Partida Rol por web

-Buenas Sr. Kensington, un placer volver a saludarle.

Depositando el sombrero sobre uno de los asientos, sentandose en otro, tras saludarle cordialmente.

-Verá, he recibido un telegrama de nuestro conocido Jackson, y la verdad, me ha pillado de sorpresa, y esperaba que usted me clarificará algo, tal llamada. Menciona la Expedición Carlyle y algo relacionado con ella.

Se detiene un momento, mesandose la perilla, antes de continuar.

-¿En que anda metido nuestro común amigo? Usted es su editor, y supongo que debe estar al tanto de todo lo que planea hacer. ¿Que es la expedición Carlyle y que relación guarda con la investigación de Jackson?.Ruego disculpe la brusquedad de mis palabras, pero considero a Jackson como un hermano, y me preocupa que se meta en algún lio, pues no entiendo de otra manera, la premura y urgencia de su telegrama y el secretismo de una solicitud que me ha realizado.

Una información más bien parca, pero es algo para empezar. Pienso mientras escribo pos nombres y fechas en la libreta. Valle del Nilo. Jefe adjunto: Sir Aubrey Penhew. Financiero Roger Carlyle. Doctor Robert Huston (med).

Mi siguiente destino es alguna universidad. Quiero buscar información sobre los integrantes que conozco hasta ahora. En la biblioteca busco estudios, artículos o libros publicados por cualquiera de ellos. También miro si existe algún documento referente a la expedición o si se menciona esta en algún boletín.

El diez de enero encontró a Tom en la cama de su hotel, se había pasado los dos últimos días dentro de la hemeroteca del New York Post y no había encontrado nada de utilidad. La noche anterior decidió que no pasaría ni una hora más en aquel
lugar, prefería hacer una visita turística. Pero al despertarse descubrió que no tenía ganas de darse por vencido, le iba a dar una última oportunidad a la hemeroteca.

Saludo a la secretaria, entro en la sala y empezo a buscar notas de prensa de la expedición.

-No aguanto más, aquí no hay nada de la expedición Carlyle.

Tom salió de la hemeroteca enfadado.

- ¡Que le den a Carlyle, y a Elias y al maldito New York Post! ¡Me vuelvo a Sacramento! ¿No se que pinto yo aquí?

Entró en la cafetería de enfrente, se sento en la barra y pidió un café.

Maldita ley seca, mataría por un whisky doble. - Afortunadamente no servían whisky y mientras tomaba el café recapacitó un poco.

Nunca fuiste muy bueno con los libros, Tom. Tal vez si pudieras hablar con alguien...¿Pero con quien? Elías llega en cinco días, hasta entonces nada. Morrington no parecía saber nada más. Carlyle, solo tengo un nombre, pero si tiene dinero para montar una expedición debe salir en la sección de "saraos" de la alta sociedad. Igual tiene un hermano o primo y pueda contarme algo de la expedición.

Decidido volvió a la hemeroteca con la intención de buscar datos sobre la familia Carlyle.

-¡HORA DE CERRAR!

Nada de nada. Aquí no hay nada. Tom salió de sala y se dirijió a la salida, pero antes de irse intento una cosa más.

-Perdone señorita. ¿Por casualidad no habrá usted oído hablar de la familia Carlyle? Soy de Sacramento y he estado buscando información sobre ellos en la hemeroteca pero no he encontrado nada. La única información que tengo es que uno de sus miembros financió una expedición de trágico final.

La curiosidad había picado a Michael, se dio cuenta de ello a la mañana siguiente cuando despertó pensando en lo que había podido averiguar de la expedición. Como aún quedaban un par de días para la reunión y, por deformación profesional, no le gustaba estar en sitios donde todos sabían más que el mismo, decidió pasar la mañana (por lo menos, que luego ya se vería) averiguando lo que encontrase ne la hemeroteca local.

Aunque la expectación y los nervios nunca habían sido sus aliados, lo que le quedaba bastante claro cuando aún estaba a mitad de la faena.

