Partida Rol por web

Tus ojos de elfa te permiten ver mejor que a nadie en a oscuridad. En la sala de la izquierda (la que no desciende) Escondido entre las sombras a mano derecha hay algo que se esconde. Una figura humana o humanoide, pero desde aquí no lo ves al completo. También huele ligeramente a humo.

¡Cuidado!-dijo en un susurro tras levantar la mano.
-Allí hay alguien o algo escondido, a mano derecha.
Euriel iba a entrar a la habitación de la puerta de la izquierda, pero dudaba sobre qué hacer.
La mujer agudizaba la vista, pero no logro atisbar nada más.
-Huele a humo...- dijo con un ligero tono de sorpresa.

-¿¿Humo?? -me descolocó esa afirmación. Siendo nosotros los primeros en entrar en mucho tiempo, como era de prever, que hubiese olor a humo era casi improbable. Estas edificaciones eran demasiado fríos y húmedos para mantener una llama por mucho tiempo.

Si olía a humo, sin duda alguien se nos había adelantado.

-Eruiel, acaso has escuchado a alguien para afirmar que está escondido? Creo que no estamos solos, si huele a humo posiblemente alguien usa antorchas en esa dirección. No estamos solos, amigos...¡preparáos para luchar!

De nuevo procuré iniciar mi concentración como mago, pendiente del pasillo en el que tantas cosas parecían suceder.

¿Lo rodeamos? Sin duda hay alguien escondido a la parte derecha de la habitación.
Se notaba que Euriel no tenia apenas experièncias en enfrentamientos. En seguida que pudo, les dejó la iniciativa a sus compañeros.

Cargo el arco y apunto a la zona que indica la dama elfa. Si hay alguien escondido seguramente esté preparado para tendernos una emboscada.

Susurrando comento a los compañeros:

- Estoy apuntando a esa zona...no os pongáis en mi línea de visión...

No detecto el olor a humo que afirmó oler la dama, pero según cuentas las leyendas los elfos poseen sentidos agudos, mucho más agudos que los de los hobbits seguramente. 

- Que alguien vigile nuestras espaldas...no vayan a cogernos desprevenidos...

Apenas estoy por adentrarme a través de la puerta derecha, Eruiel llama la atención de todos. Su aviso me desconcierta, pues deberíamos habernos percatado todos del humo, sin embargo me doy la vuelta al igual que el resto y atiendo los avisos de nuestra compañera.

"- Parece extraño el que haya alguien aquí, pero no imposible. Deberemos estar atentos ante cualquier posible sorpresa- comento concordando con mis compañeros-. Mut, si lo deseas vé esta vez al frente así no entorpezco tu tiro y te seguiré detrás o en la retaguardia para evitar que seamos emboscados- comento y me acerco hacia la entrada para intentar ver qué hay del otro lado".

Todos os centráis en la gruta de la izquierda. Aunque con el aviso de Angainor, Jesec se presta a cubrir la retaguardia, esto es, tanto la gruta derecha como el camino por el que habéis venido.

El túnel de la izquierda parece tener una longitud de unos cinco metros por uno de ancho. Y el final del túnel es curioso, pues la luz de la antorcha solo sirve para ver que más allá hay una extraña niebla o humo. No veis lo que la medio elfa indicó. El olor a humo no es posible distinguirlo ahora que se acercó Angainor con la antorcha.

La sombra que has visto se escabulle en la niebla, ya no la ves.

Tienes el arco cargado, pero no apuntas, solo puedes apuntar si ves el objetivo.

El corredor de entrada tiene un suelo de piedra formado por dos losas llanas de obsidiana que se unen en el centro y forman una grieta en mitad del pasillo. Podría tratarse de una trampa. Lo mejor sería caminar pegados a la pared del corredor, parece más seguro.

¡Deprisa! ¡Se escapa!
Euriel, temerosa de perder el rastro de la misteriosa figura, se apresa a salir corriendo tras el fugitivo, adentrándose en el peligroso túmulo.

Mientras observo el pasillo que lleva hasta el lugar en donde se encuentra el humo, llama mi atención algo en el suelo, a mitad del recorrido. Si bien al principio pienso que podría ser algún tipo de ornamentación, al instante abro de par en par mis ojos y aprieto mis dientes, enojado al darme cuenta que es seguramente otra de las tretas que el túmulo nos tiene preparado.

Me doy la vuelta para avisar al resto y enseguida veo a la perendhil que se mueve presta para lanzarse por el pasillo, a lo que de inmediato me interpongo y la sujeto para frenar su marcha.

"- ¡Cuidado! Hay una trampa ahí adelante- aviso observando inicialmente a Eruiel y luego al resto-. Lo mejor será que caminemos por el costado, pegados a las paredes... moverse por el centro del pasillo no es seguro. Iré primero por las dudas ya que mi visión ayuda ante la falta de luz, ustedes síganme de cerca con cuidado- agrego".

Sin dilaciones, me lanzo hacia el pasillo caminando con cuidado pegado a una de las paredes, prestando atención a la trampa y, cuando me es posible, a la niebla o humo que se encuentra más adelante.

Escuchando la advertencia de Angainor lo sigo como propone, procurando no perder la concentración que tan útil me sería en caso de ataque o defensa.

