Partida Rol por web

Bajando las manos para acallar los vítores, entrando majestuosamente por el salón saluda efusivamente a los miembros uno por uno incluyendo al Dr. Call a Charlie y a Lew que acaban de bajar del piso de arriba.

- ¡ Bienhallados fráteres ! ¡ saludos , saludos ! - termina de estrechar manos -siento el retraso. - alza la voz para decir majestuosamente - Queda oficialmente abierta la reunión semanal ordinaria. Procedamos . - acto seguido los sirvientes desaparecen y vuelven con bandejas y bandejas de comida todo ello bien regado con abundante bebida.

-¿ es un placer pertenecer a la Orden Hermética del Crepúsculo de Plata verdad fráteres ?  jajaja ¡ Comed  y bebed!

Mientras le sirven un plato de faisán  - ¡ Sí que lo es noble líder ! jamás en mi vida ví manjares como éstos- dice señalando con la mirada los suculentos platos que portaban los sirvientes - a la par que éxoticos gran líder. Me pregunto cuánto conseguirá conseguirlos...

Restándole importancia

- ¡Bah! ... teniendo una buena red de contactos se puede conseguir cualquier cosa. - asegura.

En tono serio- No se pierdan ustedes en menudeces queridos fráteres, pues éstos no son más que comidas, carne, pescado, pollo, verduras... y aquello no es más que vino, whiskey, licor... lo verdaderamente importante queridos hermanos, es el conocimiento. ¡ El conocimiento ! eso es lo que importa - a lo que los presentes asienten y dan murmullos de paorbación - sin conocimiento , sin ciencia, sin filosofía... el hombre no es más que un animal!

- ¡Cuanta razón, Maestro Scott! El conocimiento es lo único que importa - dije mientras me lanzaba a la caza de los más ricos manjares que nos ofrecían.

Todo eso no era más que hipocresía barata, pero había aprendido que lo que había que darles era lo que querían escuchar. Ellos ganaban un lameculos y yo comía y bebía de balde, así ganábamos todos, y de paso aprendía alguna que otra cosa que tampoco venía mal. Mientras comía me alegré, pues me gustó saber que el Doctor Call (a quién respetaba profundamente) era de mi misma opinión, se planteaba dudas acerca de la organización y no era un alienado más como la mayoría de los hermanos. Con una copa en la mano me acerqué a Carl Stanford, que había sido mi bienhechor en el pasado.

- Que alegría verle, Stanford - dije con una fingida sonrisa, en realidad me resultaba un poco repulsivo aquel hombre - ¿Cómo va todo? ¿Tiene algún trabajito para mi? Ya sabe que soy de confianza.

¡Que suerte-dijo Charlie en voz alta- que en la orden no solo alimentemos el cuerpo si no también la mente jaja!

Alargó el brazo y empezó a servirse comida pues cierto era que los manjares que allí se comían eran deliciosos y todos los comensales aprovechaban ese día para relagalarse el paladar.

Al igual que Scott, también él era un tipo agradable con todos los miembros y siempre intentaba ayudar en cuánto podía. No podía decirse que era estirado o distante con todos los grados.

Palmeando el hombro de Lew

- Ya sabe, luchando contra la burocracia desmesurada que impera en nuestro querido país . No se puede hacer usted una idea de lo que nos cuesta conseguir libros en otro idiomas y las pegas que nos están poniendo en aduanas. Es realmente desastroso. Cuando por fin conseguimos que entren los libros en Estados Unidos resulta que hay que pagar aranceles, tasas, controles,... se le quitan a uno las ganas de hacer nada la verdad.

Mostrándose de acuerdo

- Es cierto señor Standford, pero merece la pena cuando al fin los tenemos. El conocimiento que proporcionan compensa cuanto cueste traerlos, ya saben ustedes que nuestro país no se caracteriza precisamente por publicaciones ocultistas. la más antigua no tiene ni dos siglos... casi todos los libros que encontramos están en alemán, francés, español o incluso árabe.  Y si encima nos ponen pegas en aduanas...

- En efecto así es gran líder. Pero quedémonos con la parte positiva, tenemos una hermandad unida y nuestra biblioteca es de las más completas que existen- acordándose de la pregunta - apenas se mueve nada ahora mismo. Son todo casos de poca monta señor Harper y usted no puede perder el tiempo en pequeñeces.

