Ashley clavó una y otra vez el cuchillo en aquél ser y si bien parecía que si le hacía daño, pues la cara que ponía incitaba a ello, sus heridas se regeneraban a una velocidad increíble. - A̵ ̷v̸e̵r̸ ̸s̶i̷ ̸t̶e̴ ̸g̸u̷s̵t̷a̴ ̵q̸u̶e̷ ̴t̸e̵ ̴h̷a̷g̶a̷n̵ ̵l̴o̴ ̸m̴i̵s̷m̵o̶.̷ - comentó mientras le clavaba su cuchillo ceremonial en el estómago.
Un dolor terrible fue lo que sintió Ashley, después un montón de calor, que rápidamente se transformó en frio. Aquél extraño ser se rio de forma psicópata, pero aprovechando la distracción que había causado ella misma, Ashley le clavó el cuchillo justo en un tendón, pudiendo zafarse y correr en la dirección que le indicaron las letras. - N̸o̷ ̶m̵u̸e̶r̸a̴s̷ ̵r̷á̷p̷i̴d̷o̵,̵ ̴a̴ú̴n̸ ̵m̷e̵ ̸q̷u̶e̸d̸a̴ ̸h̸a̶c̶e̸r̸t̸e̵ ̶s̶u̵f̵r̴i̴r̸ ̴m̶u̶c̵h̵o̶.̴ - comentó algo más seria mientras se arrancaba el cuchillo de Ashley del brazo.
Continuó corriendo como pudo, sintiendo como a cada paso se le iban desvaneciendo las fuerzas, hasta que finalmente llegó a una pequeña habitación en la cual había una mesa, una cama y un montón de papeles por todas partes, siendo el más destacable el que flotaba en el medio de la habitación.
Apareció justo en frente de Ashley, aunque justo detrás de ella se podía seguir oyendo a aquél ser que quería acabar con su vida. - S̷o̴l̵o̵ ̸q̵u̸e̷r̶í̴a̸s̴ ̶r̶e̷c̷u̸p̷e̸r̵a̴r̸ ̵a̴ ̸t̶u̴ ̴p̸a̶d̸r̴e̸ ̶¿̷e̶h̶?̶ ̴U̸s̴a̷n̵d̵o̷ ̸e̸l̵ ̵l̷i̶b̵r̴o̵ ̵d̵e̵ ̶t̴u̷ ̷a̸m̸i̴g̸u̵i̷t̶o̵.̷.̴.̸ ̵¡̷P̷e̷r̶o̷ ̶t̵u̴ ̷e̵g̴o̷í̸s̸m̷o̶ ̵m̸e̴ ̵l̸o̸ ̶h̴a̸ ̶c̴o̸s̷t̸a̴d̵o̶ ̸t̵o̵d̷o̶!̷ - gritaba, realmente enfadada. - P̸o̸r̴ ̷s̸u̴e̷r̷t̷e̴ ̸l̸o̵g̴r̴é̵ ̷a̵r̸r̶a̶n̷c̴a̸r̷t̶e̸ ̵u̵n̷a̶ ̴p̴á̸g̵i̷n̴a̶ ̷y̷ ̴n̸o̸ ̵t̶e̶ ̶c̶r̵e̸a̷s̵ ̴q̶u̷e̷ ̸e̶r̵e̷s̸ ̸l̶a̶ ̷ú̴n̵i̷c̸a̷ ̵A̵s̴h̴l̵e̴y̸ ̵H̷i̴l̸l̸ ̶c̸a̸p̸a̵z̴ ̸d̶e̵ ̴l̴e̷e̸r̷l̷o̵.̶ ̶U̷s̴a̷n̸d̷o̸ ̷e̶s̶a̸ ̸p̴á̵g̶i̶n̴a̶ ̵e̸m̸p̵e̶c̸é̷ ̴a̴ ̵a̶t̷r̵a̵e̵r̶ ̴a̸ ̶o̸t̷r̸a̶s̵ ̵c̷o̶n̴ ̷l̶a̸ ̵e̷s̸p̸e̵r̶a̷n̴z̸a̴ ̸d̷e̴ ̸q̴u̸e̴ ̷f̷u̶e̶r̵a̷s̴ ̴t̷ú̸ ̸¡̵p̸e̷r̵o̵ ̷n̵o̸!̷ ̶¡̸N̶u̴n̸c̷a̶ ̵e̶r̷a̶s̸ ̵t̷ú̴!̷ ̵¡̶Y̵ ̸a̷h̶o̸r̴a̸ ̶q̸u̷e̷ ̸e̸s̵t̶á̶s̸ ̶a̷q̴u̴í̷,̸ ̴p̶o̶r̶ ̷m̵u̷c̶h̸o̸ ̴q̴u̵e̶ ̸r̴e̸c̵u̷p̷e̷r̴e̷s̵ ̶l̶a̴ ̴p̵á̵g̶i̵n̵a̴,̸ ̸n̶o̵ ̵t̶e̷ ̷p̶i̶e̵n̴s̷o̸ ̸d̶e̵j̵a̷r̶ ̴e̵s̵c̴a̶p̴a̶r̵!̶ - a Ashley no le hacía falta girarse para escuchar como cada vez los pasos de aquella chica, quien ahora parecía quedar claro que era otra Ashley Hill, se aceleraban.
