Partida Rol por web

Comedor

A William no le gustó demasiado que el elfo se marchara solo. Además, tenía que hablar con él. Pero bueno, ya no había remedio.

Yo me quedo a atar a estos tipos y así de paso hablo un poco más con ellos. Tened cuidado y no vayais solos. Si lo que dicen estos tipos es verdad puede que los asesinos vuelvan. Eso si no siguen aquí.

COMEDOR

- A... a mi me da igual acompañarte, Hentusen. Todo sea por el bien del animal, y porque no corra la misma suerte que los demás aqui presentes. - El bárbaro hizo una seña con la mano - Estaba claro que algo pasaba aqui, algo raro...

Dio un paso adelante, esperando a Hentusen para que saliese y no lo hiciera de manera solitaria. Mientras los otros dos permaneciesen juntos no pasaría nada.

- Esperadnos aqui, vendremos enseguida.

Comedor

Maedros se quedó junto a William, y cuando este terminó de atar a los ladrones se le acercó para preguntarle

- ¿Qué fue lo que notaste?

Comedor

Al final William se quedó a solas con Maedros y los dos ladrones. No le importaba ya que al menos al hechicero lo conocia de antes y ya había luchado y sangrado con él. Cosa que quisieras o no unia a las personas.

Ya me había dado mala espina desde que vi afuera alguien dentro de la casa. Y luego lo que comenté sobre los criados. Ya he estado en otras casas de la sociedad y suelen tener a alguien.
Pero lo que de verdad me dio la pista es que estos tios no sabían quién era Miregrold estando en su casa.
Lo cual también es una tonteria ir a robar una casa donde no sabes quién vive.

Luego se volvió a los ladrones, en especial al calvo.

Bueno muchacho. Ahora vas a contarme varias cosas. La primera vas a decirme donde conseguiste ese anillo. Antes de que contestes que sepas que ya tengo una idea de lo que pasó, así que no trates de mentirme.

COMEDOR.

El ladrón, ahora atado, se las veía cada vez más negras.- Se lo quité a uno de los muertos.- Dijo.- Como el resto de la ropa.

Comedor

William asintió. La verdad es que se lo imaginaba. Era una lastima, ya que no podría hablar con el dueño. Y eso le fastidiaba sobremanera.
Sin muchos miramientos le quitó el anillo al tipo y se lo guardó en uno de los bolsillo interiores.

De momento me lo quedaré, y luego iremos a que me señales el cadaver. ¿Qué más llevaba?

-No... no lo sé.- Responde Mitu.- Agarré las cosas rápidamente, no me gusta andar tocando muertos.- Dijo. -Si tenía algo más debe seguir con él, dentro del barril de vino.

PORCHE TRASERO.

Henutsen y Haakan fueron a abrir la puerta principal para dejar entrar el león dentro de la casa. Después se dirigieron al porche trasero donde supuestamente se encontraban los cuerpos de los difuntos Exploradores. De camino, se encontraron con Valaniel, que se movía en complto silencio y que casi les da un susto de muerte. Atravesaron juntos una galería acristalada de cómodos sillones y altas ventanas tapadas con unas mantas de lana y siguieron al sur hasta llegar a una puerta. Al abrirla un hedor asqueroso invadió sus fosas nasales, una mezcla de vino y descomposición. Estaban en el porche trasero, abierto al aire pero cerrado con una verja cubierta de parras. Había un montón de leña y unos grandes barriles en la esquina más lejana, el origen de tan repugnante olor.

Comedor

Maedros enarcó una ceja cuando William se quedó con el anillo, y le miró a los ojos con una sonrisa torcida. Estaba claro, y el hechicero dejó que William lo tuviese igualmente claro, que no se le pasaba por alto que el anillo lo tenía el explorador.

Sin embargo no lo dijo nada, ni se puso en contra de tal cosa... al menos por ahora

- Si, vayamos a mirar esos cadáveres. Al fin y al cabo eran miembros de nuestra sociedad, y debemos darle un enterramiento decente. No me gustaría que dejasen mi cadáver de cualquier modo unos patéticos ladronzuelos. - dijo sencillamente

Comedor

William se fijó en la mirada de Maedros cuando cogió el anillo. No había intentado ocultarlo, ni tampoco pensaba dar más explicaciones.

Sí tienes razón. Pero antes una pregunta más. ¿Por qué decidisteis venir a robar en esta casa? Si sólo erais tres deberíais haber pensado en que habría bastante gente ya que es una casa grande ¿no?.

PORCHE TRASERO.

- Esperrrro que como hombrrrre rrrreligioso que errrres Hentusen, me ayudes a darrrrrles una pequeña cerrremonia como es debido - dijo el bárbaro. Después dirigió sus pasos hacia los barriles, dispuesto a abrirlo para sacar de allí los cadáveres en descomposición. Además, igual de ese modo, el clérigo sabría la razón por la que habían muerto.

PORCHE TRASERO.

El druida miraba a su compañero extrañado. Luego miro al leon.

- ehhh Hakan.... veras... - parecia dubitativo - por supuesto que soy devoto de Irari, pero carezco de los conocimientos necesarios para realizar ofrendas funerarias.... normalmente los muertos con los que he tratado son mucho mas antiguos - el Osiriani rememoraba sus pirmeros dias de incursiones en las antiguas tumbas de su pais.

COMEDOR.

Mitu seguía respondiendo a las preguntas de Wiliam:-Llevábamos varios días observando la casa. Nadie entraba ni salía, suponíamos que estarían de viaje. fue al entrar cuando descubrimos que estaban muertos.

Acto seguido, con la tranquilidad que os daba tener a los ladrones atados, fuisteis a ver esos cadáveres de los que tanto se estaba hablando.

Porche Trasero

El explorador ya se esperaba una escena un tanto desagradable. Aun así el hedor a putrefacción con el vino avinagrado era dificil de soportar.

Buuf. Que peste.

Haakan echó la cabeza un poco hacia atrás al recibir el impacto del hedor insoportable que manaba del barril, pero después de eso, armándose de valor y solamente por el hecho de que se trataba de compañeros caidos, agarró el cuerpo del hombre y lo sacó de dentro del barril.

Después lo colocó con cuidado en el suelo.

- Si no me ayudas, tendré que hacerlo yo sólo entonces. -dijo convencido - Buscad y sacad al resto de los cuerpos.

Usando su hacha como pala improvisada, Haakan salió fuera y comenzó a cavar un agujero allí donde vio que la tierra era más blanda. Teniendo en cuenta el aspecto del lugar, debería de ser el clérigo el que evitara que éstos pudiesen levantarse como muertos vivientes, pero dado que no iba a ayudarle, y que Haakan era una persona sumamente religiosa... tendría que hacerlo él como pudiese.

 Pillado totalmente de sorpresa, el ambiente y la mezcla del vino con el cadáver pudieron con el recién comido Valaniel, que se apartó del grupo corriendo para vomitar todo lo que había en su afectado estómago.