Partida Rol por web

La venganza de Laucian

Relatos de Bardo

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01/08/2008, 09:37
Director

EL AMOR DE PIEDRA.

Eirul el Guerrero, Eharim el Pícaro, Ishrad el Paladín, Archala la centauro, Marcus el Monje y Yo.

Introducción.

Prash y Tracia van a firmar la paz con la unión de sus respectivos herederos: Eanarion, Principe de Prarsh y Mariel, Princesa de Tracia que se celebrará en Claston, capital del Reino de Tracia.

Al estar en el jardín de palacio un dardo maldito convierte en piedra a Eanarion.

Capítulo 1. En busca del culpable

Tras descubrir Elharim que desde un árbol del jardín habían lanzado el dardo, seguimos los pasos del culpable por una vieja puerta de la muralla.

Los pasos se internan en un bosque mágico que, según la leyenda, está protegido por un lobo blanco.

Tras una amena caminata entre la naturaleza, se nos presentó un lobo. Todos desconfiaban de él, pero yo presentí que algo iba a pasar.

Le seguí sin pensar en las consecuencias y nos llevó aun claro al que acudió el Gran Lobo Blanco que protegía al bosque...

...De repente, ¡pluf!, por arte de birlibirloque, y entre la luz más blanca y magnífica que nadie hubiera visto, el Gran Lobo Blanco se transformó en una hermosa elfa de aspecto grácil pero recio, ágil pero duro, hermosa y salvaje a su vez, con una larga melena cobriza y dos cimitarras que hacían ver su peligrosidad.

"Me llamo Lia Amakair y soy la guardiana de este bosque", nos dijo en un alarde de confianza y buenas intenciones, ya que notó como mis compañeros desconfiaban del Gran Lobo que fue.

Pero ahí estaba yo, listo para enmendarle la plana a mis amigos, y para hacer entrar en razón a la hermosa elfa que nos había cautivado a todos con sus encantos.

Gracias al buen diálogo mantenido, y a que seguro que ella notó la atracción latente que había entre nosotros, nos llevó a la guarida de los malhechores tras prometerle que no dañaríamos el bosque.

Antes de irse, y sin darme tiempo a acabar de cautivarla con mis encantos, nos dijo que no podía hacer nada por el estado actual del Príncipe Eanarión, pero que lo mantuvieramos intacto, ya que si se rompía, no podría ser deshecho el conjuro que lo retenía.

El buen Elharim, entró en la cueva después de haberlo pertrechado con un manto de invisibilidad para facilitarle su localización de los malvados, y tras un tiempo de angustiosa espera debido a nuestra trascendental misión, volvió, pero acompañado de 4 magníficos perros puercoespines, de los que dimos cuenta sin despeinarnos...

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01/08/2008, 09:44
Director

Capítulo 2. En el refugio de los Reyes

Una vez la buena amiga druida nos mostró el refugio de los malvados villanos, se marchó hacia su retiro muy a pesar de ambos, ya que en el poco tiempo que habíamos estado juntos, se notaba que había cierta 'química' entre nosotros.

Tras derrotar a los perros-erizo que atrajo Elharim hacia nosotros, continuamos nuestra búsqueda por aquellos subterráneos que antaño nobles pasos recorrieron.

Andando, andando, recorrimos gran parte del refugio, donde encontramos, desde puertas que se abrían mágicamente con ayuda de unas estatuas, hasta un embarcadero sin barcas.

Al ver la ausencia de peligro, y estar algo mermados por el encuentro con nuestros amigos los erizos sobrealimentados, propuse descansar en un gran salón con una acogedora chimenea que se había mantenido durante todo este tiempo con la misma sensación de acogimiento, con más polvo, eso sí, pero tan confortable como en sus mejores momentos.

Elharim prosiguió con su exploración mientras el resto del grupo descansaba apaciblemente, cuando éste volvió herido de muerte y gracias a que lo encontré, le pude salvar la vida.

Nos contó que había sido cogido en una emboscada, y fuimos rápidamente en busca de los bribones emboscadores.

Al llegar a una de las habitaciones, el clérigo Eirul, en un alarde no sé si de valor o estpidez, decidió encerrarse en la habitación con un tal Lucian, que andaba escondido intentando darnos caza ya que fue uno de los que perpetro la tropelía contra el príncipe.

