Partida Rol por web

(LCDVM)Poderoso caballero es don dinero (Partida +18)

Capítulo 1. El contrato

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12/04/2015, 02:28
Narrador

Todo había sido un engaño. En parte.

Decenas de mercenarios, buscavidas y gente desesperada, todos ellos de dudoso origen, habían acudido a una falsa "entrevista de trabajo". Los carteles pudieron leerse en las peores tabernas y albergues de la capital imperial, Altorf, así como en las poblaciones de los alrededores.

Todos los que acudieron se encontraron con lo mismo. Aquella jugosa recompensa de mil coronas de oro por un trabajo sencillo era solo un reclamo falso. En el citado lugar, situado en el barrio pobre de Altdorf, solamente había una vieja desdentada que espantaba a los que allí acudían, alegando no saber nada del asunto del trabajo. Hubo un gran malestar entre los círculos más bajos y pendencieros de la capital, así como la miríada de rumores alrededor de aquellos engañosos carteles.

Pero no era mentira del todo, pues, una pequeña cantidad de personas fueron seleccionadas para el trabajo real,  de una manera un tanto...aleatoria, si es que realmente era así.

Uno por uno, los individuos seleccionados recibieron visitas de diversa índole, en las cuales eran informados del verdadero contratante, así como la argucia que se había realizado para seleccionarlos, pues, el trabajo requería de gran secretismo.

A todos los futuros contratados se les dió una dirección a la que acudir, con un día, una hora y un momento exacto en el que entrar al recinto de la verdadera cita. Algunos tuvieron que comprar el heraldo del reik, y esperar leyendo en el mismo acerado que el lugar de la cita, a que pasase un carromato lleno naranjas para entrar. A otros se les dió la indicación de esperar a que la mujer de la caperuza roja y de pelo negro, con una cesta de manzanas en el brazo izquierdo, se pusiese a hablar con el señor anciano sentado en una silla, afuera de una taberna, situada enfrente del recinto clave, aunque diez metros más a la derecha del mismo...

Mucho secretismo, ¿les explicarían la razón de aquello?, en todo caso, era un aliciente más para aceptar el dichoso trabajo misterioso.

Lo que si tuvieron en común todos los que entraron, era que una vez dentro de aquella "casa", les esperaba un malhumorado hombre, que rozaba la cincuentena, con un rosto arrugado recubierto de cicatrices y marcas de viruela, con un grasiento bigote marrón, el cual le caía hacia abajo, sobrepasando la mandíbula. Por sus ropajes, sucios y con mil parches, se podía averiguar que en algún momento de su vida había servido en el ejercito de middenland, por el color azul del mismo, o quizás había robado dicho traje. Portaba un feo sombrero raído, adornado con una pluma blanca de ganso, la cual le faltaban muchos flecos, y como protección le acompañaba una coraza abollada y vieja, con unas grebas y guanteletes de la misma manufactura. Al cinto llevaba una espada larga, esta si, bien cuidada y de aspecto mortífero.

Se presentó hoscamente como Hans Grupp.

En la misma sala, pero en el fondo izquierdo de la estancia, una casa desprovista de cualquier mobiliario y paredes, a excepción de varias vigas de contención, aguardaba un enorme ogro, para sorpresa de todos. Esta criatura tenía un aspecto humanoide más marcado que sus congéneres del este, pero no por ello parecía menos mortal. Era enorme y musculoso, sin pelo alguno en la cabeza, con una cara de pocos amigos más que evidente. Iba únicamente ataviado con unos pantalones a rayas rojas y grises, con unas botas de cuero y guantes del mismo material, su protegetripas parecía de hierro negro, sin símbolo alguno, pero con varias marcas de impactos en él, al igual que su cuerpo cubierto de cicatrices. Se podía observar a la perfección, a parte del parche que le cubría un ojo, la colosal maza que reposaba a su derecha, lista para aplastar la cabeza de cualquiera que osase montar algún escándalo.

 

Por último, podía observarse, justo en frente de la puerta de entrada, otro hombre, demasiado alto para el estándar imperial, de constitución también recia, con un rostro serio y frío, de aspecto cortante, su cuerpo estaba cubierto por una armadura completa, algo desgastada pero funcional, una capa negra y bastante ajada podía verse sobresalir por su espalda, no parecía armado, a excepción de la cinta de cuchillos que le cruzaba la coraza diagonalmente. Aquel hombre estaba cruzado de brazos, custodiando una puerta de metal.

