Partida Rol por web

El sol levantaba con sus primeros rayos, era el primer dia de la primavera y el hilo dejaba ver algunos brotes verde bajo vuestros pies.

Todos habeis crecido mucho, sois mas fuertes y altos. Cinco años de duro entrenamiento os han marcado por dentro y por fuera.

Las puertas de la villa se abren para los que se fueron y los que quedaron esperan en la entrada para reunirse con sus compañeros.

El hokage os reclamo a todos esa misma mañana pero teneis tiempo suficiente para el reencuentro.

 Esa noche no pude conciliar el sueño, ya que sabía que a la mañana siguiente volveríamos a ver a nuestros compañeros de cuando eramos unos niños de cinco años. Tenía unas ganas tremendas de reencontrarme con Reiko, esperaba que se hubiese acordado de mi, al igual que Kazuma y Kaeda, seguramente ambos niños habían cambiado mucho, pero por suerte a Kazuma se le podía reconocer al instante, por su pelo blanco y esos extraños ojos. De Kaeda recuerdo su mirada infante e insegura de cuando Reiko y yo le enseñabamos a estirar antes de los entrenamientos, Reiko su fuerza de voluntad.

Me levanté muy temprano, me aseé y desayuné una manzana por el camino, mi padre no se extrañaba por mi comportamiento, él tenia conocimiento de lo ocurria. Mis pasos se dirigieron rapidamente hacia la puerta de entrada de la villa,  y observé que era la primera en llegar. Con el corazón acelerado, busqué con la mirada a los demas de mi grupo, sin perder de vista en ningun momento la entrada, esperando ese reencuentro que tanto tiempo había ansiado.

El viaje de vuelta a la villa ha sido tan largo como el de ida, pero mucho menos agotador. por dentro me consume el ansia de volver a ver mi hogar y al resto de mis compañeros "Seguramente todos se habrán hecho muy fuertes". Sonrío al pensar en Eda, Kazuo y Kyu, e incluso es posible que Mushu haya vuelto ya, convertido en un ermitaño en ciernes.

Avanzo el primero de mi grupo, manteniéndome en silencio mientras trato de imaginar como seguirá la villa después de lo que me ha parecido una eternidad "¿Cómo estará el Kage?".

Al llegar a la puerta veo a una jovencita cuyos ojos me recuerdan a los de Eda, pero al no estar seguro permanezco a un lado, esperando.

La villa oculta del Dragón, ya veía las puertas de ésta, iba mordisqueando una pequeña rama, con una mano en el bolsillo y la otra aferrada en el petate al hombro...

Iba con unas ropas cómodas y veraniegas, habia pegado un pequeño estirón y mi cuerpo se habia moldeado con el duro entrenamiento.

Al llegar veo a Eda, y una sonrisa se dibuja en mi rostro, aunque ahora más que nunca el sueño que me ha acechado en dias pasados se me torna fresco al vislumbrar a Kazuma, sin poder evitar ponerme un poco tenso al recordar el por que me fuí....

Mi camino a la villa a sido entretenido,me encantaba caminar, mi paso es lento, tranquilo y relajado, cargo con una gran mochila a mi espalda, Kazuma va el primero, a lo largo de nuestro viaje a penas he seguido su ritmo incluso dejaba que me sacaran el y Reiko me sacaran ventaja de largas distancias, no tenian que esperarme, tan solo tenian que parar en un punto y acampar

En la puerta hay varias personas ademas de Kazuma, no reconozco a casi nadie, solo veo a Kazuma pararse al lado de una de las puertas, pense que se estaria acomodandose mientras llegaba, llevaba mi maldita mochila pesada a la espalda todos los dias de nuestro viaje, mas que comprensible para que no apetezca correr ni esforzarme en llegar rapido a ninguna parte si no es necesario

Al llegar me quedo junto a Kazuma, dejando caer a peso muerto mi mochila escuchandose un crak clock

-Oh oh...ha sonado a roto...- mire al interior de la mochila, me quede aliviado al ver que no era el importante -...menos mal, es el que esta a medias- dije sonriendo a Kazuma