Me levanté en la cama de la humilde pensión donde estaba hospedado. Mientras tomaba el desayuno medité sobre a dónde dirigirme después y decidí volver a la universidad. Me centraría durante este día en investigar sobre la expedición y sobre sus principales integrantes, intentando averiguar más sobre sus carreras profesionales y sobre el motivo del viaje. Después de estar toda la mañana enfrascado entre libros me di un paseo por el campus y busqué un restaurante barato donde comer y despejarme antes de volver a la biblioteca por la tarde a continuar con la investigación.

Cita:

Pues la verdad es que no me suena nada. ¿Hace muchos años de eso?

No dispongo de más datos. Gracias por su tiempo y perdone por las molestias.

Tom salio de la hemeroteca y se dirigio a su hotel muy deprimido.

SE TEME QUE LA EXPEDICION CARLYLE SE HAYA PERDIDO
MOMBASA (Reuters) - Representantes de la policía solicitaron hoy la ayuda del público con respecto a la desaparición de la Expedición Carlyle, de la que hace más de dos meses que no se sabe nada.
El grupo incluye al acaudalado playboy Roger Carlyle y a otros tres respetables ciudadanos norteamericanos, así como al reputado arqueólogo sir Aubrey Penhew, del Reino Unido.
La expedición partió de Nairobi el 3 de agosto, ostensiblemente para llevar a cabo un safari fotográfico, pero los rumores insistían en que se hallaban tras la pista de legendarios tesoros bíblicos.
Se supone que Carlyle y su grupo se proponían explorar partes del Valle de la Gran Rift, al noroeste de Nairobi.
PILLAR/RIPOSTE de Nueva York, 15 de octubre de 1919.

Tom estaba deprimido, sabía que no había nada que encontrar, que buscar datos dela expedidicón Carlyle era como perseguir un fantasma.
Llevaba tres días metido dentro de la hemeroteca del New York Post y no había encontrado nada. Hoy iria al New York Times y provaría suerte por última vez, aunque sabía que de nada serviría.
Salio de su hotel y cogio un metro hasta la calle 42. Entro en las oficinas y pregunto en recepción por la hemeroteca.

¿Que tenemos aquí?

ERICA CARLYLE LLEGA A ÁFRICA
MOMBASA (Reuters) - En respuesta a diversos indicios, la señorita Erica Carlyle, hermana del líder americano de la perdida Expedición Carlyle, llegó hoy a Kenia a bordo del buque de pabellón egipcio Fuente de la vida.
Se han recibido recientemente diversos informes procedentes de nativos kikuyu acerca de una supuesta matanza de hombres blancos sin identificar cerca del bosque de Aberdare.
La señorita Carlyle declaró su intención de encontrar a su hermano, sin reparar en esfuerzos, y trajo consigo el núcleo de una expedición de rescate.
Destacando a varios agentes para coordinar los suministros y otras actividades con los representantes de la Colonia, la señorita Carlyle y el resto del grupo partirán mañana con dirección a Nairobi.
Su compañera, la señorita Victoria Post, puso indirectamente de manifiesto la determinación de la señorita Carlyle, al relatar los rigores del viaje en el buque egipcio.
PILLAR/RIPOSTE de Nueva York, 11 de marzo de 1920.

No presto atención a la comida ya que me centro en repasar las notas que tengo. No es mucho pero aquí tenemos algunos indicios con lo que seguir la investigación. Pago la cuenta y vuelvo a la facultad, esta vez impaciente por encontrar alguna referencia al Valle de la Gran Riff y reliquias bíblicas relacionadas con este sitio.

Tras varias horas infructuosas, mis cansados ojos piden un descanso proporcionado finalmente por el personal de la biblioteca que lleva un rato mirándome con impaciencia.

Por fin algo útil - pensó - tras días de infructuosa búsqueda ahora se que la expedición paso por Nairobi y que el misterioso señor cArlyle tiene una hermana llamada Erica.
Tom copió literalmente todo el recorte en su libreta, salio a comer a una cafetería cercana y volvió rápidamente a la hemeroteca a seguir buscando. - Puede que hoy sea mi día de suerte.-

Tras tres o cuatro horas de busqueda encontró algo que parecia útil.