 

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12/04/2015, 03:36
Hans Grupp

Todos los futuros contratados estaban dentro, un espadachín joven, un hombre que parecía algún tipo de gentilhombre cuanto menos, una mujer que daba la impresión de ser religiosa, un soldado que rozaba la treintena, de aspecto cuidado y encima perfumado, otra mujer, bastante bella y por el estoque que podía observarse en su cinto, también espadachina, y por último, un individuo pelirrojo de aspecto sombrío y pendenciero.

Fué Hans Grupp el primero en hablar tras su presentación.

-Bueno, estais aquí, como me dijeron- Los fué mirando uno por uno, inspeccionando hasta el más mínimo detalle.

-Sé que todos teneis miles de preguntas, pero me importan una mierda, lo que me importa a mí y a mi jefe es vuestro acero y vuestros cojones-

-Y vuestros ovarios, señoritas- dijo con sorna mirando a las mujeres allí presentes

-Así que es sencillo, os lo preguntaré una vez, ¿quereis trabajo bien pagado? ¿o quereis seguir revolcándoos en la mierda?, es fácil, primera opción estais dentro, segunda opción a la puta calle, espero haber sido claro-

Esperó a las respuestas de los asistentes, con cierta poca paciencia.
 

 

Notas de juego

para que no haya dudas. El espadachín es Alvart, la mujer religiosa Arabella, el gentilhombre es doctor Marius, y el pelirrojo pendenciero, Ulrik, los otros dos son dos pnjs más. Evidentemente no os conoceis ninguno.

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12/04/2015, 03:50
Himelda Santoro

La mujer espadachina habló rápido, con la cara cubierta parcialmente por el gorro de la capa, adornado con plumas recortadas de pavos reales.

-Estoy dentro- comentó con un fuerte acento, posiblemente estaliano

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12/04/2015, 03:53
Johannes Breitner

El soldado "guapo" y perfumado fué el siguiente en contestar

-Tengo mucha curiosidad por todo esto, contad conmigo- hablaba de manera perfecta el reikspiel, seguramente fuese noble o algo parecido.

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12/04/2015, 10:34
doctor Marius

Sonrio y me encojo de hombros .Esto es de lo mas extraño pero si al final hay dinero me vale y si resulta ser un timo quiero ver en qué consiste porque este no lo conozco .Me llevo la mano al sombrero y realizó una elegante reverencia con el .Doctor Marius a vuestro servicio .

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13/04/2015, 01:45
Alvart Castelar

Estoy dentro. -Me miro distraídamente las uñas, considerando que debo recortarlas o, cuando menos, limpiarlas.- Por curiosidad, ¿las mil coronas son por cabeza, a repartir entre los 6 o a repartir entre los supervivientes? -Sonrio ampliamente a mis compañeros como si no acabase de hablar sobre su posible defunción.

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13/04/2015, 15:06
Ulrik Rudiger¨Huérfano de Ranald¨

Ulrik siguió las indicaciones con mucha curiosidad ya que necesitaba aquel trabajo como si fuera aire, hacia poco que había acumulado algunas deudas de juego, el negocio no iba demasiado bien, apenas tenía dinero y quería retirarse de aquella vida y pedirle matrimonio a Regina.

 

cuando entró en la sala lo que vio a priori fue demasiado acero, allí el que no llevaba un par de aceros relucientes o mucha chapa en el pecho era el ogro que solo con aquella maza se bastaría para matarlos a todos, así que como buen criminal que  era sabía que fingir normalidad era la solución a todo.-Ajá.-Asintió y escupió al suelo un salivazo rápido entre los labios, sus manos se movían con fluidez barajando un exquisito mazo decorado.-A ver...-Sacó una carta y la miró fijamente un segundo, luego miró a los que le rodeaban, entre ellos un par de mujeres, un soldado, un tipo raro y un extranjero con un pincho mortífero.-Cuenta conmigo, jefe.-Luego miró al extranjero y devolvió la carta a su lugar.-No escupas p´rriba compare.-El joven pelirrojo sonrió por primera vez desde que entró en la sala.-Ya hablaremos como nos repartimos la guita cuando el trabajo esté zanjáo.-Sus manos seguían jugando frenéticamente con aquel mazo de cartas.-Jefe, de que va el trabajo? nada de molestar a la iglesia, no? que aunque me guste robarle a los sacerdotes gordos de Sigmar no estoy a favor de abusar de los pobrecitos....ni  de llamar la atención de los pirómanos que los cuidan....