-Joder, no se que me pasa de enano no me pesaba tanto ahora...me pesa bastante...tal vez me este volviendo vago y perezoso como el maestro Lee, no se lo digas o me mete tablas especiales- comente con tono divertido mientras le guiñaba el ojo, estaba serio parecia preocupado

 Mi grupo aun no habian llegado, pero desde la lejanía pude divisar uno... dos, sí, tres niños que venían hacia aqui. Mis ojos se abrieron atentos, eran mas grandes de los que me esperaba. Desde allí, pude adivinar quien era Kazuma, estaba segura, pero él se detuvo en una de las puertas habiendome dedicado una corta mirada...me preguntaba que ocurría, ¿no me habría reconocido?, ¿le sería extraño el reencuentro despues de cinco años?.

Parpadeé un par de veces dudando sobre lo que pasaba, para luego ver a un joven que se le acercaba a quien creia que era Kazuma, podia escuchar como conversaba con él bastante animado, observé unos instantes la mochila, algo había pasado con ella, ¿podría ser kaeda?.

El último niño me hizo recordar al instante a Mushu, aquellos cabellos algo alborotados y su rostro lo recordaba pasivo... pero... él se había marchado de la villa... ¿También habia regresado por la llamada del nuevo Hokage?.

Comencé a andar hacia ellos, con firmeza pero a la vez insegura, hasta quedarme frente a Kazuma y quien creia que era Kaeda.

- Ho...hola. - Dije esbozando una leve sonrisa, me costaba un poco aquello, porque no sabría de su reacción, yo sabía lo que yo habia cambiado tanto fisicamente como psiquicamente, pero desconocía que era lo que les pasaba por las mentes a los chicos. Tragué saliva reprimiendo las ganas que tenía de darles un abrazo.

- Soy Eda, Eda Itsuki, me alegro veros, a... aunque mis nervios impidan que lo demuestre. - Dije sonriendo una vez mas, mas abiertamente, con una extraña timidez que desconocía de mi misma, pero es que hacía mucho tiempo que no sentía una alegría así, tal vez desde hacia todos esos años, porque todo el tiempo catalogue mi vida como un duro entrenamiento.

Luego giré mi rostro hacia aquel joven al que aun tenia dudas de quien era... 

- Mushu... ¿eres tu?- Dije mirandolo, esperando una respuesta.

Eda se acerca a Kazuma y a Kaeda de forma algo timida y empieza una conversación, luego me mira y me pregunta si soy yo, asiento con la cabeza dandola una suave caricia en el hombro.

-Hola Eda, si, soy yo...-

Afirmo sin detenerme, entrando en la villa, ahora mismo no me apetece hablar con nadie, asi que me dirijo a la taberna a pedir algo de comer para luego reunirme con el Hokage....

Cita:

La observo, cogido algo por sorpresa, momento en que ella va hacia otro chico que se identifica como Mushu "Ya veo…ha dado un buen cambio". Antes de que pueda acercarme, el chico se aleja, y por su mirada parecía tenso, o quizás solo nervioso.

Me acerco a Eda, sonriendo -Disculpa que no te reconociera, has cambiado bastante…ahora estás mucho más guapa- la abrazo contra mí levantándola del suelo mientras me río.

"La primera alegría después de tanto tiempo…aunque a partir de ahora se acabaron esas cosas para mí" la dejo en el suelo junto a Kaeda y miro hacia la villa, buscando con la mirada la Torre del Kage.

Me acerco a Eda echando un vistazo a mi mochila por si acaso, le tengo mucho apego y odiaria que alguien tocase mi mochila

Cuando me quede frente a Eda le di un pequeño abrazo -Hola Eda...soy Kaeda...me alegro de verte- le dije con una gran sonrisa, despues se presento Mushu quien me dejo un poco impresionado al ver qeu pasaba de saludar a Kazuma y a mi, me daba igual realmente, pero me choco

No pude evitar gritarle con esperanza de que se quedase -¿Que pasa? ¿Aun me guardas rencor por que te derrote en el combate de entrenamiento de cuando eramos crios?- Mi tono era burlon y jugueton

Giro la cabeza dedicandole a Kaeda una mirada dura y seria. -No, es porque pensé que realmente eramos amigos... O "familia", pero ví que la realidad era otra.-

Digo de forma algo seca, apreto la mandíbula y sigo mi camino, sabía que era una mala idea venir y encontarme de nuevo con ellos, aunque debo hacer caso a mi maestro....