De nuevo en la incómoda cama de la pensión. Miro mi reloj, de nuevo las 6 y media. ¿A qué día estamos hoy? Ah sí, día 10. Todavía queda bastante tiempo para conseguir un historial lo más completo posible sobre la investigación. Al levantarme de la cama me acuerdo de mi padre y de su férrea disciplina obligándonos a madrugar muchísimo y a rezar antes de desayunar. Una idea cruza mi mente y me ilumina el rostro. ¡Claro, las sectas!

Después de la ducha y el desayuno, me dispongo a volver a la facultad. Mis ojos parece que sientan el esfuerzo que les espera antes de realizarlo porque están un poco irritados. Llego justo antes de que abran y el mismo empleado que me invitó a que me marchara ayer a última hora, me mira con cara de pocos amigos cuando me ve tras el cristal del recinto. Esta vez centro mi investigación en grupos religiosos relacionados con el antiguo o nuevo testamento que hayan tenido presencia o influencia en el valle de la Gran Riff y/o sus alrededores.

Tras todo el día buscando sin ningún resultado me siento bastante abatido. Doy un paseo, sin rumbo fijo  para descansar la mente cuando me encuentro en un calle que reconozco. Es donde vivía ese Morrington. Decido ir a hacerle una visita para comunicarle mis pequeños avances e interesarme si su investigación a avanzado más y puede facilitarme información.

Llamo a la puerta del Sr. Morrington. No será demasiado tarde ¿Verdad? Miro mi reloj. Son las ocho.
Cuando abren saludo cortes y le expongo al anfitrión el motivo de la visita.

- Sr Morrington, espero que no le moleste a esta hora. He pasado por aquí para comunicarle los avances que he hecho hasta ahora con la investigación. No son muchos pero alguno de ellos puede que sea significativo. De paso quería saber si tiene alguna información adicional que pueda ayudarme a confirmar las hipótesis de trabajo. 

No le puedo explicar mucho, ya sabe que Jackson suele ser muy hermético hasta que tiene el tema más o menos centrado. Sé que andaba detrás de unas sectas esotéricas, y que lleva recorrido medio mundo persiguiendo pistas. Me pidió un adelanto de royalties para sus gastos, que le envié a Kenia, y sé poco más.

Pero no se preocupe, estoy seguro de que en cuanto llegue el próximo día 15, nos contará de qué va todo esto.

Profundamente decepcionado, muestra su mejor sonrisa, mientras se despide de su anfitrión.

-Bueno, esperaremos a que nuestro amigo llegue y nos quiera desvelar mas sobre su misterioso libro nuevo. No quiero molestarlo mas, asi que me despido agradeciendole su atención por recibirme. Espero verle pronto y muchas gracias.

Tras saludarlo se dirige a la salida , donde se coloca el sombrero, y sale del edificio. Ya es casi la hora del té, y como buen ingles, eso es la hora sagrada. se dirige en un taxi hasta su casa, donde tras entrar y saludar a su ama de llaves la Sra. Houtters, se despoja de su abrigo y sombrero, depositandolos en el perchero , y se coloca su batin burdeos, dirigiendose a la slaita, donde espera el té, que tan eficientemente le habrá preparado su diligente  ama de llaves.

Abre la puerta, enfundando en un batin color burdeos, con filos dorados, enocntrandose a uno de sus invitados del otro dia.

- No es molestia, por favor pase.

Permitiendole la entrada, indicándole la entrada a la salita que ocuparón el dia anterior.

-Me disponia a tomar el té. Sra. Houtters, por favor , disponga otro servicio , tenemos un invitado.

Aparece una mujer de unos 50 y tantos años, largos, con m,oño blanco, y vestida sobriamente en tonos oscuros, con un carrito, con dos servicios de té, en porcelana blanca, decorada con motivos florales, un azucarero, una jarrita de leche, una tetera de agua hirviente, y un platito con un limón cortado a gajos grandes.

-Gracias, Sra. Houtters, yo me encargo de servir.

La mujer se retira, no sin antes dedicar una mirada fria al invitado, cerrando la puerta de la salita al salir.Se dirije al carrito, donde comienza averter el contenido de la tetera en las tazas.

- ¿Y bien?, yo la verdad , caballero, no he podido averiguar nada, ni siuiqera mi visita al editor de mi amigo, me ha conseguido aclarar nada. ¿Leche o limón?