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13/04/2015, 20:58

¿Qué clase de pensamientos podían haberme hecho terminar en aquel lugar? Rodeada de ignorantes y ladrones, en apariencia con la peor calaña de toda la ciudad. Puede que fuera mi curiosidad por saber que se escondía bajo aquella orden sigmarita de pensamientos tan radicales o quizá por lo común que podían ser en algunos aspectos nuestros ideales. Supongo que de todas formas no importa demasiado, pues si bien mis pasos no están allí por el oro, aún tengo intención de continuar adelante creyendo que unos practicantes de la fe de Sigmar no podrían cometer maldad contra éste alguna.

Llevo mi mirada de uno a uno por la habitación de forma despreocupada, sin importarme que me vean observándoles. El primero en el que la planto es el hombre del bigote y gastada armadura, quizá algún veterano por lo que indicaban sus rasgados ropajes. El segundo, el ogro. Aunque intento no aparentarlo su aspecto me intimida, jamás en mi vida había visto uno, algo de semejante tamaño y musculatura, pero bien me recordó a cuando mis hermanas me hablaron de los trolls en sus historias ya mucho tiempo atrás. Mientras que el último, el más joven y de mejor aspecto, parecía ser más normal que sus compañeros. Aunque de igual forma que ellos no parecía querer hacer amigos precisamente.

Eché un ojo a mis “compañeros”, viendo la clase de escoria que había acudido en busca de las relucientes monedas que el anuncio proponía. Si bien es cierto que había esperado una compañía más decente que la encontrada, al menos un par de ellos no parecían haber salido del peor burdel de Altdorf.

Me quedo atrás dejando que hablen varios de ellos primero, aunque uno en especial me hace soltar un gruñido al escuchar como su asquerosa lengua osa mancillar a los sacerdotes de Sigmar. Si por mi fuera se la haría cortar, que no pudiera volver a pronunciar palabra y así hacerle un favor a todo el Imperio. Pero desde mi salida del claustro no era el primero en blasfemar, así que por esta vez me limitaría a pasarlo por alto aún con mi notable mirada de desprecio hacia su persona.

- Acepto – dije de forma tajante y seca, sin moverme del lugar ni parlotear incesantemente.

No sabía que había aceptado, pero para bien o para mal esto llevaría a algún lugar. Si conseguía aplacar mal alguno habría merecido la pena, mientras que si la ilegalidad estaba influyendo en los Reprobantes también sería un buen motivo conocerlo. 

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13/04/2015, 21:02
doctor Marius

Al oir hablar de la iglesia y del fuego  me apresuro a sacar de entre las ropas una reliquia  con la que no paro de juguetear   de forma visible.No , espero que no tenga que ver con la iglesia ni con la Reiksgard y ya ni os cuento de cazadores de brujas .Servidor es un leal sudbito del imperio y jamas  osaria  pensar en atacar a  ninguno de  esos pilares .Bajo algo el tono para decir casi entre dientes . los nobles o los burgueses o los tontos con dinero es otro tema .

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13/04/2015, 21:39
Hans Grupp

Hans les escuchó con cara de pocos amigos

-Aguerridos sí, listos no, os he dicho que no me importan vuestras tonterias, y ahora, seguidme, os llevaré ante mi jefe y se os darán las respuestas que buscais-

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13/04/2015, 21:40
Narrador

El hombre que custodiaba la puerta de metal la abrió, y salió por ella a un patio cerrado, cubierto con un precario techo, tras él fue Hans, y por último, aquellos buscadores de glorias y dineros, únicamente quedó atras el ogro.

