Partida Rol por web

- Gracias (sonrío burlonamente)

- Creo que deberíamos intentar esclarecer lo que está sucediendo aquí, ¿quién y por qué ha robado la cabeza?

-Creo que a estas alturas- dijo con el poco valor que pudo recopilar mirando aun fijamente a los ninjas, pasando de uno a otro.- está claro que fui yo. ¿Por qué? Para quién más bien. ¿Para quién? Para alguien que me ha traicionado, se ha desentendido del pacto y me ha mandado a la policía, parece. Y ahora que estamos todos situados: ¿Quienes son éstos? (dirigiéndose a los ninjas)y dejad ir a mi tía.

- Olisquea el aire- Huelo a animal aparte de a vosotros, aquí hay alguien más y no me hace ninguna gracia.

- Tu tía, por mi parte puede irse. Y con respecto a los ninjas, no hay de que preocuparse, son sólo hologramas.

Ahora, ¿quién te ha traicionado?Un nombre nos sería de utilidad.

Se mantuvo en silencio 20 segundos largos.

-No puedo más que elucubrar. Se me mandó dinero y una garantía de escape para mi tía. Con un sello. Y un lugar de entrega. Prometiéndome el doble de el dinero y el agente de escape. Era como una pirámide y un ojo el sello. Parecía muy creíble. El dinero desde luego era buena garantía.

-Bien pues entreganos la cabeza  y ese sello, que no va a serte útil ya, y nadie sabrá que fuiste tú quien organizo todo este lio. Es un trato justo ¿no crees? Nuestro silencio por tu información

-¡Ja! ¿Dar a quién? Hay un hombre muerto en mi tienda, un ser oculto y alguien está haciendo hologramas. Estoy tentado a dárosla sólo para que luchéis por ella lejos. Si es que yo siguiera vivo, que tampoco me fío. Pero quiero garantías. Quiero saber que esto no saldrá de aquí y que alguien escoltará a mi tía a salir del país.

Ahora que sabe que los ninjas no son de verdad parece más relajado. Pero aun está tenso, como arqueado, como un gato asustado.

-Gill Gouliard me otorgó esta arma y me ordenó asesinar a quien hubiera robado la cabeza y dejarla al lado del cuerpo,  inicialmente no quería matar a nadie, sin embargo este sujeto decidió ignorar mis condiciones, y como caballero que entienden que soy no puedo faltar a mi palabra, sin entrar en las estafas de las que fuera usted objetivo señor Cato, diría que podemos hacer como que el cadáver que tenemos delante es realmente el ladrón, dejar el arma al lado y contentar al señor Gouliard, quizás eso nos ayude a encontrar la cabeza sin más contratiempos.

-En cuanto cual es mi interés en tal objeto me gustaría mantenerlo para mí y evitar futuros accidentes como el que yace en el suelo ahora mismo

(Se supone que ayudé a Van Leiden a desatarse pero tarde en postear, sorry)

-Creo que la proposición del Señor Kavi es sin lugar a dudas la más sensata en esta situación. Tenemos un culpable muerto y haremos desparecer la cabeza, el asunto se dará por zanjado y nadie sabra que usted o su tía han estado implicados, por lo que podrán irse tranquilos todo lo lejos que quieran. Le aconsejo aceptar el trato antes de que puedan ocurrir más imprevistos peligrosos.

Kavi se dirige a liberar a Van Leiden.

Antes de que a nadie le de tiempo a moverse las cadenas que rodean a Van Leiden se expanden y toman una nueva forma, una guadaña gigante. La guadaña atraviesa diagonalmente a Kavi. 

Acto seguido, Vyktor se levanta como si solo hubiera estado descansando en el suelo. Su mascara tiene ahora un agujero en el centro, pero no se puede ver sangre en ninguna parte. Ríe por lo bajo. 

- Me parece un buen plan. - Dice, como si hubiese sido parte de la conversación todo el rato. - Solo me gustaría discrepar sobre quien tiene que ser la victima. 

Kavi se desploma en el suelo. Nadie sabría decir si está vivo o muerto. Le cae sangre por la boca.

Vyktor observó a los demás presentes en la sala. Poco a poco la escena comenzó a cambiar y dejó de ver las personas para ver las siluetas. Había una luz gigantesca detrás de ellos que no le permitía ver. ¡¡UNA LUZ!! Una luz que reflejaba en todas las paredes, en todas las esquinas, en todas partes reflejaba.

Sintió un terror inconmensurable, un disparo de adrenalina a lo más profundo de su cerebro y notó cómo le latían las sienes.

El terror... ya sólo sentía el terror.

"Mierda mierda mierda." 

Vyktor mira desorientado a todas partes y a ninguna. La luz era demasiado intensa y localizar su foco iba a resultar muy complicado. La situación había dado un giro, y pese a las ganas que tenía de acabar con Kavi, la supervivencia suponía ahora una prioridad vital.

Da unos pasos hacía atrás y palpa la pared, por suerte aún estaba cerca de la puerta. Una vez que siente el picaporte, lo abre y sale corriendo del lugar sin mirar atrás.  

El rostro le cambia de repente al revivido. Entra en completo terror, abre mucho los ojos y tiene un rictus extraño en el rostro. Se ve cómo palpa la pared hasta dar con la puerta y sale corriendo, aun más pálido de lo que era de normal.

- Esto empieza a ser muy extraño, (dirigiéndome a Cato) ¿qué está sucediendo? 

(miro a mi alrededor buscando algún tipo de respuesta)

Vyktor intenta enfocar la mirada después del fogonazo de luz. Tras estabilizarse un poco mira alrededor y busca un callejón cercano en el que meterse antes de que llame más la atención. Ya dentro del callejón, y asegurándose de que nadie lo mire, guarda su mascara destrozada y elimina las sombras por tal de que su ropa recupere el aspecto habitual. Se pone la mascará de la fiesta y se recoge el pelo por dentro del traje. 

Una vez listo, mira hacía fuera del callejón, buscando con al mirada a los guardias que hacía un rato estaban patrullando la zona. 

No ve a los guardias, pero si sigue hasta la plaza del puerto quizá encuentre a alagún rezagado. Parece que la redada haya terminado o se haya trasladado.