-Hmmm...parece algo enfadado por algo ¿Que le hiciste Eda?- murmure mirandola de reojo con una ceja alzada, despues me quede parado pensando que tal vez me tomaria en serio, me corregi le cogi de los brazos suavemente y e intente aclararme -Estoy jugando, no lo digo en serio-

Me puse serio -¿Alguien podria explicarme que le pasa a ese muchacho? ¿A que ha venido eso?-

Observo a Mushu marcharse

-En momentos duros es difícil darse cuenta de lo que ocurre…quizás deberías haber acudido a nosotros antes de marcharte de la villa

Le dejo marchar sin añadir nada más, por mi parte sé que quería ir tras él, aunque Drago me lo impidiese. Escucho lo que Kaeda le dice a la chica y le doy un golpe con la mano abierta en la cabeza

-¡No seas animal!, Eda no le ha hecho nada- permanezco callado, observando a la chica mientras ignoro las preguntas de mi compañero, por no poder responderlas -¿Como están Kazuo y Kyou?

Luego de tantos años de entrenamiento parece que estamos listos para ver al Hokage, este día también están citados nuestros antiguos compañeros y ahora amigos, que hace mucho se marcharon como parte de su entrenamiento. "Tengo mucha curiosidad por saber todo lo que vieron lejos de la Villa"

Cuando llego a la entrada veo a Eda hablando con dos personas que con solo verlo distingo que son Kazuma y Kaeda, me acerco rápidamente ha saludarlos.

-Kaeda y Kazuma, ha sido mucho tiempo sin verlos, hoy es un día feliz para la Villa ya que han vuelto muchos amigos. Sonrío un poco mientras termino de llegar hasta su posición.

- Estamos citados con el Hokage, pero podemos esperar a los demás y así ir todos juntos, ¿qué les parece?

Miro a los chicos para ver qué cosas cambiaron en ellos y recuerdo cuando apenas nos conocimos siendo todos unos niños inocentes.

Me giro al escuchar una voz y sonrío al reconocer a Kazuo, inconfundible por su cabello blanco azulado

-Justo ahora estaba hablando de ti, amigo- me acerco y le estrecho la mano con firmeza, para luego abrazarlo brevemente. El chico se da cuenta de que mis cicatrices han aumentado.

-Sí…aún faltan Reiko y Kyou…dado que Mushu parece preferir ir por su cuenta- me aparto levemente -¿Todo ha ido bien en la villa?

El maestro quiso hablar un momento conmigo y mis compañeros se adelantaron. Al llegar a la villa reconoci a varios de mis antiguos compañeros. Podian haber crecido o cambiado de aspecto pero los habia recordado tantas veces que no tuve problemas en reconocerlos.

- ¡EDA!.- grite tirando mi bolsa a un lado para abrazarla.- ¡Kazuo!.- Exclame cambiando el sentido de mi abrazo. Mire a todos lados buscando a los demas y vi a Mushu alejarse.

Sin decir nada sali corriendo hacia el, dando un salto para caer abrazando su espalda con pocos miramientos, de forma excesivamente impetuosa.- ¡MUSHU! Estas aqui¡¡¡¿Estas bien? Yo queria ir a buscarte pero no me dejaron.

Mis ojos se pierden por un instante hacia la Villa, la gente está haciendo su vida cotidiana con mucha tranquilidad.

-Bueno, todos están muy bien ahora, la Villa ha seguido adelante como puedes ver... pero nadie olvida el pasado y pienso que eso bueno.

Regreso la mirada así los muchachos, el día es muy lindo parece que todo nos va salir bien.

-Cuéntennos amigos, en donde estuvieron, que lugares conocieron, me gustaría escuchar si están de ánimos.