Ahora se ha vuelto todo muy complicado, hay mas control que nunca en las aduanas. Pero como bien dice Mr. Stanford nuestra biblioteca es de las mejores que hay y aún sigue creciendo, asi que no desesperemos. Cuanto mas duro es el trabajo mas dulce es la recompensa, ¿no?-dijo dando un trago de vino.

Acercándose a Standford por detrás le susurra algo de lo que sólo podéis entender - ... es la hora Señor - véis como Standford asiente.

- Así es... en efecto.... - le susurran al oído - oh disculpen fráteres pero debo marcharme , tengo asuntos que atender.  Siento dejarle con la palabra en la boca señor O´Conail.- se despide de los presentes y junto a su chófer tras dejar sus copas, salen al exterior.

Una vez se han ido comenta

- El señor Standford es digamos el enlace de nuestra logia con el exterior, se encarga de adquirir todo el material científico que aquí tenemos -mueve la cabeza en un gesto de aprobación - claro como ustedes comprenderán, es un trabajo sumamente complejo y que requiere mucho tiempo. De ahí que esté ausente en muchas de nuestras reuniones.

El Doctor Call se muestra entusiasmado con la gran biblioteca de la Logia, la cual considera como la mejor de Boston sin ningún género de dudas, de ahí que se hiciese miembro también. Os dáis cuenta de que tiene una relación cordial tanto como con Scott como con Standford.

- Eso me recuerda líder, que he oído que la próxima semana van a entrar dos nuevos miembros ¿verdad ?

 - pregunta respetuosamente.

Es normal, aunque sin duda es un trabajo duro e ingrato. No le agradecemos lo suficiente su esfuerzo. En cualquier caso, ¿que nuevos libros tenemos este mes?¿Me recomienda alguna lectura en particular?-le preguntó a John pero se sorprendió ante la noticia de Edward- vaya no sabía nada, hace tiempo que no entra nadie nuevo.

Mira el reloj y suspira antes de contestar

- Sí es cierto. Uno es un reputado psiquiatra y el otro un escritor de éxito. Nuestra hermandad ganará en diversidad con ellos dos, pues casi todos aquí con médicos y filósofos. Se nos echa la hora encima, ¿ no les pasa que cada vez les cunden menos nuestras reuniones ?

Hasta entonces la conversacón no me había resultado demasiado interesante. Cierto era que las cosas estaban complicadas para traer libros, pero eso no era nada nuevo y ya lo habiamos hablado miles de veces. SIn embargo, la noticia de que iban a ingresar dos nuevos miembros llamó poderosamente mi atención.

-Sin duda alguna, gran lider y, por otra parte he de decir que normalmente espero con ansia estas reuniones. Por cierto, ¿cuando se investirá a los dos nuevos miembros?Quiero decir...¿Habrá reunión extraordinaria?

Contestando a Charlie

- Hay un libro inquietante sobre una extraña criatura en el Himalaya, no recuerdo ahora el título pero pregúntele al hermano bibliotecario sobre él.

El Líder alza su voz por encima del resto para anunciar la próxima reunión

- ¡ Queridos fráteres ! el miércoles de la semana que viene tendrá lugar la ceremonia de iniciación de dos nuevos miembros. Espero que como siempre demos nuestra más sincera bienvenida a esos dos nuevos miembros y les acojamos en el seno de nuestra organización como a dos hermanos ¡ he dicho ! - hace una pausa - Caballeros, ¡ se da por terminada la presente reunión semanal !

Siempre que se inician nuevos miembros es en una reunión extraordinaria.

Me sentí decepcionado, el acto más esperado de cada semana concluía antes de lo previsto. Para mi la Logia era una válvula de escape de mi triste vida, apalear delincuentes y buscar desaparecidos que no quieren ser encontrados hacen que cualquier pierda la chaveta tarde o temprano. Pero así tendría que ser, por mi parte me quedé con las insinuaciones de Edward Call, tenía intención de continuar esa conversación en algún momento.

- Vaya, que pena que haya sido tan corto, menos mal que pronto tendremos una sesión extraordinaria - les dije a Call, O'Conaill y Crowley - Adoro las iniciaciones... - sonreí - Muy bien caballeros, como siempre, ha sido un placer - después me dirigí al Doctor Call - Me gustaría seguir hablando con usted sobre ese Wendigo - le guiñé un ojo de forma casi imperceptible - si quiere podemos reunirnos a lo largo de la semana o quizá prefiera hablar por teléfono... Lo dejo en sus manos.

Y estrechando la mano a todos ellos, me dirigí al guardarropa para recoger mi abrigo y volver a casa.