le miraba con respeto -, coincido con Rothrim en informarnos sobre el lugar. ¿Hace mucho que viajas por estos caminos? ¿Conoces algo que debamos saber? No te tomes esto como un interrogatorio, sino como una muestra de respeto hacia ti: reconocemos tus habilidades y te pedimos ayuda debido al trabajo que tenemos entre manos.

Asiento con la cabeza mientras Rothrim se presenta a sí mismo al resto del grupo. 

- Cazo por esta zona. Y si, esta carne la he macerado yo mismo. La base de especies y el tiempo que se tira en barro y aceite, le hace ser un bocado delicioso. Sobretodo para los viajes y para mantener la carne comestible después de cazar una gran pieza. 

La oferta de acompañarnos no me desagrada. Miro el Gran Camino del Este, en dirección a la Última Posada. Era allí mi destino este día, pero conocía a sus dueños desde hace mucho tiempo, y me parecía una gran obra lo que estaban a punto de realizar aquellos enanos, a pesar de saber que no regresarían con vida, pues los Trolls son poderosos. Vuelvo a mirar a Rothrim.

- Sois valientes. Estaría dispuesto a guiaros a la zona donde he visto movimiento de Trolls. Quizás tengamos suerte y encontremos allí al hijo de los Grumm. 

Sonrío en respuesta a las alabanzas de mi raza por parte de Kramghrat. 

- No soy de por aquí, y tienes razón, llevo tanto tiempo cazando en esta zona, que ya me considero uno más. Los Cultirith y los Vulseggi son dos clanes dunlendinos enfrentados durante generaciones y generaciones. Son gente bélica e irrespetuosa. Aunque algunos son más de fiar que otros. Ambos conocen el Bosque de los Trolls palmo a palmo. Son los mejores exploradores de la zona que he conocido. El Ángulo es una zona que hay un poco más al Sureste. - Las torres Faro... - La verdad es que las he visto, pero no me he fijado mucho en ellas. No me gusta mucho andar por sitios donde no he sido invitado. El único lugar que frecuento es mi hogar y la Última Posada, donde considero a los Grumm como mi familia. 

Recojo una rama seca y doblada del borde del camino, para hacer una especie de mapa sobre la tierra blanda del Gran Camino del Este. 

Dibujo una línea más o menos recta. - Este es el Gran camino del Este, donde nos encontramos ahora mismo. - Dibujo una "uve" imperfecta, cortando la línea del Gran Camino del Este al principio y sobre el medio. - Esta línea de aquí es el río Mitheithel, Hoarwell en vuestro idioma, - indico el primer palo de la "uve", el que cruza el camino al principio, - y este es el río Bruinen, Sonorona para que me entendáis. - Indicando el segundo palo de la "uve". - Donde se unen ambos ríos, al sur, es la zona conocida como el Ángulo. La Última posada se encuentra aquí, como podréis imaginaros, - indico donde el río Hoarwell cruza el Gran Camino del Este. - El bosque de los Troll cubre toda la parte norte. Al final del Gran Camino del Este se encuentra Rivendell. La fortaleza que me habéis comentado, se encuentra en un camino que sale justo cuando el río Sonorona cruza el Gran Camino del Este, en dirección norte. Ese camino lleva a Cameth Brim. 

Levanto la mirada al grupo de los enanos.

- La disputa de las Torres Faro es una señal de poder. Ambos clanes intentan tener el mayor número de Torres Faro bajo su control para cuando llegue el invierno. Todos los años es igual, pero ninguno de los dos bandos ha conseguido nunca una ventaja significativa que rompa el equilibrio de la zona. Si quieres conocer alguna de las Torres, yo no podría ayudarte, no tengo mucha idea de donde están situadas exactamente, y mucho menos conozco a alguien que quiera reconstruir alguna. Pero si es cierto, que he oído muchas veces, que después de algún que otro asalto a las Torres Faro, la tribu que las domina en ese momento, suele contratar a ingenieros enanos para su reconstrucción. 

Cojo el tabaco que me pasa Kraner. Saco una pipa de barro de mi petate y yesca y pedernal para encenderla. Me pongo tranquilamente a ello.

- No os quedéis mucho tiempo por esta zona. Es peligrosa. Y a pesar de lo que pueda parecer, el camino es más seguro que adentrarse en el bosque. Y... - Hago una pausa. - He notado últimamente una presencia muy fuerte en la espesura del Bosque de los Trolls. Algo que me pone el pelo de punta. 

