Partida Rol por web

-Ahora mismo digo que lleven su pedido a la mesa, señor! - grita el posadero para hacerse oír entre el alboroto que hay en el lugar.

Unos 10 minutos después una de las jóvenes camareras, hija del posadero sin duda, se acerca a la mesa del elfo y deposita en ella el pedido.

-Necesitáis algo más, señor? - le sonríe esperando una respuesta.

Abre sus ojos lentamente, con rostro serio, dirige su mirada hacia la joven sonriente.

-Puede marcharse señorita.Espero que que estos alimentos sean de buena calidad.No me gustaría destrozaros vuestra preciosa taberna....- dice manteniendo su mirada firme y decidida mientras agarraba su pedido con su pálida mano, con uñas afiladas que sobresalían levemente sobre las yemas de sus dedos, acabadas en punta.

-¿Por cierto, sabe algo de una bruja....? Si no sabe, pregúnteselo al tabernero.Procure no mentir, puedo oler la mentira....- le dice amenazante.

Erhim..,¿piensas que dormirá a gusto Teja en la habitación? -decía en un tono que solo escuchara el oido de la Driade, entre el gentío de voces de la gente -

Seguro estará cómoda, ya nos hace un tremendo favor -pagando sus determinadas monedas -, en que pueda dormir en la habitación.-dice con una pequeña improvisación de sonrisa Blackheart, la verdad que no acostumbraba a reir -

Acercándose a una mesa cerca de la del Elfo, pero a una distancia de una mesa, Blackhearth se acerca a su mesa elegida...

Mejor que comamos algo, no es bueno tener el estómago vacío.Erhim, vamos a sentarnos en aquella mesa, estaremos cómodos alejados de la gente, alli, cerca de la mesa donde aquel extraño hombre esta sentado en la penumbra del fondo. -decía a Erhim haciéndole indicaciones con voz y balanceos de cabeza, a donde estaba sentado el Elfo -

BlackHeart portaba su peculiar indumentaria negra, con esa expresión de seriedad y frialdad en su rostro, solo rota, por los vistosos colores de su nueva compañera, con su peculiar alegría que emanaba de ella, la escena era pintoresca, un hombre tan siniestro que solo verlo daba miedo, seguido de una vistosa y preciosa Driade, del que salia de ella de vez en cuando una pequeña ardilla, seguidos ambos por una enorme tejona.

-Mucho gusto Cristhensen de Feld-Roth, yo soy Ceamus pastor de las Tierras de Dion (hace una reverencia)

(parece buen tipo, va armado y parece que cree que sabe usar la espada)

(Ceamus recoge sus pocas pertenencias)

- ¿Sabeis que la garganta de un fauno siempre está seca?, ¿eso pasa tambien en los humanos?, no contesteis, ¿sabeis la historia del gran leñador de las Montañas Rojizas?, Mi abuelo me la contó un dia, dicen que aun vive alli, se dice tambien que es del tamaño de 2 hombres, pero tiene la cabeza de un toro, (se rie) ¿os lo podeis creer? cuerpo de humano y cabeza de toro jajaja ¡¡eso no lo creeria nadie!!. Como iba diciendo, del tamaño de 4 hombres...

(empieza a caminar hacia la posada mientras sigue la historia)

Pronto el fauno se habia quitado su verguenza inical y ya habia empezado a parlotear... Cristhensen lo mira cordialemente mientras avanzaban hacia la posada, llevando con su brazo derecho a su pelirroja compañera, la cual habia invitado a unos conocidos a acompañar a los dos forasteros. De seguro que pasar un dia en la posada con un fauno seria garantia de diversion, entonces asi como si se tratara de una profesion, iba el grupo hacia la posada con Ceamus y la pareja a su cabeza.

En su camino a la taverna el joven no dio pie a conversacion, no era necesario, solo siguio la conversacon amena de la criatura...

El cruzado observó a la mujer con una media sonrisa hizo un leve movimiento con la cabeza, reverenciándola y se quitó el sombrero, apoyándolo en el pecho.

-No me placería otra cosa en el mundo que aceptar vuestra invitación amada señora, lamentablemente, tengo asuntos importantes que atender. Sin embargo...

Hizo una pausa y le pidió que aguardase alzando el dedo indice. Del interior de su gabardina sacó una moneda de reluciente oro.

-...Si que necesito una guia.

La tomó de la mano y le colocó en el centro de esta la moneda. Sin soltarla de la muñeca, se inclinó hacia ella y pegó la nariz a su cuello y cabello, la muchacha sintió como el olisqueaba su piel como si fuese un animal.

-Nuff....Nufff...

Al cabo de unos segundos se separó.

-Todo en orden.

Dijo sin darle más importancia a esa excentricidad.

Le miraba con atención pero le sorprendió su gesto.. que empezara a olisquear su cuello, se mordió el labio y se acercó más a él creyendo que buscaba otra cosa pero parece que él solo quería olerla.

- No..no seguis..??? - le preguntó nerviosa cuando se detuvo, se guardó la moneda en el escote y se agarró del brazo del hombre.