Tras salir al patio, todos pudieron ver otra trampilla, formada por dos portezuelas cerradas con un grueso pestillo, el hombre de Hans abrió el cierre y las portezuelas, dejando ver unas escaleras de caracol que bajaban hasta donde no alcanzaba la vista.

En fila bajaron todos, pues no había espacio para más, había buena visibilidad debido a múltiples antorchas colocadas en la pared, a cierta altura por encima de sus cabezas, ya que al ser estrecho, alguien al bajar podía quemarse.

Llegaron a un amplio sótano, iluminado lo suficientemente como para ver lo que allí había.

Un altar, con el símbolo de Sigmar, varias sillas desvencijadas, una gran lámpara en el techo con múltitud de velas, hasta un atril de hierro forjado, con un libro encima de él, probablemente fuesen las sagradas escrituras sigmaritas, pues se podía llegar a ver, el símbolo del martillo en su lomo. Un hombre esperaba en la esquina izquierda del sótano, junto a otra puerta, esta pesada, de madera con bandas metálicas y  varios cerrojos así como candados.

El hombre estaba sentado en una de las sillas desvencijadas, leyendo lo que parecía una nota escrita en un pergamino largo. Por sus ropajes, los asistentes pudieron comprobar que era miembro del clero, concretamente de los citados reprobadores de Sigmar, ya que los símbolos del libro y la mano abierta así lo indicaban. Aquel hombre rondaría la cincuentena, su calvicie era prominente, al igual que su aguileña nariz y su marcado rostro. De complexión delgada y de manos nervudas, parecía poco o mal alimentado, o quizás fuese así su complexión. También podía estar haciendo penitencia...

...A saber

Una vez todos dentros, tanto Hans como su guardaespaldas se colocaron frente al altar, mirando a los espadas de alquiler, fue entonces cuando el viejo raquítico se levantó del asiento y avanzó hasta colocarse detrás del altar, no sin antes entregarle la nota que anteriormente estaba leyendo, a Hans. Este se tomó su tiempo para leerla, sumiendo a los foráneos en un tenso silencio. 

 

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13/04/2015, 21:55
Hans Grupp

Tras leer la nota, Hans la rompió en varios trozos y se guardó estos en un bolsillo del pantalón.

Luego se puso a hablar con su despectivo tono

-Bueno, este es mi jefe, Stephan Heinz, mano derecha del sumo sacerdote de los reprobadores de Sigmar-

-Él fue quien urdió toda esta maraña de mentiras, pero por una razón-

-Todos sabeis que la iglesia de los reprobadores está muy vigilidada, y con la mala percepción que tienen toda la gente, sobretodo despues de lo ocurrido con las demás sectas corruptas, es imposible mejorar nuestra imagen-

-Por eso acudimos en mayor o menor medida a gentes...discretas, por así decirlo, si no, no les hubiésemos seleccionado- 

Stephan golpeó levemente el altar con un nudillo, pero con la fuerza suficiente para que todos lo oyeran.

-Bueno, el caso es el siguiente, la iglesia de los reprobadores de Sigmar, hace de mecenazgo para artisas de corte...-

-Religioso- Intervino Heinz, con una voz profunda y calmada, parecía provenir de un abismo profundo

Hans pareció por un segundo ponerse nervioso, pero continuó su charla

-...Si, eso, de corte religioso, por lo que se haya en búsqueda y recolección de diferentes obras perdidas, así como el patronazgo y protección de artistas afines-

-Así que recientemente nos hemos enterado, de que varias de las ramas apóstatas que fueron purgadas el año pasado, habían "secuestrado" algunas obras importantes de los distintos templos, con fines oscuros, por decirlo suavemente-

Heinz volvió a intervenir

-Sereis contratados para indagar sobre ello, despues os asignaremos otra tarea y nuestro convenio habrá terminado- Parecía un poco harto de las vueltas que estaba dando Hans en la conversación, así como un poco disgustado por la presencia de extraños al culto.

-Se os pagará a cada uno, 1000 coronas de oro, si completais las tareas satisfactoriamente- retomó Hans brevemente.

En ese punto, Stephan sacó varios papeles de su túnica y se los dio a Hans, este por su parte le entrego uno a cada uno de los asistentes. Era el contrato.

