Partida Rol por web

Nuevamente mi consciencia me impedía optar por la opción más práctica y segura: aquel hombre podría pedir refuerzos o simplemente llamar a la policía, pero no podía dispararle por la espalda mientras huía. Disimulé mi debilidad recargando el revolver...

Adam intenta disparar a Fergus, pero sus ansias por ver caer al último de sus enemigos fue mayor que su puntería.

Farid hizo lo propio, pero los perdigones impactaron en el suelo. Frustrado, apretó los dientes mientras observaba a Fergus huyendo.

-Creo que es mejor que nos marchemos cuanto antes de aquí. Puede que Fergus intente volver con refuerzos. Pero antes, veamos si estos cuerpos pueden revelarnos algo...

Farid se agachó y registró el cadáver del gigantón.

Mientras Farid estaba ocupado, me acerqué a Adam y le hablé en voz baja:

- ¿Han visto al señor MacDonald con vosotros? Porque no creo que lo puedan reconocer por este tiroteo. Tal vez sea mejor pagarle y decirle que se marcha sin implicarse, no podemos implicar a buena gente en este tipo de cosas.

-No sé si habrán llegado a verle. Nos tendieron una emboscada nada más llegar, y ahora le ha alcanzado uno de los disparos. Quizá disparaban "al bulto" y no le han visto bien, o quizá sí. En cualquier caso, tarde o temprano nos vamos a separar de él.

Adam se acercó a Ian.

-Señor MacDonald, quizá debamos despedirnos aquí. La situación se ha tornado más peligrosa de lo esperado, y seguramente quiera reponerse de la herida, velar por los suyos y marcharse a un lugar seguro. Cualquiera en el pueblo o los alrededores podría estar implicado. Acuda solo a gente de su total confianza. 

Adam miró a un lado y a otro.

-Pero antes, le agradeceríamos que nos pudiera contar lo que sepa sobre Andrew y sus hermanos. Si sabe donde viven o qué lugares suelen frecuentar.

—No llegará muy lejos..— dice mientras recupera la posición vertical muy dolorido.

—Saben, algo extraño han traído estas excavaciones a Cannich, y creo que ustedes lo saben,..— dice mirandoos como esperando alguna respuesta —..solo espero que hayan venido a solucionarlo, saben,.. sobre los MacQuarrie sólo sé lo que os dije anteriormente, se juntaban con Duncan y hacían algunas fiestas en Creag Dhubh.., donde los menhires, saben— se golpea con la mano para quitarse el polvo de su ropa, se cuelga la escopeta en el hombro y comienza a caminar.

—Si no les importa, voy a seguir vuestro consejo y me voy a ir a casa,..avísenme cuando todo haya acabado— se despide con la mano.

El cuerpo de Willy no contiene nada importante.

Adam asintió.

-Cuídese.

Farid se incorporó y despidió a Ian. Lamentaba haber puesto al viejo en este aprieto, pero fue de gran ayuda para ellos.

-No he encontrado nada de interés en este tipo, veamos si hay mejor suerte con su jefe...

Salió de las ruinas y se acercó hasta el cuerpo del hombrecillo calvo para registrarlo.

- Lamento que se haya vuelto inmerso en todo esto, tome algo más de paga por las molestias -y le ofrecí 30 dólares americanos antes de que se fuera.

Cuando ya se había ido de la cabaña, me dirigí a Farid:

- Esta bien, yo voy detrás cubriéndote, aunque sea improbable puede haber alguien más cerca y podrían matarte antes de que pudieras sacar el arma. Señor Highlay, tal vez sea adecuado coger el arma que el señor MacInnes ha soltado, por si más tarde vuelve a por ella o sirve como prueba.

El señor MacDonald agradece los dólares ofrecidos por Joan y antes de marcharse os indica donde se encuentra la zona de menhires llamada Creag Dhubh.

Cuando registras al desconocido encuentras una hoja de papel doblada en uno de sus bolsillos.

Farid se incorpora con algo en la mano. Es un papel sustraído de aquel hombrecillo siniestro. Se acerca a sus compañeros y se lo muestra.

-¿Qué opináis? ¿Se tratará de los miembros de la logia en esta región?

- Debe serlo -dije tras leer los nombres de la lista-. Hay dos nombres que han estado en este tiroteo, hablaban de un tercero herido que creo que también sale, y lamentablemente también nombran a la camarera de nuestro sitio de hospedaje, al que dudo mucho que podamos volver...
En todo caso tenemos que decidir que hacer. Si no avisamos a la policía, puede que lo hagan ellos, o con el tiempo encuentren los cadáveres y nos relacionen con ellos, de hecho la muerte del profesor Hancock también coincide con nuestra estancia aquí. Si los avisamos, nos arrestarán y somos culpables como mínimo de posesión de armas de fuego.
Si optamos por lo primero, me gustaría enterrar a este hombre y al señor MacMurdo. Tanto para retrasar su encuentro como para que tengan una sepultura cristiana, a pesar de sus pecados en vida. Yo me puedo ocupar de ello mientras termináis de registrar las ruinas o vais directamente a Creag Dhubh.

-Yo optaría por ir directamente a Creag Dhubh, sin acudir a las autoridades ni perder tiempo en enterrar los cadáveres. Podríamos correr el riesgo de que los tentáculos de la logia hayan alcanzado también a las fuerzas del orden. Una vez inspeccionado el lugar, creo que deberíamos marcharnos de aquí de regreso a Estados Unidos. Con el trozo del disco, los documentos encontrados, y si hallamos alguna cosa más en los menhires, hemos cumplido de sobra con la misión. Además, entregando la lista a la sociedad ellos tendrán mejores medios para investigar a esta gente, si es necesario.

- Muy bien, hagamos eso. Pero mientras buscáis la forma de salir de este pueblo y de Escocia, si tengo tiempo enterraré los cadáveres. Y bueno, esperemos que nuestros enemigos no tengan los medios suficientes como para poner nuestros nombres es una lista internacional de asesinos.

Os dirigís hacia Creag Dhubh.

Siguiendo las indicaciones que os ha dado el señor MacDonald, atravesáis el páramo y camináis hasta la cima de la colina Creag Dhubh, donde están situados los menhires. El frío viento golpea vuestro rostro mientras ascendéis por la ladera, y el sol amenaza con esconderse pronto. 

Mientras hacéis una pequeña parada para situaros veis que un rebaño de ovejas, conducido por un perro pastor inglés, va acercándose a vosotros, y tras él se oye a una figura pegar silbidos. Es el pastor, que os saluda sin dejar de disminuir el paso.