- No es necesario ir a una cama.. podriamos meternos en un callejón..  Hacia donde quereis ir?? - termina preguntandole.

Erhin dirige a la Tejona una sonrisa burlona.

- No me preocupa Teja, esta peluda duerme como un leño. Más me preocuparía que sus ronquidos no me dejaran dormir a mí.

Pero mientras lo dice le rasca tras las orejas para tranquilizarla. La pobre sabe que en una posada o un lugar cerrado lleno de gente, debe molestar y hacerse notar lo menos posible. Sabe que los animales no son bien recibidos en esos sitios y no quiere quedarse fuera y lejos de sus compañeros. Además.... ¡¡están los niños!!.... y al pensarlo no puede evitar un escalofrío...

-Ñam ñam, ¡tengo hambre! ¿Pedimos unas patatas? Y un vaso de agua para mí por favor, a no ser que tengan sidra dulce, que ya sabes que a mí el alcohol me sienta muy fuerte....

Y según lo dice le mira con cara de disculpa, poco convincente debido a la sonrisilla que se le escapa, pero de disculpa al fin y al cabo. Y es que la última vez que se permitió acompañar a su amigo en una pequeña celebración con vino, revolucionó media taberna, y cuando Blackheart intentó calmarla decidió que era muy divertido jugar al pilla-pilla con él.... Al final casi les echan de la posada.... para luego pasarse durmiendo como una muerta un día entero...

Mientras se sienta de un saltito en el banco de la mesa elegida, no para de echarle miradas curiosas al individuo de la túnica y el bastón. Sus ojos se abren como platos cuando se fija en las grandes gemas oscuras que lleva en el magnífico báculo. Es un hombre realmente interesante.... Lástima que lleve la capucha echada, apenas se le ve la cara.... ¿Será viejo? ¿Joven? ¿Una mujer? No.... no parece una mujer.... debe de ser un hombre.... Si tal sólo bebiera un buen trago de vino que le dejara ver mejor sus facciones...

¿Qué miras con tanto interés Erhim?, es de mala educación mirar fijamente a las personas.-se encará hablando con Erhim -

Con una extraña mirada fría, mira fijamente a Erhim clavando su mirada en los ojos de la Driade para molestarle un poco...

¿Ves como es incómodo que te miren así?, tranquila, no pediremos alcohol, por lo menos para ti.- dice algo serio a la Driade, recordando la vez anterior en otra posada -

Camarera, un buen plato de comida y buen vino para mi, agua y patatas para mi compañera...- dice a una de las que sirven la comida y bebida que pasa cerca de ellos -

....¿pedirás algo para Teja y Nuez? -pregunta en voz baja a Erhim -..

...además lleve un buen vino al hombre solitario de allí, le invito a beber....- vuelve a decir a la que sirve las bebidas en la posada -

Y bien..¿qué tal tu exploración por este Pueblo Erhim?,¿como siempre los niños molestando a Teja?, en esta posada apenas entraran niños, asi que por esa parte , Teja se sentirá tranquila. - le dice con un tono amable como un buen padre a la Driade -

- Oh sí, los niños pueden ser estupendos... ¡¡pero no se cansan nunca de jugar!! - Dice quejosa, mientras irónicamente empieza a juguetear ella misma con las patatas que le acaban de servir- Ten Teja, pero cuidado no te quemes... - Y le pasa una patata a la tejona.

- Y no, no voy a pedir nada para Teja y Nuez, ya estuvieron comiendo chucherías en la feria toda la mañana, yo misma estoy bastante llena... comeremos entre Teja y yo las patatas y Nuez con tu regalo ya está servida- Y le dedica una sonrisa agradecida a su amigo, mientras abre encima de la mesa la bolsa de las nueces para que la ardillita se sirva a gusto.

- Ah, y respecto a lo de mirar fijamente... que vaaale... no hace falta que me demuestres de nuevo que no es educado... y que sepas Señor Hurón, que no estás nada guapo cuando pones esa cara.... - y baja la vista enfurruñada-... pero bueno... yo sólo le miraba ¡porque me ha llamado mucho la curiosidad! ¿Has visto ese bastón? ¡Es una pasada! Debe de ser un hombre rico... y misterioso... me gustaría saber quién es....

Y mientras habla vuelve a dirigirle una mirada curiosa....

Erhim, no me llames Señor Huron, suena muy mal, te lo he dicho mil veces.

¿Ves?,ya estás de nuevo mirándolo fijamente.... -le dice a la Driade señalándole con un dedo acusador -

Blackheart se levanta de su asiento para acercarse donde estaba el Elfo...

Disculpe señor la mala educación de mi compañera, le intentado explicar más de mil veces que no mire fijamente a las personas, espero que la perdone señor... - dice con un tono serio y respetuoso al extraño hombre solitario -

Mi nombre es Blackheart, el de mi compañera es Erhim.Siento si le incomóda su mala educación, como muestra de disculpas, esta botella de vino que ahora acerca la camarera corre de mi cuenta. - decia mientras aguardaba la llegada de la camarera, sirviendo una copa al Elfo y dejando la botella en la mesa del Elfo -

Espero que le guste este vino, es bien sabroso y no sube tanto como parece, he de voler a mi mesa, antes de que arme jaleo mi compañera Erhim. -sin esperar respuesta, vuelve a su asiento donde habla con la Driade sirviéndole en su vaso, la fresca agua -

Erhin le espera con los ojos como platos y expresión de enfado.