-Este es el momento de hablar, pero que sea breve, y nada de payasadas como antes-  Tras estas palabras, el hombre de Hans se fue acercando uno a uno con un tintero y una pluma en la mano.

 

 

Notas de juego

En el contrato pone lo siguiente:

 

Yo (espacio para escribir) afirmo tener un contrato por dos trabajos para los reprobadores de Sigmar, por mil coronas de oro en total, siendo este documento de validez para denunciar a las autoridades en caso de incumplimiento de alguna de las dos partes. 

Mike Harren (Notario imperial)                  (sello de los reprobadores de Sigmar aparte, firmado: Stephan Heinz)

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14/04/2015, 02:07
Ulrik Rudiger¨Huérfano de Ranald¨

Ulrik cruzó miradas con la mujer de adusta expresión, alzó una ceja y la miró con sus ojos grises con una mezcla entre molestia y diversión.-Que?.-Le espetó a esta sin pudor alguno mientras se pasaba una carta de la mano izquierda a la derecha y la volteaba entre sus dedos.-Bah.-Se encogió de hombros, se calló y siguió al harapiento líder de la comitiva, al parecer un tipo al que se le habían cagado en el sombrero del mal humor que portaba.

 

El descenso hasta aquel sótano le resultó extraño y mas aún le chocó que se encontraba ante el segundo al mando del jefazo de un culto a Sigmar, un culto que por cierto estaba en investigación por casos de herejía como todos los que lo habían precedido...algo realmente turbio.-Uff...-Suspiró entre los dientes y un sudor frío le resbalo por la frente.-Ejem.-En un rápido movimiento con la mano se ajustó el chaleco de color verde bosque y se escondió el pequeño amuleto de madera que tenía como símbolo de adoración de su dios Ranald.-Señor...-Se inclinó y se escondió las cartas en el bolsillo del chaleco con presteza, casi con miedo.-Nuestro trabajo consistirá en recuperar dichas obras de arte?.-Preguntó mientras miraba el papel y luego al que se le ofrecía.-Que pone ahí?...no se leer y no firmo sin saber que es.-Dijo con total desconfianza ante el tipo.-Esa segunda tarea no consistirá en ir a la cárcel o crimenes contra la iglesia...verdad?...bueno, da igual, es mucho dinero...que sea lo que la fortuna quiera que sea.-Hablaba demasiado, y era demasiado bocazas algo que algún día le reportaría una muerte o tendría suerte para salir de allí con vida.

 

Tragó saliva y se puso recto, bajó la mano y acarició el pedazo de estandarte que llevaba cosido bajo la camisa, una baratija de la suerte que le costó una fortuna y que siempre le había dado suerte.-Firmaré.-Se lo pensó tras unos instantes y rezó a Ranald, cogió la pluma y firmó en el papel mientras cruzaba los dedos indice y corazón de la mano izquierda tras la espalda, un gesto perceptible para aquellos que se dignasen a fijarse en un tipo tan molesto como ese.

Notas de juego

No se leer ni escribir xDDDD

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14/04/2015, 03:37
Alvart Castelar

Algo huele mal en todo esto, y el cíclope grandullón ya no está entre nosotros -Digo mientras me río de mi chiste malo.- Mi vieja abuela siempre decía que, tanto se asomó el goblin para ver que se cocía en el caldero que acabó estofado pero... ¡que me desuellen si me voy sin saber que cojones se está guisando aquí! Trae que firme el papelajo. -Leo detenidamente el papel mientras me atuso un bigote prácticamente imaginario- ¿Dos misiones sin especificar? Así sean traer las orejas del Príncipe Karl o una docena de virgos de Hermanas de Sigmar en una bandeja. Dadme pluma y tinta, o es que hay que firmar esto con sangre.- Aunque mis palabras denoten confianza, hay un matiz de duda en mi voz.

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14/04/2015, 04:27
Ulrik Rudiger¨Huérfano de Ranald¨

Será por que hay demasiadas...Cof cof.-Ulrik tosió tras soltar aquellas burdas palabras en un fino susurro.-Bueno, aquí va la firma...tome usté.-Le da el contrato al maltrecho hombre de armas y se atusa las ropas, abotona el chaleco y arrebuja en su capa como si hubiese tenido un escalofrio¨Un adorador de Ranald trabajando para un grupo de probables herejes sigmaritas....tiene cojones la cosa¨.-Ahora que ha quedado claro que vamos a firmar el trato, digame de que trata el asunto.-Lanzó un par de golpes al aire con el dedo indice, como si fuera un cuchillo.-Alguna clase de lance?

