Partida Rol por web

El grupo de la sala inferior respiraba el aire de la victoria cuando las voces de sus compañeros los alertaron de nuevo.
En la sala anterior, los dos fimirs que Jandrus habia avistado salieron de la sala. El primero aparto al mago que hizo un intento fallido de frenar el paso del monstruo. Este siguio a la carrera hasta que se cruzo con el elfo, al que lanzo una terrible estocada, tan fuerte como lenta le parecio al elfo cuando vio como partia del golpe un trozo de roca que estaba a su lado.
El otro fimir alcanzó al mago y le golpeo con rabia, pero el mago que ya estaba advertido, desvio el hacha con un golpe de baston.
Esperandose lo peor, Durgin se puso en guardia, en cuanto entro un nuevo enemigo, se enfrento a el, frenando con suma destreza todos y cada uno de los golpes que le propinaba su enemigo.

El ruido del combate alertó a Ungrim de que algo no iba bien en la sala anterior, asi que viendo que ya no quedaban enemigos en la habitación corrió a ayudar a sus compañeros.

Sin mostrar ningún tipo de miedo, se lanzó en medio del grupo de bestias mientras lanzaba mandobles a diestro y siniestro. Como resultado, uno de los fimirs, el más lento de ellos cayó muerto en cuestión de segundos. Satisfecho, se dispuso a enfrentarse a los demas.

- Por las barbas de Freya, parece que hayamos topado con el nido de estas criaturas!

Arramus se paró un momento mientras sus compañeros luchaban y se concentro en su fuerza espiritual para sanar su cuerpo aunque fuera solo parcialmente.

De una rápida y certera estocada atravieso el cráneo del fimir por su boca abierta cayendo este instantáneamente muerto, y me muevo para ayudar a mi compañero mago

Los ruidos del combate de la sala contigua hacen a Ungrim salir disparado hacia allí. No hace falta que vaya, saben cuidarse solos y con Ungrim como apoyo seguro que van sobrados. Me quedo registrando la habitación y los cuerpos de los orcos.

Ungrim entra como un vendaval y destroza a uno de los fimir; Aenur aparece después y con un preciso golpe de espada acaba con otro de ellos.

Yo no voy a ser menos así que trato de matar al último que queda, aprovechando que está confundido por el ataque sorpresa de mis compañeros. Lanzo una estocada a su garganta que el monstruo rechaza con suma facilidad, como con desprecio, y sigue concentrado en sus verdaderas amenazas, que son los otros tres guerreros.

Mientras unos se curaban y otros saqueaban el poco oro que tenian los orcos, un tercer grupo acababa rapidamente con la vida de todos sus oponentes.

Tras acabar con su enemigo, y ver como Aenur acababa con el otro, Ungrim se giró esperando ver al tercer fimir muerto en el suelo, pero para su sorpresa, Durgin todavia peleaba contra el, y al parecer no había ni siquiera conseguido herirlo.

Este enano esta resultando toda una vergüenza para nuestra raza. Hasta el mago pelea mejor que el

Para evitarle mas bochorno a Durgin, decidió acabar con su enemigo lo más rapido posible, que en la escala del matador, dejó al fimir muerto en cuestion de segundos

Arramus guarda las armas y examina los cuerpos caidos en combate en busca de algo que le sirva

Me guardo bien el oro en un lugar seguro. Ya casi había reunido todo lo que debía a Jandrus.
 
Los ruidos de combaten ya habían cesado en la habitación de al lado, así que supongo que se encuentran a salvo. Por lo que entro en la siguiente habitación para seguir avanzando y continuar combatiendo y saqueando cuerpos para conseguir el oro que me falta.

Registro los cadáveres y después me voy a la otra habitación.

Cuando cae el último fimir nos quedamos los dos enanos y yo en la sala. Los demás han marchado por una de las salidas y tal vez podríamos volver a dividirnos en dos grupos, tratando de rodear al enemigo.

- Maeses enanos, los fimir aparecieron tras esa puerta. Quizás fuera bueno que investigásemos en esa dirección.

Desde mi posición veo que la estancia contigua tiene una puerta al fondo y me dirijo hacia ella para tratar otra vez de atisbar algo por el ojo de la cerradura.

Al final lo habian encontrado. Fue Agamenon quien encontro la salida, pero antes de que pudiera avisar de nada, vio como desde el exterior descendia un grupo numeroso. Todo un batallon de Fimirs, bajo el mando de un Guerrero del Caos, bajaron hasta la sala. Nada mas ver al humano, se prepararon para el ataque.

Jandrus, no fue mucho mas afortunado, pues tras ojear en el interior de la sala, descubrio alli aun hechicero del caos, que con su siervo torturaban a una mujer que no tardo en fallecer por el terrible dolor.
Ni el hechicero, ni el goblin, se percataron de la presencia del mago, algo que de momento, jugaba a su favor.

Desde la puerta les hago señas a los enanos para que se acerquen.

- Ahí dentro hay un hechicero de Morcar y un goblin. Parece una sala de torturas, o algo similar.

Viendo que el mago hacía señas para que se acercaran, Ungrim avanzó hasta situarse a su lado.

¿Un hechicero dices? No creo que sea muy buen combatiente cuerpo a cuerpo, asi que mientras lo tomemos por sorpresa no creo que tengamos problemas. A mi señal abre la puerta y distrae al goblin, yo me encargaré del hechicero.

Al entrar en la habitación sólo veo unas escaleras, pero de repente unos cuantos enemigos empiezan a bajar por ellas, aprieto las empuñaduras de mis espadas con fuerza y me preparo para atacar al primero.

Mientras lanzo una serie de golpes a mi primer rival doy una señal de aviso a cualquier compañero que pueda oírme. Chicos, no me vendría mal algo de ayuda. Todos mis golpes van al aire o son parados hábilmente por el fimir. Pedir ayuda a mis compañeros me ha hecho perder la concentración.