 No me esperé aquel saludo  de Kazuma, siempre lo vi como el mas serio, sereno de todos los que estabamos alli, más disciplinado. Pero daba igual, hoy era un dia especial, por lo que en ese instante no pude evitar que se me ensanchara una tímida sonrisa y correspondiese a su abrazo, aunque mis pies no llegaban en esos instantes al suelo y mi voz no pudiera darle una contestación. Tras bajarme Kaeda también me saludó, dejandome a entender que si que era él, al igual que Mushu, su semblante despreocupado que recordaba de crío, había cambiado rotundamente a una expresión contraria, asintiendo a mi pregunta demostrando que sí que era Mushu. Asintió, tocó levemente mi hombro para seguir adelante dandonos la espalda, como si se adelantara a ver al Hokage, no comprendía que ocurría. ¿Que le habría pasado durante todos estos años?...

Pero entonces la voz de Kaeda provocó una respuesta por parte de Mushu que me hizo callar de inmediato... Nos dejó a entender que se habia llevado un chasco con nosotros, que creía que eramos amigos, que eramos esa família que a muchos de nosotros habbía destrozado el ataque a la villa cinco años atras.

Iba a decir algo, pero Kaeda me preguntó que le había hecho yo, provocando que parpadeara y lo mirara fijamente, totalmente bloqueada, pero Kazuma se encargó de responder por mi, pues le propinó un golpe en la cabeza, en circunstancias normales, hubiera soltado una pequeña risotada, pero aquello era muy serio, Mushu sentía alguna especie de rencor hacia nosotros, y eso me dolía.

En el preciso momento que Kazuma me preguntó por Kazou y Kyou el primero de ellos hizo aparición, para mas tarde incorporarse Reiko!!, su cabellera rubia y su energía a la hora de saludarme, con aquel grito y abrazo la identificaba totalmente, le correspondí al abrazo.

- Hola compañera, me alegro mucho de verte a ti tambien. - Dije una vez me aleje de ella, y ésta marchó rapidamente para alcanzar a Mushu.

Mientras Kazou quería saber que habian estado haciendo en todo ese tiempo, algo que también yo quería saber, mi mirada se quedó tras Mushu, mirandolo fijamente mientras pensaba.

Mi personalidad me impedía ir tras él, aunque tal vez fuese eso lo que necesitase, no quería molestarlo si ciertamente estaba enfadado con nosotros, pero la reacción de Reiko nos daría alguna respuesta.

- ¿Porque nos ha dicho eso?... no pudimos hacerle encuentro, teníamos que entrenar en la villa por orden del Sensei... - Comenté al resto de mis compañeros, mientras no dejaba de mirar como se alejaba mas y mas.

Miro a mis compañeros , me alegra ver que todos estan bien pero me sorprende ser el unico en querer averiguar que le pasa al tontolaba de Mushu

Me acerque a mi mochila -Si nadie se viene averiguar que le pasa a Mushu lo haremos nosotros o lo que es lo mismo...le dare la revancha. que nadie se acerque pase lo que pase, parece que necesita otra paliza- empiezo a sacar las marionetas del interior de la mochila moviendo los dedos

Cuando me disponia a lanzarme contra el veo que Reiko se lanza abrazarle contenta al verle, por lo que solo saco la marioneta Dragon, solo tiene dos metros de longitud, cuando Kazuma me la regalo media metro y medio pero al modificarla tube que ampliarla -Solo estoy jugando, necesitaba una escusa para sacar la marioneta- empece a moverla por el aire

-¿Que os parece? Durante este tiempo me he dedicado a manejar la marioneta que Kazuma me regalo y la modifique, espero que no te importe Kazuma- dije sonriendole

No miro atrás, y no quiero oir los comentarios, voy oyendo voces conocidas, Kazuo, Reiko... Entonces discierno que alguien corre hacia mi, y cuando voy a girarme, Reiko cae sobre mi espalda abrazandome y taladrandome a preguntas.

-Si, estoy aqui, si, estoy bien. Y yo le dije a tú hermana que no quería que nadie supiera dónde estaba...-

La respondo mirandola con una mueca de: joder tia, que bruta eres... Pero no puedo evitar una sonrisa.

Sabrá ella lo que somos?

-Reiko, quería hablar contigo...- Miro hacia el grupo, que seguro nos estan mirando. -...Pero no aqui. Es importante.-