Erudiel corre, cosa que no parece lo mas sensato en un lugar donde puede haber trampas, pero su urgencia sustituyó a su prudencia. Ojalá la suerte acompañe a la elfa.

No hablo para mantener mi concentración intacta, y me deslizo tras el enano y su visión acostumbrada a la penumbra y la oscuridad. Siendo humano apenas veo ante mí, y de ese modo procuro agudizar mi oído, escuchando todo lo posible lo que nos rodea. Cualquier sonido extraño, o grito si es Erudiel quien lo lanza, desencadenaría una defensa por nuestra parte.

Había que estar atentos.

Camino detrás de Angainor y Lorgan con el arco cargado y me coloco pegado a la pared como hacen mis compañeros. Cada pocos pasos echo un vistazo a mi retaguardia por si acaso, no vayan a cogerme desprevenido. 

- Vayamos con cuidado...si alguien habita en este lugar lo conoce muy bien y loco debe de estar...

35 Mut 60/60: Entra pegado a la pared

15 Angainor 59/59: Entra el primero

10 Lorgan 40/40: Se concentra, segundo turno.

10 Jessec: 28/29: Avanza, al medio

5 Eruiel 26/36: Entra corriendo. Escucha a su compañero, tirada maniobra rectificar = fracasa, caida = 100 = 9B

Angainor parece haber percibido algo, y sus compañeros toman sus precauciones y tienen la intención de pasar por los laterales del corredor. Incluso Lorgan con más experiencia que en aventuras anteriores decide seguir manteniendo la concentración pues sabe que puede ser útil.

Pero Eruiel ya se había lanzado hacía adelante a perseguir aquella sombra. Cuando escucha la voz de su compañero mira abajo, a donde acaba de poner el pie. Para ver como el suelo se abre bajo sus pies. Al menos como acaba de ser prevenida trata de realizar una maniobra y saltar al lateral. Pero esta acción le sale mal, la medio elfa cae. Se trata de un foso de unos cinco metros de profundidad, por suerte al fondo hay agua, por llamar de algún modo aquella apestosa sustancia, en la caída el escudo le sirve de poca cosa, pero el golpetazo aun ha sido afortunado para lo que podría haber sido. No obstante y aunque sigue en plenitud de facultades, tiene el cuerpo magullado y tendrá que tener cuidado de no tener futuros percances hasta que se recupere.

Por si fuera poco, parece aprovechar la confusión la figura escondida al otro lado que ahora se hace visible.

Se trata de un viejo con aspecto casi que de mendigo. Pero algo os dice que no lo es, avanza lento hasta el borde del foso que se ha abierto ante vosotros y os recuerda a... Lorgan cuando está concentrado para lanzar un sortilegio. En la espalda también lleva lo que parece ser un arco.

Miro al hombre que está delante de nosotros. La dama elfa ha caído en una trampa, el maldito túmulo no quiere saqueadores.

- ¡¡¡Quiere hechizarnos!!! - grito a mis compañeros mientras tenso la cuerda del arco y me preparo para disparar ante mi enemigo apuntándole. - ¡Para o te disparo! - le grito al hombre.

Espero a ver si mis compañeros toman posiciones para iniciar el ataque. De momento el hombre no nos ha atacado y es posible que nosotros seamos los intrusos, pero no puedo correr riesgos.

Veo cómo se prepara, y me dispongo a atacarle a él primero. En casi todas las batallas un buen ataque era la mejor de las defensas.

Me llevo la mano al medallón que porto en mi pecho. Es de plata bruñida fría al tacto, pero que pronto se calienta al contacto con mi mano, ardiente tras murmurar las palabras del conjuro que lo activa.

-пусть молния сломает тебя

Tras tocarlo, dirijo la palma de mi mano hacia el extraño hombre, esperando que el rayo le afecte lo bastante para impedir su ataque.

Si sus intenciones no son buenas, no es como para andarse con rodeos, y a Erudiel hay que rescatarla.

Euriel quiso rectificar su acción cuando fue advertida de la trampa por Angainor, pero desgraciadamente ya no tuvo oportunidad de hacerlo.

Cayó al foso con gran estruendo, quedándose toda ella bañada en un lodazal que hedía a ciénaga y a aguas muertas.

Dió gracias a sus antepasados a que no se hubiese encontrado nada mortal ahí abajo, pero no perdió el tiempo con más pensamientos.

¡Estoy bien! -dijo con cierto tono de alarma.

En seguida miró cual era su situación y sin perder la esperanza, intentó trepar por el foso.

Al ver a Eruiel caer me muevo hacia atrás un momento, notando a su vez la presencia del hombre del otro lado que pareciera estar preparando alguna respuesta mágica. Sin aguardar momento alguno, lanzo por el suelo la antorcha en dirección a Jesec para que la tome y saco la cuerda que llevo conmigo para ayudar a nuestra compañera.

"- Cuidado, muchachos... existe la misma posibilidad de que esté aquí para proteger este lugar o que para saquearlo-comento a mis compañeros mientras trato de acercarme hacia el foso con el escudo en alto por precaución-. Intentaré ayudar a Eruiel- agrego lanzando la cuerda para que la tome la perendhil".