Partida Rol por web

Cuando leo detenidamente y copio en mi libreta el recorte de prensa se me despejan algunas dudas, pero surjen otras.

Esta claro que el destino de la expedición no era ir de caza a Kenia. Uno no se va de caza con un egiptólogo y un psicólogo. Con una novia y un amigo tal vez si, pero sobran los otros dos. La expedición buscaba algo en Egipto, ¿pero por que acabó en Kenia? si mis recuerdos no me fallan en Kenia no hay pirámides. Además no veo nada clara la conexión con las sectas.

De camino al hotel pasé por delante de una iglesia y entré a escuchar el servicio. A la salida de este establecí mi plan de actuación para el día siguiente: La fundación Penhew debe ser del egiptólogo y dedicarse a la egiptología pero no está de más estar seguro.

Cuando llegué al hotel pregunte por mi correo con la esperanza de que la Sra. Carlyle hubiera accedido a encontrarse conmigo.

-No hay nada para usted Sr. Stevens. Respondió amablemente el recepcionista.

Bueno, igual no ha recibido mi solicitud y mañana cuando despierte llega un telegrama- pensé mientras me iba a dormir.

Operadora, pongame con Tom Stevens. S-t-e-v-e-n-s.

Recibes una llamada telefónica de Kenneth Leighton.

Buenos días. Soy Leighton nos conocimos en la casa de Morringthon. He estado investigando acerca de lo ocurrido a la expedición. Me está matando la espera así que si le parece podríamos vernos en algún café del centro para intercambiar opiniones-le invitó cortésmente.

Buenos días Sr. Leightron. Perfecto por mi parte. Si le parece bien, en frente de la estación de metro de Broadway con la catorce en una hora hay una cafetería donde sirven un buen café. No estará de más poner en común nuestras investigaciones- Respondí.

Después de colgar termine de afeitarme y arreglarme. Baje a oír el servicio matutino y tras este, me dirijí a la caferería con tiempo suficiente.

Me senté en unas de las mesas, pedi un café largo y esperé desayunado a que mi compañero apareciera.

Kenneth no tardó en llegar al sitio donde habían acordado encontrarse. Al menos con el ex policía tendría mas cosas en común que con aquellos cerebritos.

-Encantado de verle de nuevo señor Stevens-dijo mientras se sentaba en la mesa- Me alegra que haya podido reunirse conmigo, no quería estar mas tiempo sin hacer nada y he estado buscando información acerca de la expedición Carlyle. Debía contárselo a alguien aunque quizás usted ya sepa todo lo que he descubierto.

Llámame Tom, entre compañeros no hace falta tanto señor, señor. ¿Quieres acompañarme? - digo mientras levanto mi taza y tomo un trago de mi café. - No creo que hayamos descubierto lo mismo, ayer por la mañana estuve en con Howard y Morrington en su casa y cada uno había encontrado cosas diferentes. Bueno, en realidad Morrington no había encontrado nada o eso es lo que me dijo.- En mi cara se lee que no me lo acabo de creer.-No se para que enseñan en antropología, pero esta claro que no a rebuscar en las hemerotecas. Pero dejemonos de charla y vamos al grano. ¿Qué has encontrado?

Directo al grano-sonrió, aquel tipo le empezaba a caer bien. Sacó el cuaderno de notas que siempre llevaba encima- Bueno se el nombre de los componentes de la expedición. Nada que no sepa cualquiera que leyera el periódico en su día pero me escaman algunos de los miembros de aquella expedición. Para empezar el tal Carlyle llevaba con él a un un doctor, un tipo que por lo visto estudia los sueños o algo así. Entiendo que Carlyle estuviera algo tarado pero no entiendo por que se llevaría al doctor a la expedición. Se llevó también a la amante, parece ser pero eso no me preocupa. La otra persona que se sale del cuadro es un tal "Brass". Puro nervio. Un matón, que no se codearía con gente de tanto dinero...-dio un trago a la bebida- ¿que sabe usted de estás personas?

Sonrío cuando veo sacar el cuaderno. - Lamento decepcionarte Kenneth, de esa gente apenas si se sus nombres. Has hecho un trabajo más a conciencia que el mío, pero te has dejado al egiptólogo. Espera. - digo mientras saco mi propia libreta.-  Penhew, sir Aubrey Penhew se llama. Yo tambíen he tenido la sensación de que algo no encaja. ¿No te parece un grupo cuanto menos extraño? ¿Te irias de expedición con un egiptólogo, un psicólogo que estudia los sueños, una novia y un guardaspaldas?

