Partida Rol por web

Ingvarr siguió al lado de Naúl, sin hurtarle la sombra, pero atento a ocupar un espacio a salvo de las luces. Era preferible ver mejor, incluso aunque eso supusiera asumir el riesgo de ser visto. Siempre tendrían, o eso se decía a sí mismo, el beneficio de la sorpresa. Los dueños de esas sombras, siempre que no fueran emisarios de los dioses, no sabrían cuántos les vigilaban, ni si había más detrás.

A través de señas, Ingvarr animaba a Naúl a avanzar o a esperar, como si ambos fueran las dos piernas de un mismo individuo, practicando un paso seguro y medido, pero sobre todo, silencioso.

Los dos exploradores avanzan con cautela y se adentran poco a poco en la caverna. La gran hoguera ilumina una buena parte de la misma pero es insuficiente, las sombras los rodean. El techo parece perderse en la oscuridad, una negrura aparentemente infinita allí arriba, sombras danzantes a los lados. Algo puede percibirse en el silencio, los valientes nórdicos agudizan sus sentidos.

Los dos exploradores se van adentrando en la gran caverna. Un sonido de goteo contínuo reverbera amplificándose y rebotando continuamente en las paredes, devolviendo un sonido espectral. El cazador peletero avanza poco a poco, como si acechara una presa. Un paso tras otro, respiració contenida. Escrutiña las sombras y entonces hace un gesto con la mano abandonandola momentaneamente de la cuerda destensada de su arco.

Habían transcurrido tan sólo unos minutos pero parecían pasar horas. La oscuridad tenue parecía presentarles imágenes inconexas a raiz de unos sonidos imposibles de determinar. La espera se hacía interminable. Entonces algo llega a sus oídos eran unas carcajadas o habían sido nas palmadas lo que correspondía a esos sonidos sordos?

Estudias con atención los sonidos y observas las sombras danzantes. No había duda , era una sensación inequívoca, había algo o alguien acechando en las sombras. Un súbito roce casi imperceptible que puede reconoce como metal confirma su sospecha.

Rápidamente hace un gesto a su compañero para retroceder. Apuntando con su arco cargado comienza a retroceder, lentamente pero sin pausa. Su actitud pretende demostrar serenidad pero estaba claro que su comportamiento denotaba alarma, podía percibirse sin dar lugar a la duda.

Miro a Daana a ver si ella ha podido escucharlo mejor que yo, o si lo ha escuchado tambien, pues aquella caverna les había jugado malas pasadas antes y por que no lo iba a hacer de nuevo.

Luego hago gestos con mi cara de si avanzamos o nos quedamos a la espera de escuchar algo más. No sabemos si nuestros compañeros están peligro, si fuese así supongo que habrían gritado más, y si hubieran encontrado algo inofensivo en breve les llamarían o vendrían a buscarles. Pero el sentimiento de que podían estar en peligro o quizá inconscientes no dejaba al hirdman tranquilo y apretaba de nuevo el mango de su enorme hacha con fuerza.

Frunció el ceño ligeramente al escuchar lo que parecían palmadas y su expresión no mejoró al encontrarse con la mirada del hirdman.

Estiró una mano en la dirección por la que habían desaparecido los dos hombres. En ese momento sería el momento de avanzar... pero por los dioses que ella no volvería a poner un pie delante de uno de ellos.

Después de todo ella no iba tan bien armada ni tenía tanta fuerza.

-Te sigo.

A las palabras y el gesto de Daana, Jormün asintió y esbozó una ligera sonrisa al ver que la chica era tan decidida. Empezó a avanzar con el máximo cuidado que pudo, intentando escuchar si delante necesitaban su ayuda con prisa para correr hasta sus compañeros, y volviéndose para ver que Daana estaba junto a él y no les seguía ni aparecía nadie por detrás para emboscarles.

El viudo cazador mira a su compañero, al parecer tiene mejor oído que él, pues parece que haya escuchado algo que lo ha puesto sobre aviso y eso le empuja a retroceder.