Mientras esperábamos alguna señal por parte de Eirul, la impaciencia se apoderó del buen páladin Ishrad, que acabó derribando la entrada a la estancia y rompiendo los planes de Eirul para atrapar a nuestro enemigo, que huyó aprovechando el desconcierto, no sin antes conseguir la llave de la sala en la que más tarde encontramos a su jefe, el malvado Trevor, maestro de las espadas.

Después de encontrar las riquezas ocultas por los ladrones, llegamos al combate final, que resolví gracias a mis inagotables recursos.

Todo empezó mal para nosotros, el maldito Trevor no quiso rendirse ante nuestra presencia y persistencia, así que empezamos un combate que en poco tiempo, Trevor puso de su parte.

El tenía la estatua del Príncipe, y amenazó con destruirla, de manera que, haciendo alarde de valentía, me coloqué entre la estatua y él, cosa que tuve que hacer invisible para que no me viera y no me diera tiempo a llegar. Al momento, mis compañeros comenzaron a golpear al malo, pero éste era fuerte y más nos daba él a nosotros, así que tuve que usar todo mi ingenio y mi astucia para derrotarlo.

Ya que todos los seres que basan su poder en los músculos y las espadas, temen sin medida el poder de la magia, usé mis amplias capacidades para invocar la figura del más poderoso mago jamás visto por persona alguna, en aquella habitación.

Usando mi magia, hice una entrada como bien se merecía, con toda clase de luces y sonidos, que hasta al mismo Elminster le haría empequeñecer.

Y sin miedo alguno, haciendo una de mis mejores interpretaciones, como en mí es habitual, procedía a intimidarlo y hacer que su voluntad se doblegara ante nuestro poder, llevando a buen fin mi magnífica actuación.

Y hasta aquí puedo contar de momento, ya que este relato, como todos los que hago, tiene que ser ameno y divertido, a la vez que corto y conciso, y espero haberlo logrado de momento...

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10/08/2008, 15:54
Kalim Seisdedos

Capítulo 3. El amor despechado

Tras atrapar a Trevor, el jefe de los traidores al reino, sólo nos quedó llevar la estatua del malogrado Príncipe hacia el castillo y ponerlo a buen recaudo confiando que nuestra buena amiga Archala hubiera tenido éxito en sus pesquisas y pudiéramos devolverle la forma carnosa a su cuerpo.

De camino, poco pudimos sacarle a Trevor, pero esperámos pacientes a que en el juicio se desvelaran las verdaderas intenciones de éste, y de cómo había podido conseguir que el protegido de Eirul, Laucian, cayera en la trama.

Tras encontrarnos en palacio con el Consejero Real y con nuestra amiga, partimos a restaurar la vida al Príncipe a una torre bien localizada por Archala, ¡oculta en un parque público!, donde un grandioso mago consiguió devolverle la humanidad al Príncipe.

Tras esto, tuvo lugar el juicio de ambos bandidos.

Laucián, el secuaz de Trevor, realizó su actividad movida por una necesidad económica acuciante para poder descubrir quién arrasó su pueblo.

Trevor, el ideólogo del atentado, demostró en el juicio que el amor que sentía por la Princesa le había movido a intentar eliminar al Príncipe. Siempre se dice que por amor se mueven montañas, y este fue un claro ejemplo de como éste había logrado enloquecer al pobre Trevor y lo había desviado del camino de la justicia y la lealtad, convirtiéndolo en un bandido más.

Tras el juicio, nos comprometimos con Laucian a desvelar lo sucedido a su pueblo... pero esa es otra historia, que ya se contará en su momento.

Notas de juego

Faltan los posts del Juicio, o yo no los veo, de ahí que tenga que hacerlo de memoria :(

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10/08/2008, 18:58
Director

Notas de juego

no deberían faltar pero no pasa nada por que lo hagas de memoria... así es más real :P jejeje

Ser no fue por amor... sinó más bien por querer conseguir el trono pero bueno.... ya sirve jeje

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10/08/2008, 23:30
Kalim Seisdedos
Sólo para el director

Notas de juego

Visión romántica de bardo ;)