El terror se apoderó de Ashley cuando vio que el cuchillo no le serviría para defenderse en absoluto. Su único resquicio de esperanza era poder distraerla lo suficiente como para poder escapar, pero si ni siquiera la soltaba no había nada que hacer. Notó el cuchillo de aquella cosa internándose en su estómago, una sensación que nunca antes había conocido. A pesar de todo, la adrenalina en sus venas hizo que apenas sintiera dolor, pero eso no evitó que chillara con todas sus fuerzas, propinando tajos sin ton ni son. En uno de esos pudo escapar finalmente, y llevándose la mano al estómago inconscientemente empezó a correr en la dirección que le habían dicho esas letras.
Cuando llegó a ver la página del diario apenas podía tenerse en pie ya. Notaba cómo las fuerzas le fallaban poco a poco, cómo sus piernas temblaban y le costaba alzar el brazo. Aquellas letras la instaban a coger la página del diario, aquella que había mencionado... ¿Ashley? No comprendía cómo había podido convertirse alguien en algo como eso, pero tenía claro que tampoco quería averiguarlo. Jadeando y resollando, casi rezando por un milagro, alzó la mano para intentar apoderarse de la página del diario, en un vano intento de hacer lo que aquellas letras le habían dicho. Quizá, si después de todo era su ángel de la guarda, aquello le salvara la vida.
Ashley recogió la página flotante y tras intentar leerla... Se dio cuenta de que era imposible. Estaba en un idioma completamente desconocido para ella, de hecho no le sonaba que existiera en la actualidad. Aquello seguramente fuera un motivo de desesperanza para Ashley, pero la sangre de Veronica que recorría su cuerpo le estimuló mentalmente respecto aquél papel místico.
Ashley comprendió que aquél papel, aunque no entendiera lo que contenía, como cualquier otro libro sin traducir, tenía más de una traducción e interpretación posible. Aquella Ashley que había visto su mundo destruido, lo había interpretado como una página de venganza, una página que le mostraba como encontrar, encerrar y acabar con aquella Ashley que le había arrebatado todo.
Pero Ashley también podía darle una interpretación diferente, Ashley era capaz de elegir su propio destino con aquella página, aunque fuera mucho más débil que tener el libro entero, por lo que solo quedaba una pregunta por hacer ¿cómo interpretaría Ashley el haber recibido aquella página?
A pesar de no saber leer aquella página, por alguna razón pudo comprender cómo podría usarla. Sintió algo en su interior, familiar a Verónica, por lo que supuso que su sangre había actuado, después de todo. Hasta hacía poco no contaba con las cosas místicas y esotéricas como algo real, pero ahora que había vivido en sus propias carnes cambios de cuerpo y saltos dimensionales... le costaba bastante menos asumirlo.
Por no hablar de que todo su cuerpo le estaba pidiendo a gritos largarse de allí, fuera como fuera, pero sus fuerzas fallaban al intentar moverse. Su mente iba descompasada con el cuerpo, completamente descontrolada mientras sus extremidades se sentían temblorosas y sus párpados pesados. Si dejaba que la inconsciencia se la llevara no volvería a ver la luz del sol en aquellas mazmorras, torturada hasta la muerte como todas las demás Ashleys por aquella criatura que ya dudaba en llamarla humana. No, no podía terminar así.
"Todas las Ashleys quieren algo, y yo no soy una excepción. Deseo volver a casa, a una vida normal, y así será también con otras, estoy segura. Deseo el poder de conectarnos. Juntas seremos más fuertes que separadas si van a por nosotras. Quiero el poder de saltar a mi antojo. Quiero alejarme de aquí, todo lo lejos posible. Incluso a otro mundo, si es preciso. Un hospital estaría bien..."
Aquellos fueron los últimos pensamientos que tuvo antes de que sus párpados cedieran finalmente, así como lo hicieron sus piernas antes de caer al suelo desmayada.
No sabía muy bien qué tenía que hacer exactamente, así que tú me dices si está bien o no.
Con un gran miedo en el cuerpo y agarrándose a aquél papel, Ashley lo interpretó como una señal del destino para salvarse, para poder regresar a su hogar, para poder sanar sus heridas en algún lugar seguro y es que aún con los párpados cerrados, antes de desmayarse, fue capaz de ver dos realidades distintas, aunque su determinación la acabó llevando a una en concreto.
¡Has desbloqueado un poder!
Puesto que aquella hoja no tenía tanto poder, tus deseos han sido escuchados... Levente. Ahora puedes viajar entre la realidad que te toque y la de la primera Ashley que invadió tu mundo (actualmente conocida como Ashley Wexler). Para realizar dicho viaje aparecerás al lado de alguna de las Ashleys que estén en el universo al que decidas ir de los dos disponibles. También necesitas mantener contigo la página.