También se que la primera parada de la expedición fue Londres, donde iban ha investigar con el patrocinio de la fundación Penhew. Supongo que será del egiptólogo o de alguien de su familia, pero no sabría decir con seguridad a que se dedica esta fundación o a quien pertenece.

¿Tienes algún dato que se relacione lo que sabemos o que llene algún hueco?

Contaba con el egiptólogo-sonrió señalando la libreta donde lo tenía apuntado- pero ese es el único que me cuadra en esa expedición. La expedición hizo el siguiente itinerario: primero fueron a Londres, desde allí al Cairo y por algún extraño motivo llegaron hasta Kenia. Desaparecieron a unos kilómetros de Nairobi. Seguramente se los comiera alguna tribu de caníbales. Mataron a un montón de negros por esto. Tengo aquí apuntado que estos caníbales eran de la tribu Kikunyu o algo así.

Pero hay alguien que me interesa aún más y está aquí. En Westchester y precisamente de esto era de lo que quería pedirte consejo-afirmo dejando tiempo a Stevens para que asimilase la información mientras le daba otro trago a la bebida.

Muy, muy bueno. - Me recosté en la silla gratamente sorprendido. Me gusta trabajar con gente competente - Me has dejado sin cartas en esta partida de información.

Por lo que se ve hemos leído los mismos recortes de periodico y veo que tu tampoco te crees lo de la cacería- Añado con una sonrisa - Lamento decirte que la señorita Erica Carlyle no recibe sin cita previa, estuve en su mansión ayer por la mañana y no pude pasar de la verja.- Hago una pausa deliberada - O vas a decirme, Señor Leighton, que también sabes que intente hablar con ella sin exito.

No, pero me alegra saber que pensamos lo mismo-afirmó satisfecho-. Yo llamé por teléfono y me dijeron que se necesita cita previa para hablar con ella. "Vaya con la señorita adinerada" pensé pero quizás pueda darnos información. Había pensado en pedir una cita, o al menos comentárselo al señor Morrington y al tal Elías cuando vengan. ¿Que opinas?

Morrington ya lo sabe; me dijo que tal vez el Sr. Elías venía hasta aquí para entrevistarse con ella y que si queríamos podría usar sus influencias en la universidad para conseguir una cita con ella.

Le conteste que de momento no hacia falta, que mejor esperar a que llegara su amigo porque igual no es necesario hablar con ella.

De todas formas, creo que hemos perdido el tiempo amigo. El Sr. Elías llega mañana y él ya debe saber todas estas cosas. Lo único que tendríamos que haber hecho era esperar y dejar que nos las contarán. Pero mi instinto de policía no me deja estar quieto. De hecho, y aún sabiendo que es inútil, esta mañana antes de su llamada me disponía a investigar la fundación Penhew. ¿Tienes algo mejor que hacer?

¿La fundación Penhew? ¿Que sabe de ellos?-preguntó el detective- creo que, además de lo que pueda saber Elías o Morrington, cuanto más sepamos nosotros mejor. Al fin y al cabo para eso nos han contratado. Además no me gustaría quedarme mañana con cara de palurdo mientras el escritor aquel nos da clase como si fueramos chavales.

Solo que patrocinó la estancia de la expedición en Londres.- Digo contestando a la pregunta sobre la fundación - Pero me gustaría saber más, como de quien es o que otras actividades a patrocinado.

Estoy contigo, tampoco me gustaría quedarme con cara de bobo. Pero hay algo raro en esta expedición que no sabemos o no nos han contado y aunque siempre me gusta ir por delante en mis investigaciones tengo la sensación de que voy dos o tres pasos por detrás y me da mala espina.

Por eso lo de la fundación, es un hilo del que no he tirado y tal vez encaje en el puzzle y me haga comprenderlo.

Aunque no se donde mirar, había pensado en acercarme a la universidad pero creo que son palos de ciego. ¿Se te ocurre algo mejor?

No solo dos os tres pasos por detrás si no 3 o cuatro años por detrás-pensó el detective.

-¿No me irás a decir que tu también crees el royo ese de las criaturas inhumanas?-bromeó- en la universidad no veo que podemos hacer en cambio lo de la fundación, me parece un buen lugar al que ir de visita.

¿Sabes la dirección de la fundación? ¡Cada vez me dejas más sorprendido! - dije mientras admiraba el buen hacer de mi compañero -Quería visitar el departamento de arqueología de la universidad para obtener la dirección o el teléfono de la fundación, ya que tal vez hubierán colaborado con anterioridad. Pero si ya sabemos la dirección no hace falta visitar la universidad.

Y no, no creo ni en extrañas criaturas ni en sectas. Mis años en la policía me enseñaron que el ser humano está siempre detrás de los crímenes más horrendos.- añado con aire melancólico.