Tras un fugaz momento de contrariedad, Naúl también emprende la marcha hacia atrás para reunirse junto con el resto de compañeros. Para bien o para mal, el destino de los cuatro puede depender de ese gesto, y Belarson no estaba dispuesto a cometer un desliz por su arrogancia u orgullo.

Como respuesta a la actitud del cazador surge unas sombras de la oscuridad. Una de las figuras comienza a aplaudir con sorna.
- Bien, tenemos visita - comenta una voz en las tinieblas - como podéis entender este es nuestro refugio y no lo compartirmos.
Un número indeterminado de figuras comenzaron a rodearlos. La salida de la caverna, la que conduce al túnel donde sus compañeros esperan está protegida por uno de esos individuos.

El combate fue breve, caótico y sangriento. Los humanos se lanzaron en medio del campamento y atacaron a diestro y siniestro. Cuando todo hubo terminado el único que se mantenía erguido era Naúl, con una fea herida en un costado, entre los cuerpos sin vida estaban el de su padre y sus dos hermanos, rodeados por los ocho incursores que habían traído la desgracia a la aldea. Belarson no pudo irse de allí hasta que no hubo enterrado a sus familiares y dejó allí el cuerpo de los mal nacidos para que los carroñeros se dieran un festín.
Una cara familiar surge de la oscuridad y puede verlo, como en el sueño. Espera, ¿puede ser aquel rostro que veía en sus sueños? ¿Aquel mal nacido que escapó de su ira? No podía creerlo. Sólo en las visiones precedentes, ¿las que había enviado la loba, quizás? se revelaba un individuo que había escapado a la masacre. Hasta ese momento no sabía de su existencia. Quizás la loba espíritu le hacía ver lo que sus sueños hasta ahora no había visto. ¿Sería uno de los asesinos de su aldea? Examinó sus sentimientos y obtuvo la respuesta. Su "yo interior" encontraba la respuesta, que era afirmativa.

A medida que avanzan puede oír unas voces, no hay duda, los dos exploradores no están solos. La prudencia se imponía a la premura y el hirdman reprimió su impulso de salir corriendo. Sus pasos avanzaban con seguridad pero lentamente y tras un recodo había una abertura. Allí había una figura de espaldas.

Intento discernir si esa persona es aliado o enemigo para actuar de una manera u otra, intento buscar con la vista a mis compañeros o descubrir sus voces y descifrar que dicen para actuar de una manera u otra.

El sol dejó de moverse, el tiempo se detuvo. El mundo, todo el mundo se redujo a él y aquel tipo, aquel engendro de Loki que redujo a cenizas su vida. Tan solo estaban ellos dos y la nada, y así seguiría hasta que solo quedara uno de los dos.

Una llama prendió dentro de sí para consumirlo casi al instante, un odio negro, impenetrable se adueñó del guerrero berseker que sin reparo alguno se lanzó a fondo contra aquel malnacido hijo de un ogro. Asiendo la lanza con ambas manos buscó ensartarle una y otra vez.

Las espaldas de Jormünd eran su referencia para seguir el camino que antes Naúl e Ingvarr habían tomado y, cuando el hirdman se detuvo la völva interrumpió su avance, inclinándose hacia uno de lo laterales del hombre para observar qué era lo que había ocasionado tal interrupción. Quizá fueran aquellos que habían partido precediéndoles en busca del origen de aquellas voces... ¿Había escuchado algo parecido a una pelea? No había prestado atención.

Retrocedió un par de pasos por precaución, no solo para estar más cerca de la salida en caso de tener que emprender la carrera para buscar el beneficio del terreno exterior sino también para permitir a Jormünd libertad de movimiento de necesitarla.

La figura se aparta con gracilidad y sonríe.
- Parece que las negociaciones se han acabado - masculla el bandido - ¡chicos, tenemos entretenimiento, a por ellos!

Mientras que el hirdman se acerca sigiloso para tratar de reconocer al individuo que se halla en la entrada de lo que parece una caverna, entonces puede oírse un grito de guerra y una risa reverbera y llega hasta sus oídos: Parece que las negociaciones se han acabado - masculla el bandido - ¡chicos, tenemos entretenimiento, a por ellos!.