- Oh oh, ¿qué le has dicho?, ¿¿qué te ha dicho??. ¡¡Maldita sea Señor Hurón!! Yo no puedo ni mirarle ¿y tú vas a hablar con él como si fuera amigo de toda la vida? ¡Es injusto! Eso es, ¡injusto! Y no he podido verle bien la cara, sólo sé que sí que era un hombre.... y creo que joven, aunque tenía algo raro.... - Y al decir esto, deja de botar enfurruñada en el asiento, y vuelve la vista de nuevo al hombre de la otra mesa, para ver si se gira hacia ellos y puede verle con más detenimiento...

Una joven camarera se acerca con una bandeja a la mesa donde se encuentran Blackheart y la Dríade con sus mascotas. Deja sobre ella el pedido que han hecho y les mira sonrientes.

-Si quieren alguna cosa más solo tienen que avisarme.

Se acerca después a la mesa del elfo y coloca una botella de vino en la mesa.

-Es una invitación del señor con parche de corazón. Espero que la disfrute. En cuanto a lo de la bruja solo sabemos las historias que cuentan sobre ella, pero seguramente no son mas que leyendas... si me disculpáis, tengo otras mesas que atender.

La camarera se va a atender otras mesas.

En la posada cada vez hay mas gente. Todos aquellos que acaban la fiesta en las calles se va a la posada a disfrutar de una buena velada con sus vecinos. La música vuelve a llenar el ambiente, esta vez con algo mas animado.

Las chicas que hay en la posada comienzan a bailar al son de la música y los hombres del pueblo comienza a acompañar el ritmo con las manos y los pies.

-Leyendas......- murmura-.La muerte de mi familia es una leyenda.....- se queda un tanto decepcionado por la ignorancia de las personas referente a la historia de la bruja.Momentos más tarde recibe una botella de vino de un grupo que ya había fichado nada más entrar.Un ser minúsculo comparado con el ser humano, y un tipo con vestiduras negras un tanto misterioso y sospechoso.Mira la botella, pero no se molesta en mirar a los invitadores de tal jugo.Se guardaría algo de aquel vino para el camino, pero notaba que era observado, y seguramente serían aquellos individuos.Agarra fuertemente su cayado, odiaba ser objeto de entretenimiento y de observación, pero que podía hacer ante la curiosidad de los seres vivos.

Vuelve a cerrar los ojos para intentar concentrarse, poder hacer desaparecer ese ruidoso ambiente, poder escuchar como una hoja cae poco a poco en el exterior hasta chocar contra el suelo, pero el ambiente cada vez era mayor, y los estúpidos humanos también.Notaba como temblaba el suelo, y el vino de su vaso permanecía en un constante y suave movimiento de ondas dle interior al exterior.Cada vez se estaba enfadando más y su paciencia se acababa.Ahora que lo pensaba, el nunca había bebido, que le estaba haciendo su corrompida alma....Se podía notar que la oscuridad invadía su esquina, su asiento y su mesa.Sus recuerdos más amargos volvían nuevamente a su mente, no podía sacarselos de la cabeza, era como u continuo maritirio, una maldición de su familia, con la cual tendrá que cargar toda su larga vida.

-¡¡CALLAOS YA MALDITOS HUMANOS!!- grita en un arrebato de ira y furia.Su capa se levanto levemente para volver a caer.Respiró hondo, debía tranquilizarse o saldría más de uno herido.Levanta su mano y se toca levemente la marca que tenía en la frente, un pasado recuerdo de su antigua vida alegre y feliz.Era lo único que perduraba en su cuerpo que no se había corrompido.

Nathan sonrió, se echó su cabello largo castaño y rizado hacia atrás y luego se puso el sombrero.

-Quizá luego, en la habitación, vos os mereceis un lecho donde arroparos y no en un sucio callejón.

Miró a la mujer de nuevo de arriba hacia abajo y luego se afirmó bien el petate al hombro.

-¿Cual es vuestro nombre? seguro que es tan precioso como el resto de vos.

Preguntó con una sonrisa encantadora, blanca y con todas las piezas dentales sanas, algo muy muy raro. Se rascó la barba de algunos días que decoraba su mentón. El no es que fuera gran cosa, pero si era todo lo gallardo que podía, testigo era su cuerpo de su dura vida en el campo y ahora su dura vida como cazador de la orden de Gaullim.

Nathan nota un aura oscura en la posada, que estalla. Parece algo sospechoso.

Nathan se detuvo y se giró hacia una dirección en concreto. Respiró profundamente.

-Nuf..Nuf...¿Que hay en esa dirección? tengo que ir...

Dijo con expresión grave, señalando a la posada.