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14/04/2015, 11:17

Una débil sonrisa se dibujó en mis labios al escuchar el comentario del hombre del bigote, pues al menos había algo en común que podía tener con él y era que yo que tampoco aguantaba las tonterías innecesarias con facilidad. Así pues después de que nos lo pidieran comencé a seguir al aparente veterano escaleras abajo, preguntándome que habría al final de todos aquellos escalones, buscando con curiosidad el final a pesar de que no podía ver más que unos metros por delante de donde me encontraba. Pero no tardé demasiado tiempo en dar respuesta a mis preguntas.

Cuando al fin llegamos al sótano pude ver las insignias de Sigmar alzándose en aquel lugar, algo que en parte consiguió darme tranquilidad tras haber conocido brevemente a los individuos que me acompañaban. Si bien era sabido que los Reprobantes eran unos fanáticos aún bajo sospecha, en muchas ocasiones hacía falta la mano dura para luchar contra la herejía si queremos erradicarla de todo el Imperio.

De nuevo, el hombre del bigote tomó la palabra para presentar así al sacerdote que había aparecido en la escena. No era ni más ni menos que la mano derecha del Sumo Sacerdote de los Reprobantes, por lo que fuese lo que fuese, debía ser algo importante para ellos. Continuó con su palabrería, dándonos el inicio de la que sería nuestra misión antes de entregarnos los contratos para que los firmásemos ante un notario del Imperio. De momento todo parecía estar en orden y la idea de poder terminar con el trabajo que mis hermanos habían comenzado cazando a esos herejes era lo único que necesitaba. Aunque el oro fuese así algo secundario me era necesario para adquirir un mejor equipamiento y poder vivir lejos del claustro donde me había criado.

Bajé la mirada hasta el papel comenzando a leerlo con lentitud, sin querer dejar pasar ni una palabra queriendo conocer lo que estaba firmando. Intentando ignorar a los blasfemos hombres que se mostraban ante mí, aunque por la experiencia sabía bien que eso no podría hacerlo demasiado tiempo.

- Sucias ratas – pronuncié en un tono firme y claro, levantando la cabeza del papel para mirar al par de hombres que estaban colocados frente a mí.

Cómo podían acusar de fanáticos a los sacerdotes sigmaritas, cuando aún quedaba escoria como la presente repartida en cada uno de los oscuros agujeros del Imperio. Disciplina y castigo es lo que hacía falta, más ahora que nunca tras el duro golpe que se había sufrido.

Bajé de nuevo la vista hasta el papel y apoyándolo sobre la madera lo firme con decisión usando la pluma. Mis letras eran cuidadas y tenían el mismo estilo que los libros religiosos, aunque en la firma apenas podían apreciarse aquellos matices. Tras ello se lo tendí de nuevo al hombre con bigote sin pronunciar ninguna palabras, ya conocía todo lo que necesitaba conocer.

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14/04/2015, 16:29
doctor Marius

Si queréis puedo leeros lo que dice el contrato ...Propongo al hombre que reconocio no saber leer ni escribir  intentando no despertar suspicacias con mi ofrecimiento , lo ultimo que quiero es empezar con mal pie y ofenderle.Por lo demás parece un contrato de lo mas normal  que yo desde luego firmare y sobre todo habiendo tan buena paga .Uniendo el gesto a la palabra  pongo mi firma con un trazo seguro y elegante  al lado de de las otras .

Notas de juego

Me habéis pilado curando y me ha tocado postear dede el iPad .:)

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14/04/2015, 17:36
Hans Grupp

Hans parecía bastante harto de aquellos individuos, pero aún así continuó hablando mientras recogía los contratos.