-Bienvenida sea tú ayuda, esperemos encontrar al chico sin tropezar con esas sucias bestias de lo contrario habrá que correr o llevarle tan solo los restos a los Grumm.- le tendió la mano al cazador-¿Tú hogar?¿Qué ha hecho que te mudases a una región tan peligrosa?siempre será bueno saber donde encontrarte en un futuro, nosotros por el momento nos hospedamos en la posada. En caso de retirada ese será el punto de reunión.-dijo coordinando con los demás el punto de encuentro. Escuchó atentamente todas y cada una de las explicaciones que el Dunedain les daba sobre el terreno y las historia de los clanes Dunlendinos enfrentados.-Has dicho que en algunos se puede confiar, tal vez en un futuro te pediría que les hablases de mi, soy un ingeniero más que capaz. Mencionaste Rivendel¿qué se cuentan esos orejas puntiagudas?no son malos constructores, pero les queda mucho que aprender sobre la piedra y la tierra.-tras ello empezó a recoger poco a poco el queso, envolviéndolo de nuevo en las hojas de higuera. Recogió el pan y sostuvo la mochila de nuevo sopesándola mientras evaluaba la carga y ajustaba las ultimas correas, poniendo bien recto sobre su espalda el pico y la pala que eran el orgullo y símbolo de su gente.

- Hace tanto tiempo que me mudé, que no se ni siquiera si llegue a tener un motivo. Me muevo como las estaciones, buscando siempre un lugar mejor para cazar, para comer, para sobrevivir. Por lo que no puedo decir que me haya mudado a este sitio a vivir. Simplemente, ahora estoy aquí. Por lo tanto, no me será difícil contactar con vosotros en la posada, o bien vosotros con migo. Así que me parece bien tener ese punto de encuentro, si tenemos algún percance. - Comienzo a recoger la carne seca, a limpiar mi navaja con mi pantalón y guardarla de nuevo. Limpio mis manos con mi ropa y mi boca y barba con mi manga. - Yo no confiaría en ninguno, pero como en todos lados, puede que tengan gente buena entre sus filas. Yo intento pasar desapercibido y por lo tanto, sólo comunicarme con algún que otro viajero por el camino y en la Última Posada. En cuanto a los elfos, poco se de ellos. Son tan herméticos... aunque dicen que dan cobijo y alimento a los viajeros que llegan exhaustos a sus tierras.

Cuando termino de recoger todo, apremio a los demás.

- Vamos, ¿o queréis enfrentaros a los trolls de noche? Ahora de día, no se atreverán a salir de sus cuevas por miedo a convertirse en piedra. Así que tenemos la ventaja del sol. Debemos de aprovecharla.

Cuando Matholiuch habla de esa presencia oscura a Rothtrim le cambia el semblante. Alguna vez ha tenido esa misma sensación. Por si no fuera suficiente tener que adentrarse en un bosque en plena época de crianza de Trolls. No le gustaría nada convertirse en el juguete de uno de esos engendros oscuros, y aún menos descubrir el causante de esa oscura presencia. Puede que la proliferación de los trolls sea la causa de esa presencia.

Con estos pensamientos, una vez alabada nuevamente la carne seca de su nuevo compañero y agradecido su buena intención de acompañarlos, guardó cuidadosamente sus raciones de viaje y acabó de escuchar las explicaciones del Dunedain que se le antojaban muy lejanas, pues no creía que nunca se adentrara hasta tan lejanas e inhóspitas tierras. Aunque en esta vida eso nunca se sabe. 

- Sí, vamos. Aprovechemos la luz.

Tienes razón, aprovechemos la ventaja de la luz del sol. Recojo todas mis cosas y me preparo para continuar la búsqueda con mis compañeros.
La aventura parecía que no sería fácil,pero eramos valientes e íbamos con una gran confianza unos de los otros, lo que nos hacía más fuertes y confiados a la hora de enfrentarnos a cualquier tipo de problema que nos surgiera.

- Vamos. Yo os guiaré.

Sin esperar más tiempo, comienzo a caminar a buen paso por el Gran Camino del Este, en dirección a Rivendell, con la única idea de estar de vuelta en la Última Posada, ante de que la noche caiga. No es bueno estar por estos bosques de noche. Y aunque el camino es seguro, cada día que pasa, lo es menos. Miro a los enanos que me siguen, espero que puedan seguir mi paso sin quedarse muy atrás. 

Cuando llego al árbol que le indiqué, me paro.

- Es por aquí. A partir de este momento deberíamos de tener cuidado. A pesar de que es de día, ya que no sólo los trolls habitan estos bosques.