-En los periódicos locales se pueden encontrar que sedes de las herejías fueron destruidas, y cuales no-

-Vuestra primera tarea será "colaros" en las sedes que aún siguen en pie, aunque bajo vigilancia de la reiksguard y la guardia de la ciudad, y averiguar lo que podais sobre varias obras de arte, supuestamente robadas por estos herejes-

-También, una visita al archivo nacional, os desvelará alguna que otra información sobre que había/ocurría en las sedes que fueron pasadas a fuego, ni que decir tiene, que para esta primera tarea, se requerirá máxima discreción, y que si os pillan las autoridades, nadie de esta iglesia afirmará que trabajabais para nosotros, seguro que lo entendeis esto último-

-Ah y una última cosa, una vez finalizada la tarea, no volvais por aquí, tendreis que encontrarme en una posada, "el marinero del escorbuto", en la zona de los muelles de la ciudad, pues a partir de ahora, seré vuestro supervisor en este vuestro contrato-

Para finalizar, sacó un pequeño papel y lo tendió al grupo

-Organizaos como querais, en este papel están las distintas localizaciones de las sedes de la herejía-

y esperó a que uno de ellos lo cogiera....

despues señaló la puerta pesada de madera con bandas de hierro.

-Por ahí hay un túnel que os llevará hasta la salida, en un rincón oscuro del puerto, para que nadie os vea salir, solo se abre desde dentro, mi hombre os acompañará-

Notas de juego

Podeis preguntar lo que querais, pero la "entrevista de trabajo" se da por finalizada.

 

PD: para la próxima no te agobies, postea cuando puedas, dentro del ritmo

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14/04/2015, 21:06
Alvart Castelar

Joder, con la iglesia de Sigmar, los reprobantes y su puta madre. Mi instinto me dice que salga de aquí lo más pronto posible o que, al menos, cierre la boca de una vez pero, ya me lo decía mi abuela "Lo que empieces lo terminas. Sea bueno o malo. Sólo hay una cosa peor que algo malo. Algo a medias." No entendí esa frase hasta que, jugando a tirarle piedras a un gato, le di en el costado y lo vi sufrir echando sangre por la boca luchando por respirar arrinconado y aterrado. Las cosas no se dejan a medias. No lo hice entonces y no lo haré ahora.

-Maese Grupp, ¿sería tan amable de entregarme una copia de nuestro contrato? Allá de donde vengo la palabra de uno es suficiente para cerrar este tipo de tratos, pero, si empezamos a firmarnos los papeles y bordarnos los nombres en los calzones, yo también quiero mi papelito correspondiente. Que nunca sabe uno cuando le puede venir un apretón y no tener una mala hoja de árbol con la que limpiarse.

Busco con la mirada la aprobación de mis compañeros esperando que se sumen a mi petición.

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15/04/2015, 18:07
Ulrik Rudiger¨Huérfano de Ranald¨

La verdad es que no vendría mal una muestra de confianza mutua dada la cantidad de dinero del que hablamos...-Contó de memoria la cantidad de cosas que podría comprar a lo largo de su vida con tamaña fortuna.-Y del turbio asunto del que hablamos...-Ulrik no se fiaba de los contratantes y menos cuando hace poco había oído que estaban acusados de herejía y andaban bajo vigilancia si es que directamente no lo eran.-Yo quiero una copia del contrato para asegurarme de que en caso de no cumplirse el pago tras satisfacer a la parte contratante poder enviar mis quejas a la Reiksguard o a quien deba de ser.-Miró al tipo harapiento y al sacerdote viejo y polvoriento¨Recuperar obras de arte mientras en las calles huérfanos de guerra mueren de hambre...hijos de puta¨.-Siendo sinceros, aquí nadie confía en la palabra de nadie y yo también quiero un seguro de que saldré satisfecho de este trato de caballeros.-Sentenció el joven Sicario con los nudillos dentro del pantalón en una postura relajada y cómoda.-no poseo mas preguntas si en estos papeles está todo lo necesario para llevar a cabo mi trabajo, aparte de claro está...-Cogió el papel tras dos pasos y lo guardó en el bolsillo de su chaqueta¨No se leer, pero seguro que se correr mas rápido que ninguno si las cosas se ponen mal¨-Que forma tienen esas obras de arte? son cuadros, estatuas, libros, poesía?.

Notas de juego

No se si me estoy saliendo de la guia a seguir en este prólogo de aventura, pero es que es algo muy turbio xD